Hola, soy Leonardo Liberman.
Te invito a visitar mi Blog, en el que propongo temas de interés general.
Podes mandarme tu comentario al E-mail elmiradornocturno@gmail.com
Foto de portada: Magdalena Viggiani.
Joseph Moiseyevich Schillinger nació en Járkov, Ucrania, el
31 de agosto de 1895, y murió en Nueva York, Estados Unidos, el 23 de marzo de
1943. Compositor, teórico musical, y docente.
Se graduó en el Conservatorio Imperial de Música de San
Petersburgo. En 1928 emigró a Estados Unidos. Fue maestro de música en el
Columbia Teachers College y también dio clases privadas de composición desde su
casa, durante este tiempo desarrolló un sistema de música, que posteriormente
fue publicado como el Sistema de composición musical de Schillinger, recopilado
por Lyle Dowling y Arnold Shaw. Uno de sus estudiantes, Lawrence Berk, fundó el
Schillinger House of Music, que más tarde pasó a denominarse como Berklee
College of Music en Boston. En el campo de la música electrónica colaboró con
Léon Theremin, el inventor de uno de los primeros instrumentos musicales
electrónicos, el Theremin.
A continuación, recordamos a Joseph Schillinger en el día de
su nacimiento, con Bury me, bury me wind, para theremin, voz solista y piano,
en la versión de Thorwald Jørgensen en theremin, la mezzosoprano Itzel
Medecigo, y Kamilla Bystrova en piano.
Ellen Muriel Deason, más conocida como Kitty Wells, nació en
Nashville, Tennesse, Estados Unidos, el 30 de agosto de 1919, y murió en
Madison, Tennessee, Estados Unidos, el 16 de julio de 2012. Cantante.
Comenzó a cantar de niña, aprendió a tocar guitarra con su
padre, y su madre cantaba góspel. Durante la adolescencia se presentó con sus
hermanas, en una estación de radio local. Poco después comenzó a cantar en
distintos lugares, y con su marido realizó giras y grabaciones. En 1952 un
ejecutivo del sello Decca Records, le propuso grabar la canción It Wasn't God
Who Made Honky Tonk Angels, y se convirtió en un gran éxito. En 1956 se
convirtió en la primera cantante de country en publicar un LP, e inició el
camino para que otras intérpretes se dieran a conocer. Entre 1957 y 1973 grabó
regularmente y sus canciones ocuparon lugares destacados en las principales
listas de éxitos. Se convirtió en la primera estrella country femenina en tener
su propio programa de televisión. En 1976 fue incluida en el Salón de la Fama
de la Música Country. Continuó su carrera artística, presentándose en distintos
lugares de Estados Unidos y Canadá. En 2002 fue incluida como Miembro del Salón
de la Fama de la Música de los Nativos Americanos.
A continuación, recordamos a Kitty Wells en el día de su
nacimiento, con uno de sus más grandes
éxitos: It Wasn't God Who Made Honky Tonk Angels.
Ruth Lee Jones, más conocida como Dinah Washington, nació en
Tuscaloosa, Alabama, Estados Unidos, el 29 de agosto de 1924, y murió en Detroit,
Michigan, Estados Unidos, el 14 de diciembre de 1963. Cantante.
Su madre tocaba el piano en la St. Luke’s Baptist Church, la
familia se trasladó a Chicago y se formó
en el ambiente musical del gospel, tocando el piano y dirigiendo el coro de la
iglesia. A los 15 años ganó un concurso en el Regal Theatre. En 1940 fue
acompañó a Sallie Martin a lo largo de una gira. En 1942 se presentó en el
Garrick Bar como pianista y cantante. Allí la escuchó Joe Glaser, un mánager de
jóvenes talentos, que la recomendó a Lionel Hampton, donde estuvo entre 1943 y
1946. A finales de 1943 participó en una sesión de blues. La grabación fue
producida por Leonard Feather, y el álbum resulto un éxito. Cuando dejó la
orquesta de Lionel Hampton, inició su carrera como solista. Grabó varias sesiones
en Los Ángeles para el sello Apollo, y posteriormente firmó un contrato con el
sello Mercury, donde se convirtió en una de las estrellas del rhythm and blues.
También cantó blues, estándares, y pop, entre otros géneros. Grabó con big bands y pequeños combos, entre los que se destacan las
realizadas con Clifford Brown, Cannonball Adderley, Clark Terry, Ben Webster,
Wynton Kelly y Joe Zawinul. En 1959, consiguió un gran éxito en el mercado pop
con What a Diff'rence a Day Makes. El resto de su carrera se concentró en las
baladas, acompañadas por una orquestación juvenil, y grabadas al estilo de Ray Charles. Dinah Washington fue conocida también como La
reina del blues, Queen D o Miss D. Influyó en varias cantantes de su
generación, como Nancy Wilson, Esther Phillips y Diane Schuur.
A continuación, recordamos a Dinah Washington en el día de
su nacimiento, con su versión en
vivo de All of Me.
