domingo, 31 de enero de 2016

Shalom - Alberto Ruiz Gallardón. Premio Or Hanukah


Descubrimos cada semana los elementos esenciales que crean la causa y base de la existencia del Pueblo de Israel y su existencia a pesar de las circunstancias adversas. Estos elementos no dependen de la tierra, el lenguaje, la cultura, la raza o la herencia genética. El único factor constante que preservó al Pueblo judío de todas las vicisitudes es la tenacidad con la cual se adhieren a su herencia espiritual. Y es esta herencia la que Shalom nos descubre cada domingo a través del análisis sobre temas de actualidad como ciencia, educación, festividades, cocina medicina, mística…


Felice Romani


Felice Romani nació en Génova, Italia, el 31 de enero de 1788 y murió en Moneglia, Italia, el 28 de enero de 1865. Poeta, libretista y profesor de literatura y mitología.

Estudió leyes en Pisa pero su pasión era la literatura. Posteriormente ingresó en la Universidad de Génova, y mientras estudiaba traducía literatura francesa. Su conocimiento del francés y la antigüedad se refleja en los libretos que escribió; la mayoría están basados en literatura francesa y también en fuentes mitológicas o antiguas.

Romani viajó por España, Grecia, Alemania y Francia, y en 1814 se estableció en Milán, donde granjeó la amistad de importantes figuras del mundo literario y musical y comenzó a escribir para la ópera. Produjo dos obras para el compositor Simon Mayr, que le lograron un puesto en La Scala. Romani se convirtió en el libretista más apreciado de su época, escribiendo casi cien obras.

Por lo general, Romani no creaba sus propias historias; se mantenía al día con lo que ocurría en el teatro parisino y adaptaba obras populares. Pero esta estrategia no era siempre segura, dada la escasa legislación sobre derechos de autor y copia que había para el momento. En una ocasión Romani utilizó una obra de Victor Hugo para una ópera de Donizetti (Lucrezia Borgia). Pero luego de las primeras funciones en París en 1840, Hugo obtuvo un amparo para evitar otras representaciones. El libreto fue modificado y retitulado como La Rinegata, y los personajes italianos se transformaron en turcos.

Felice Romani escribió los libretos de las siguientes óperas: de Vincenzo Bellini, Il Pirata, I Capuleti e i Montecchi, La Straniera, La sonnambula, Norma, Zaira y Beatrice di Tenda; de Gioacchino Rossini, Il turco in Italia; y de Donizetti, Anna Bolena y L'elisir d'amore, y con Giuseppe Verdi colaboró con el libreto de Un giorno di regno.

En 1834 fue nombrado editor de la Gazzetta Ufficiale Piemontese para la cual escribía crítica literaria.
Felice Romani está considerado como uno de los mejores libretistas, junto a Pietro Metastasio y a Arrigo Boito.


A continuación, recordamos a Felice Romani, con la ópera Beatrice di Tenda, con música de Vincenzo Bellini, en la versión de Dimitra Theodossiou como Beatrice, el rol de Filippo interpretado por Michele Kalmandi, Josè Maria Lo Monaco encarnó a Agnèse, el personaje de Orombello cantado por Alejandro Roy, Michele Mauro es Anichino, y  Alfio Marletta como Rizzardo, junto al Coro y la Orquesta del Teatro Massimo Bellini, todos dirigidos por Antonio Pirolli.


La ópera narra un episodio de la vida de Beatrice Lascaris, viuda de Facino Cane, casada en segundas nupcias con Filippo Maria Visconti, en el Milán del siglo XV. Filippo se había cansado de su esposa Beatrice; ella lamenta su impetuoso matrimonio con él después de la muerte de su primer esposo, un matrimonio que ha sometido a ella y a su pueblo al poder tiránico del duque.

Acto I

Filippo acude a un baile en el castillo Binasco en Italia, ensombrecido como es habitual por el siniestro Rizzardo. Está cansado con todo el mundo que rinde ocediencia a su esposa. Sus cortesanos le dicen cuánto simpaltizan con él, y sugiere que los servidores de Beatrice están todos conspirando contra él.

Se oye bella música de arpa. Agnese, el objeto actual del deseo de Filippo, canta desde lejos que la vida está vacía sin amor. Filippo se hace eco de sus pensamientos y afirma cuánto la ama; ella no tiene igual. Sus cortesanos de nuevo simpatizan con él y lo animan a aprovechar el momento. Agnese desaparece y se marchan todos. Luego reaparece Agnese, esta vez cantando por Orombello. Misteriosamente, ella desea que su corazón lo guía hasta sus brazos y el objeto de su deseo aparece. Orombello dice que él no sabe dónde está o por qué está allí. Reconfortado por Agnese, empieza a relajarse y está conforme en que él está profundamente enamorado y, cuando le preguntan por una carta, le muestra a ella la que él porta. La carta a la que se refiere es una de las muchas que él ha escrito a Beatrice y no la que Agnese ha enviado a él.

