jueves, 31 de octubre de 2013

Marcelo Balsells



En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con Marcelo Balsells, el Director de la Casa Argentina en la Ciudad Universitaria Internacional de París, Francia.


Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Esteban Villaroel - Jorge Falcone






Desde su fundación en 1928, la Casa Argentina en Paris es una residencia para estudiantes, investigadores, profesionales y artistas argentinos que han sido aceptados en instituciones académicas francesas para realizar estudios postuniversitarios y/o de especialización.

En el seno de una comunidad pluricultural y plurinacional como la de la Ciudad de París y la de la Ciudad Universitaria en particular, la Casa Argentina es un espacio de diversas expresiones artísticas y científicas a través de coloquios, conferencias, reportajes, exposiciones, conciertos y espectáculos convocando a personas de distintos orígenes, disciplinas y actividades. 

Investigadores, escritores, pintores, músicos, estudiantes, actores y personalidades argentinas e internacionales hacen de la Casa Argentina un ámbito rico y abierto a las expresiones sociales, culturales y científicas contemporáneas. 

Además, la Casa cuenta con una biblioteca con importantes fondos sobre ciencias sociales y literatura argentina.

La diversidad de los residentes es uno de los rasgos más interesantes de la vida cotidiana de la Casa. Provienen de diferentes regiones de la Argentina y realizan diversos tipos de actividades profesionales. 

En el marco del sistema de “brassage” - promovido por la Ciudad Universitaria-, la Casa recibe residentes de otras casas/nacionalidades y propone lo mismo a los suyos, hecho que permite enriquecer aún más el intercambio personal e intelectual entre la comunidad de residentes de las casas.

La Casa Argentina fue inaugurada el 27 de Junio de 1928. Fue el cuarto edificio construido en la Ciudad Universitaria, luego de las casas de Francia, de Canadá y de Bélgica. Fue la primera casa no francófona de “la Cité”.






Las negociaciones para su construcción fueron llevadas a cabo bajo la presidencia de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), quien ya había trabajado desde 1923 para este objetivo desde la dirección de la Legación Diplomática Argentina en París.


El gobierno argentino de la época se comprometía de esta manera con un ideal humanista y cosmopolita de “entente”, propio del período posterior a la primera guerra mundial. 

Con un espíritu compartido con otras naciones, Argentina se sumará al feliz esfuerzo del estado francés de crear una Ciudad Universitaria en París abierta a los estudiantes de todo el mundo.


Marcada por la fuerte expansión cultural, política y económica del estado argentino a nivel nacional e internacional, la Casa Argentina contribuirá desde entonces a promover los intercambios bilaterales culturales y académicos que venían siendo desarrollados por la elite intelectual nacional con fuertes vínculos con Europa y por la Universidad de Buenos Aires.


A lo largo de su existencia, la Casa Argentina ha sido parte de diversos hechos socio-políticos del propio devenir histórico de Argentina, de Francia y de la misma Ciudad Universitaria de París: fue local saqueado por las tropas nazis, enfermería del ejército estadounidense en 1944,  edificio ocupado en el Mayo de 1968 - y por ello posteriormente clausurado-, residencia de nacionales argentinos severamente controlada por el gobierno militar entre los años 1976-1983, lugar de protestas por la situación argentina en 2001 y, sobre todo, espacio de libertad y pluralidad de personas, expresiones e ideas, desde la recuperación de la democracia.


En sus 80 años de existencia, residieron en la Casa personalidades notables de la cultura argentina, entre ellos Leopoldo Torres Agüero, Mauricio Goldenberg, Bruno Venier, Julio Cortázar, Conrado Eggers Lan, Luis Tomassello, Olga Cossettini, Manuel Puig, Arnaldo Calveyra, Bruno Gelber, Marcos Aguinis, Miguel Angel Estrella, Edgardo Carosella.   




Ludwig van Beethoven.Sonata para Piano Nº 10 en Sol Mayor Opus 14 Nº 2.

La Sonata para Piano Nº 10 en Sol Mayor Opus 14 Nº 2 de Ludwig van Beethoven, fue compuesta entre 1798 y 1799 y dedicada a la baronesa Josefa von Braun.

 

A continuación de Ludwig van Beethoven, Sonata para Piano Nº 10 en Sol Mayor Opus 14 Nº 2, en versión de Wilhelm Backhaus en piano.

 

Astor Piazzolla


A continuación, una producción de la BBC de 1989 sobre Astor Piazzolla.

Para ver los subtítulos, asegurate de activar el botón que está ubicado en la esquina inferior derecha.


Alberto Anchart




Alberto Anchart nació en Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1931 y murió en su ciudad, el 31 de octubre de 2011. Actor y comediante.


Se crio en el seno de una familia de artistas y a mediados de los años cuarenta comenzó su carrera en teatros como Presidente Alvear y El Nacional, en obras como La historia del sainete en 1946, de Ivo Pelay, ¡Vampiresas! en 1946, El ministro está enojado en 1947, con Raimundo Pastore. 