A continuación, de Antonin Dvořák, el Concierto para Violonchelo
y Orquesta en Si Menor Op. 104, en la versión de Mstislav Rostropovich, junto a
la Orquesta Filarmónica de la NHK, dirigida por Seiji Ozawa.
La Radio es una parte muy importante de mi vida. Pero antes
de comentar detalles de mi experiencia en la profesión, quiero recordar a un
pionero de mi familia materna. Mi abuelo Alejandro Wlosko, una figura de
referencia para mí.
Nació en Polonia. De adolescente se fue a vivir en Berlín,
Alemania, donde se recibió de Ingeniero. Fue uno de los primeros en dedicarse a las comunicaciones.
Durante la Primera Guerra Mundial instaló equipos de
transmisión. Posteriormente desarrolló su actividad profesional en AEG
Telefunken. En 1930 se casó, y se instaló en la filial madrileña de la empresa.
Con el estallido de la Guerra Civil Española, en diciembre de 1936, logró salir
de España. La familia estuvo unos meses en Marsella. Desde allí se embarcaron,
y llegaron a Buenos Aires en abril de 1937.
Bajaron del barco prácticamente con lo puesto, con 2 hijas y
un bebe en camino. Aquí empezó de cero, alquiló un local con vivienda, y
fabricando y reparando aparatos de radio se empezó a ganar la vida. Tiempo después
comenzó a vender discos, e instalar equipos de sonido para actos y fiestas. Más
adelante comenzó a producir y grabar música judía con el sello discográfico
Londisc.
De chico me pasaba horas en la cabina escuchando discos de
todos los géneros. Así nació mi amor por la música.
Alejandro Wlosko junto a Yaffa Yarkony en un Estudio de Grabación.
A los 17 años le decía a los
que me preguntaban, que quería ser Locutor y Periodista.En 1981 rendí el examen de ingreso en el ISER y me bocharon
por 40 centésimos. Durante ese año iba casi todas las noches a Radio El Mundo,
y Lionel Godoy me dejaba estar en el estudio, viendo todo lo que pasaba.
Entre 1982 y 1984 hice el curso de Locutor en Cosal, Comunicaciones Salesianas.
A los pocos días participe de un concurso de voces en Radio Nacional, y el 2 de
enero de 1985 se abrieron para mí las enormes puertas de Ayacucho 1556. Un
mundo nuevo, una escuela mágica.
Control Central de LRA1 Radio Nacional Buenos Aires, julio de 1987.
Encontré Locutores con enorme experiencia, que con toda
generosidad me guiaron durante los primeros meses. Operadores que con muy buena
predisposición me ayudaron con sus sugerencias y su oreja atenta. En ese tiempo Radio Nacional, mantuvo su tradición con espacios culturales, y musicales como el Concierto del Mediodía,
El Concierto Nocturno, o la transmisión de ópera los sábados a la noche, que tuve el gusto de presentar.
Primera transmisión externa. El vicepresidente Víctor Martínez firma un acuerdo en el Banco Hipotecario de la Nación, 1987.
También recuerdo mi trabajo en Radiodifusión Argentina al Exterior, las transmisiones oficiales y Cadenas Nacionales. Los 22 años como Relator de Las Dos Carátulas, El Teatro de la Humanidad, las transmisiones en directo desde el Teatro Colón, las transmisiones de Fútbol, o los programas en la FM Rock. La conducción de programas, o como Locutor de Turno, acompañando a grandes conductores. Esas fueron algunas de las actividades que hice a lo largo de 34 años de labor.
Ultima Transmisión externa. Las Dos Carátulas, El Teatro de la Humanidad en el CCK, julio de 2019.
Siempre digo que la Radio, es un bicho que te pica, y no te
deja nunca más. Desde el mes de julio estoy grabando programas que los subo
todos los martes al mediodía en este Blog, y es una gran alegría para mí.
Para finalizar, les comparto las palabras del Dr. Telémaco
Susini, recuperadas por Luis Di Sarli, colega Locutor y poseedor de un enorme
archivo de Radio. Viva la Radio.
Hacé click en el enlace para escuchar al Dr. Susini.
Mariya Veniamínovna Yúdina nació Nével, Rusia, el 28 de
agosto de 1899, y murió en
Moscú, Rusia, el 19 de
noviembre de 1970. Pianista.
