Gretel Bergmann falleció a los 103 años. //DPA
Gretel Bergmann no pudo participar de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 por
disposición del Tercer Reich. Fue
reemplazada por un hombre disfrazado de mujer.
La ex atleta alemana Gretel Bergmann,
cuya participación en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 fue prohibida
por el nazismo por ser judía, murió a los 103 años en Nueva York, informó
su hijo Gary Lambert a la agencia dpa.
“Hasta hace pocas semanas estaba muy saludable.
Tuvo un final en paz, sin ningún dolor”, dijo su hijo, quien confirmó así la
información aparecida previamente en el diario “New York Times”. Bergmann murió
el martes en su casa de Queens, rodeada de sus seres queridos.
Margaret Gretel Bergmann era en la década
del 30 una de las mejores saltadoras en alto del mundo y
partía como una de las favoritas a subirse al podio en los Juegos Olímpicos de
1936. Un año antes, había igualado el récord nacional de Alemania con una marca
de 1,60 metros.
Sin embargo, en el último momento se le
prohibió su participación por ser judía y los nazis la reemplazaron, según
se supo décadas después, por un hombre disfrazado de mujerque se
hizo llamar Dora Ratjen y que logró el cuarto lugar. Su nombre real era
Heinrich Ratjen.
“Hubiera ganado el oro, no había otra posibilidad”, afirmó Bergmann el año pasado
en diálogo telefónico con dpa. “Era mi compañero de habitación. Nunca
pensé que no era una mujer”, recordó. La victoria en la prueba quedó para la
húngara Ibolya Csak, con un salto de 1,60.
Con la llegada de Adolf Hitler al
poder en 1933, Bergmann emigró al Reino Unido. Fue convocada nuevamente
por el equipo alemán después de que Estados Unidos amenazara con boicotear
los Juegos Olímpicos si el conjunto germano no aceptaba judíos. Sin embargo, a
último momento se le negó su participación.
Temiendo por su vida, Bergmann dejó
definitivamente su pueblo natal de Laupheim en 1937 y emigró a Estados Unidos.Allí
se convirtió en campeona nacional en 1937 y 1938. En 1939 se casó con Bruno
Lambert, un médico judío exiliado de Alemania y que murió en 2013 tras vivir
con ella casi 75 años.
“Nunca, nunca, nunca voy a olvidar lo que hicieron
los nazis”, señaló
el año pasado la ex atleta. “Odié a Alemania, las personas e incluso el
idioma por lo que me hicieron a mí y al pueblo judío”, dijo.
Prometió no regresar nunca a Alemania, pero lo hizo
en 1999 para
recibir el premio Georg von Opel, que suele distinguir a atletas que no
recibieron su justo reconocimiento. En 2012 ingresó al “Salón de la Fama” de la
Fundación Alemana para la ayuda al Deporte.
Su historia fue llevada a la pantalla -HBO hizo un documental con
la actuación de Natalie Portman- y su nombre figura desde 2014 en una de las
calles aledañas al Estadio Olímpico de Berlín, rebautizada como “Gretel Bergmann
Weg”. Además, su récord de 1,60 metros fue restituido por la Federación Alemana
de Atletismo (DLV) en 2009.
El presidente de la DLV, Clemens Prokop, expresó su
“profunda tristeza” por la muerte de Bergmann, a quien visitó en persona cuando
cumplió 100 años en abril del 2014.
“Ha sufrido una terrible injusticia durante
el Tercer Reich”, recordó Prokop en un comunicado de la federación alemana. “Ha sido un
ejemplo para nuestros jóvenes atletas. Haremos una conmemoración especial
durante los campeonatos europeos de 2018 en Berlín”.
Fuente: DPA