En 1954 fue elegido en un concurso para participar de la película Crisol de hombres, con Pedro Maratea y Margarita Linton y ese mismo año acompañó a Enrique Muiño en Los problemas de papá, comedia dramática con guion de Abel Santa Cruz. 


A lo largo de los años cincuenta compuso breves roles en películas muy recordadas y exitosas de la época y en los años sesenta, participó en El bote, el río y la gente, Prisioneros de una noche, entre otras, pero especialmente Mi primera novia, de Enrique Carreras y Dos en el mundo, con Blanca del Prado.


Alberto Anchart formó parte de los elencos de ¡Aquí está la vieja ola!...Y esta vez no viene sola en 1961, Cuando un pobre se divierte, de Alberto Vacarezza y La cumparsita en 1963, con música de Osvaldo Pugliese. 


Luego interpretó la obra de Germán Ziclis: Eduardo H. Barrientos, porteño del 900 y actuó en Teatro de Revistas en El Nacional, Tabarís, Maipo y Avenida.


En 1965 fue convocado para realizar un papel juvenil en La Tuerca, considerado uno de los mejores ciclos cómicos de TV, encabezado por Nelly Láinez, Carmen Vallejo y Guido Gorgatti, que se mantuvo con gran aceptación hasta 1974.


En 1969 se consagró en el programa de TV Los Campanelli, donde la trama relataba la historia de una divertida y problemática familia, con la participación especial de Menchu Quesada y Adolfo Linvel. 


Debido al enorme éxito logrado con el programa, se hicieron versiones teatrales y cinematográficas: El veraneo de los Campanelli, en 1971 y El picnic de los Campanelli, ambas de Enrique Carreras.


Desde fines de los años sesenta se relacionó laboralmente con Santiago Bal, con quien participó en la pieza teatral ¡Que sofocón!, y realizó una gira por España.


En la década de 1970 realizó varias películas y después de un largo período sin actividad, entre 1996 y 1998 encarnó al abuelo Atilio en el programa televisivo Mi familia es un dibujo. Gracias al éxito logrado se realizaron tres películas.


Continuó con participaciones en varias tiras televisivas como Verano del 98, y Floricienta y se lució en obras teatrales como Mamá, original en 2007, con Andrea Frigerio, y al año siguiente fue contratado para encarar Cremona, una clásica obra editada por Armando Discépolo y estrenada en el Teatro Nacional Cervantes. 


Entre 2009 a 2010 se desempeñó con Antonio Gasalla en Más respeto que soy tu madre, que batió récords en la ciudad de Mar del Plata, con más de 300.000 entradas vendidas en el Teatro Neptuno, y en el año 2010 tuvo una aparición en la serie Todos contra Juan 2. 


Recibió diversos premios y galardones: tres premios Martín Fierro por su labor en Los Campanelli, La Tuerca y Dibu 3. 


En 1982 fue condecorado como mejor actor de comedia de Villa Carlos Paz por su labor en Mi departamento está que arde, y en 1984 en el mismo rubro, por su trabajo en Las primas. 


En 2007 recibió una distinción especial de los premios Estrella de Mar junto a Iris Láinez y en 2009 ganó un premio ACE de Oro como mejor actor de reparto.


Alberto Anchart falleció el 31 de octubre de 2011 en el Hospital Español de Buenos Aires, víctima de un cáncer terminal que le habían detectado poco tiempo antes.



Recordamos a Alberto Anchart, en la película de 1972, El picnic de los Campanelli.



miércoles, 30 de octubre de 2013

Carlos Kleiber. Huellas a la nada.



Carlos Kleiber. Traces To Nowhere. Huellas a la nada.

A continuación el documental completo, subtitulado en español, de Eric Schulz con testimonios de: Plácido Domingo, Brigitte Fassbaender, Michael Gielen, Manfred Honeck, Anne Kirchbach, Veronika Kleiber, Klaus König, Karl Friedrich Mess, Otto Schenk, Martha Scherer, Otto Staindl, Alexander Werner. 
Huellas a la nada es una producción de ServusTV 2010



Carlos Marcucci




Carlos Marcucci nació en el barrio de Barracas, Ciudad de Buenos Aires, el 30 de octubre de 1903 y murió en Buenos Aires, el 31 de mayo de 1957. Bandoneonista, compositor y arreglador de tango.
En 1908 su familia se mudó a Wilde, al otro lado del Riachuelo y escuchando a su hermano mayor, que se había comprado un bandoneón, aprendió a tocar de oído.

Empezó a ser reconocido como "El pibe de Wilde" y en 1928 formó su propia orquesta típica, con la que se presentó frecuentemente en el cine Metropol. 


