martes, 16 de abril de 2013

Comandante Mordejai Anielewicz


Mordejai Anielewicz nació Wyszków, al noreste de Varsovia, Polonia, en 1919 y falleció en el Gueto de Varsovia, el 8 de mayo de 1943.

Fue el Comandante de la Organización de Lucha Judía, o Żydowska Organizacja Bojowa, en polaco, también conocida como ŻOB, durante el Levantamiento del Gueto de Varsovia.

Sus padres eran dueños de un pequeño almacén un barrio pobre en los suburbios de Varsovia junto al río Vístula.

Después de finalizar los estudios secundarios en el Gymnasium de Wyszków, Anielewicz se sumó al movimiento juvenil sionista-socialista "Hashomer Hatzair" en el que se destacó como líder y organizador.



Luego de la invasión alemana, escapó con sus camaradas al Este con la esperanza de que el ejército polaco frenaría el avance alemán. 

En ese tiempo organizó distintas actividades para ayudar a los judíos a escapar, pero, su plan fracasó y fue capturado por los soviéticos y dejado en libertad poco tiempo después.

En 1940, la población judía polaca, estimada en unos 3 millones, comenzaron a ser reubicados en pequeños sectores de las ciudades polacas, denominados guetos. 


 
En el gueto de Varsovia, el más grande de todos, habitaban hacinados unos 380.000 judíos. 

Incluso antes de que los nazis empezaran a transportar a miles de judíos al campo de concentración de Treblinka, los judíos ya habían comenzado a morir en masa debido a las epidemias y al hambre.



Mordejai Anielewicz volvió a Varsovia en 1940 con su novia Mira Fuchrer, para organizar grupos guerrilleros en el Gueto.

Participó en la elaboración de publicaciones clandestinas, organizó reuniones y seminarios, y viajó a otras ciudades para establecer contacto con otros grupos insurgentes.



Anielewicz dedicó parte de su tiempo a aprender hebreo, a la lectura y el estudio de historia, sociología y la economía.

Luego de la primera gran deportación de judíos a los Campos de Concentración y Exterminio, su actividad se centró en la organización de células y grupos de combatientes.

A inicios de 1943, estableció comunicación con el Armia Krajowa, el Ejército Territorial Polaco, que le proveyó armas.

Distintivo de Armia Krajowa
El 9 de enero de 1943, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, ordena la reanudación de las deportaciones del gueto. 

Los judíos se enteran de esta órden y empiezan a tomar medidas al respecto.

El 18 de enero se lanzó un ataque contra los ocupantes alemanes donde los judíos polacos salieron bien parados.


El 19 de abril de 1943 comenzó la segunda deportación masiva hacia los campos de concentración y exterminio.

Los alemanes reunieron unos 2.054 soldados y 36 oficiales alrededor del gueto, incluyendo a 821 granaderos de las Waffen-SS. 

Asimismo se ordenó a unos 363 miembros de la colaboracionista Policía Azul polaca que rodearan el gueto. 



Se juntaron tanques, vehículos armados, armas de gas, lanzallamas y artillería para el eventual asalto.

La sublevación y resistencia que opusieron las organizaciones lideradas por Mordejai Anielewicz, marcaron el inicio del Levantamiento del Gueto de Varsovia.

Los primeros combates se extendieron a lo largo de tres días. Los sublevados no disponían de muchas armas, la mayoría tenía pistolas y revólveres, y contaban con unas docenas de rifles viejos, así como una ametralladora. 
 
Disponían de muchos explosivos caseros, así como de granadas proporcionadas por el Armia Krajowa, el Ejército Territorial Polaco que durante el levantamiento liberó a unos 380 judíos del gueto, que estaban en la cárcel alemana ubicada en la calle Gęsia, hoy en día rebautizada Anielewicz, en honor al Comandante del ZOB.

Muchos de estos judíos se unieron inmediatamente al Armia Krajowa, al igual que unos pocos judíos que habían estado subsistiendo en las alcantarillas de Varsovia desde el año anterior.

El 23 de abril de 1943 Mordejai Anielewicz escribió su última carta.

Shalom Itzjak:

No sé qué escribirte, esta vez dejemos de lado los detalles personales. No tengo palabras para expresar mis sentimientos, hoy nos resulta evidente que todo lo sucedido supera en mucho lo previsto. 

Al oponernos a los alemanes hicimos más de lo que nuestras fuerzas nos permitían pero esas fuerzas van menguando cada vez más; estamos frente a la exterminación. Hemos obligado dos veces a los alemanes a huir, pero retornaron con fuerzas de nuevo.

