domingo, 10 de marzo de 2013

Lola, Amparo y Julia Touza


Las hermanas Touza protagonizaron una historia de valentía y heroicidad que permaneció oculta hasta hace poco tiempo. 

Lola, regenteaba la cantina de la estación del ferrocarril de la ciudad de Ribadavia, en Galicia, España y organizó entre 1941 y 1945 una red de fuga de judíos para pasarlos a Portugal. 


La historia comenzó a hacerse conocida a partir de Isaac Retzmann, un hombre que salvo su vida gracias a la intervencion de Lola y sus hermanas y en 1964, quiso saber qué había sido de aquella mujer que lo llevó una noche sin luna al otro lado de la frontera. 


Retzmann, próspero comerciante alemán de padres judíos, vivia en Nueva York. Había conocido a un emigrante gallego en la Gran Manzana, Amancio Vázquez, y, sabiendo que éste volvía al terruño de vacaciones, le pidió encarecidamente que preguntara por las hermanas Touza. 

Tenía 70 años y una delicada salud que le hacía presagiar una muerte anticipada. El encargo terminó llegando a un librero de Vigo, Antón Patiño Regueira, y con él empezó a alumbrarse esta historia oculta. 



Antón Patiño, que se interesó por la historia y se reunió con ellas y poco antes de su muerte, en el año 2005, Patiño dio a conocer los hechos en su libro Memoria de ferro. 

Antón Patiño Regueira


"La madre" tal su nombre de guerra en la red de fuga, se rodeó de lugartenientes fieles hasta la muerte. Dos taxistas José Rocha Freijido y Javier Míguez Fernández, El Calavera, de Ricardo Pérez Parada, apodado El Evangelista, que había aprendido inglés y polaco siendo emigrante en Nueva York, y que hacía de traductor y el barquero Ramón Estévez. Según la ruta que eligiera Lola que había ideado tres: por senderos, carreteras de tercera y cruzando el Miño, actuaban estos héroes anónimos.

Vista de la estación del ferrocarril
Todo empezaba con la llegada de un convoy señalado a la estación de Ribadavia. Lola esperaba con su cesta llena de rosquillas, caramelos y dulces de almendra en las manos. A veces los ofrecía por las ventanillas desde el andén. Otras veces se subía al tren y recorría los vagones con su mercancía. 

Era entonces cuando se encontraba siempre con alguien que le anunciaba la llegada inminente de una nueva tanda de judíos.

En los días de llegada, Lola era la primera en abandonar el quiosco. El mensaje de que unos judíos arribarían en las próximas horas corría rápido a los oídos del Calavera. Y en el silencio de la noche elegida, se consumaba la fuga de aquellos desesperados a bordo de su taxi, un Dodge negro americano. 


Vista de la cantina
La red de ayuda a los judíos en España, se iniciaba en Gerona, en la frontera con Francia, y en un primer tramo llegaba hasta Medina del Campo. Desde allí continuaba hasta Monforte y Ribadavia, a donde solían llegar los judíos perseguidos al anochecer. En una fase final, los huidos eran llevados hasta la frontera portuguesa, y desde el país vecino embarcaban luego rumbo a América, o a puertos del norte de África.

Lugar que ocupaba la cantina en la estación del ferrocarril
El 7 de septiembre de 2008 se llevó a cabo un acto en reconocimiento a las hermanas Touza y se descubrió una placa en su homenaje.

Casa de la Familia Touza
Placa Recordatoria



Escudo de Ribadavia

Presencia Sefaradi




Lola Touza, sus padres y su hijo

El Centro Peres por la Paz plantó en las colinas de Jerusalén un árbol con el nombre de Lola Touza que recuerda la gesta de las tres hermanas. Sus nietos, que recibieron un diploma acreditativo, esperan que el Gobierno israelí las nombre Justas entre las Naciones, el máximo reconocimiento   oficial para aquellas personas que ayudaron a los judíos durante el Holocausto.

Shimon Peres y Julio Touza
Diploma recordatorio



















http://www.laopinioncoruna.es/estaticos/domingo/20080921/domingHeroínas del silencio
http://www.elcorreogallego.es/galicia/ecg/ribadavia-pedira-israel-declaracion-justas-naciones-tres-hermanas/idEdicion-2008-09-07/idNoticia-340288/

Informe de la TV española


La epopeya de las hermanas Touza será llevada al cine

Steven Spielberg se interesó por la historia de las tres ribadavienses que salvaron a 500 judíos
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REDACCIÓN. OURENSE - 15-01-2012
'Más pronto que tarde tendremos la película de las hermanas Touza', aseguró Julio RodríguezTouza, nieto de Lola, una de las tres mujeres ribadavienses que ayudó a que cerca de medio millar de judíos salvasen su vida en la II Guerra Mundial. Tras recibir ofertas de directores internacionales, e incluso de Steven Spielberg, Rodríguez Touza cree que ha llegado la hora de que se cuente 'esta historia de solidaridad y corazón'.
Julio Rodíguez Touza, nieto de Lola. (Foto: BAFFY PRESS)
Julio Rodíguez Touza, nieto de Lola. (Foto: BAFFY PRESS)
Se trata todavía de un proyecto muy incipiente, pero por el que se están interesando diferentes productoras. Una de ellas es Claqueta Coqueta, de Rubén Riós , que asegura que su interés surge al tratarse de 'unha historia creíble que relaciona o mundo xudeo ca nosa cultura nun escenario como Ribadavia, memoria viva'.

Aunque la vivencia de Lola, Amparo y Julia se contextualizan en una época muy concreta, los sentimientos, pasiones y miedos son perfectamente reconocibles por la sociedad moderna. Riós, quien recalca que por ahora todo son ideas, concibe el filme como una obra de 'ficción basada en feitos reais e respectando a historia', no un documental. Por su parte, continúa investigando la historia ribadaviense y el holocausto.

Julio Rodríguez Touza cree que, una vez que se materialice la película, podrá alcanzar difusión internacional, 'ahora que la historia ha reposado el tiempo necesario para ser contada' y ante el interés en la vida de su abuela por parte de 'personas que vinieron a mi con la mano en el corazón'. En definitiva, un proyecto que, 'va despacio y con buena letra'.