sábado, 27 de julio de 2019

El simple pero efectivo sabotaje de Citroën al ejército nazi en la Segunda Guerra

El Diario Clarín, en su edición digital, publicó este artículo
Historia

El simple pero efectivo sabotaje de Citroën al ejército nazi en la Segunda Guerra

Fue durante la ocupación en Francia, cuando las fábricas producían para los alemanes.

El proyecto TPV, que nació antes de la Segunda Guerra, dio origen al famoso Citroën 2CV.



Con los festejos por los 100 años que está cumpliendo Citroën en este 2019, se vuelven a contar historias de los hechos, personajes y autos que construyeron la imagen que tiene el fabricante francés.
Y entre ellas aparece una que involucra a uno de los presidentes más importantes que tuvo la compañía, que terminó provocando un sabotaje simple pero de una efectividad altísima en contra del ejército nazi, durante la Segunda Guerra Mundial.
Pierre-Jules Boulanger, presidente de Citroën hasta 1950 y responsable del sabotaje.
Pierre-Jules Boulanger, presidente de Citroën hasta 1950 y responsable del sabotaje.
El personaje central de esta historia es Pierre-Jules Boulanger, un francés que empezó estudiando bellas artes pero que las urgencias económicas lo obligaron a dejar su formación y ponerse a trabajar.
Durante su período en el servicio militar, entre 1906 y 1908, conoció a Marcel Michelin, sobrino del fundador de la compañía de neumáticos, que sería clave para su futuro.
Pero antes, JPB, como lo llamaban sus colegas, fue convocado por el ejército francés para ir al frente en la Primera Guerra Mundial.
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Allí prestó servicio como fotógrafo aéreo con un alto desempeño, lo que le valió finalizar la campaña con el rango de capitán y recibir distintas condecoraciones, entre ellas, la de la Legión de Honor.
Recién después del conflicto pudo iniciar su carrera empresarial y lo hizo dentro de la empresa de neumáticos Michelin, reportando de forma directa al fundador y director, Edouard Michelin.
En 1934, Citroën estaba abrumada por las deudas y Michelin, uno de sus principales acreedores, pasa a ser su principal accionista y quien llevará las riendas del fabricante de autos en los años siguientes.
Pierre Michelin (segundo hijo de Edouard) es nombrado presidente pero fallece en 1937, y desde allí es Boulanger quien se pone al frente de marca del doble chevrón.
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Ya desde un año antes, Boulanger había sido el responsable de llevar adelante el proyecto de TPV (Très Petite Voiture, auto muy pequeño en francés), que daría vida, recién en 1948, al 2CV, el modelo que hizo popular a Citroën.
Es que la Segunda Guerra Mundial había estallado y con ella llegó la ocupación alemana sobre Francia. Eso también significaba que tenían control total sobre las fábricas, que seguían funcionando pero produciendo bajo órdenes del ejército alemán.
Los camiones T45 de Citroën se fabricaron entre 1934 y 1954.
Los camiones T45 de Citroën se fabricaron entre 1934 y 1954.
Boulanger no podía negarse a construir para los nazis, pero su pasado militar lo llevó a elaborar una estrategia para contribuir de algún modo a la liberación de su país. Sus esfuerzos por sabotear la operación alemana están descriptos el libro Citroën 2CV, de John Reynold.
El primero de ellos fue establecer un proceso de producción muy pausado para construir los camiones que ordenaba el ejército alemán.
Pero el más genial de todos fue el que ordenó hacer en las varillas que indicaban el nivel de aceite en el motor. Ordenó que la marca de nivel máximo de aceite en el depósito se hiciera más abajo, para que una poca cantidad de lubricante indicara como si estuviera completo.
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Lo inteligente de esta decisión era que el desperfecto en el motor, que inevitablemente se iba a producir por la falta del lubricante que suaviza el rozamiento de piezas metálicas, recién llegaba a kilómetros de la fábrica. Y sin una causa aparente, ya que el indicado seguiría marcando una buena cantidad de aceite.
Citroën está celebrando sus 100 años en 2019.. (Photo by GUILLAUME SOUVANT / AFP)
Citroën está celebrando sus 100 años en 2019.. (Photo by GUILLAUME SOUVANT / AFP)
Más adelante, cuando la resistencia francesa asalta el cuartel general de la Gestapo en París, según cuenta la publicación Core77, se descubre que el nombre de JPB figura entre los "Enemigos del Tercer Reich".
Boulanger dirigió Citroën hasta 1950, año en que murió en un accidente de tránsito. Tenía 65 años.

