Sala de exhibición de los rollos del Mar Muerto. Un verdadero templo, que invita al silencio. (EFE)
Sala de exhibición de los rollos del Mar Muerto. Un verdadero templo, que invita al silencio. (EFE)
(Desde Jerusalén). El antropólogo Adolfo Roitman es uno de los 200.000 argentinos que emigraron y viven en Israel, pero la tarea que desarrolla es especial. Es el curador de los rollos del Mar Muerto, uno de los tesoros más importantes de la humanidad, los documentos que tienen 2100 años de antigüedad, escritos en tiempos de incertidumbre, prerabínicos y preeclesiales, que -entre tantas cosas- permiten comprender la fuerte ligazón entre judaísmo y cristianismo y el contexto en el que predicó Jesús.
Los primeros rollos fueron hallados entre 1946 y 1947 en una cueva por una tribu beduina en una cueva en la orilla noroccidental del Mar Muerto, en Qumrán. Posteriormente, y hasta el año 1956, se encontraron más rollos en otras cuevas de la región, lo que da un total de más de 1000 documentos escritos en hebreo o arameo, que completan casi todos los libros de la Biblia hebrea o Antiguo Testamentos. Están exhibidos en el Museo de Israel, el segundo destino turístico más visitado en ese país, después del Museo del Holocausto, con una diferencia: en el Museo de Israel hay que pagar una entrada
Roitman hizo la licenciatura de antropología en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Hebrea de Jerusalén continuó sus estudios de religiones comparadas, donde se doctoró con una tesis sobre la estructura y significado del Libro de Judit, uno de los libros apócrifos judíos. Cuando el primer curador que tuvieron los rollos del Mar Muerto se jubiló, después de treinta años, hicieron un concurso que ganó, y así fue que le cambió la vida para siempre, dedicado al cuidado y la difusión de ese tesoro nacional.
Es que desde entonces no solo da conferencias e información para eruditos, sino que abrió el "Santuario del Libro" a públicos diversos y de todas las edades, facilitando que el público israelí comprendan que ese tesoro nacional "no es mío, sino de ellos también". Además, personalmente hace de guía a delegaciones extranjeras, jefes de estado y académicos. También fue el encargado de recibir al grupo de periodistas de Argentina, Chile y Brasil invitados por el Ministerio de Turismo israelí.
Cuevas de Qumrán, donde fueron encontrados los rollos.
Cuevas de Qumrán, donde fueron encontrados los rollos.
Los rollos del Mar Muerto son manuscritos bíblicos porque forman parte de la Biblia Hebrea o Antiguo Testamento, pero entonces no estaban unificados. Hay 30 copias del libro de Deuteronomio, 37 copias del Libro de Salmos y 21 copias del Libro de Isaías, cuando la Biblia todavía no era un solo libro.
Los arquitectos del Museo de Israel, para exhibir los rollos, "no diseñaron un museo sino verdadero un templo", explicó Roitman. "Por eso van a ver que la manera de hacer una lectura del edificio es tener presente la estructura de templo, dividida en tres partes como el Templo de Salomón, un pasaje por como si se transitara por las cuevas donde fueron encontrados los rollos, fragmentos de unos 1000 documentos de hace 2000 años atrás, una masa crítica excepcional", agregó.
Los rollos fueron producidos por una comunidad ultrareligiosa que creía estar viviendo a los días cercanos a los tiempos mesiánicos y es, en ese contexto, que deben ser comprendidos."No tenemos documentos seculares, de la vida, o de cuentas, sino textos religiosos", explicó el curador argentino. Fueron encontrados en unas vasijas de barro y su exhibición actual reproduce esa forma, "dando la sensación de que entramos en una cueva, ingresamos en la vasija y luego se descubren los rollos". "Fíjense que cuando uno entra aquí uno entiende que entró a una catedral, es un lugar que invita al silencio y no a hablar, se percibe que entró a una sala religiosa", detalló Roitman. Y agregó: "Todos los documentos que están en exhibición son los originales, menos uno, que es el que está en el centro del edificio, que es una copia"-
El argentino Adolfo Roitman, curador de los rollos del Mar Muerto.