Beatrice entra en uno de sus lugares secretos con sus damas. Es feliz, pero pronto pierde su aplomo y lamenta cuán desencaminada ha sido por casarse con el maligno duque Filippo. Cuando todos se van a ir, Filippo los ve a lo lejos y, creyendo que ella le está eludiendo, exige que ella vuelva. Los dos se acusan y se enfurecen entre sí, con Filippo presentando algunos papeles robados del apartamento de Beatrice.

En otra escena, los soldados de Filippo discuten su silencio. Beatrice entra llevando un retrato de su amado esposo difunto, Facino. Ella lamenta que todos la han abandonado cuando entra Orombello protestando que él no lo ha hecho. Excitadamente, le habla a ella de sus planes de reunir tropas y ayudar a liberarla. Ella le dice que no es muy experto en asuntos de seguridad. Asombrado, Orombello protesta su amor e, incluso cuando se lo ruegan, no dejarán su presencia; en lugar de ello, se arrodilla en frente de ella, momento en el que Agnese y Filippo entran y acusan a los dos traidores de tener un lío. Todo el mundo se une ahora con acusación, contra acusación, ataque y defensa. Filippo hace que arresten a la pareja — para ser enjuiciados por adulterio.

Acto II

Los cortesanos averiguan la terrible tortura que ha sido aplicada a Orombello. Luego, la corte es reunida y Filippo presenta el caso para la acusación. Traen a Beatrice a rastras, y ella protesta que el tribunal carece de jurisdicción. Después llevan a Orombello y, después de buscar desesperadamente el perdón de Beatrice, proclama su inocencia. Beatrice recupera su voluntad de vivir y algo en su habla conmueve el corazón de Filippo. Anuncia que la sentencia debe demorarse. El tribunal indica que la tortura debe continuar hasta que se diga la verdad. De nuevo, Filippo cambia de idea y, apoyando la decisión del tribunal, considera que es precisa más tortura. El tribunal se disuelve.

Filippo y Agnese, lleno de remordimiento, se quedan a solas y Agnese, dándose cuenta de que las cosas han ido más lejos de lo que ella esperaba, ruega a Filippo que retire los cargos; pero Filippo, no deseando parecer débil, rechaza la idea.

Filippo ahora pasa por diversos tormentos y está obviamente enamorado todavía de Beatrice. Justo cuando había decidido retirar los cargos, llegan los hombres que aún son leales al difunto condotiero Facino, para invadir el castillo. Como resultado, Filippo firma la sentencia de muerte, e intenta justificarse ante el pueblo, culpando a Beatrice.



Toreador

sábado, 30 de enero de 2016

Shlomo Perel

El Diario El Mundo de España, en su edición digital, publicó este artículo




ISRAEL

Día Internacional de Conmemoración del Holocausto

Nazi de día, judío de noche

Sholomo Perel, de 91 años, sobrevivió a la Alemania de Hitler enrolándose en sus juventudes


De día, gritaba ciegamente "Heil Hitler" contra su propio pueblo en una marea juvenil cubierta con la cruz gamada. De noche, dibujaba con lágrimas una silenciosa estrella de David en la ventana del internado nazi. Su imposible dualidad se hizo posible configurando una historia tan increíble que acabó en la gran pantalla.
El Día Internacional de Conmemoración del Holocausto reaviva hoy los dilemas esquizofrénicos y secretos vitales de Shlomo (Sally) Perel. Este judío nacido hace 91 años en Peine (Alemania) recuerda cada detalle de su doble vida entre los verdugos de su familia y las víctimas de la ideología hitleriana que abrazó para sobrevivir.
Ante el acecho de los nazis en Polonia Perel tuvo que elegir entre dos ruegos, dramáticamente enfrentados, de sus padres. Condenados a la reclusión y segura muerte en el gueto polaco de Lodz, enviaron al chaval de 14 años y su hermano Isaac (30) a la entonces Unión Soviética. Fue la última voluntad de su padre, que murió de hambre en el gueto, y de su madre gaseada en un camión lleno de judíos agolpados como sardinas. Su hermana fue fusilada.

"Tienes que vivir"

-"Nunca olvides quién eres", le exhortó su padre en Yidish, idioma de los judíos de Europa Oriental
- "Tú tienes que vivir", intervino su madre, que le exigía anteponer la vida a la identidad judía, incompatibles en el Holocausto.
Seguir siendo judío o seguir viviendo. Perel hizo caso a su madre aunque para ello tuviese que convertirse en nazi . "Nunca quise ser un héroe sino sobrevivir", confiesa a EL MUNDO desde su casa de la ciudad israelí de Guivataim antes de viajar a Auschwitz. En un hebreo con acento alemán, añade: "Es importante que los jóvenes conozcan la barbarie nazi y sus lecciones como, por ejemplo, no odiar y ponerse en el pellejo del otro". En su caso, el otro se puso en su pellejo.
El papel que interpretó durante casi cuatro años fue criticado por algunos supervivientes de los campos de exterminio pero le excluyó de la lista de seis millones de judíos asesinados en la Shoa.