Hector Berlioz, Sinfonía Fantástica Op. 14, en la versión de la Philharmonia Orchestra, dirigida por Otto Klemperer.


A continuación, de Hector Berlioz, la Sinfonía Fantástica Op. 14, en la versión de la Philharmonia Orchestra, dirigida por Otto Klemperer.



domingo, 21 de julio de 2019

Shalom - Peter Hayes explica las razones del mal

                       

   
   

       
       
       
       
            Peter Hayes explica las razones del mal




sábado, 20 de julio de 2019

Tu mirada puede transformar a las personas. Álex Rovira, escritor y divulgador


La importancia de la memoria, de hacer crecer a los demás a través de nuestra mirada o el desafío de la humanización… Son algunos de los temas que aborda el escritor y divulgador Álex Rovira en este vídeo.

Como experto en gestión de equipos, incide también en la importancia de liberarnos de prejuicios sobre los demás y de las falsas creencias que todos tenemos sobre nosotros mismos. Respecto a la educación, nos insta a aceptar a nuestros hijos como son sin proyectar nuestras frustraciones y expectativas sobre ellos. Álex Rovira nos da la clave de la `mirada apreciativa´ como herramienta de impulso a la transformación personal y como clave fundamental del aprendizaje.

Hector Berlioz, Sinfonía Fantástica Op. 14, en la versión de la Orquesta Sinfónica de Chicago, dirigida por Claudio Abbado.


A continuación, de Hector Berlioz, la Sinfonía Fantástica Op. 14, en la versión de la Orquesta Sinfónica de Chicago, dirigida por Claudio Abbado.





viernes, 19 de julio de 2019

La Alemania nazi De traidores a héroes: a 75 años del fallido complot para asesinar a Adolf Hitler

El Diario Clarín, en su edición digital, publicó este artículo
La Alemania nazi

De traidores a héroes: a 75 años del fallido complot para asesinar a Adolf Hitler

Claus von Stauffenberg intentó asesinarlo con una bomba encerrada en un portafolio el 20 de julio de 1944.