Estudió en el Conservatorio de Petrogrado con Anna Yesipova,
y Leonid Nikolayev. Entre sus compañeros de clase figuraban Dmitri Shostakóvich
y Vladímir Sofronitski. Durante un breve periodo de tiempo recibió también
clases particulares de Felix Blumenfeld. Finalizados sus estudios en el conservatorio dio clases hasta 1930, hasta fue despedida por sus críticas a los dirigentes políticos
del régimen soviético, y por sus convicciones religiosas. Luego de estar sin trabajo
y sin vivienda, en 1932 dio un curso de piano en el Conservatorio de Tiflis. En
1936 ofreció un recital en el Conservatorio de Moscú, y posteriormente dio
clases en esa institución hasta 1951. Entre 1944 y 1960 enseñó música de cámara
y acompañamiento vocal en el Instituto Gnéssiny, actual Academia Rusa de Música,
pero fue expulsada por sus creencias religiosas y por su preferencia por la
música contemporánea occidental. Continuó ofreciendo recitales hasta que en uno
de ellos leyó un poema de Borís Pasternak, por lo que fue sancionada, y se le
impidió presentarse en público durante cinco años. En 1966, finalizado su
castigo, dictó un ciclo de conferencias sobre el Romanticismo en el
Conservatorio de Moscú. A pesar de sus cuestionamientos al régimen, fue la
pianista favorita de Iósif Stalin. En una oportunidad la escuchó en la radio,
en la que interpretó del Concierto para piano Nº 23 de Wolfgang Amadeus Mozart, y pidió una copia. Como fue una transmisión en directo, no se grabó. Por ese motivo se le pidió que lo grabara esa misma noche. La llevaron
a un estudio junto con una pequeña orquesta y así se le pudo presentar una
grabación a Stalin. Poco después recibió un pago por la grabación, que donó a la Iglesia ortodoxa para oraciones perpetuas por los pecados de
Stalin. A lo largo de su carrera realizó una serie de grabaciones con obras de
Wolfgang Amadeus Mozart, Ernst Krenek, Dmitri Shostakóvich, Johann Sebastian
Bach, Alexander Scriabin, Ludwig van Beethoven, Sergei Prokofiev, Piotr Ilich Tchaikovski,
Franz Schubert, Alban Berg, Modest Mussorgsky, Alexander Glazunov, Franz Liszt,
e Igor Stravinsky, entre otros, muchas de las cuales están editadas en CD. También
intervino activamente en el ambiente cultural de su tiempo. Se relacionó con
escritores, artistas e intelectuales. Entre sus amigos estaba Borís Pasternak, quien
hizo la primera lectura de su novela Doctor Zhivago en su casa en febrero de
1947, Ósip Mandelshtam, Mijaíl Bajtín, Piotr Suvchinski, Dmitri Shostakóvich,
Pierre Boulez, Karlheinz Stockhausen y muchos otros.
A continuación, recordamos a María Yúdina en el día de su
nacimiento, con su interpretación del Concierto para Piano y Orquesta Nº 23 en La
Mayor K. 488. La grabación fue realizada en 1943.
El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este artículo, firmado por Julio Lagos
SOCIEDAD
La fabulosa vida de Enrique Susini: fue pionero
de la radio, se anticipó al WhatsApp y trajo la
TV a la Argentina
Era otorrinolaringólogo y operó a Enrico Caruso, a Carlos
Gardel y a María Callas. En el cine, dirigió a Vittorio de Sica. Y Evita nunca
olvidó que él la ayudó cuando la prohibieron en Radio Belgrano
En el Día de la Radio, nada mejor que entrevistar a alguien que es Susini, que tiene el mismo apellido del pionero.
Como un símbolo que supera los límites de la cronología, esta crónica se asoma a la increíble trayectoria de Enrique Telémaco Susini.
Su sobrino nieto, Gonzalo Susini, comienza el relato familiar:
-Enrique era el mayor de los hermanos de mi abuelo Hernán. Eran 11 hermanos, Enrique le llevaba 18 años de diferencia a mi abuelo, que también era médico. Eran casi todos médicos. Mi bisabuelo, el padre de Enrique y de mi abuelo, era médico también.
-¿Llegaste a conocerlo personalmente?
-Sí, sí. Llegué a conocerlo, él ya muy grande por supuesto, yo tenía unos seis o siete años cuando él murió en 1972, pero tuve mucha afinidad con mi abuelo, que era el menor de la familia, el chiquito. Yo vivía en Entre Ríos y era un clásico ir a visitar a los tíos abuelos y a Enrique en particular, en la calle Cerrito, frente a la embajada francesa, en un edificio que todavía está.
Ahora que se cumple el Centenario de la radio, hay mucha información sobre lo que pasó aquel 27 de agosto de 1920 en el Teatro Coliseo. Pero se sabe muy poco sobre todo lo demás que hizo Enrique Telémaco Susini. Por eso le preguntamos a Gonzalo qué fue Vía Radiar, otra de las creaciones de su tío abuelo:
-Vía Radiar fue también una genialidad de parte de él y su grupo… Habían hecho la radio en el año 20 y en 1927 se les ocurre…ya venían estudiando todas las consecuencias de la onda corta con fines medicinales… y se les ocurre desembarcar con un sistema de radio de onda corta telegráfica. Y para eso comienzan en Europa para ver por dónde podían estar las ciudades cabeceras. Pero no tuvieron cabida en Londres ni en París ni en Berlín, ya que las grandes empresas como la ITT o la Telefunken les bloqueaban toda posibilidad… Sabían que ellos tenían esta idea y podían hacer algo competitivo que los sorprendiese. Entonces Enrique dijo bueno… vamos a ver si hacemos contacto con España, donde en ese momento estaba Alfonso XIII. Se reunieron y como tuvieron muy buena relación personal llegaron a la conclusión de que España podría ser la cabecera de playa. Enrique consigue un lugar donde poner una antena gigante que iba a recibir las ondas cortas. Así fue que en Madrid compró unos terrenos, que no fue nada fácil, y en dos años revolucionaron las telecomunicaciones.