"No tengo armas. Soy alemán."

Tras despedirse de sus padres y huir del gueto, se refugió en un orfanato soviético de Grodno. Al cabo de dos años, la invasión alemana truncó sus sueños. Los soldados de la Wehrmacht le atraparon en su huida junto a un grupo de judíos cerca de Minsk. Colocado en la fila ordenada por los militares, vivió su primer milagro gracias a la suerte y su dominio de alemán y ruso.
"Un oficial me registró. Cogí seguridad y le dije en alemán de la calle: ¡Ves!, no tengo armas. Me miró fijamente y me preguntó si era judío. Sabía perfectamente que, si decía la verdad, sería asesinado allí mismo. Pensé en el consejo de mi madre y respondí en alemán: No, soy alemán", cuenta. El oficial le creyó y, entre tanta oscuridad, le lanzó una sonrisa. A diferencia del resto, no le obligó a desnudarse para ver si estaba circuncidado.
En ese momento fue declarado "niño alemán liberado". En ese instante murió el judío Shlomo Perel y nació el nazi Josef Periel. "Fue el primer nombre que se me ocurrió", comenta. En lugar de ser enterrado como número de una terrible estadística, resucitó como Jupp, el intérprete del Ejército alemán. Empezaba así su propio Holocausto psicológico con el enemigo ocupando su alma.

Le hizo una foto a Hitler

Quién hubiera dicho a sus padres del gueto que el pequeño Shlomo llegaría a estar a pocos metros del mismísimo Adolf Hitler. "En el 42, nos visitó. Saqué la cámara e hice la foto. Tras la guerra, muchos me preguntaron por qué no intenté matarlo", afirma.
¿No lamentó tener una cámara en lugar de un arma? ¿Quizá hubiera podido cambiar el curso de la historia y salvar a su propia familia?, pregunto. "No quiero entrar en situaciones hipotéticas. Si hubiese disparado a Hitler, no sé si le hubiera alcanzado pero a mí me hubieran matado en el acto", responde y confiesa: "Preferí ser antihéroe y vivir".
Antes de ser enviado a un internado de las Juventudes Hitlerianas, sufrió un abuso sexual de un oficial alemán que le sorprendió por la espalda en la ducha e intentó violarle. Fue el primero y último que descubrió que estaba circuncidado. "Se quedó de piedra y me dijo: Eres judío", recuerda. No le delató ya que no quería que sus superiores supiesen que era homosexual. Secreto frente a secreto.

Dos enemigos: ducharse y soñar

En la academia nazi, lidió con dos grandes enemigos: ducharse y soñar. "En las duchas, intenté evitar que vieran mi circuncisión. En los sueños, como es algo incontrolable, temía gritar sobre mis padres o los nazis y que alguien en el cuarto lo escuchara".
De día era un cachorro nazi que amamantaba la teoría de la raza aria. De noche, un judío que se retorcía en la cama llorando por los suyos y...por su alma. Hoy no olvida el horror visto en el gueto de sus padres desde el tranvía vestido con el uniforme juvenil nazi.
Tras la guerra, se reencontró con su hermano, superviviente del infierno de Dachau. "Nunca podía imaginarme que cerca pasaban los trenes de la muerte ni la dimensión del Holocausto", confiesa al recordar sus conversaciones con supervivientes de Bergen-Belsen.

Escribir para liberar los fantasmas

Perel participó en la guerra de independencia de Israel en 1948. Padre de dos hijos, disfruta de sus tres nietos. Escribir su biografía le sirvió de terapia liberadora de fantasmas y pesadillas. Claudia Müller-la traductora de su libro al español "Tú tienes que vivir" (Ediciones Xorki)- se siente "impresionada por su historia y personalidad. Es joven de espíritu, abierto a todo lo nuevo, maneja las nuevas tecnologías a la perfección y es fan del Barça".
Su historia inspiró la película "Europa Europa" de Agnieszka Holland. Perel recuerda su encuentro con el oficial que le aceptó como alemán. "En mi interior me convencí que decías la verdad"·, le comentó décadas después. No se arrepiente de la mentira. Si llega a desoír a su madre hubiera acabado como ella. Es un superviviente diferente pero al fin y al cabo un superviviente.
Ferviente defensor de la paz con los palestinos, este ateísta declarado no tiene miedo a la muerte. Ni necesidad de ser otro para esquivarla. "Tú tienes que vivir", se repite, como el hijo que cumple la última voluntad de su madre antes de ser gaseada

Thomas Tallis


Thomas Tallis nació en Kent, Reino Unido, el 30 de enero de 1505 y murió en Greenwich, Reino Unido, el 23 de noviembre de 1585 Compositor.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio

Thomas Tallis (Leicestershire?, actual Reino Unido, hacia 1505 - Greenwich, id., 1585) Compositor y organista inglés. Las características de la música inglesa de finales del siglo XV anticiparon aspectos del estilo clásico del Renacimiento; el autor británico que mejor reflejó la variedad de estilos que se dieron entre principios y finales del siglo XVI fue Thomas Tallis, autor entre otras obras de unas Lamentaciones del profeta Jeremías que ejemplifican el interés de los autores ingleses por la relación entre el texto y la música.

