martes, 24 de septiembre de 2013

Gino Bartali

  
Gino Bartali nació en Ponte a Ema, Florencia, Italia, el 18 de julio de 1914 y falleció el 5 de mayo de 2000. Ciclista y héroe.


Nacido en el seno de una familia humilde que se dedicaba a trabajar el campo, Bartali comenzó a correr gracias a que su padre le encontró trabajo en un taller de reparación de bicicletas y su dueño, contento por el trabajo de Gino, le regaló una y lo animó a entrenarse. 

Fue así que Gino Bartali comenzó a competir, logrando éxitos en distintas competencias como profesional entre los años 1935 y 1954, durante los cuales conquistó 91 victorias.

Bartali ganó el Giro de Italia en 1936, y el Duce soñaba con ver a un italiano derrotando a los franceses en el Tour de Francia y todas las miradas se volvieron hacia Bartali, que ya era una celebridad. 

  
En 1937 una caída frustró su misión, pero en 1938 cumplió con el sueño de Mussolini aventajando al segundo clasificado en más de veinte minutos. 

En 1939, no logró consolidar su victoria en el Tour de Francia del año anterior, y su carrera deportiva se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. 

Lo que nadie imaginó es que en aquellos años oscuros, Bartali, uno de los símbolos de la Italia del Duce, era en realidad uno de los personajes claves de una organización dedicada a salvar la vida de los judíos italianos.
 
Gino Bartali seguía entrenando por las carreteras de la Toscana o en Umbría y no despertaba demasiadas sospechas pese a que la guerra impedía cualquier competición y resultaba extraño ver a alguien entrenándose en aquel ambiente. 


Corría con ropa en la que se podía leer su nombre lo que le permitía recorrer muchos kilómetros recibiendo los saludos efusivos de los soldados italianos, para los que era un auténtico ídolo. Era el correo perfecto.

Nadie supo que en el cuadro de su bicicleta o debajo de su asiento, transportaba documentos y pasaportes destinados a los judíos que se escondían en algunos de los conventos y monasterios italianos.

Giorgio Nissim formó una red organizada por que se dedicó a elaborar los pasaportes destinados a salvar la vida de cientos de judíos y que Bartali transportaba jugándose la vida en aquellos viajes por las carreteras que conocía como nadie y con el apoyo de varios religiosos, los entregaba en los conventos.

Durante 1943 y 1944 el corredor toscano, se dedicó a esa misión sin que nadie lo delatase.

Una vez finalizada la guerra y gracias a su entrenamiento, ganó el Giro de Italia en 1946 y a los 34 años, ganó el Tour de Francia, en 1948.

  
A mediados de la década de 1950, Bartali se retiró a su tierra, a Florencia, y nunca dijo nada de su trabajo para ayudar a los judíos que habitaban Italia.

 
Gino Bartali murió en el año 2000 y se llevó a la tumba su secreto, sin que nadie supiese su verdadera historia, la del corredor grandioso que dedicó dos años de su existencia a salvar la vida de ochocientos judíos. 

En 2003 un descubrimiento casual permitió conocer la dimensión humana de uno de los grandes ciclistas del siglo XX.

Giorgio Nissim
 
El mundo conoció la verdad cuando los hijos de Giorgio Nissim encontraron un viejo diario de su padre, en el que detalló la forma en que funcionó la red clandestina dedicada a conseguir los documentos que salvaron la vida de los judíos italianos.

En esos papeles, estaban registrados minuciosamente los viajes que hizo Bartali, los kilómetros que recorrió, los documentos que escondió en su bicicleta y, sobre todo, lo abnegado de su dedicación a la causa. 

Los Nissim contaron lo que su padre escribió y entonces empezó a cobrar sentido tanto entrenamiento en una época en la que costaba ver a un ciclista recorrer una carretera italiana.

Gracias a las piernas de Gino Bartali, 800 judíos evitaron el viaje a algún campo de concentración nazi, e Italia descubrió a uno de sus grandes héroes. 



A continuación una información publicada en el sitio de México eldiariojudio.com



El campeón ciclista italiano Gino Bartali es reconocido como “Justo Entre Las Naciones”
septiembre 23, 2013 http://diariojudio.com

El campeón ciclista italiano Gino Bartali es reconocido como “Justo Entre Las Naciones”

El campeón italiano Gino Bartali, uno de los héroes de la epopeya ciclista del siglo XX, recibió este lunes a título póstumo el título de “Justo entre las naciones”, la más alta distinción de Israel a los que salvaron a judíos durante la Shoah. “Durante la ocupación alemana de Italia (a partir de septiembre de 1943), Bartali, un ferviente católico, formaba parte de una red de salvamento liderada por el rabino de Florencia, Nathan Cassuto, conjuntamente con el arzobispo de Florencia, el cardenal Elia Angelo Dalla Costa”, también reconocido “Justo entre las naciones” en 2012, explicó Yad Vachem, memorial dedicada al recuerdo y al estudio de la Shoah.
“Gino Bartali servía de mensajero en la red, disimulando documentos falsificados en su bicicleta y transportádolos entre las ciudades, durante sus entrenamientos”, precisa Yad Vachem en un comunicado, añadiendo que “Bartali arriesgó su vida para salvar a judíos”, pudiendo escapar a la muerte varios centenares debido a la red, según la misma fuente.
Este reconocimiento corona la movilización de la comunidad judía de Italia, en particular de su ciudad de Florencia (norte), que permitió recoger testimonios directos que faltaban hasta ahora para hacer avanzar el caso.
Doble vencedor del Tour de Francia (1938-1948) y triple vencedor del Giro de Italia, Bartali, fallecido en 2000, había guardado el secreto sobre esa parte de su vida.
Miembro de la Acción Católica, nunca disimuló su aversión contra el fascismo, incluso si su triunfo en el Tour de 1938 había sido explotado por la dictadura mussoliniana.
Como si se tratara de un entrenamiento, dejaba regularmente su domicilio florentino para acudir a Assís (Umbria), y también a Génova, en los Abruzzos, en trayectos de más de 350 km entre ida y vuelta.
Pasaba por los conventos, escondiendo en su sillín o en el manillar de su bicicleta fotos y otros papales para hacer documentos falsos.
La distinción “Justo entre las naciones” es otorgada desde 1963 y la han recibido más de 24.000 personas de 44 países.
Los titulares reciben una medalla, un diploma oficial y su nombre es grabado en un muro en el bosque de Jerusalén, cerca de Yad Vachem.
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Fuente: Terra.com