Hoy usamos WhatsApp todos los días. Aquella Vía Radiar, que combinaba la radio de onda corta con la telegrafía, anticipaba las comunicaciones personales a distancia. Gonzalo se entusiasma:
-Claro, es muy claro el paralelismo… Además en muy pocos meses se quedó con el monopolio de las comunicaciones entre Europa y la Argentina lo que hizo que bajasen los precios de una manera increíble.
Esa novedad coincidía con la presencia de grandes contingentes de inmigrantes en la Argentina y por eso Vía Radiar fue muy popular:
-Por supuesto, imaginate Julio la alegría y la posibilidad de tanta gente que venía a la Argentina y que dejaba a sus familiares directos, a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos…A lo mejor venían para trabajar en la cosecha y volvían a Europa, y esta era una manera de estar en permanente contacto en tiempo real además, porque esta es la genialidad… Mandaban un radio telegrama y llegaba en pocas horas.
Como hizo con cada uno de sus emprendimientos, después de un tiempo Susini vendió Vía Radiar. Y parece que lo hizo en condiciones muy ventajosas para él:
-¡Lo vendieron demasiado bien!… ¡Mi abuelo me decía que con ese dinero en ese momento te comprabas el transatlántico Conte Verde, que viajaba a Europa, hasta con la gente adentro! Tuvieron Vía Radiar poco tiempo, unos dos años… Se lo vendieron a la ITT, que es una compañía monstruo, un competidor directo y además se quedaron todo el grupo, Guerrico, Mugica, Romero Carranza, en el directorio de la empresa.
Durante esa breve etapa de Vía Radiar, Susini vivió experiencias novelescas:
-Enrique hablaba seis o siete idiomas. En Berlín o en Viena hablaba de igual a igual con los técnicos. Después iba a Francia y hablaba perfecto francés, por supuesto inglés, y se movía muy bien pero tenía ya un séquito de espías de grandes compañías que le seguían los pasos… hasta en los hoteles tenía que hablar con mucho cuidado y fijarse con quién se reunía porque la presión era terrible, porque sabían que cambiaba un poco la historia de las comunicaciones… porque bajó el costó en más de diez veces lo que era la comunicación con Europa con esa genialidad de poner antenas y onda corta.
¿Y qué hizo Enrique Telémaco Susini luego de vender Vía Radiar? Era 1930, él tenía menos de cuarenta años:
-Venden en el año 30, como que eran científicos, época el fin de la belle epoque, crisis en las bolsas, el peor momento económico en mucho tiempo con una crisis global… En Argentina cae Yrigoyen, el mundo entero estaba en crísis. Como te dije, ellos venden la empresa en una cifra sideral y Enrique se va a los Estados Unidos, a California… y se trae los planos de la Metro Goldwyn Mayer.
Ese fue el principio de la nueva pasión de Enrique Telémaco Susini, luego de la radio y después de las comunicaciones personales.
Había llegado el momento del cine:
-Estudia cine, estudia todo lo que es sistemas de producción, trae especialistas internacionales, a John Alton un húngaro que era un genio, trae sonidistas… Y compra una quinta, un predio en Munro y dice bueno vamos a fundar el equivalente de la Metro aquí en la Argentina. Y así lo hicieron. Compraron la quinta “La Algovia” en lo que entonces era prácticamente una zona rural y automáticamente se fue transformando en un polo de desarrollo audiovisual.
Y así nació Lumiton, que era “luz y sonido”…
Las películas de Lumiton tenían una clásica presentación, que era el sello que las identificaba:
-Todos hemos visto la presentación de Lumiton, que era el hombre que golpeaba un gong…Se trataba de primer bailarín del Teatro Colón, Michel Borowsky. Bueno, eso después lo copiaron los ingleses y ellos, el grupo de Susini, en lugar de hacer un juicio por usurpación de la propiedad intelectual y buscar resarcimiento económico, se pusieron contentos y dijeron quiere decir que estamos haciendo las cosas bien si los ingleses nos copian…
La primera película de Lumiton fue “Los tres berretines” y Gonzalo nos relata esa historia:
-En un momento de crisis mundial ellos apostaron al lanzamiento de una empresa cinematográfica para producir desde cero. Y para la primera película contratan a Luis Arata, a Luis Sandrini, a Luisa Vehil, y transforman la obra de teatro “Los tres berretines” en un guión cinematográfico. Con un resultado extraordinario, fue increíble el suceso. Además realmente fue la primera película del cine argentino con guión y hablada… No la primera con sonido, que sería “Tango”, que tenía música pregrabada… Pero “Los tres berretines” tenía argumento y guión.