Poco es lo que se conoce de su vida: la primera referencia que se conserva de él lo sitúa en 1532 como organista de la abadía benedictina de Dover. Desde 1543 fue organista de la capilla real, cargo que conservó bajo los reinados Enrique VIII, Eduardo VI, María Tudor e Isabel I. Asociado al también compositor William Byrd, en 1575 logró un privilegio de la Corona por el cual se le concedía el monopolio de la impresión musical en Inglaterra.


Su producción incluye sobre todo música vocal destinada a los oficios divinos, tanto protestantes como católicos. En inglés y latín, respectivamente, veinte anthems y nueve salmos conforman el núcleo del primero, mientras que el segundo, caracterizado por el uso de un elaborado y complejo contrapunto, halla su más lograda expresión en sus tres misas y cincuenta y dos motetes, entre los que se encuentra el célebre motete a cuarenta voces Spem in alium non habui (No he tenido esperanza en lo ajeno). Tallis compuso también cierto número de obras para teclado.

A continuación, de Thomas Tallis, If Ye Love Me Op. 139, en la versión de The Cambridge Singers, dirigidos por John Rutter.


Robert Schumann. Cuarteto para Cuerdas en La Menor Op. 41 Nº 1.


En 1842 Robert Schumann compuso 3 Cuartetos para Cuerdas, agrupados en el Op. 41 y en las siguientes tonalidades: en la menor, fa mayor y la mayor.


A continuación, de Robert Schumann, el Cuarteto para Cuerdas en La Menor Op. 41 Nº 1, en la versión de Timothy Kantor y Aaron Schwebel en violines, Yoni Gertner en viola, y Davin Lee en violoncello.


viernes, 29 de enero de 2016

Antón Chéjov


Antón Pávlovich Chéjov nació en Taganrog, Rusia, el 29 de enero de 1860 y murió en Badenweiler, Baden-Wurtemberg, Alemania, el 15 de julio de 1904. Médico, escritor y dramaturgo.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio

Antón Chéjov (Antón Pávlovich Chéjov; Taganrog, 1860 - Badenweiler, 1904) Narrador y dramaturgo ruso. Considerado el representante más destacado de la escuela realista en Rusia, su obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal. Su estilo está marcado por un acendrado laconismo expresivo y por la ausencia de tramas complejas, a las que se sobreponen las atmósferas líricas que el autor crea ayudado por los más sutiles pensamientos de sus personajes. Chéjov se apartó decididamente del moralismo y la intencionalidad pedagógica propios de los literatos de su época en una Rusia convulsa y preocupada por su destino, para apostar por un tipo de escritor carente de compromiso y pasión, plasmando una idea de la literatura que rechazaba el principio del autor como narrador omnisciente.
  
Procedía de una familia de hábitos sencillos y escasos medios, cuya cabeza, el modesto mercader Pavel, era nieto de un siervo de la gleba. Chéjov acabó los estudios secundarios en Taganrog, donde permaneció solo tras la marcha de sus familiares a Moscú. Entre 1879 y 1884 cursó medicina en la universidad de la capital; pero, más interesado en la literatura que en la ciencia médica desde hacía algunos años, pospuso ésta a aquélla, y pronto difundió su nombre a través de varias narraciones humorísticas, reunidas en un libro titulado Cuentos de varios colores (1886).

Alentado por el escritor Grigorovich y el director del periódico Novoe vremja (Tiempo nuevo), Suvorin, con quien estableció una cordial y duradera amistad, y librado ya de las formas un tanto forzadas del cuento humorístico, hacia el año 1888 ya era ampliamente conocido por el público, tanto por su obra humorística como por textos de alcance más profundo, en los que la incisiva descripción de las miserias y la existencia humanas fueron desplazando los recursos humorísticos.

En ese año apareció, en la revista Severny Vestnik de San Petersburgo, el relato La estepa, inspirado en un viaje al sur del país, donde los idílicos paisajes de su infancia habían desaparecido por la industrialización, contra la que el autor se rebela. Aquí introdujo uno de los elementos más característicos de su enfoque narrativo: la supeditación del argumento a la atmósfera del relato. El punto de vista del autor omnisapiente se diluye en la mirada de un personaje, Egorushka, que no alcanza a comprender lo que sucede a su alrededor. Los elementos que mueve este relato aparecerán una y otra vez en la obra de Chéjov, pues La estepa está poblada por una galería de personajes (el campesino Dymov, el empresario Varlamov o el pope Kristofor) que constituyen una genuina representación del "inconsciente colectivo" de la Rusia finisecular.


