miércoles, 16 de octubre de 2013

Oscar Wilde. La importancia de llamarse Ernesto.



Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde nació en Dublín, Irlanda, el 16 de octubre de 1854 y murió en París, Francia, el 30 de noviembre de 1900. Escritor, poeta y dramaturgo.

Wilde está considerado como uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío y fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio. 

Es recordado por sus epigramas, sus obras de teatro y la tragedia de su encarcelamiento, seguida de su temprana muerte.

Hijo de exitosos intelectuales de Dublín, mostró su inteligencia desde edad temprana al adquirir fluidez en el francés y el alemán. 

En Oxford estudió a los clásicos, exploró profundamente el catolicismo, religión a la que se convirtió en su lecho de muerte.

 
En Londres, se movió en los círculos culturales y sociales de moda y como un portavoz del esteticismo realizó varias actividades literarias; publicó un libro de poemas, dio conferencias en Estados Unidos y Canadá sobre el Renacimiento inglés y después regresó a Londres, donde trabajó prolíficamente como periodista.

Conocido por su ingenio mordaz, su vestir extravagante y su brillante conversación, Wilde se convirtió en una de las mayores personalidades de su tiempo.

En la década de 1890 refinó sus ideas sobre la supremacía del arte en una serie de diálogos y ensayos, e incorporó temas de decadencia, duplicidad y belleza en su única novela, El retrato de Dorian Gray. 

La oportunidad para desarrollar con precisión detalles estéticos y combinarlos con temas sociales le indujo a escribir teatro. En París, escribió Salomé en francés, pero su representación fue prohibida debido a que en la obra aparecían personajes bíblicos.


Imperturbable, produjo cuatro comedias de sociedad a principios de la década de 1890, convirtiéndose en uno de los más exitosos dramaturgos del Londres.

En el apogeo de su fama y éxito, mientras su obra maestra La importancia de llamarse Ernesto seguía representándose en el escenario, Wilde demandó al padre de su amante por difamación.

Después de una serie de juicios fue declarado culpable de indecencia grave y encarcelado por dos años, obligado a realizar trabajos forzados. 

En prisión, escribió De Profundis, una larga carta que describe el viaje espiritual que experimentó luego de sus juicios, un contrapunto oscuro a su anterior filosofía hedonista.

Tras su liberación, partió inmediatamente a Francia, donde escribió su última obra La balada de la cárcel de Reading, un poema en conmemoración a los duros ritmos de la vida carcelaria. Murió indigente en París, a la edad de cuarenta y seis años.


«Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede vivirse.»

Oscar Wilde


A continuación, una producción de ESTUDIO 1 TVE, de La importancia de llamarse Ernesto de Óscar Wilde, con la actuación de Lola Herrera, Margot Cottens, María Julia Díaz, Rafael Navarro, Francisco Valladares, Alfonso del Real, Luis Lasala, Alberto Fernández y Rosario García Ortega.