Según los historiadores, “Los tres berretines” tuvo un costo de diez mil pesos de la época. Y recaudó un millón.
Fue la primera de las 99 películas que se filmaron en los estudios de la Avenida Mitre 2351, donde entre muchos otros comenzaron su carrera Mirtha Legrand, Mecha Ortiz, Juan Carlos Thorry, Susana Freyre, Olga Zubarry, Niní Marshall y Hugo del Carril.
Enrique Telémaco Susini no sólo fue el líder de la empresa, sino que además compuso la música de varias películas, escribió guiones y fue director de muchos filmes:
-Es así Julio… Y con “La chismosa”, una de las películas que él dirigió y en la que actuaba Lola Membrives, ganó el primer premio internacional del cine argentino… Fue en el Festival de Venecia de 1938, donde le dieron la Copa de Plata al mejor director de cine…
Susini alternaba su actividad en Munro con los trabajos que hacía en Europa, donde compartió el set con uno de los más grandes de la historia del cine:
-Lo dirigió a Vittorio de Sica… Fue en la película “Finisce sempre cosí”, en 1939… con Vittorio De Sica, Nedda Francy y Roberto Ray… Es que a Enrique se lo conocía mucho en Europa… Él dirigió teatro en Europa… Fue director de óperas en la Scala de Milán… donde dirigió “Oberon” … En las Termas de Caracalla… En Viena… él básicamente era regisseur de ópera, además de profesor de canto y violín…
El pionero de la radio en la Argentina era médico. Se había recibido a los 23 años y lo mismo que su padre se especializó en otorrinolaringología.
En este aspecto, Gonzalo también nos regala un título:
-La operó a María Callas, lo operó a Caruso, lo operó a Gardel…
-¿La operó a María Callas?
-En una gira que estaba haciendo por la Argentina, María Callas se quedó sin voz. Cuando él la atendió, María Callas en ese momento no era el bombón que nosotros vimos después con Onassis, sino que era muy robusta… Entonces le dijo que tenía que bajar varios kilos… ¡Se enojó!… Y se fue… Ella llamó a Italia a su productor y comentó eso, pero le dicen mira estás con uno de los especialistas más importantes del mundo en otorrinología, si te dijo eso, hacelo… Bajó la cabeza pegó la vuelta y a los dos o tres días…”bueno doctor, acá estoy…”
-¿Y con Caruso?
-A Caruso lo operó y también lo dirigió…
Un testimonio de esa vinculación de Susini con Caruso es una caricatura que el gran tenor le hizo a Enrique. Está fechada en 1915, año en el que Enrico cantó en Buenos Aires.
Pero nos falta saber lo de Gardel:
-Enrique recomponía gargantas y mi abuelo me contaba que Gardel lo quería muchísimo a Enrique, lo contrató para muchos eventos… para muchas obras que hicieron… y en un momento dado viajan a Europa en el Conte Verde en el año… 27 creo… iba toda la familia, mi abuelo, varios hermanos… y se acercan a la barra y mi abuelo lo ve que estaba Enrique hablando con dos personas a mi abuelo le dio un poco de vergüenza y siguió de largo, pero Enrique lo llamó y le dijo vení… que te voy a presentar a unos amigos… Mira acá está Carlos Gardel… y este otro señor es Irineo Leguisamo…
Esa relación de Susini con Gardel parece ser el fundamento de un hecho histórico en la carrera del Zorzal:
-Después con Carlos Gardel se conocen mucho y en un momento lo revisa y le dice que tenía una deformación en las cuerdas vocales, que tenía un semitono más de lo normal, consecuencia de esforzar mucho su voz… Entonces le dice, ‘mire lamentablemente usted con Razzano se tiene que separar porque es totalmente diferente el tono de voz de uno con el tono de voz del otro…' Y le sugirió que se separase de Razzano porque ese dúo así no podía funcionar si él quería realmente continuar si carrera.
La increíble trayectoria de Enrique Telémaco Susini siguió luego de que abandonara Lumiton:
-Se dedicó al cine fuera del país y también dirigió durante siete u ocho años el Teatro Odeón… lo arrendó y allí se estrenaron las obras más importantes de ese momento. Puso en escena a Pirandello, por ejemplo. Y después se le ocurre hacer el Festival Internacional el festival del cine en Mar del Plata…
-¿Ese Festival del que nunca se habla, el de 1948?
