martes, 28 de febrero de 2023

El Mirador Nocturno – Radio / Compositores Bohemios – Zdeněk Fibich


El Mirador Nocturno – Radio / Compositores Bohemios – Zdeněk Fibich

Hoy les presento el 4º programa de La Música de Todos Los Tiempos, dedicado a Zdeněk Fibich, con la Sonatina en Re Menor para Violín y Piano Op. 27, el Cuarteto para Piano en Mi Menor Op. 11, la Suite para Orquesta Impresiones del campo Op. 54, el Poema Sinfónico Záboj, Slavoj a Luděk Op. 37, Poema, en dos versiones: la original para piano, y la orquestal, y la Sinfonía Nº 1 en Fa Mayor Op. 17.

Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.

Molly Picon


Małka Opiekun, más conocida como Molly Picon, nació en Nueva York, Estados Unidos, el 28 de febrero de 1898, y murió en Lancaster, Pensilvania, Estados Unidos, el 5 de abril de 1992. Actriz y cantante.

El sitio www.imdb.com publicó este recordatorio.

Molly Picon

Con apenas 5 pies de altura, la pequeña "yente" con un gran talento expresivo y un brillo travieso en los ojos, el ícono yiddish Molly Picon, entretuvo al público de teatro, radio, televisión y cine durante más de siete décadas. Nacida como Malka Opiekun de padres judíos polacos en Nueva York el 28 de febrero de 1898, ayudaría gradualmente a popularizar la cultura yiddish en la corriente principal estadounidense y en el extranjero. Criada en Filadelfia, comenzó a actuar a los 5 años en rutinas de canto y baile.

Irrumpiendo en el gran momento con un acto de vodevil llamado "The Four Seasons" en 1919, finalmente se hizo un nombre cómico entrañable como la "Sweetheart of Second Avenue" del distrito de teatro yiddish del Lower East Side de Nueva York. La infatigable Picon era un verdadero cable en vivo e interpretó personajes muy amplios, seguros y dominantes en el escenario, lo que terminó dificultando que la tomaran en serio en piezas dramáticas.

El matrimonio de Molly en 1919 con el dramaturgo yídish y estrella de teatro Jacob Kalich fue fructífero. Se convirtió en su mentor, colaborador, coprotagonista, autor de muchas de sus obras populares y el director de su carrera. Molly y su esposo recorrieron gran parte de Europa en 1921 para que ella pudiera perfeccionar su yiddish. Después de regresar a los Estados Unidos, protagonizó más de 200 producciones en yiddish, interpretando versiones cómicas de "The Working Goil" y "The Story of Grandma's Shawl".

En cuanto al cine, apareció en películas en yiddish/judío como Hütet eure Töchter (1922) y Ost und West (1923). Cuando llegara el advenimiento del sonido, sería recordada con cariño por sus exhibiciones en lengua materna de los años 30, en particular en Yidl mitn fidl (1936), la historia de un músico ambulante que se viste de niño para evitar avances masculinos injustificados y como un yiddish. Cenicienta, una hija obediente pero poco apreciada que se preocupa por su padre y su numerosa familia, en Mamele (1938), la última película judía realizada en Polonia. Durante una viñeta musical, Picon interpreta a la abuela de su personaje en varias etapas de la vida. En 1931 abrió el Teatro Molly Picon en Nueva York y en 1934 tenía su propio programa de radio.

Una de las mejores narradoras de Estados Unidos, Molly hizo su debut en Broadway de habla inglesa en 1940 como una viuda judía en la dramática "Morning Star", luego regresó en 1942 con su oferta musical en yiddish "Oy Is Dus a Leben!" y con la comedia de 1948 "Por el amor de Dios, madre". Mantuvo una fuerte presencia en el escenario durante las décadas de 1940 y 1950, ya que también incluyó más y más obras de habla inglesa. En la década de 1960 regresó a Broadway con encantadoras apariciones en "Milk and Honey", How to Be a Jewish Mother" y "The Front Page".

