sábado, 14 de marzo de 2015

Chiara Lubich


Chiara Lubich nació en Trento, Italia, el 22 de enero de 1920 y murió en Rocca di Papa, Italia, el 14 de marzo de 2008. Fundadora y presidenta del Movimiento de los Focolares.

A principios de los años 40 enseñaba como maestra en su ciudad natal y se matriculó en la Facultad de Filosofía de la Università Ca' Foscari de Venecia.

Durante los años de la guerra la familia quedó sumida en graves problemas económicos, por lo que Chiara comenzó a trabajar para costearse sus estudios universitarios.

El 13 de mayo de 1944, durante uno de los bombardeos más violentos que sufrió Trento durante la Segunda Guerra Mundial, su casa fue destruida, su familia buscó amparo en las montañas cercanas, pero Chiara decidió quedarse en la ciudad.


Abrazando entre los escombros, a una madre enloquecida por la muerte de sus cuatro hijos, sintió el deber de abrazar el dolor de la humanidad, y así, junto a un pequeño grupo de personas, que la siguieron en su decisión de tratar de vivir el Evangelio al pie de la letra, privilegiando a los pobres de su ciudad, continuaron con la obra.

En 1948 Chiara Lubich conoció Igino Giordani, un prestigioso político, diputado, escritor, periodista y padre de 4 hijos, que la ayudó a encarnar en la sociedad la espiritualidad de la unidad, por lo que está considerado como el cofundador del Movimiento. Giordani fue pionero del ecumenismo, y la Iglesia católica inició hace unos años su causa de beatificación.

Al año siguiente conoció a Pasquale Foresi, un joven seminarista deseoso de conjugar evangelio y vida en la Iglesia. Fue ordenado presbítero en 1954, y se convirtió en el primer sacerdote del Movimiento de los Focolares.


En 1956 surgió una nueva rama de su Movimiento, los Voluntarios, constituida por personas comprometidas libremente en todos los ámbitos sociales: política, economía, justicia, salud, educación, arte, medios de comunicación, entre otros, y en 1966 los jóvenes se sumaron con el Movimiento Gen, o Generación Nueva.

En 1991, en Brasil, se sintió impactada por el contraste social y la miseria de las "favelas", y generó un proyecto que se convirtió en una realidad en creciente desarrollo de esta novedosa teoría y praxis económica, la Economía de Comunión, sobre la que se publicaron tesis y trabajos de investigación en universidades de todo el mundo, y centenares de empresas la aplican en todas las latitudes.

Entre 1997 y 1998 se abrieron nuevas perspectivas en el diálogo interreligioso, y Chiara Lubich fue invitada a hablar de su experiencia interior en Tailandia ante 800 monjes y monjas budistas; en Nueva York de EEUU, a 3.000 musulmanes negros en la mezquita de Harlem, y en Argentina a la comunidad judía de Buenos Aires.

Ceremonia realizada en B'nai B'rith Argentina
A principios de marzo de 2008, fue internada por una insuficiencia respiratoria grave en el Policlínico Gemelli de Roma, donde recibió la visita del Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

Pocos días después, al agravarse su estado de salud, regresó, por un expreso deseo suyo, a su residencia de Rocca di Papa, donde acompañada por sus hijos espirituales de todo el mundo, falleció serenamente el 14 de marzo de 2008 a las 2 de la mañana.

Tras conocer la noticia, el papa Benedicto XVI, dijo: "He recibido con emoción la noticia de la muerte de Chiara Lubich, al final de una vida larga y fecunda caracterizada incansablemente por su amor a Jesús abandonado. En esta hora de separación dolorosa estoy cercano espiritualmente y expreso mi cariño a los familiares y a toda la Obra de María -Movimiento de los Focolares-, que ella fundó, así como a todos los que han apreciado su compromiso constante por la comunión en la Iglesia, el diálogo ecuménico y la hermandad entre todos los pueblos. Doy gracias a Dios por el testimonio de su existencia dedicada a la escucha de las necesidades del ser humano contemporáneo en la total fidelidad a la Iglesia y al Papa. Mientras confío su alma a la Bondad Divina para que la acoja en el seno del Padre, deseo que cuantos la conocieron y encontraron, admirando las maravillas que Dios ha cumplido a través de su entrega misionera, sigan sus huellas manteniendo vivo su carisma. Con esos votos invoco la intercesión materna de María e imparto a todos mi bendición apostólica".


La Confraternidad Argentina Judeo – Cristiana por su parte expresó: "el mundo pierde una mujer excepcional, madre y guía espiritual de muchísimos hombres, su generosidad en el vivir la plenitud de la Palabra de Dios ha ido más allá del mundo cristiano”.

El 27 de enero de 2015 el obispo Raffaello Martinelli abre oficialmente la causa de beatificación y canonización de Chiara Lubich.