miércoles, 10 de julio de 2013

Gustav Mahler. Sinfonía Nº 2 en Do Menor


La obra nació como Totenfeier, Ritos fúnebres, un poema sinfónico en un movimiento basado en el drama poético Dziady del poeta polaco Adam Mickiewicz, que Mahler terminó en 1888.

Cuando ya comenzaba a adquirir prestigio y estima como director de orquesta, Mahler le presentó su obra al entonces eminente director Hans von Bülow, que tuvo una reacción sumamente desfavorable y la consideró antimusical.


Profundamente desanimado, continuó trabajando y le agregó tres movimientos más a fines de 1893, que son los primeros cuatro de la sinfonía que conocemos y dejó la obra por un tiempo a la que le faltaba el final. 

Hans von Bülow murió en 1894, y en el funeral se oyó una musicalización de la oda Aufersteh'n, Resurrección del poeta alemán Friedrich Gottlieb Klopstock.


Para Mahler fue una revelación, y decidió terminar la segunda sinfonía con su propia musicalización de dicho poema.

Disenó un programa narrativo para la obra que reveló a varias de sus amistades pero sin embargo, no aprobó su difusión pública, aunque en la actualidad siempre se divulga en los programas de concierto.

En este argumento, el primer movimiento representa un funeral y responde a preguntas tales como: "¿Hay vida después de la muerte?"; el segundo movimiento es un recuerdo de tiempos felices de la vida que se apagó; el tercer movimiento representa una completa pérdida de fe, y el considerar la vida como un sinsentido; el cuarto movimiento, un lied, es el renacimiento de la fe "Yo soy de Dios, y retornaré a Dios", y el quinto movimiento, después del regreso de las dudas del tercero y las preguntas del primero, termina con una realización del amor de Dios, y el reconocimiento de la vida después del fin, la resurrección.

Gustav Mahler dirigió en Berlín el estreno de los primeros tres movimientos, el 4 de marzo de 1895  con la Orquesta Filarmónica de Berlín, y el estreno mundial de la obra completa, se produjo el 13 de diciembre de 1895 en Berlín dirigida por el compositor.

A continuación, de Gustav Mahler la Sinfonía Nº 2 en Do Menor, en versión de las solistas, Ricarda Merbeth, soprano, Bernarda Fink, mezzo soprano, el Coro de Radio Netherlands, la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, todos bajo la batuta de Mariss Jansons.


Resurrección

Coro, Soprano

¡Resucitarás, sí resucitarás,
polvo mío, tras breve descanso!
¡Vida inmortal
te dará quien te llamó!
¡Para volver a florecer has sido sembrado!
El dueño de la cosecha va
y recoge las gavillas
¡a nosotros, que morimos!

Contralto

Oh, créelo, corazón mío, créelo:
¡Nada se pierde de ti!
¡Tuyo es, sí, tuyo, lo que anhelabas!
¡Lo que ha perecido resucitará!

Soprano

Oh, créelo: ¡no has nacido en vano!
¡No has sufrido en vano!

Coro

¡Lo nacido debe perecer!
¡Lo que ha perecido, resucitará!

Coro, Contralto

¡Deja de temblar!
¡Prepárate para vivir!

Soprano, Contralto

¡Oh, dolor! ¡Tú, que todo lo colmas!
¡He escapado de ti!
¡Oh, muerte! ¡Tú que todo lo doblegas!
¡Ahora has sido doblegada!

Coro

Con alas que he conquistado
En ardiente afán de amor,
¡levantaré el vuelo
hacia la luz que no ha alcanzado ningún ojo!
¡Moriré para vivir!

Coro, Soprano, Contralto

¡Resucitarás, sí, resucitarás,
corazón mío, en un instante!
Lo que ha latido,
¡habrá de llevarte a Dios!


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