Otro significativo relato del período que se abre a partir de 1888 (en el que el autor disminuyó el ritmo de su producción literaria: de unos cien relatos al año en 1886, pasa a escribir diez en 1888) es Una historia aburrida (1889), penetrante estudio de la mente de un viejo profesor de medicina, profesión que ejerció esporádicamente el propio Chéjov. Pertenece a una serie de obras del autor que fueron llamadas "clínicas", por tener como personajes a enfermos físicos o mentales. Acaso el relato más conocido de esa serie sea Palata Nº 6 (1892), acerba crítica de la psiquiatría en el que la relación entre el paciente Gromov y el doctor Ragin se resuelve dramáticamente con el ingreso del segundo en su propia clínica, para terminar muerto por mano de uno de los celadores.
  
En adelante, la existencia del autor careció de acontecimientos relevantes, excepto un viaje a la isla de Sakhalin, realizado a través de Siberia a la ida, y a lo largo de las costas de la India al regreso; de tal expedición dejó constancia en el libro La isla de Sakhalin (1891). Durante la penuria de 1892-93, que azotó a la Rusia meridional, Chéjov participó en la obra de socorro sanitario. Luego vivió largo tiempo en la pequeña propiedad de Melichovo, no lejos de Moscú, donde escribió la mayor parte de sus narraciones y de sus textos teatrales más famosos. Enfermo de tuberculosis, hubo de trasladarse a Crimea, y desde allí, por razones de la cura, realizó frecuentes viajes a Francia y Alemania.

En los últimos años del siglo se produjeron en su existencia dos hechos que sin duda modificaron su curso: la nueva orientación del escritor hacia la izquierda, que le alejó de su amigo Suvorin, conservador, y el éxito de su drama La gaviota en el Teatro de Arte de Moscú, de Stanislavski y Nemirovich-Danchenko. A sus nuevas tendencias y al ejemplo de Korolenko se debió también su dimisión de la Academia, que, tras haber nombrado miembro honorario a Gorki, acató la orden del gobierno y tuvo que anular el nombramiento.

La fortuna de La gaviota convenció inesperadamente a Chéjov de su capacidad como escritor dramático, tras sus propias dudas acerca de ello debidas al fracaso del mismo drama en el Teatro Aleksandrinski de San Petersburgo. A la obra citada siguieron, con no menor éxito, El tío Vania en 1898-99, Tres hermanas en 1901 y El jardín de los cerezos en 1904. Mientras tanto, el número de sus narraciones había aumentado considerablemente, y a algunas de ellas se debió su progresiva fama como representante asimismo del humor y el espíritu de su época y del característico producto de ésta, la "inteligentzia" (así Mi vida, La sala n.º 6, Relatos de un desconocido, El monje negro, Una historia aburrida, etc.).


Como en los dramas, también en las narraciones resulta posible percibir una atmósfera determinada: la que fue llamada precisamente "chejoviana", particular estado de ánimo definido por Korolenko como el de un alegre melancólico. Cabe advertir que existe un nexo entre el Chéjov jovial e irreflexivo de la adolescencia y la primera juventud, interesado, según describe su hermano, en la recopilación de anécdotas destinadas a facilitar su colaboración en las revistas humorísticas, y el de la madurez, inquieto como una gaviota que, en vuelo sobre el mar, no sabe dónde posarse (según la bella imagen empleada por la actriz Olga Knipper, que en 1898 llegó a ser su esposa).

La aguda intuición de la tristeza de la vida, que muchos atribuyen erróneamente sólo al Chéjov de los años maduros, se hallaba ya en él precisamente tras la alegría y la despreocupación del joven estudiante de medicina, oculto, como si de revelar su propia naturaleza se avergonzara, bajo algunos seudónimos. De la misma forma, la capacidad de ver a las criaturas humanas en envolturas hechas adrede para provocar la risa continuó caracterizando su estilo, aun cuando atenuada en matices de parodia, fantasía o espejismo, y de transposición, finalmente, fuera de la realidad cotidiana, hacia un hipotético futuro lejano.

Dentro de su diversidad, efectivamente, Chéjov resultó uniforme en cuanto a los aspectos artístico y espiritual. Como lo afirmó él de la existencia, se mostró a la vez extraordinariamente simple y complejo, y si pese a no juzgarse pesimista puso de relieve los pliegues más tristes y ocultos de la naturaleza humana, fue precisamente porque, según dijo él mismo, amó la vida. Todo ello, como es natural, quedó también reflejado en la forma, o sea en el estilo propiamente dicho. Sin embargo, la plena conciencia del valor artístico de la obra de Chéjov no se alcanzó hasta más tarde; sea como fuere, cabe recordar la admiración que hacia ella experimentaron Tolstoi y Gorki y la influencia ejercida por Chéjov, ya fuera de Rusia, en Katherine Mansfield.