-Exactamente, fue en ese año… Y ya era una etapa donde todo tenía que pasar por el gobierno y las actitudes individuales y la iniciativa propia eran un poco limitadas… Enrique y su grupo, en cambio, estaban acostumbrados a hacer… ellos decían vamos a hacer esto y lo hacían… Y ya entraban a una etapa en la que para todo se tenía que pedir permiso, donde todo tenía que estar sujeto a la aprobación gubernamental y entonces un poco bajan los decibeles y Enrique se lanza a hacer en Mar del Plata su festival de cine y quería convertirlo en algo similar al de Cannes…
-Luego, varios años después, se hizo el famoso festival de 1954…
-Sí, Enrique lo hizo en 1948 y en casa siempre hablaron de que lo boicoteaban porque no quería que él fuese el protagonista, querían que el protagonista fuese el gobierno… Boicotearon mucho ese Festival y por eso no se siguió haciendo por algunos años…
En los archivos se puede encontrar un noticiero de marzo de 1948, donde se lo ve a Enrique Telémaco Susini dirigiendo la preparación de ese Festival de Mar del Plata. Al menos, hay un documento.
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Enrique Telémaco Susini en el primer Primer Festival de Cine de Mar del Plata de 1948
En cambio, de la participación de Susini en la llegada de la televisión a la Argentina apenas tenemos -por ahora- el testimonio de su sobrino nieto:
-Ellos, el grupo, en los años 30 ya querían traer la TV a la Argentina y pelearon mucho para eso pero se encontraban siempre con alguna traba o con algún tema gubernamental que les restaba apoyo. Cuando se lanzan con Lumiton prepararon mucha gente, muchísima gente… Las instalaciones los escenarios del Festival de Cine de Mar del Plata los hicieron los carpinteros de Lumiton… Enrique decía “bueno, tenemos un nuevo proyecto…” y salían todos corriendo, los técnicos, los tiracables, los carpinteros, los iluminadores… Siempre eran los mismos , un equipo que se repetía. Y esa gente es la que él lleva a la televisión…
Era 1951. Ya no era la radio, tampoco Vía Radiar, ni Lumiton, ni el Festival. Ahora, Susini tenía el propósito de desarrollar la televisión:
-Estamos en plena época de Perón, necesitamos un interlocutor válido… entonces piden una audiencia con el presidente. Enrique va con Guerrico, que era un genio en la parte técnica… Venían estudiando todo, habían estado en EEUU y en Europa para ver qué sistema era el más conveniente… Perón les concede la reunión y los acompaña Jaime Yankelevich, que estaba a cargo de la parte comercial. A Jaime ya lo conocían ellos de los años 20 por la radio, porque Jaime era proveedor de los equipos de radio con su negocio de la calle Entre Ríos.
-Y lo van a ver a Perón…
-Sí, lo van a ver y para sorpresa de ellos en el despacho también estaba Evita, que fue la gran promotora porque cuando empezaron a hablar ella ya estaba al tanto de todo. Perón le dice… mire doctor, ya sabemos cuál es el motivo de su visita antes de que usted me diga nada y para que no se inquiete le digo que su proyecto ya está aprobado. Queremos traer la televisión acá y es más… si no lo hago, Evita no me deja entrar a la habitación… Así que sí o sí tengo que traer la TV a la Argentina…
Fue entonces cuando habló Evita:
-Ella lo miró a Enrique y le dijo…”Yo quise estar en esta reunión porque le quería agradecer… Una vez a mi me dijeron que no podía trabajar en Radio Belgrano porque era la amante de un coronel y me quedé fuera de Radio Belgrano, me cerraron las puertas … usted se enteró, llamó inmediatamente a Radio Belgrano y usted tuvo un gesto muy noble conmigo, intercedió y dijo que una persona no podía quedarse sin su trabajo por cuestiones personales…”
Cuando se hizo la primera transmisión de la televisión argentina, Enrique Telémaco Susini no sólo era el Director General del Canal 7 sino que además fue el primer camarógrafo.
Pocos meses después, disgustado por determinadas circunstancias políticas, se alejó de la televisión.
Pronto tuvo nuevos proyectos. Su sobrino nieto Gonzalo Susini los detalla:
-Estuvo en 1957 en el Festival de la Vendimia en Mendoza y puso por primera vez pantallas gigantes en el escenario… Y también fundó Telpin, la empresa telefónica de Pinamar, la primera cooperativa telefónica…Tenía una energía imposible de alcanzar… luego invitaba a todos los operarios a comer en su casa, cocinaba él… ¡y terminaba cantado y tocando en un piano de cola!…
Una persona normal pasa a la historia con una sola de las creaciones de Enrique Telémaco Susini. Apenas una de estas actividades cubren la vida entera de alguien con pasta de emprendedor.
Pero él fue un caso excepcional. Quizás alguna vez haya que contar su historia en una miniserie. O en una comedia musical.
Este cronista lo conoció personalmente, en 1967, cuando lo entrevistó en su casa de la calle Arroyo para el Noticiero 13.
Si esa entrevista se hiciese hoy, seguramente Susini nos diría que Facebook, Instagram, Zoom o StreamYard ya fueron.
Y nos sorprendería con algo nuevo para reemplazarlos.