Molly creció con una facilidad deliciosa en papeles de matrona, se convirtió en sinónimo de la "mamá judía" bien intencionada pero autoritaria y mimosa. Tales papeles cinematográficos divertidos e imperturbables se encontrarían en la comedia social Si mi alcoba hablase (1963) como la madre italiana entrometida de Sinatra; el musical El violinista en el tejado (1971) como Yente, la casamentera de principios de siglo (su esposo tuvo un papel secundario como Yankel); la encantadora madame en la divertida comedia ¿Qué diablos pasa aquí? (1974) protagonizada por Barbra Streisand; y como Mom Goldfarb en los vehículos de acción de Burt Reynolds Los locos del Cannonball (1981) y Los locos del Cannonball II (1984). Molly también comenzó a abrazar la televisión de vez en cuando, apareciendo con un efecto humorístico y conmovedor en programas tan populares de los años 60 como "Dr. Kildare", "Gomer Pyle" y "Car 54, Where Are You?"

Tras la muerte de su marido en 1975, Molly se desaceleró considerablemente. Sufrió la enfermedad de Alzheimer en sus últimos años y murió a los 94 años. Picon escribió su primera biografía sobre su familia en So Laugh a Little en 1962, y mucho más tarde (1980), su autobiografía, Hello, Molly! Fue incluida en el Salón de la Fama del Teatro Americano en 1981. Conocida indirectamente como el "Charlie Chaplin judío" y la "Helen Hayes judía", era una patriota y humanitaria de corazón, con una energía, creatividad y capacidad para entretener que no podía No puedo evitar convertirla en una de las ciudadanas más queridas del entretenimiento.

- Mini biografía de IMDb Por: Gary Brumburgh / gr-home@pacbell.net

A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con Abi Gezunt, de la película Mamele, de 1938.

lunes, 27 de febrero de 2023

Freddie Keppard


Freddie Keppard nació en Nueva Orleáns, Estados Unidos, el 27 de febrero de 1890, y murió en Chicago, Estados unidos, el 15 de julio de 1933. Cornetista.

El sitio www.apoloybaco.com publicó este recordatorio.

Freddie Keppard.

El cornetista, Freddie Keppard, practicó de niño varios instrumentos como el violín o la mandolina, pero tras que Adolphe Alexander le enseñara el uso de la corneta ya no volvió a cambiar de instrumento. Su debut se produjo en la localidad de Spanish Fort con la jazz band de Johnny Brown; en 1907 constituyó la «Olympia Orchestra» valiéndose de la aportación de Alphonse Picou, Joe Petit y Eddie Vinso. Al mismo tiempo alternaba sus actuaciones con la Eagle Band de Frankie Dusen. Muy popular entre sus vecinos, actuaba en prácticamente todos los clubes y cabarest de New Orleáns de primeros de siglo como el «Pete Lala’s» o el «Few Clothes».

En 1912 se unió a Bill Johnson que había conseguido un excelente contrato en Los Ángeles y juntos formaron la «Original Creole Orchestra». Con esa formación efectuó una amplísima gira por los Estados Unidos bajo el patrocinio de «Orpheum Circuit». En una de esas giras tuvo un duelo con el pianista Jelly Roll Morton que siempre le consideró como el mejor cornetista de New Orleáns y el legítimo heredero del legendario Budy Bolden. La Original Creole Orchestra renunció a ser grabada en disco por la compañía Victor en 1918, que le ofrecía un suculento contrato, porque temían ser copiados por bandas rivales. Freddie Keppard se trasladó Chicago y allí tocó en el «Logan Square Theatre»  en otros famosos cabarets del South Side. En 1920 estuvo en el Royal Gardens con Joe King Oliver y poco más tarde en el Lorraine Club con Jimmie Noone.

En 1922 y cuando ya su toque de corneta había perdido parte de su frescura, grabó sus primeros discos con la formación de Erskine Tate en el «Vendome Theatre» y posteriormente con la formación de Doc Cook. Mejores registros fueron los realizados entre 1926 y 1927 ya con una técnica de grabación sensiblemente mejor. En ellas Keppard demostró poseer un ataque potentísimo, dirigiendo al resto del grupo con tal brío que dejaba intuir la garra que había tenido en sus años juveniles cuando era considerado por sus coetáneos el sucesor de Budy Bolden. En su últimos años de actividad dirigió una orquesta propia «La Rue’s Dreamland» de Chicago y actuó a continuación con la formación de Charles Elgar en el Savoy Ballroom. Su estado de salud le retiro definitivamente de la escena en 1933. Cuando falleció contaba apenas 44 años.

