viernes, 21 de marzo de 2014

Modest Músorgski


Modest Petróvich Músorgski nació en Karevo, Pskov, Rusia, el 21 de marzo de 1839 y murió en San Petersburgo, Rusia, el 28 de marzo de 1881. Compositor.

De salud quebrantada y una vida de estrechez, a su carácter nervioso se unía una extrema sensibilidad que le permitió captar una visión exacta y consciente del pueblo.

A partir de los veinte años su espíritu le cantó a los inocentes, a los pobres y a los desamparados, y a diferencia de algunas composiciones de escasa trascendencia que escribió en su juventud, en su etapa de máxima creatividad se dedicó plenamente a concebir a través de su arte una imagen fiel de la vida, con predominio de la verdad sobre la belleza.

A los 27 años de edad, la hermana de Borodín describió a Músorgski como “un brillante oficial en el regimiento de Preobrazhensky”, actividad que alternaba con la música, y aunque eran frecuentes las acometidas del padecimiento nervioso que lo aquejó casi toda su existencia, el amor por la música lo impulsaba a sobreponerse con renovado entusiasmo.


Según algunos especialistas, sin un antecedente que prevea su evolución, el arte musical ruso surgió en pleno siglo XIX y fructificó en un lapso de cinco décadas en que se constituyó como un todo independiente, homogéneo y extenso.

Esta música representa una expresión identificada como nacionalista por sus autores, que generaron sus obras a partir de temas originados en los cantos, leyendas y tradiciones dimanados del pueblo.
Entre sus notables exponentes están Mijaíl Glinka, Mili Balákirev, Aleksandr Borodín, César Cuí y Músorgski, quienes cultivaron con determinación el espíritu ruso y pasaron a la historia de la música como el Grupo de los Cinco.


Modest Músorgski, si bien no alcanzó todo su potencial, poseía un prometedor talento musical, que le convirtió en uno de los más prominentes compositores rusos. Su originalidad, energía e ímpetu no lo hicieron invulnerable a los vicios, dejando inacabados algunos encargos y acortando prematuramente su vida.

Músorgski cayó en una profunda depresión tras el fallecimiento de su madre, y murió el 28 de marzo de 1881, pocos días después de cumplir 42 años.


Su legado musical consta de una treintena de canciones, entre las que sobresalen La habitación de niños, Cantos y danzas de la muerte, La canción de la pulga, ocho composiciones corales; la ópera Borís Godunov; el drama musical Jovánshchina, la comedia musical El matrimonio, La feria de Soróchinsk; las composiciones orquestales Scherzo en si bemol, Intermezzo, Marcha a la turca, Una noche en el monte calvo y Cuadros de una exposición, entre otras.


A continuación, de Modest Músorgski, Cuadros de una exposición, orquestación de Maurice Ravel, en versión de la Orquesta Sinfónica Nacional de la Rai, dirigida por Georges Prêtre.