Los rostros de los conspiradores se despliegan en el Memorial de la Resistencia Alemana, en Berlín. /AP
Por Geir Moulson
Alemania está por cumplir el 75º aniversario del complot más famoso para asesinar a Adolf Hitler, honrando a quienes resistieron a los nazis --y que fueron estigmatizados durante décadas como traidores--, como los pilares de la democracia moderna del país en medio de preocupaciones crecientes por el resurgimiento de la ultraderecha.
El Coronel Claus von Stauffenberg./ AP
El Coronel Claus von Stauffenberg./ AP
La canciller Angela Merkel, quien hablará el sábado en una ceremonia oficial anual para unas 400 tropas antes de dirigirse a un acto conmemorativo, rindió tributo con anticipación al aniversario, al líder ejecutado del complot, el Coronel Claus von Stauffenberg y sus compañeros conspiradores, donde destacó su importancia para la Alemania moderna.
“Solamente si entendemos nuestro pasado, podemos construir un buen futuro”, dijo la canciller.
Adolf Hitler (centro) en sus cuarteles llamados la "Guarida del Lobo" ./ AFP
Adolf Hitler (centro) en sus cuarteles llamados la "Guarida del Lobo" ./ AFP
Von Stauffenberg intentó asesinar a Hitler con una bomba encerrada en un portafolio el 20 de julio de 1944, durante una reunión en sus cuarteles generales en Prusia Oriental. Hitler escapó a la fuerza total de la explosión cuando alguien movió el portafolio junto a la pata de una mesa, desviando gran parte de la fuerza explosiva.
El complot se desmoronó cuando se extendieron las noticias de que Hitler había sobrevivido. Von Stauffenberg y sus compañeros conspiradores fueron ejecutados en horas.
Así quedaron los cuarteles de Hitler tras el atentado. / AFP
Así quedaron los cuarteles de Hitler tras el atentado. / AFP
La historia tuvo poca resonancia en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos todavía veían a los conspiradores del 20 de julio como traidores, ya que habían sido descriptos así por los nazis en el período posterior al asesinato frustrado.
La resistencia contra los nazis solo resultó ser “aceptada trabajosamente” durante las décadas posteriores, dijo Johannes Tuchel, director del Centro Memorial de la Resistencia Alemana, e incluso en los '80, muchos creían que su recuerdo se esfumaría. Recién en 2004, un estudio mostró que una mayoría de los alemanes cree que la resistencia a los nazis es “importante para nuestra cultura política”, agregó.
“Quienes actuaron el 20 de julio son un ejemplo para nosotros, porque demostraron que siguieron a su conciencia y dejaron su sello en una parte de la historia alemana que, por lo demás, fue definida por la oscuridad del nazismo.”
"Quienes actuaron el 20 de julio son un ejemplo para nosotros, porque demostraron que siguieron a su conciencia y dejaron su sello en una parte de la historia alemana que, por lo demás, fue definida por la oscuridad del nazismo."

Angela Merkel

CANCILLER ALEMANA
Tuchel dijo que von Stauffenberg es una “figura simbólica” de la resistencia, un oficial que evolucionó pasando de apoyar a las políticas nazis, hasta transformarse en feroz opositor del régimen después de la invasión de Hitler a la Unión Soviética en 1941.
Él reconoció que la resistencia dentro de los militares alemanes fue, en términos generales, poca: 200 a 300 personas estuvieron involucradas en el complot del 20 de julio. Los militares alemanes tenían unos 8 millones de hombres en sus filas en aquel a momento, y solamente “un puñado o dos” de sus más de 1.000 generales y almirantes participaron.
Un Memorial, en el complejo de Berlín donde von Stauffenberg trabajó y fue ejecutado, busca mostrar el alcance total de la resistencia alemana al régimen de Hitler después de que los nazis tomaron el poder en 1933.
Una corona recuerda el lugar donde los conspiradores fueron ejecutados. / AP
Una corona recuerda el lugar donde los conspiradores fueron ejecutados. / AP
Los estudiantes en Múnich formaron el movimiento de la Rosa Blanca, distribuyendo panfletos que llamaban a la “resistencia pasiva” a partir de 1942. Sus líderes incluían a los hermanos Hans y Sophie Scholl, que fueron ejecutados en 1943 y también se transformaron en íconos de la resistencia.
El denominado Círculo Kreisau de Helmuth James von Moltke comenzó a operar en secreto para terminar con la dictadura en 1940. Y en 1938, el carpintero Georg Elser intentó asesinar a Hitler y otros líderes jerárquicos nazis en un evento en Múnich, pero fue frustrado porque el líder nazi inesperadamente salió de la habitación minutos antes de que explotara la bomba.
El complot fue llevado al cine de la mano del actor Tom Cruise, quien encarnó el papel de Claus von Stauffenberg, en el film Operación Valquiria, de 2008
Tuchel aceptó que, incluso hoy, hay falencias en el conocimiento de los historiadores acerca de la resistencia y prometió más investigaciones en los próximos años, respecto del rol de las mujeres que se opusieron a la dictadura nazi, en respuesta a un pedido reciente del parlamento.
Imágenes de Claus Schenk Graf von Stauffenberg (izq.) y Albrecht Ritter Merz von Quirnheim en el Memorial de Berlín. / AP
Imágenes de Claus Schenk Graf von Stauffenberg (izq.) y Albrecht Ritter Merz von Quirnheim en el Memorial de Berlín. / AP
El aniversario de este año llega en medio de un aumento en las preocupaciones acerca de las cantidades crecientes de extremistas de ultraderecha en Alemania, semanas después del asesinato de un funcionario regional del partido de Merkel, quien había respaldado el enfoque humanitario de la canciller a los inmigrantes. Un extremista con detenciones previas por delitos violentos contra inmigrantes fue arrestado como sospechoso del asesinato.
“Hoy estamos obligados a confrontarnos con todas las tendencias que desean destruir la democracia, incluso con el extremismo de ultraderecha.“
“Hoy estamos obligados a confrontarnos con todas las tendencias que desean destruir la democracia, incluso con el extremismo de ultraderecha."