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con Salty Dog.

domingo, 26 de febrero de 2023

Shalom – La comunidad judía de la Islas Baleares


Shalom – La comunidad judía de la Islas Baleares

La comunidad judía de Mallorca tiene una época de apogeo pero también de intolerancia cuya huella continúa en el tiempo, desde las calles del 'antiguo Call'. El Ayuntamiento de Palma ha tratado, a través de diferentes proyectos, poner en valor el legado de los judíos de Mallorca.

Hacé click en el enlace para ver el programa.

https://www.rtve.es/play/videos/shalom/comunidad-judia-islas-baleares/6820424/

Guillermo Fernández-Shaw


Guillermo Fernández-Shaw Iturralde nació en Madrid, España, el 26 de febrero de 1893, y murió en su ciudad, el 17 de agosto de 1965. Libretista de zarzuela.

El sitio www.dbe.rah.es publicó este recordatorio Firmado por Carlos Fernández-Shaw Baldasano

Guillermo Fernández-Shaw e Yturralde

Biografía

Fernandez-Shaw e Yturralde, Guillermo. Madrid, 26.II.1893 – 17.VIII.1965. Dramaturgo y libretista.

Eran sus padres Carlos Fernández Shaw y Cecilia de Yturralde. Estuvo casado con María Pepa Baldasano y el matrimonio contó con cuatro hijos.

Pasó su juventud en Madrid, acudiendo a las clases particulares que se impartían en el Colegio de la Concepción, que acogía a lo más prometedor de la intelectualidad madrileña. Allí conoció a muchos jóvenes cuya amistad le fue muy provechosa en su vida.

Cuando llegó el momento se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Central y, más tarde, en la Facultad de Filosofía y Letras. El atentado de Mateo Morral, contra los Reyes recién casados, don Alfonso y doña Victoria Eugenia, fue presenciado por Carlos Fernández-Shaw y le provocó una grave enfermedad psíquica, circunstancia que cortó los planes de estudio de Guillermo, quien hubo de dedicarse al cuidado de su padre.

Al morir Carlos Fernández-Shaw, su hijo heredó su puesto como periodista en el diario La Época, así como la amistad con el joven escritor Federico Romero, quien había aspirado a colaborar con Carlos Fernández-Shaw. Tal fallecimiento prematuro fue la causa de que comenzara la colaboración entre Romero y el joven Fernández-Shaw, colaboración que duró hasta 1947. A partir de dicha ruptura cada uno de ellos continuó por separado sus tareas teatrales, Guillermo, en su mayor parte, en unión de su hermano Rafael.

Complementariamente a la dedicación mayoritaria al teatro y especialmente al género de la zarzuela, después de 1939 continuó con su vocación periodística y dirigió en el curso de muchos años la revista Cortijos y Rascacielos y colaboró con diversas agencias de prensa. Por otra parte, cultivó el género de la conferencia y, en tal faceta, viajó a la República Argentina, Paraguay, México, Colombia, Guatemala, Estados Unidos y Canadá. En el verano de 1954, dirigió por invitación del Teatro Colón, una temporada de zarzuela en el Parque Palermo de Buenos Aires. También se dedicó con acierto a traducir al castellano diversas obras del francés y del catalán.

En el momento de su muerte desempeñaba el cargo de director de la Sociedad General de Autores de España.