A continuación, recordamos a Antón Chejov, con la obra Petición de mano, en la versión de Jaime Blanch, Pedro del Río y Tina Sainz, dentro del ciclo de TEATRO de TVE.


Síntesis argumental.

Iván Vassiliyitch Lomov, propone matrimonio a Natalia, la hija 25 años de su vecino, el anciano Stepan Stepanovich Chubukov. Tras recibir el consentimiento, Lomov se esfuerza por convencer a la joven. Sin embargo el diálogo termina en disputa sobre la propiedad de unos terrenos entre ambas propiedades; Lomov, que es un hipocondríaco, comienza a sentir "palpitaciones" y entumecimiento en la pierna. Cuando el padre se da cuenta de que están discutiendo, explulsa a Iván de la casa. Sin embargo Natalia sufre un ataque de nervios, y le ruega a Stepan que traiga a Lomov de regreso. Cuando el pretendiente vuelve a la casa, los jóvenes vuelven a discutir, esta vez sobre la superioridad de sus respectivos perros de caza, los Otkatai y Ugadi. Iván sufre un colapso durante la discusión, y padre e hija temen que haya muerto. Sin embargo, poco después recupera la conciencia, y Chubukov obliga a ambos jóvenes a aceptar la propuesta que queda sellada con un beso. Inmediatamente después del beso, la pareja comienza una nueva discusión.

Daniel Auber


Daniel-Françoise Esprit Auber, más conocido como Daniel Auber, nació en Caen, Normandía, Francia, el 29 de enero de 1782 y murió en París, Francia, el 12 de mayo de 1871. Compositor.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio

Daniel-Françoise Esprit Auber (Caen, 1782-París, 1871) Compositor francés. Fue discípulo de Cherubini, director del Conservatorio de París y maestro de capilla de Napoleón III. En colaboración con el dramaturgo Scribe, compuso más de 40 óperas cómicas, influidas por Rossini (La muda de Portici, 1828; Fra Diavolo, 1830).


A continuación, recordamos a Daniel Auber, con el Rondo para Violoncello y Orquesta, en la versión de Martin Ostertag, junto a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, dirigida por Roberto Paternostro.


jueves, 28 de enero de 2016

Reynaldo Hahn


Reynaldo Hahn de Echenagucia nació en Caracas, Venezuela, el 9 de agosto de 1874 y murió en París, Francia, el 28 de enero de 1947. Compositor, cantante, pianista, director de orquesta y crítico musical.

Su padre, de origen alemán, fue ingeniero, inventor y hombre de negocios en Venezuela. Reynaldo fue el menor de 11 hermanos y cuando este contaba muy pocos años, su padre instaló sus negocios en Francia.

Siempre mostró un enorme interés por la música venezolana, pero Francia determinó y definió la identidad musical de Reynaldo Hahn.

Fue un niño prodigio y debutó en el salón de la princesa Mathilde Bonaparte, donde cantó, acompañándose en piano, arias de Jacques Offenbach, y a los 8 años comenzó a componer.


Pese a un rechazo inicial, Reynaldo Hahn ingresó a los 10 años al Conservatorio de París. Tuvo como profesores a Jules Massenet, Charles Gounod y Camille Saint-Saëns, y entre sus compañeros a Alfred Cortot y Maurice Ravel.

Fue crítico musical del periódico Le Figaro de París, cultivo amistad con Sergei Diaghilev y Marcel Proust. Su relación con Proust inspiró el personaje del músico Vinteuil en la obra En busca del tiempo perdido.

Durante la Primera Guerra Mundial integró la infantería, y en el frente compuso el ciclo de cinco canciones inspiradas en poemas de Robert Louis Stevenson y parte de la opera Le Marchand de Venise de Shakespeare. En 1924 fue distinguido como Comandante de la Legión de Honor.


Dentro de su producción musical se destacan los ciclos de Mélodie française, equivalentes al Lied alemán, entre las que se destacan: Si mes vers avaient des ailes, A Chloris y Quand la nuit n'est pas étoilée. También compuso óperas, operetas, música de cámara y música orquestal.

Actuó en varias oportunidades como director invitado en los festivales de Salzburgo y como empresario en el Teatro de la Opera de Montecarlo. 

Durante la ocupación de los nazis en Francia se refugió en el Principado de Mónaco. En 1945 ingresó en la Academia de Bellas Artes de Francia y tras la muerte de Alfred Bachelet fue designado director de la Ópera de París, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1947. Fue enterrado con honores en el cementerio Père Lachaise de París.


A continuación, recordamos a Reynaldo Hahn, con dos obras. En primer término, L'heure exquise, del ciclo Chansons grises Nº 5, en la versión del contratenor Philippe Jaroussky, junto a Jérôme Ducros en piano.


Completando el homenaje a Reynaldo Hahn, la Sonatina en Do Mayor, en la interpretación de Daniel Blumenthal en piano.