José Agustín Flores, más conocido como José Asunción Flores,
nació en Asunción, Paraguay, el 27 de agosto de 1904, y murió en Buenos Aires,
Argentina, el 16 de mayo de 1972. Compositor.
El sitio www.biografiasyvidas.com
publicó este recordatorio
José Asunción Flores
(La Chacarita, Asunción, 1904 - Buenos Aires, 1972) Músico
paraguayo creador de la guarania, una forma de canción lenta que constituye el
género más característico de la música nacional paraguaya junto con la polca.
Aunque su verdadero nombre era el de José Agustín Flores, se le conoció popularmente
por José Paraguay o por su nombre artístico de José Asunción.
Nacido en el seno de una familia muy humilde que vivía en un
destartalado rancho de La Chacarita (poblado marginal de los suburbios de la
capital paraguaya), mostró desde su temprana niñez una especial aptitud para la
música. Sus padres, faltos de recursos económicos para enviarlo al
conservatorio o a una academia de estudios musicales, fiaron su formación a la
Banda Municipal de la Policía de Asunción, en la que fue admitido como aprendiz
cuando sólo contaba once años de edad.
José Asunción Flores
Fue allí su maestro el músico Félix Fernández, quien le
instruyó como solista de trombón, bajo la batuta de grandes directores como
Mariano Godoy, Eugenio Campanini, Nicolino Pellegrini y Salvador Déntice. Ya en
su adolescencia, pasó al Gimnasio Paraguayo y estudió violín bajo el magisterio
de Fernando Centurión y Carlos Esculies.
Inclinado muy pronto hacia la composición musical, a los
dieciocho años creó su primera pieza, una polca titulada Manuel Gondra (1922)
que dedicó a su padrino. Tres años después, tras haber investigado a fondo la
raíces folklóricas del Paraguay, creó su primera guarania, un tipo de canción
lenta inspirado en fuentes tradicionales, aunque con un ritmo y una estructura
bien diferentes. Este género musical gustó mucho a las clases populares, que
pronto lo incorporaron al acervo cultural paraguayo y lo asimilaron con
entusiasmo, hasta el extremo de que hoy se considera parte del folklore musical
de la nación.
La trayectoria artística de José Asunción Flores cobró un
impulso inesperado en 1928, a raíz del encuentro del compositor asunceno con el
poeta Manuel Ortiz Guerrero, natural de Guaira, quien no sólo puso la letra a
algunas de las melodías más célebres de Flores, sino que también le influyó
poderosamente tanto en su forma de ser como en su manera de entender la
creación artística. Ortiz Guerrero, que cultivaba la lírica de tipo tradicional
en castellano y en guaraní, era autor de algunos de los mejores poemas escritos
en la lengua de los indígenas paraguayos, como el célebre Nde rendápe ayú
(Vengo a tu encuentro), musicado por Flores.
Consagrado, en fin, como uno de los grandes compositores de
su tiempo, su fama se extendió pronto a otros muchos rincones de Hispanoamérica.
A este prestigio contribuyó su éxito en diferentes convocatorias celebradas en
el Cono Sur, como el Certamen Internacional de Bandas que tuvo lugar en Buenos
Aires en 1929, donde José Asunción Flores se alzó con el premio al mejor
instrumentista.
El estallido de la Guerra del Chaco (1932-1935), un
conflicto territorial que enfrentó a Paraguay y Bolivia por la consecución de
una vía de salida al mar, despertó la conciencia cívica y política del artista
asunceno. Tras tomar parte activa en la lucha armada, se afilió al Partido
Comunista y empezó a defender ardorosamente las causas de los grupos sociales
más desfavorecidos, hasta que fue catalogado de agitador revolucionario por las
autoridades de su país. Como tantos otros artistas e intelectuales paraguayos
del siglo XX, Flores se vio obligado a abandonar de su patria camino del
exilio.
Afincado en Buenos Aires, José Asunción Flores fundó allí su
propia agrupación musical, a la que bautizó con el nombre de Orquesta Ortiz
Guerrero, en recuerdo de su malogrado amigo, que había fallecido víctima de la
lepra. Pronto alcanzó notables éxitos al frente de este colectivo, tanto en
actuaciones en directo como en sus primeras aventuras discográficas.
El triunfo, en su patria, de la Revolución febrerista (17 de
febrero de 1936) permitió al compositor regresar a un Paraguay reformista e
igualitario, presidido por el coronel Rafael Franco, cuyo gobierno garantizó la
seguridad de los exiliados que quisieran retornar a la patria. Entre ellos
figuraba el revolucionario Flores, de inmediato distinguido por el nuevo
régimen izquierdista con el cargo de director de la Orquesta Foklórica Guaraní
y con un puesto docente en la Escuela de Enseñanza Primaria Musical de
Asunción. Pero, al cabo de un año y medio, el golpe de estado militar del 13 de
agosto de 1937, que puso al frente del Gobierno al conservador Félix Paiva, le
forzó nuevamente al exilio.