Angela Merkel

CANCILLER ALEMANA
Los historiadores están preocupados por los esfuerzos de parte de los grupos de ultraderecha en Alemania y partes del partido nacionalista de línea dura, Alternativa para Alemania o AfD, por apropiarse de la resistencia para sus propios fines.
AfD ingresó al parlamento nacional en 2017 y su apoyo en las encuestas está por encima del 10%. En 2017, una asociación local de AfD apareció con un aviso que decía que “Sophie Scholl votaría por AfD”, cooptando el nombre de la activista de la Rosa Blanca en un intento ampliamente deplorado de legitimar al partido, dando a entender que el gobierno de Merkel es una dictadura.
Los patios del edificio Bendlerblock del ministerio de Defensa alemán donde hoy se encuentra el memorial a los héroes de la resistencia./ AP
Los patios del edificio Bendlerblock del ministerio de Defensa alemán donde hoy se encuentra el memorial a los héroes de la resistencia./ AP
Robert von Steinau-Steinrueck, director de la Fundación 20 de julio de 1944, que comenzó en 1949 para dar apoyo a las familias de los conspiradores, denunció esos "intentos de rotular fraudulentamente, mezclando la oposición en democracia con la resistencia a una dictadura, simplemente porque a algunos no les gusta el resultado de los procesos democráticos".
Associated Press

martes, 16 de julio de 2019

El judío granadino más internacional e ignorado en su ciudad

El Diario El Independiente de Granada, en su edición digital, publicó este artículo firmado por Gabriel Pozo Felguera

YEJUDÁ IBN TIBON (1120-90

El judío granadino más internacional e ignorado en su ciudad

CULTURA - Gabriel Pozo Felguera Domingo, 14 de Julio de 2019

¿Conoces la historia del hombre cuya estatua luce en la calle Pavaneras? ¿Sabes quién es? En este excepcional reportaje de Gabriel Pozo Felguera conocerás a Yehudá Ibn Tibón, en un homenaje a su erudita saga -que hasta influyó en la ‘Divina Comedia’ de Dante Alighieri-, y al relevante papel de los judíos que pasaron por Granada y nos dieron el nombre de la ciudad. No te pierdas este nuevo capítulo para conocer la historia poco conocida o que permanecía oculta de nuestra tierra.
Estatua dedicada a Yehudá Ibn Tibón en la calle Pavaneras.
INDEGRANADA
Estatua dedicada a Yehudá Ibn Tibón en la calle Pavaneras.
  • Yehudá se exilió de Granada en 1148 con la llegada de los Almohades; dio origen la saga de sabios médicos y traductores en Cataluña, Francia e Italia

  • Granada prácticamente no conoció su existencia hasta 1988, cuando un descendiente suyo donó la estatua que hay al principio de la “judería”