Astor Piazzolla - Libertango - Tango Pasión

miércoles, 27 de enero de 2016

Shalom - Se puede sobrevivir en el infierno


Descubrimos cada semana los elementos esenciales que crean la causa y base de la existencia del Pueblo de Israel y su existencia a pesar de las circunstancias adversas. Estos elementos no dependen de la tierra, el lenguaje, la cultura, la raza o la herencia genética. El único factor constante que preservó al Pueblo judío de todas las vicisitudes es la tenacidad con la cual se adhieren a su herencia espiritual. Y es esta herencia la que Shalom nos descubre cada domingo a través del análisis sobre temas de actualidad como ciencia, educación, festividades, cocina medicina, mística…


Wolfgang Amadeus Mozart


Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart, nació en Salzburgo, Austria, el 27 de enero de 1756 y murió en Viena, Austria, el 5 de diciembre de 1791. Compositor y pianista.

A continuación, recordamos a Wolfgang Amadeus Mozart en el día de su nacimiento, con el Concierto para Clarinete y Orquesta en La Mayor K 622, en la versión de Sharon Kam, junto a la Orquesta Filarmónica Checa, dirigida por Manfred Honeck, grabado en vivo en el Teatro Estatal de Praga, el 27 de enero de 2006.









martes, 26 de enero de 2016

Aniversario del estreno de la ópera Così fan tutte de Wolfgang Amadeus Mozart


Così fan tutte, ossia La scuola degli amanti KV 588, es un drama jocoso en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte.

Se estrenó el 26 de enero de 1790, en el Burgtheater de Viena, y obtuvo un éxito discreto. La crítica tampoco la recibió con particular interés, pues parecía un retroceso respecto a las dos óperas anteriores, Las bodas de Fígaro y Don Giovanni, ambas con libreto de Lorenzo Da Ponte.

Mozart y Da Ponte tomaron el tema de la fidelidad de las novias puesta a prueba, tenía antecedentes en la ópera bufa, con Wieland y Goldini. El tema ya había sido tratado por Ovidio o Ariosto, y con notables antecedentes como el Decamerón de Boccaccio y el Cimbelino de Shakespeare.

Se representó 5 veces, y a la muerte del emperador José II, los teatros cerraron durante el período de duelo en la corte. En los meses de junio, julio y agosto de ese año se ofreció en 5 oportunidades.



A continuación, recordamos a Wolfgang Amadeus Mozart, con la ópera Cosi Fan Tutte, en la versión de Edita Gruberova como Fiordiligi; el papel de Dorabella, interpretado por Delores Ziegler, Teresa Stratas es Despina; Ferruccio Furlanetto interpreta a Guglielmo; Ferrando, cantado por Luis Lima, y Paolo Montarsolo es Don Alfonso, junto al Coro de la Staatsoper de Viena y la Orquesta Filarmónica de Viena, todos bajo la conducción de Nikolaus Harnoncourt.


La acción se desarrolla en Nápoles, en el siglo XVIII.

Acto I

Escena 1: Terraza de un café

En un café, Ferrando y Guglielmo, dos oficiales, manifiestan que sus novias les serán eternamente fieles. Don Alfonso se une a ellos y hace una apuesta de cien cequíes con los dos oficiales, diciendo que él puede probar en un solo día que estas dos mujeres (como todas las mujeres) son volubles. Aceptan la apuesta: los dos oficiales fingirán que les llaman a la guerra; luego volverán disfrazados y cada uno intentará enamorar a la amada del otro.

Las dos mujeres, que son hermanas, están alabando a sus enamorados. Alfonso llega y anuncia las malas noticias: los oficiales han sido llamados a la guerra. Ferrando y Guglielmo llegan, con el corazón roto, y se despiden de ellas (quinteto: Sento, o Dio, che questo piedo è restio—"Siento, oh Dios, mis pies están reacios"). Conforme el barco se aleja hacia alta mar, Alfonso y las dos hermanas les desean un buen viaje (trío: Soave sia il vento—"Que el viento sea suave") luego Alfonso, que se ha quedado solo, se regodea prediciendo que las mujeres (como todas las mujeres) serán infieles (arioso: Oh, poverini, per femmina giocar cento zecchini?—"Oh, pobrecitas, apostarse 100 zequinos a una mujer").

Escena 2: Una habitación en casa de las hermanas

Despina, su doncella, llega y les pregunta qué va mal. Dorabella lamenta su tormento de haber sido abandonada (aria: Smanie implacabili—"Tormentos implacables"). Despina se burla de las hermanas, aconsejándolas tomar nuevos amantes que reemplacen a los antiguos (aria: In uomini, in soldati, sperare fedeltà?—"En hombres, en soldados, ¿esperáis fidelidad?"). Después de su marcha, llega Don Alfonso. Teme que Despina reconozca a los hombres a pesar de sus disfraces, así que la soborna para que le ayude a ganar la apuesta. Llegan los dos hombres, disfrazados como albaneses con bigotes. Entran las hermanas y se alarman por la presencia de hombres desconocidos en su casa. Los "albaneses" intentan conquistar a las hermanas, llegando Guglielmo a señalar sus distintos encantos masculinos (aria: Non siate ritrosi—"No seas tímida"), pero sin resultado. Fiordiligi manifiesta que será leal (aria: Come scoglio—"Como una roca"). Ferrando, que se queda solo y nota que va a ganar, alaba a su amor (aria: Un'aura amorosa—"Una brisa amorosa").