Desde Buenos Aires, Flores siguió desplegando una fecunda
trayectoria artística que habría de añadir aún más éxitos a su ya brillante
palmarés. Así, compuso una guarania que, bajo el título de India, fue declarada
Canción Nacional por el Gobierno paraguayo en 1944. Cinco años después, ya
afincado de nuevo en su patria, el gobierno le honró también con una de las
condecoraciones más prestigiosas de su país, la Orden Nacional del Mérito, que
el artista comprometido con la causa revolucionaria rechazó de inmediato por el
asesinato de estudiantes izquierdistas. En respuesta a esta actitud, las
autoridades paraguayas le tacharon de traidor, y Flores hubo de volver a su
exilio bonaerense.
Miembro del Comité Central del Partido Comunista Paraguayo
desde 1950, el compositor desplegó una intensa actividad política en la década
de los cincuenta, en la que se incorporó al plantel de delegados oficiales al
Consejo Mundial por la Paz. En el ejercicio de las funciones que este cargo
llevaba implícitas, visitó en varias ocasiones la Unión Soviética, donde
alternó sus labores políticas con la grabación de nuevos discos y la
presentación de algunas de sus obras anteriores.
Su brillante carrera musical tomó un nuevo rumbo en 1954,
año en el que, tras concebir el ambicioso proyecto de llevar a cabo una
"jerarquización de la guarania" (según sus propias palabras), comenzó
a componer obras sinfónicas que estrenó con gran éxito de crítica y público en
Buenos Aires y Rosario (Argentina). Entretanto, no descuidaba su intensa
actividad política, que le volvió a llevar a la Unión Soviética a finales de
los años sesenta. Flores aprovechó este viaje para consolidarse como músico en
la nación comunista, asumiendo circunstancialmente la dirección de la Orquesta
de la Radio y Televisión de Moscú, y grabando y editando algunas de sus obras
más representativas, como Ñanderuvusu y María de la Paz. Paradójicamente,
mientras cosechaba este éxito internacional, se veía silenciado como artista en
su propio país. Algunas de las grabaciones soviéticas de Flores tuvieron que
entrar de forma clandestina al Paraguay, donde Flores estaba proscrito por el
Gobierno del dictador Alfredo Stroessner.
Esta larga y ominosa dictadura impidió que José Asunción
Flores volviera a pisar su patria. Afincado en su amado Buenos Aires, contrajo
una penosa enfermedad, el mal de chagas, una dolencia endémica en determinadas
regiones del Centro y el Sur de América, que le llevó a la tumba a mediados de
mayo de 1972. Los restos mortales de Flores hubieron de reposar durante cerca
de veinte años en la Argentina, sin que nadie autorizase su repatriación al
Paraguay de Stroessner. En 1991, dos años después del derrocamiento del
dictador, fueron finalmente traslados a Asunción, en medio de una serie de
homenajes al compositor que incluían la imposición de su nombre a un anfiteatro
de la ciudad de San Bernardino.
Autor de una de las producciones más prolíficas de la
historia de la música hispanoamericana, los méritos de José Asunción Flores se
agigantan si se tiene en cuanta que no recibió una formación musical completa y
tan esmerada como la de otros autores; a pesar de ello, tuvo la audacia de ser,
entre los compositores musicales paraguayos, el primero en adentrarse en el
campo sinfónico buscando una identidad nacional. Entre sus poemas sinfónicos,
de corte romántico e influidos por la música de Richard Wagner (1813-1883),
cabe citar Pyhare Pyte (Noche Profunda, 1954), Ñanderuvusu (Génesis de los
Guaraníes. Nuestro Padre Creador, 1957) y María de la Paz (1961).
Pero Flores tuvo sobre todo el acierto de crear una nueva
forma musical, la guarania, que fue asimilada de inmediato por el pueblo
paraguayo, otorgándole rango de música autóctona y popular. Durante su larga
etapa de artista perseguido por el régimen de Stroessner, muchos intelectuales
afectos a la dictadura intentaron desprestigiar al compositor acentuando su
escasa formación académica y poniendo en circulación el infundio de que Flores
no era el auténtico creador de la guarania, sino el poeta Ortiz Guerrero. En
realidad, Ortiz Guerrero puso nombre a dicho género y compuso los primeros
versos que sirvieron de letras a las composiciones musicales de Flores, genuino
creador de un ritmo nuevo y original. Inspirada en la polca, la guarania posee
un ritmo más lento que acentúa la melancolía de los textos a los que acompaña.
Flores compuso numerosas guaranias, la mayor parte de ellas con letras de los
poetas Manuel Ortiz Guerrero y Rigoberto Fontao Meza. También musicó algunos
textos de Carlos Federico Abente y compuso algunas piezas instrumentales.
A continuación, recordamos a José Asunción Flores en el día de su nacimiento, con la guarania India, en la versión de Ismael Ledesma en arpa paraguaya, y Virgilio Rojas y Kike
Lucena en guitarras.