El nombre de Granada es de origen judío. Se lo dio la importante comunidad hebrea que se asentó en la Iliberri romana, quizás en el siglo I después de Cristo. Los judíos granadinos jugaron un importante papel en épocas califal, emiral y reino Zirí. Aquellos judíos granadinos sufrieron persecución y exterminio en 1066, y la definitiva expulsión decretada por los Reyes Católicos durante su estancia en la Alhambra (1492). Entre la comunidad judía del siglo XII sobresalió el sabio Yehuda Ibn Tibón; se vio obligado a emigrar por la intransigencia almorávide. Yehudá dio origen a una nombrada saga de médicos, traductores y sabios en el Sur de Francia y norte de Italia. Hoy, la cultura judía granadina es la hermana pobre de las “tres culturas”.
Resulta que en la supuesta “ciudad de las tres culturas” es el lugar donde más se ignora y se desconoce la importantísima aportación de una de ellas: la judía. Y eso que Granada lleva el nombre que le dieron los judíos, no los musulmanes ni los cristianos
Resulta que en la supuesta “ciudad de las tres culturas” es el lugar donde más se ignora y se desconoce la importantísima aportación de una de ellas: la judía. Y eso que Granada lleva el nombre que le dieron los judíos, no los musulmanes ni los cristianos.
Me he decidido a escribir este recordatorio sobre los judíos granadinos tras ser citado por un conocido “junto a la estatua del moro de la calle Pavaneras”. Seguro que no es el único que ignora en esta ciudad el gran papel que jugó históricamente la comunidad judía. Pero la ausencia de construcciones y otros vestigios tangibles hebraicos han propiciado que Granada haya olvidado casi por completo la importante aportación histórica judía. Granada es de las pocas ciudades españolas que no tiene judería propiamente estructura; una nebulosa ha cubierto durante cinco siglos todo lo relacionado con la cultura judía. Quizás el estigma sea achacable a que en Granada fue precisamente donde comenzó la tragedia judía con la expulsión de 1492. Y la posterior masacre y persecución de judeoconversos hasta épocas bien recientes.
Óleo sobre la expulsión de los judíos, de Emilio Sala Francés, 1889, en el Museo del Prado.