Escena 3: Un jardín

Las hermanas se lamentan de su situación. De repente (todo combinado con Alfonso) entran los "albaneses" y amenazan con envenenarse con arsénico por ser objeto de crueldad de parte de las hermanas. Don Alfonso intenta calmarlos, pero entonces beben el "veneno" y se desmayan. Poco después, llega un médico, que no es otro que Despina disfrazada, que, usando un gran imán (véase magnetismo animal), consigue revivir a los "albaneses". Los hombres, recuperados pero en tono de sufrir una alucinación, exigen un beso de las diosas que están ante ellos. Las hermanas los rechazan, aunque Don Alfonso y el doctor (Despina) les instan a que lo hagan, ya que es todo efecto del magnetismo y del envenenamiento.

Acto II

Escena 1: Dormitorio de las hermanas

Despina pide a las hermanas que accedan a los deseos de los "albaneses" (aria: Una donna a quindici anni—"Una mujer de quince años"). Después de que ella se va, Dorabella confiesa a Fiordiligi que se siente tentada, y las dos se muestran conformes en que un mero flirteo no hará daño y las ayudará a pasar el rato que tienen que esperar hasta que regresen sus amados (dúo: Prenderò quel brunettino"—"Yo tomaré al morenito").

Escena 2: El jardín

Dorabella y el disfrazado Guglielmo están emparejados, como los otros dos. La conversación es bastante incómoda, y Ferrando se marcha con Fiordiligi. Ahora que están solos, Guglielmo intenta cortejar a Dorabella. Ésta no se resiste mucho y acaba entregándole un medallón, con el retrato de Ferrando en su interior, a cambio de un dije con forma de corazón (dúo: Il core vi dono—"Te entrego mi corazón"). Ferrando tiene menos éxito con Fiordiligi (aria de Ferrando: Ah, lo veggio—"Ah, ya veo," y aria de Fiordiligi: Per pietà, ben mio, perdona—"Por favor, amado mío, perdona"), así que se enfada cuando más tarde descubre que el medallón con su retrato ha sido tan rápidamente entregado al nuevo amante. Guglielmo al principio simpatiza con Ferrando, (aria: Donne mie, la fate a tanti—"Señoras mías, se lo hacéis a tantos") pero luego presume, porque su enamorada le es fiel. Don Alfonso dice que pronto cambiarán las cosas.

Escena 3: La habitación de las hermanas

Dorabella admite su indiscreción ante Fiordiligi (È amore un ladroncello—"El amor es un ladronzuelo"). Fiordiligi, disgustada, decide seguir al ejército para encontrar a su enamorado. Antes de que pueda irse, sin embargo, llega Ferrando y sigue cortejándola; al final, Fiordiligi acaba en sus brazos (dúo: Fra gli amplessi—"En los abrazos"). Guglielmo queda afligido. Ferrando se burla de él lo mismo que él antes había sido burlado. Don Alfonso, ganador de la apuesta, dice que las perdonen, porque Così fan tutte ("Todas las mujeres hacen lo mismo"), y así lo acaban admitiendo Ferrando y Guglielmo.

Escena 4


La escena comienza como una doble boda para las hermanas y sus novios "albaneses". Despina, disfrazada de notario, presenta el contrato de matrimonio, y todos lo firman. Justo entonces se oye música militar a lo lejos, anunciando el regreso de los oficiales. Don Alfonso confirma los temores de las jóvenes: Ferrando y Guglielmo regresan. Los "albaneses" corren a esconderse (en realidad, para cambiarse el disfraz). Vuelven en su uniforme de oficial y manifiestan su amor. Guiglelmo descubre a Despina disfrazada y el contrato nupcial, y, cuando lo leen, se enfadan. Las hermanas se escudan en que fueron objeto de un juego cruel de don Alfonso y de Despina. Don Alfonso les dice que es verdad, y que la prueba está escondida, señalando el lugar a donde habían entrado los oficiales poco antes. Entonces se marchan y vuelven poco después, vestidos la mitad como "albaneses" y la otra mitad como oficiales. Se descubre que el médico era en realidad Despina y las hermanas se dan cuenta de que las han engañado. Al final, todo se perdona, y el grupo entero alaba la habilidad para aceptar todos los momentos de la vida, tanto los buenos como los malos, con la moraleja: feliz aquél que todo lo toma por el lado bueno.