Obras de~: Teatro con F. Romero: La Canción del Olvido (zarzuela), música de J. Serrano, Valencia, 1916; La Sonata de Grieg (balada noruega), música de E. Grieg, Valencia, 1916; Los Fanfarrones (farsa lírica), música de E. Granados, Barcelona, 1920; Las Delicias de Capua (zarzuela), música de E. Rosillo, Madrid, 1921; La Serranilla (balada lírica), música de E. Rosillo, Barcelona, 1921; Doña Francisquita (comedia lírica), música de A. Vives, Madrid, 1923; El Dictador (zarzuela), música de R. Millán, Barcelona, 1923; La sombra del Pilar (zarzuela), música de J. Guerrero, Barcelona, 1924; Blancaflor (farsa lírica), música de J. A. Martínez, Valencia, 1926; El Caserío (comedia lírica), música de J. Guridi, Madrid, 1926; La Villana (zarzuela), música de A. Vives, Madrid, 1927; Las Alondras (comedieta lírica), música de J. Guerrero, Madrid, 1927; La Morería (zarzuela), música de R. Millán, Madrid, 1928; Los Flamencos (sainete lírico), música de A. Vives, Madrid, 1928; La Meiga (zarzuela), música de J. Guridi, Madrid, 1928; La rosa del azafrán (zarzuela), música de J. Guerrero, Madrid, 1930; La moza vieja (zarzuela), música de P. Luna, Madrid, 1931; Luisa Fernanda (comedia lírica), música de F. Moreno Torroba, Madrid, 1932; El bautizo de “Fígaro” (estampa romántica), con ilustraciones musicales de A. Vives, Madrid, 1931; El Aguaducho (entremés), música de F. Moreno Torroba, Madrid, 1932; Un hombre vulgar (paso de comedia), 1932; Talismán (comedia lírica), música de A. Vives, Madrid, 1932; La labradora (zarzuela), música de L. Magenta, Madrid, 1933; La chulapona (comedia lírica), música de F. Moreno Torroba Madrid, 1934; Luna de mayo (opereta), música de E. Rosillo Madrid, 1934; No me olvides (opereta lírica), música de P. Sorozábal, Madrid, 1935; La Cibeles (sainete lírico), música de J. Guerrero, Madrid, 1936; La tabernera del puerto (romance marinero), música de P. Sorozábal, Barcelona, 1936; Monte Carmelo (comedia lírica), música de F. Moreno Torroba, Madrid, 1939; La Rosario, o La rambla de fin de siglo (sainete lírico), música de P. Sorozábal, Barcelona, 1940; ¡Cuidado con la pintura! (sainete lírico), música de P. Sorozábal, Barcelona, 1940; Tres solteros inocentes (comedia), Barcelona, 1940; Juan Lucero (romance popular), música de Á. Barrios, Madrid, 1941; Pepita Romero (zarzuela de cámara), música de M. Quiroga, Madrid, 1943; Bolero (comedia), Valencia, 1943, Loza lozana (zarzuela), música de J. Guerrero Madrid, 1943; Mimí Pinsón (opereta romántica), música de M. Vila Piqué, Madrid, 1944; Peñamariana (retablo popular), música de Jesús Guridi, Madrid, 1944; Mambrú se a la guerra (opereta), música de J. Dotrás Vila, Barcelona, 1945; Los pájaros (comedia), Madrid, 1947. Teatro con R. Fernández- Shaw: La Empresa de “Clavileño”, escenas tomadas de un capítulo del Quijote, música de F. Alonso, San Lorenzo del Escorial, 1947; Un día de primavera o Las apariencias engañan (sainete lírico), música de J. Romo, Madrid, 1947; La Duquesa del Candil (zarzuela), música de J. García Leoz, Madrid, 1949 (Premio Ruperto Chapí, para obras líricas, de 1949) ; Byron en Venecia (opera de cámara), música de E. Aunós, Madrid, 1949; A todo color (fantasía de gran espectáculo), música de M. Parada, Madrid, 1950; Colorín, colorao... este cuento se ha acabao (fantasía de gran espectáculo), música de M. Parada, Madrid, 1950; La Lola se va a los puertos (zarzuela), música de Á. Barrios, Madrid, 1951 (Primer Premio en el Concurso Nacional de Teatro Lírico de 1951); El canastillo de fresas (zarzuela), música de J. Guerrero (obra póstuma de compositor), Madrid, 1951; El Gaitero de Gijón, música de J. Romo, Madrid, 1953; ¡Contigo siempre! (comedia lírica), música de M. Parada, 1954; María Manuela (zarzuela), música de F. Moreno Torroba, Madrid, 1957; Sol de Levante (zarzuela), música de E. Rosillo, s. l., 1965.

Escritos: Sigfrido, poesía, 1909; M. Saperas, Piedad, trad. en verso castellano de ~, Barcelona, Luis Miracle Edit., 1939; M. Saperas, Paisajes, trad. en verso castellano de ~, Barcelona, Edit. Políglota Altés, 1941; M. Saperas, Carlos de Viana, tragedia en cinco actos, trad. de ~, Pamplona, Leyre, 1943; H. Chandebois, La lección de Fray Juan de la Cruz, trad. de ~, Barcelona, Editorial Ariel, 1942; Las mujeres en el teatro quinteriano: recuerdo y guión de un homenaje, Madrid, Langa, c. 1945; Pregón de la Feria de San Lorenzo el Real de El Escorial (noche del 9 de agosto de 1946), Escorial, Imprenta del Monasterio, 1946; Romería de Gracia, crónica pastoral en cuatro tiempos, Madrid, Langa y Cía., 1947; Episodios del “Quijote”: espectáculo compuesto por cuatro estampas y varios enlaces, preludios, intermedios y dos números finales de E. Aunós y J. L. Lloret, recitados en verso de ~ , Madrid, Langa, 1947; (ed.), Estampas isabelinas: Aportación a las fiestas del V Centenario de los Reyes Católicos, Madrid, 1951; Pregón de la romería de la Virgen de Gracia, Madrid, Imprenta Langa y Cía., 1955; Larga historia de ‘La Vida Breve’, Madrid, SGAE, 1964 (Madrid, Revista de Occidente, 1972); Un poeta de transición. Vida y obra de Carlos Fernández Shaw (1865-1911), Madrid, Gredos, 1969.