El argentino Adolfo Roitman, curador de los rollos del Mar Muerto.
– ¿Por qué son tan famosos los rollos del Mar Muerto?, quiso saber Infobae.
– Tenemos que decirles que hay papiros egipcios en el British Museum de hace 3000 años, o sea, son más antiguos. La razón es porque entre los rollos del Mar Muerto están los manuscritos bíblicos más antiguos del mundo. Un cuarto de los 1000 manuscritos reconstruidos por los investigadores son bíblicos, más de 200. Tenemos los manuscritos físicos de la Biblia Hebrea en el mundo, menos el Libro de Ester. Y obviamente, tenemos muchas copias de un mismo libro. Por ejemplo, del Libro de los Salmos tenemos 37 copias. Pero solo uno está completo, y es el famosísimo rollo del Libro de Isaías, el gran profeta de Israel, de tiene 64 capítulos, un libro extenso, tiene 7 metros 64 centímetros, en el mismo orden en el que están en la Biblia Hebrea, están ahí.
– ¡Impresionante!
– Sí, yo digo que es la Mona Lisa del pueblo de Israel, no hay nada más importante, es el libro más antiguo y completo de la Biblia Hebrea en el mundo en exhibición. No me pregunten cuánto vale. Lo concreto es que el primer curador, a fines de la década del 60, se dio cuenta que en la piel donde está escrito el manuscrito empezaban a aparecer quiebres, entonces no quedó otra cosa que sacarlo de exhibición. Aunque como vienen a ver de todo el mundo el original, exhibimos partes, que permiten ver esos documentos que tienen 2100 años. Escrito en hebreo, es como si estuviéramos leyendo el diario de hoy escrito en la época de los macabeos, 100 años antes de que naciera Jesús.
– ¿Cuál es la importancia de Isaías?
– Isaías es el profeta más citado también en el Nuevo Testamento, en el evangelio de Lucas, lee en la sinagoga en Nazareth y le dan de leer un rollo que es el capítulo 61. Isaías es un profeta clave para los hombres del Qumrán, para Juan el Bautista, para Jesús. ¿Por qué? Porque era visto como el profeta que tenía la clave de los tiempos mesiánicos y por eso movimientos que viven en la atmósfera escatológica, esperando la venida de la era mesiánica, entender Isaías era clave.  Eso significa que lo que tenemos aquí en los rollos ilumina también el origen del cristianismo.
Manuscrito original de los rollos, en un hebreo antiguo pero perfectamente legible. (EFE)
Manuscrito original de los rollos, en un hebreo antiguo pero perfectamente legible. (EFE)
– ¿Se puede decir que estos documentos son otra prueba de los lazos entre judíos y cristianos?
– Claramente, porque formamos parte de la cultura de Occidente. Estos documentos son de época grecorromana, cuando se estaba gestando el Occidente. Y los rollos del Mar Muerto son de la época en que va a nacer el judaísmo histórico y la Iglesia y estos documentos tienen la enorme importancia es que los documentos vienen de una época donde todavía no hay judíos rabínicos, ni Iglesia, es una época prerabínica y preeclesiástica. Por eso la importancia fundamental si uno quiere promover el encuentro de culturas y de religiones.  Este es el lugar donde occidente puede encontrar sus raíces, cuando viene aquí es para encontrar y entender los orígenes del cristianismo, en estos documentos. Pero, además, hay aquí una prueba contundente.
– ¿De qué?
– Cuando los cristianos en sus lecturas leen el Nuevo Testamento y se dice "Jesús Dijo", sabemos que no lo dijo en griego. Pero la versión más antigua del Nuevo Testamento es en griego, aunque Jesús no habló griego, habló en hebreo o en arameo. Por la enorme mayoría de los rollos del Mar Muerto podemos reconstruir la expresión original usada por Jesús, es como si tuviéramos un grabador 2000 años atrás. Venir a Tierra Santa para los cristianos es una enorme experiencia, pero la mayor experiencia es venir al Santuario del Libro.