Ocho apellidos judíos en Granada

De todos los pueblos que hemos venido en aluvión a poblar las tierras granadinas, quizás el judío sea el que pueda sostener con mayor criterio que tiene ocho apellidos granadinos. No sabemos si los romanos iliberritano-granadinos llegaron antes, después o al mismo tiempo que los judíos. La llegada de los judíos a Hispania (a la que llamaron Sefarad) se pierde en la oscuridad de la Historia. La mayor parte de las investigaciones coinciden en que fue a partir de la Diáspora del año 70 del siglo primero, tras la segunda destrucción del templo de Jerusalén.
Y cuando arribaron las primeras oleadas de sirios damascenos y norteafricanos musulmanes (principios del siglo VIII), por estos montes ya había una significativa comunidad judía en arrabales pegados a la vieja Iliberri. Se trataba de una sociedad dedicada fundamentalmente a oficios artesanales y administrativos, muy apreciada por los recién llegados musulmanes. No había judío analfabeto
Lo cierto es que cuando los bizantinos vinieron a la Bética, los judíos ya andaban aquí. Y cuando arribaron las primeras oleadas de sirios damascenos y norteafricanos musulmanes (principios del siglo VIII), por estos montes ya había una significativa comunidad judía en arrabales pegados a la vieja Iliberri. Se trataba de una sociedad dedicada fundamentalmente a oficios artesanales y administrativos, muy apreciada por los recién llegados musulmanes. No había judío analfabeto, contrariamente a lo que ocurría con los norteafricanos de última ola. La colaboración entre musulmanes “invasores” y judíos históricos parece que fue leal y fructífera; los conquistadores confiaron la administración a los cultos judíos, que convivieron en paz hasta el estallido del Califato. A partir de 1013, judíos expatriados de Córdoba llegaron a Granada a cobijo de las tribus Ziríes que aquí se establecieron para fundar su reino en torno a los restos de la Florentia Iliberritana.
En época zirí (1013-91) se produjo el mayor florecimiento de la comunidad judía granadina. Los hebreos se convirtieron en administradores indispensables para la dinastía sinhaya, al menos al comienzo. El nombre de Samuel Ibn Nagrella es indispensable desde su cargo de visir para entender el diseño de la trama de Granada (que en su mayor parte se mantiene). A Samuel le siguió en el cargo su hijo José. Debió ser un periodo de esplendor para las dos comunidades, la judía y la musulmana, pues la ciudad sentó las bases de lo que sería este reino durante los siguientes cinco siglos de cultura musulmana.
Los indicios apuntan a que la comunidad judía granadina del siglo XI vivía un tanto dispersa por la Alcazaba Cadima, si bien ya se percibía una concentración en torno a las dos márgenes del río Darro y en la zona baja comercial del piedemonte
Los indicios apuntan a que la comunidad judía granadina del siglo XI vivía un tanto dispersa por la Alcazaba Cadima, si bien ya se percibía una concentración en torno a las dos márgenes del río Darro y en la zona baja comercial del piedemonte. No se puede hablar de una judería encapsulada como la que surgiría en siglos posteriores en los alrededores de la colina del Mauror y parte izquierda del Darro (barrios de la Churra, Gomérez, San Matías y Santa Escolástica actuales).
No se tiene noticia histórica de ningún roce de convivencia entre musulmanes y judíos hasta mediados del siglo XI. Sabemos por el último rey zirí Abdalá (en sus Memorias del siglo XI) que hacia 1064 el poder y las riquezas acumulados por los judíos en la corte y sociedad musulmanas eran exagerados. El resultado de aquella ostentación de parte de la comunidad judía, con el visir José Ibn Nagrella a la cabeza, no podía acarrear nada bueno: la consecuencia fue la envidia de la intelectualidad musulmana y las arengas contra los judíos. La situación debió tensarse tanto que, en 1066, se produjo una revuelta contra los judíos que acabó con el asesinato de varios miles de ellos, el saqueo de sus haciendas y la quema de sus propiedades. Fue el primer pogromo de musulmanes ziritas granadinos contra sus vecinos judíos. José Ibn Nagrella no fue enterrado con todos los honores en el cementerio hebreo de Ben Malik(por donde actualmente está el Hospital Real), sino que fue ahorcado y despedazado. La mayoría de judíos huyeron de Granada y se dispersaron por reinos vecinos, buena parte de ellos en Lucena y Castilla.
La convivencia y confianza entre musulmanes y judíos granadinos quedó hecha trizas a partir de entonces.
Plano de la Granada árabe dibujado por Seco de Lucena en 1910. Situó la Garnatha Al-Yahud a partir de la muralla que se extendía entre Torres Bermejas el Cuarto Real.
Quizás sea a partir del pogromo de 1066 cuando se fue conformando la judería granadina en torno al arrabal Garnatha al Yejud (Granada de los Judíos). Se situaba en la margen izquierda del río Darro, en las laderas de Torres Bermejas (actual entrada al Realejo y San Matías). Los judíos granadinos se fueron reponiendo poco a poco y vivieron endogámicamente en un barrio que procuraba protegerse cada noche con el cierre de calles y adarves. Allí debieron contar también con su sinagoga (quizás donde después hubo una mezquita, más tarde la iglesia de Santa Escolástica; o quizás en el solar de la primigenia catedral-convento de San Francisco Casa Grande). Así lo insinúa Jerónimo Munzer cuando describió Granada en 1494 y cifró la población judía en torno a 20.000 personas (finales del siglo XV, antes de la expulsión).