Fuentes y bibl.: Biblioteca de la Fundación Juan March, Archivo de Carlos Fernández-Shaw y de Guillermo Fernández-Shaw Yturralde.

V. J. Cincotta, Zarzuela. The Spanish Lyric Theatre. A complete reference, Australia, University of Wollongong Press, 2002, págs. 409-411; E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Zarzuela. España e Hispanoamérica, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2002, págs. 766-767.

Carlos Fernández-Shaw Baldasano

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con el Primer concierto del ciclo Zarzuela cómica de la Fundación Juan March.

Carlos, Guillermo y Rafael Fernández-Shaw ocuparon un papel prominente en el panorama zarzuelístico de finales del XIX y principios del XX. Este concierto, que incluye una narración teatralizada de la vida de Guillermo, rinde homenaje a este autor, que junto a Federico Romero, escribió los libretos de La canción del olvido, con música de José Serrano, El Caserío con música de Jesús Guridi, Las alondras, con música de Jacinto Guerrero, o La chulapona, con música de Federico Moreno Torroba.

Antología de zarzuelas con libretos de la saga Fernández-Shaw de los compositores Jesús Guridi, Ernesto Rosillo, Jacinto Guerrero, Quinito Valverde, José Serrano, Federico Chueca, Ruperto Chapí, Federico Moreno Torroba y Francisco Asenjo Barbieri, en las voces de Carmen Solís, soprano; Carlos Crooke, tenor acompañadps en piano por Aurelio Viribay en piano.

sábado, 25 de febrero de 2023

El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Jaia Ben Dov.


El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Jaia Ben Dov.

Cecilia Levit produce semanalmente este programa que se emite por Radio Sefarad.

Jaia Ben Dov (Van der Ham): una gran familia

TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON CECILIA LEVIT – Jaia Van der Ham nació en Ámsterdam en 1935, en una familia religiosa y sionista que soñaba algún día con llegar a la tierra de Israel. En mayo de 1940 la Alemania Nazi invade Holanda y la vida de Jaia cambia de manera radical. En 1943 comienzan las deportaciones al campo de tránsito de Westerbork y desde allí a los campos de exterminio de Auschwitz Birkenau y Sobibor. Sus padres contactan con la resistencia holandesa y entregan a Jaia y a su hermana Shula al matrimonio de Nellie y Antoine Helmer. A lo largo de dos años ambas niñas vivirán en un pueblo alejado de Ámsterdam y gracias a la protección de sus salvadores lograrán sobrevivir. Los padres de Jaia fueron asesinados en mayo de 1943 en el campo de exterminio de Sobibor. Cuando finaliza la guerra las niñas son adoptadas por sus tíos Nathan y Elisheva Dasberg. Ellos levantarán un orfanato para niños judíos sobrevivientes y allí retomarán su judaismo. En 1948 Jaia, su hermana y sus tíos junto a sus hijos se trasladaron al Estado de Israel. Siempre mantuvieron contacto con Nellie y Antoine Helmer quienes fueron nombrados Justos entre las Naciones.

Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.

Camille Saint-Saëns. Concierto para Violonchelo y Orquesta Nº 1 en La Menor Op. 33. Jungran Lee.


A continuación, de Camille Saint-Saëns, el Concierto para Violonchelo y Orquesta Nº 1 en La Menor Op. 33, en la versión de Jungran Lee, junto a la Orquesta Filarmónica de Bucheon, dirigida por Jin Suh.