Contratado por la RCA Víctor, realizó su primera grabación el 2 de mayo de 1929, con bandoneón solo, registrando "Aires Españoles" y a comienzos de los años treinta, Marcucci ingresó en la orquesta típica de Julio De Caro, reemplazando del bandoneonista Pedro Laurenz. 

En 1935, junto con sus colegas los bandoneonistas Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Ciriaco Ortiz y el pianista Sebastián Piana formaron un memorable quinteto para una serie de recitales en la radio y no quedaron regístros grabados.

En noviembre de 1936, la revista porteña Sintonía organizó una orquesta típica, denominada "Los Virtuosos", con los músicos jóvenes más expertos del momento y elegidos por concurso.
 
 
Resultaron ganadores Francisco De Caro en piano,   Ciriaco Ortiz y Carlos Marcucci en bandoneónes y    Julio De Caro y Elvino Vardaro en violínes.

En ese tiempo siguió tocando varios días a la semana con la orquesta de De Caro. 

En 1937 compuso la música de la película Así es el tango y publicó un libro en co-autoría con Félix Lipesker: Método moderno para bandoneón. 

En 1951 dejó la Orquesta de De Caro y pasó a integrar la orquesta estable de Radio Splendid de Buenos Aires, dirigida por Francisco Trópoli, en la que se presentó hasta 1957.

Marcucci era un auténtico virtuoso del bandoneón, y también fue un destado autor de tangos como "Chivilcoy", "Cielo azul", "Luna arrabalera" y "Mi dolor" entre muchos otros.

Carlos Gardel le grabó en 1923 "Viejecita mía" y en 1928, "La reja".


Recordamos Carlos Marcucci y su orquesta con la interpretación del tango de su autoría Mi Dolor.





Para completar este homenaje, en la voz de Carlos Gardel, La Reja.


martes, 29 de octubre de 2013

Ramón Ayala


En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con Ramón Ayala sobre el lanzamiento de su nuevo CD.






Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Celso Miño - Jorge Falcone 






Cosechero es el nuevo material discográfico de Ramón Ayala, artista excepcional y referente de la música litoraleña argentina. El disco incluye temas que ya forman parte de nuestro acervo cultural, como El cosechero, El mensú y Posadeña linda, entre otros, así como el inédito Señor de los campos.

Con el estreno de Ramón Ayala (abril 2013), la película que Marcos López ha realizado sobre la vida del artista, este lanzamiento de Los Años Luz Discos viene a sellar el justo reconocimiento a la inmensa obra que Ramón Ayala viene sembrando desde hace más de cuarenta años.


Con idea y producción de Javier Tenenbaum, Cosechero es un trabajo cuidado que cuenta con la participación de Juan Núñez en bandoneón, Marcos Núñez en guitarra, Facundo Guevara en percusión y Juan Pablo Navarro en contrabajo, la técnica de grabación de Osqui Amante, fotografías de Marcos López y el arte de Zkysky.


Dice Ramón Ayala: “Considerando que un disco es una parte de uno mismo en manos y oídos del pueblo surgió este emprendimiento sonoro. Aconsejado y movilizado por Javier Tenenbaum comenzó a rodar esta idea; una idea ya intuida y acariciada por mí, partiendo de la necesidad de acercar a la gente el fruto de muchos años de creación y búsquedas en el ámbito de nuestro paisaje con sus habitantes, portadores de singulares caracteres y fisonomías curiosas, tanto en el lenguaje como en sus movimientos emanados de las raíces, tanto indígenas como criollas. Me emociona vivir este tiempo que pareciera tender un manto de bonanzas para el pasado reciente en el que me veía un tanto desdibujado por la falta de visión de los productores, a la caza de artistas más cerca del impresionismo que del pensamiento y el oficio verdadero del arte. Estoy como en un encanto  soñado: con la película Ramón Ayala del gran Marcos López, recientemente estrenada bajo el auspicio del Bafici, más distintos nombramientos y distinciones que estoy recibiendo –tanto por mi obra poética y  musical como por mi obra plástica-, estoy casi rescatado del olvido. Olvido que no me ha permitido desperdiciar una hora del precioso tiempo para el logro de libros y canciones y cuadros que reflejen la vida de nuestra gente y sus mundo maravillosos. Nos hemos reunido con músicos de valor, como los misioneros Juan "Pico" Núñez en bandoneón, y Marcos Núñez en guitarra, la percusión de Facundo Guevara y el contrabajo de Juan Pablo Navarro. Osqui Amante, el  sensible y autorizado técnico que puso un marco de sonido conveniente a nuestros esfuerzos para estos trabajos musicales, que han sido invitados por nuestro gurú mayor, Javier Ténembaum con gran acierto. Pienso que en la vida no existen casualidades, sino, causalidades, y este acontecimiento no es fortuito: ha sido un encuentro justo, porque en este permanente quehacer hemos crecido en claridad mental y cierta sabiduría para el buen logro de los oficios. En fin, ‘Cosechero’ hablará por sí solo, les dejo con él… Un abrazo”.