Solar de los Tibon

En aquella judería del bajo Mauror debió nacer Yehudá Ibn Tibón en 1120. Los judíos granadinos se habían repuesto tras la exterminación del terrible pogromo de 1066. Incluso es probable que muchos de los huidos a Lucena y Castilla regresaran con la caída del reino Zirí (1091) y la llegada de los Almorávides. Este pueblo guerrero norteafricano necesitaría de judíos cultos que le llevasen la administración de su nuevo reino.
Yehudá Ibn Tibón nació en el seno de una familia de médicos granadinos. Pocos datos tenemos sobre sus orígenes, sólo que su padre Saúl Tibón atendió a enfermos de magnates almorávides. El joven Yehudá cultivó la medicina y farmacopea, como su padre, durante su juventud en Granada
Yehudá Ibn Tibón nació en el seno de una familia de médicos granadinos. Pocos datos tenemos sobre sus orígenes, sólo que su padre Saúl Tibón atendió a enfermos de magnates almorávides. El joven Yehudá cultivó la medicina y farmacopea, como su padre, durante su juventud en Granada. Pero en 1148, cuando contaba sólo veintiocho años, se produjo el relevo de los guerreros almorávides por otra tribu norteafricana mucho más intransigente en lo religioso: los almohades. La disyuntiva para la comunidad judía fue la conversión, el exilio o la muerte.
Yehudá cogió a toda su familia y emprendió el camino del exilio. Su primer y efímero destino fue Toledo, donde había una importante judería protegida por Alfonso VII y donde el arzobispo Raimundo de Sauvetat estaba poniendo las bases de su famosa escuela de traductores. La familia de ibónidas no se asentó en la capital toledana, sino que decidió recalar un breve periodo en Zaragoza, desde donde partió hacia el sur de Francia para asentarse definitivamente en Lunel. Aquí (o en Arlés) nació Samuel Ibn Tibón (1150-1232), quien se haría más famoso como traductor que como médico. Esta familia de judíos granadinos llevaron consigo su biblioteca y su cultura, escrita principalmente en árabe clásico, la lengua científica de su Al-Andalus natal. Pero en Europa el árabe apenas era conocido. La saga tibónida, con Samuel a la cabeza, se dedicó a traducir al hebreo y al latín los libros y conocimientos de los sabios musulmanes de Córdoba y El Cairo. Llevaron a la oscura Europa los conocimientos de medicina, astronomía, filosofía, veterinaria, geografía propios de la cultura islámica y, también, las enseñanzas de la cultura clásica griega y siria. Aristóteles y Platón entraron a Europa por el estrecho de Gibraltar.
El sabio granadino Yehudá Ib Tibón traspasó su herencia médica, filosófica y poética a sus descendientes. Dio origen a una conocidísima saga de traductores y médicos que se movieron en siglos posteriores por el sur de Francia, norte de Italia y Cataluña. A Samuel sucedió Moisés ben Samuel Ibn Tibón (nacido en Marsella hacia 1200 y fallecido en 1274). Y a éste, Yacob ben Majir Ibn Tibón (Marsella, 1236-Montpelier, 1306). El último de los mencionados fue un importante médico y astrónomo; se le relaciona con la fundación de la Facultad de Medicina de Marsella; sus tablas astronómicas, publicadas en latín, fueron las utilizadas por Dante Alighieri para el desarrollo de sus inframundos en la Divina Comedia.