Alicia de Battenberg


Victoria Alice Elizabeth Julia Marie Battenberg, más conocida como Alicia de Battenberg, nació en el Castillo de Windsor, Windsor, Reino Unido, el 25 de febrero de 1885, y murió en el Palacio de Buckingham, Londres, Reino Unido, el 5 de diciembre de 1969. Princesa de Grecia y Dinamarca, Justa entre las Naciones.

El sitio www.aurora-israel.co.il publicó este recordatorio.

Aurora 

11 septiembre, 2022

La extraordinaria vida de Alicia de Battenberg, abuela de Carlos, el nuevo rey de Gran Bretaña

Salvó judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

El príncipe Felipe planta un árbol en memoria de su madre, la princesa Alicia, durante la ceremonia en Yad Vashem, el 30 de octubre de 1994. – Foto: Yad Vashem

Alicia de Battenberg, madre del duque Felipe de Edimburgo fue uno de los personajes más enigmáticos de la realeza, entró en un sanatorio, se ordenó monja y salvó a judíos de los nazis.

Siempre fue excéntrica y misteriosa. Alicia nació dentro del Castillo de Windsor (un inexplicable privilegio). Era nieta de la reina Victoria, se casó con el príncipe Andrés de Grecia en 1903 y fue honrada y recibió múltiples regalos de dignatarios extranjeros. Uno de los más resaltables fue el regalo del zar y zarina de Rusia que estaba valorado en más de $14 millones de dólares. Una tiara que posteriormente fue transformada en el anillo de pedida de matrimonio de la reina Isabel II. Pero la boda solo fue el inicio de una vida llena de extravagancia.

Castillo de Windsor – Foto: Wikipedia – CC BY 2.0

La década siguiente, Alicia y su esposo fueron forzados al exilio después de que la familia real fuese derrocada en Grecia en 1917. La pareja tuvo cinco hijos, cuatro de los cuales eran mujeres. Alicia “indignada por el trato recibido por su padre, prometió que su hijo, Felipe, jamás recibiría el mismo tratamiento y fue enviado a un internado en Inglaterra.

En 1930, la princesa sufrió una crisis religiosa, causa por la cual fue separada de su familia –incluyendo a Felipe, quien no tenía aún los 10 años– y fue internada en un sanatorio en Suiza. La princesa fue diagnosticada con esquizofrenia y expuesta a tratamientos médicos primitivos, –sus ovarios fueron sometidos a rayos X para terminar con su libido–. Según informes, la princesa nunca se habría reunido con Felipe hasta 1937, en el funeral de su hija -y hermana de Felipe- Cecilia, quien murió con su esposo y dos hijos en un accidente aéreo.

Después de ser dada de alta la princesa fundó la sociedad monástica de Marta y María, cuyo objetivo era capacitar a las hermanas para cuidar a los niños pobres y los enfermos. Como Madre Superiora Alicia-Isabel, recaudó fondos para comprar dos casas, una para albergar a convalecientes y la otra para capacitar a enfermeras.

Cuando la Segunda Guerra Mundial empezó, la princesa regresó a Grecia para trabajar para la Cruz Roja sueca. Pero la guerra dividió a la familia, tres de sus hijas se casaron con defensores de los nazis mientras su hijo Felipe se unió a la Marina Real Británica.

La princesa misma albergó a judíos perseguidos en su casa de Atenas durante el Holocausto y así salvó la vida de muchas personas. Años más tarde fue honrada póstumamente con los Justos de las Naciones por Yad Vashem.

Yad Vashem dice que la princesa visitaba regularmente a la familia y quería aprender más sobre su fe judía. Muchas veces Alicia no comía los alimentos que el régimen daba a cuentagotas para poder alimentar a los Cohen. En un momento, cuando oficiales de la Gestapo llegaron a la casa para interrogarla, la princesa usó su sordera para evitar responder a sus preguntas.

En 1967, se mudó al Palacio de Buckingham con el príncipe Felipe y la reina Isabel. Cuando Alicia murió en 1969, ya había regalado todas sus posesiones. Una nota que habría dejado a su hijo afirma: “Querido Felipe, sé valiente y recuerda que jamás te abandonaré y siempre me encontrarás cuando me necesites. Mi amor más devoto, tu vieja madre”.

Fue una santa y, de hecho, era una filántropa. Ella fundó una hermandad de enfermería, escondió a una familia judía durante la guerra y regaló todo lo que poseía.

En 1967, después del golpe militar que destronó a la monarquía en Grecia, Alicia voló a Londres por pedido de su nuera, Isabel II, quien la alojó en el Palacio de Buckingham.

