Al conocerse la noticia del fallecimiento de Gioachino Rossini, Giuseppe Verdi tuvo la idea de coordinar la composición de un réquiem a cargo de los músicos más destacados de ese momento. El proyecto se llevó a cabo y la obra se completó en el verano de 1869. La partitura ya estaba editada, pero por diversas circunstancias el estreno no se produjo, y las diferentes partes fueron devueltas a sus respectivos compositores. Para ese Réquiem Giuseppe Verdi había compuesto el Libera me Domine.
El 22 de mayo de 1873 murió en Milán, Italia, Alessandro
Manzoni el gran poeta y escritor, que al igual que Guiseppe Verdi, estaba muy
comprometido con la unidad italiana, lograda unos años antes, y que compartió
con él los valores del Risorgimento. Para homenajearlo utilizó el Libera me
Domine y completó la Misa de Réquiem, que dirigió el 22 de mayo de 1874, en la
iglesia de San Marcos de Milán.
En esa oportunidad se presentaron los solistas Teresa Stolz,
María Waldmann, Giuseppe Capponi y Armando Maini, un Coro de 120 voces y a una
orquesta de 100 músicos. La Misa obtuvo un éxito rotundo y 3 días después se
ofreció en el Teatro Alla Scala de Milán. La fama de la obra superó las
fronteras italianas y en la actualidad permanece vigente, ofreciéndose en
diversos escenarios del mundo.
A partir de este sábado, ofreceré versiones actuales y
registros históricos de esta composición.
A continuación, de Giuseppe Verdi, la Misa de Réquiem, en la versión de Marina Poplavskaya, Mariana Pentcheva, Joseph Calleja y Ferruccio Furlanetto, junto al Coro Sinfónico de la BBC, el Coro Nacional BBC de Gales, el Coro de la Orquesta Filarmónica de Londres, y la Orquesta Sinfónica de la BBC, todos bajo la batuta de Semyon Bychkov.