El último tibónida

El 21 de marzo de 1492, en el salón de Comares de la Alhambra, los Reyes Católicosdictaron un decreto (Edicto de Granada) por que cual se ordenaba la expulsión de todos los judíos de sus reinos. Se les concedía de plazo hasta el 31 de diciembre de aquel mismo año. Se calcula que a finales del siglo XV había alrededor de medio millón de judíos en España, de una población cercana a ocho millones de personas.
Los judaizantes se convirtieron a partir de entonces en objeto de persecución por parte de la Inquisición, de manera que durante los siglos XVI y XVII cayeron muchos de ellos en presidio o ajusticiados en autos de fe
Comenzó un exilio forzoso por países del Mediterráneo y Europa para unos 200.000; otros tantos se convirtieron a la fe católica, la mayoría de manera disimulada. Los judaizantes se convirtieron a partir de entonces en objeto de persecución por parte de la Inquisición, de manera que durante los siglos XVI y XVII cayeron muchos de ellos en presidio o ajusticiados en autos de fe. El judío pasó a ser un enemigo del Estado español. Se le persiguió sin descanso, se le despreció y vilipendió hasta el tercio final del siglo XIX. Con la Revolución Gloriosa de 1868 dejó de perseguirse a los judíos en España, aunque no de mirarlos de reojo; a principios del siglo XX se abrió la primera sinagoga en Madrid desde 1492; no obstante, el Edicto de Granada contra los judíos no fue derogado formalmente hasta el 21 de diciembre de 1969 por el dictador Francisco Franco. En los colegios se nos enseñaba por entonces a odiar a los judíos, igual que a los masones y a los rojos de cuernos y rabo. Se nos decía que los judíos eran muy malos porque habían crucificado a nuestro Señor Jesucristo. Y que escupir era cosa de judíos.
Edicto de Granada (1492), dictado por los Reyes Católicos en la Alhambra y derogado por Franco en 1969.
Los judíos en general y los Tibónidas granadinos en particular han estado ausentes de los libros de Historia. Prácticamente ningún texto histórico clásico ha profundizado en estos importantes personajes de la cultura granadina. Durante más de treinta generaciones hemos estado huérfanos de su conocimiento. Ha ocurrido todo lo contrario que con el pasado islámico, tan presente y estudiado en Granada. O con el pasado romano, desempolvado para los estudiosos en el siglo XIX y actualmente en fase de potenciación. Pero la Granada judía y sus gentes son los grandes olvidados de la cultura granadina.
Hasta que en 1988 se presentó en Granada Gutierre Ibn Tibón. Era el último Tibónida. Había nacido en Milán en 1905. Era el custodio del acervo de una saga de sabios surgida en Granada en tiempo inmemorial y exiliada a mediados del siglo XII. Traía la historia de sus ancestros al lugar de donde partieron ocho siglos atrás
Hasta que en 1988 se presentó en Granada Gutierre Ibn Tibón. Era el último Tibónida. Había nacido en Milán en 1905. Era el custodio del acervo de una saga de sabios surgida en Granada en tiempo inmemorial y exiliada a mediados del siglo XII. Traía la historia de sus ancestros al lugar de donde partieron ocho siglos atrás.
Gutierre Tibón era mejicano de adopción, país al que llegó durante la Segunda Guerra Mundial. Antes se había movido entre Italia y Suiza. Fue el inventor de la primera máquina de escribir portátil Olivetti. Cuando recaló en México, se dedicó a estudiar y escribir sobre antropología americana. Escribió decenas de libros y fue miembro de la Academia Mexicana. Doctor honoris causa por varias universidades de medio mundo. Contribuyó al estudio de la cultura hebraica. Falleció en 1998. Su viuda y sus hijas continúan manteniendo relación con Granada.
El alcalde Antonio Jara y Gutierre Tibón en 1988, con motivo de la erección de la estatua. Foto de M Cascales.
En Granada publicó una biografía de su antepasado granadino Yahudá Ibn Tibón y pagó una escultura de este personaje tan importante fuera como desconocido en su ciudad de origen. La escultura fue fabricada en el taller de Miguel Moreno y colocada en la confluencia de las calles Pavaneras y Colcha.
Esta escultura –que tantos confunden con la de un moro desconocido–, dos pequeños museos particulares sobre los judíos y algo en la memoria de interesados es lo único que queda de la Garnatha al Jehud, el origen judío del nombre de Granada
Ocurrió en el año 1988. Se le puso el nombre a una calle de un barrio periférico e incluso fue colocado un medallón en la fachada de la iglesia de las Carmelitas, allí cercana, en el lugar que supuestamente daba comienzo a la judería granadina en el siglo XV.
Esta escultura –que tantos confunden con la de un moro desconocido, pues en la cartela nada se dice de que fue judío–, dos pequeños museos particulares sobre los judíos y algo en la memoria de interesados es lo único que queda de la Garnatha al Jehud, el origen judío del nombre de Granada. Y eso que los genetistas calculan que en torno al 8-10% de los granadinos llevamos, o llevan, ADN judío.
Medallón dedicado a Yehudá en la fachada de la iglesia de Carmelitas.