Una de nuestras unidades mantuvo sus posiciones durante cuarenta minutos y hubo otra que resistió seis horas. Alijel cayó como un valiente junto a su ametralladora. Desde hace tres días está el ghetto en llamas.

Anoche pasamos a la guerra de guerrillas. Haz de saber que el revolver no tiene valor alguno; necesitamos granadas, fusiles, ametralladoras y explosivos.

No puedo describirte en qué condiciones nos hallamos. Solamente unos pocos sobrevivirán; todos los demás habrán de sucumbir, tarde o temprano. 

Nuestro destino ya está sellado. En todos los refugios donde se hallan nuestros compañeros ya no es posible ni encender una vela por la noche por falta de aire.

Benditos seais vosotros que estáis afuera, puede que suceda un milagro y que algún día nos encontremos.

Lo dudo, lo dudo mucho. La última aspiración de mi vida se ha cumplido, la autodefensa judía es ya un hecho. La resistencia judía y la venganza se han cumplido.

Me despido de ti querido, feliz de mí que he sido uno de los primeros combatientes judíos del ghetto.
Mordejai Anilevich


El 8 de mayo, Anielewicz, su novia Mira Fuchrer y muchos de los líderes de la ŻOB se suicidaron en su búnker ubicado en el Gueto, poco antes de que los alemanes ocuparan el edificio de la calle Mila 18, donde se hallaba la sede central de los rebeldes judíos. 

El gueto continúó siendo arrasado diariamente, y el general de las SS Jürgen Stroop relata en su diario como "familias enteras se arrojan por las ventanas de los edificios incendiados". 

El 6 de mayo apunta que ha capturado a 1.500 judíos y han asesinado a 365 combatientes, a los que Stroop califica como bandidos.


General de las SS Jürgen Stroop
En el informe del 13 de mayo de 1943, escribió:180 judíos, bandidos y subhumanos han sido aniquilados.   

El sector judío de Varsovia ya no existe. Las operaciones a gran escala finalizaron a las 20.15 horas al hacer explotar la sinagoga de Varsovia. 

El número total de judíos con lo que se actuó fue: 56.065, incluyendo judíos capturados y judíos cuya exterminación puede ser probada.

El 16 de mayo la lucha en el Gueto finalizó, si bien algunos combatientes permanecieron escondidos allí hasta el verano.



Los colaboracionistas polacos iniciaron la persecución de los supervivientes del gueto, y le pusieron un nombre a la misma: la caza del judío.

Ese día el general de las SS Jürgen Stroop informó de que el gueto fue derrotado: "no hay más suburbio judío en Varsovia"

Como recordatorio a los luchadores judíos hay una inscripción en el monumento erigido al lado del búnker de la calle Mila 18: "Tumba de los combatientes del levantamiento del Gueto de Varsovia ... Estas ruinas del búnker de la calle Mila 18 son el último lugar de descanso de los comandantes y combatientes de la Organización de combate judía, así como de algunos civiles. Entre ellos se encuentra Mordechai Anielewicz, el comandante en jefe ... En el búnker ... reposan más de un centenar de combatientes, sólo algunos de los cuales son conocidos por su nombre. Aquí el resto, enterrado en donde cayó, nos recuerda que toda la tierra es su tumba."



A principios de 1944 el gobierno de Polonia, exiliado en Londres, le otorgó post-mortem la cruz militar polaca, Virtuti Militari.


Un Kibutz ubicado en Israel, aparte de haber erigido allí una estatua de Mordejai Anielewicz, tomó el nombre de Yad Mordechai en recuerdo a su heroísmo y entrega. 



En Wyszków, su ciudad natal, también fue levantado un monumento en su memoria.

El cine ha reflejado estas valerosas y heroicas acciones. 

Un ejemplo es “Rebelión en Polonia”, la película de Jon Avnet que, producida como telefilm en 2001, basandose en los hechos reales,muestra el levantamiento del Ghetto de Varsovia contra los alemanes en 1943, una de las páginas mas terribles de la historia del Holocausto judio, la lenta agonía de miles de personas confinadas en condiciones infrahumanas dentro del  Gueto. 

Está planteado el dilema principal entre las diferentes posturas que adoptan Czerniakow y Anielewickz ante la brutal política alemana: intentar sobrevivir aplacando al enemigo o luchar por la dignidad aun a costa de la propia vida.