domingo, 25 de enero de 2015

Witold Lutosławski


Witold Roman Lutosławski nació en Varsovia, Polonia, el 25 de enero de 1913 y murió en su ciudad, el 7 de febrero de 1994. Compositor y director de orquesta.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio
  
Witold Lutoslawski (Varsovia, 1913-id., 1994) Compositor y director de orquesta polaco.

Junto a Krzysztof Penderecki, destaca como la gran figura de la música polaca de la segunda mitad del siglo XX, cuya influencia ha sobrepasado ampliamente las fronteras de su patria.

Alumno del Conservatorio de Varsovia desde 1932, simultaneó los estudios musicales con los de matemáticas, disciplina ésta que dejaría una profunda huella en el compositor, atraído desde sus primeras partituras por todo lo concerniente a la organización de los distintos parámetros que constituyen el devenir musical, a un nivel muy diferente, empero, del cientifismo especulativo de los integrantes de la Escuela de Darmstadt.


Prisionero de los alemanes en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial subsistió como pianista de diversos cafés en Varsovia, en compañía de otro ilustre compositor de su nacionalidad, Andrezj Panufnik. Finalizada la contienda, poco a poco fue haciéndose un nombre como creador gracias a obras como Concierto para orquesta o Música fúnebre, esta última dedicada a la memoria de uno de los músicos que mayor influencia ejercieron en él durante esta primera etapa: Bela Bartok.

Tras cultivar un neoclasicismo impregnado de nacionalismo, deudor también de Karol Szymanowski («el primer compositor contemporáneo que me abrió las puertas de ese mundo misterioso que es el lenguaje musical del siglo XX», en palabras del propio compositor), Lutoslawski fue aplicando progresivamente a su música posturas y técnicas vinculadas con la vanguardia, como la aleatoriedad, aunque manteniendo siempre una gran independencia estética y sin descuidar nunca la comunicabilidad.
  
La difícil Sinfonía núm. 2 o el Concierto para violoncelo son dos de las obras más representativas de esta etapa experimental. En sus últimas partituras, sobre todo a partir de la Sinfonía núm. 3, recuperó las líneas melódicas y cierto lirismo de raigambre clásica. Como director de orquesta se prodigó en la interpretación de su propia obra.


A continuación, de Witold Lutosławski, Variaciones sobre un tema de Paganini para dos Pianos, en la interpretación de Martha Argerich y Evgeny Kissin en pianos.