Dos años después murió allí y, siguiendo su deseo, su cuerpo fue llevado a la Iglesia ortodoxa rusa de Santa María Magdalena, cuyas cúpulas de cebolla dorada se elevan desde el Monte de los Olivos, a las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Cerca suyo están las tumbas de su tía, la gran duquesa Elisabeth de Rusia, quien también había dedicado su vida a la caridad, fue ejecutada por los bolcheviques en 1918 y fue canonizada como una santa ortodoxa rusa.

Hace un par de años, la princesa Alicia recibió un homenaje del príncipe Guillermo al terminar su gira por el Medio Oriente al visitar la tumba de su abuela que se encuentra en el Monte de los Olivos en Jerusalén.

En 1994, cuando la princesa fue honrada póstumamente con el Justos de las Naciones, el príncipe Felipe se refirió a su madre con estas palabras: “sospecho que nunca se le ocurrió que sus acciones eran especiales. Ella era una persona con una profunda fe y consideraba como una acción totalmente humana ayudar a otros seres humanos en peligro”.

«Durante mucho tiempo me inspiré en las acciones desinteresadas de mi querida abuela, la princesa Alicia de Grecia, quién en 1943 en la Atenas ocupada por los nazis, salvó a una familia judía llevándolas a su casa y escondiéndolas”, dijo el príncipe Carlos, ahora Rey de Inglaterra, en el 5ª Foro Mundial del Holocausto celebrado en el centro conmemorativo del Holocausto Yad Vashem de la ciudad de Jerusalén.

Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.

viernes, 24 de febrero de 2023

La trágica muerte de 768 judíos que huían del nazismo en un barco que hundió un submarino soviético

El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este recordatorio firmado por Hugo Martín.

La trágica muerte de 768 judíos que huían del

nazismo en un barco que hundió un submarino

soviético

Sucedió el 24 de febrero de 1942. El Struma llevaba a bordo a judíos rumanos que escapaban del nazismo en su país,

aliado a Hitler. Fueron víctimas también de la geopolítica de la 2da. Guerra Mundial: los británicos se negaron a

aceptarlos en la tierra que luego fue Israel. La orden de Stalin para perjudicar a Alemania que marcó el final y

la historia del único sobreviviente

El Struma en una de sus últimas fotos, en el puerto de Estambul poco antes de explotar por el ataque de un submarino soviético
El Struma en una de sus últimas fotos, en el puerto de Estambul poco antes de explotar por el ataque de un submarino soviético

Era un barco viejo, que flotaba casi de milagro. Una cáscara de nuez que se hamacaba en el invierno por las heladas aguas del Mar Negro. El Struma había conocido épocas mejores a fines del siglo XIX, cuando era un yate de lujo británico y todavía se llamaba Xantha. Pero ahora, mientras la Segunda Guerra Mundial incendiaba Europa, ni siquiera estaba en condiciones de cumplir el destino al que había sido rebajado: la navegación por el río Danubio como transporte de ganado. El motor había sido arrancado de un buque que había naufragado, una sola canilla brindaba agua dulce, tenía apenas un baño con ocho retretes en pésimas condiciones -en rigor, agujeros-, la madera del casco se pudría sobre un armazón de hierro corroído y la radio funcionaba cuando quería. Además, carecía de chalecos salvavidas y tenía apenas dos botes en caso de un naufragio. Con suerte, en sus 15 metros de eslora por seis de manga podían navegar un centenar de personas. En la noche del 24 de febrero de 1942 se apiñaban 779 pasajeros, sumando los diez tripulantes de nacionalidad búlgara y el resto, todos judíos que escapaban de una muerte segura a manos de los antisemitas y nazis en Rumania a cambio de un costoso ticket. Un chispazo y el viaje -ya penoso de por sí- se convertiría en tragedia. Y fue lo que sucedió.

La Segunda Guerra Mundial había comenzado hacía poco más de dos años. El ejército alemán arrasaba con cualquier país que intentaba hacerle frente. En 1941, al espanto de la reclusión forzada en los campos de concentración, los nazis sumaron campos de exterminio para matar judíos: la macabra “solución final”. El Holocausto que pergeñó su abominable arquitecto, Adolf Eichmann. Las atrocidades fueron replicadas en cada país donde la svástica se imponía con su fuerza brutal. Y Rumania no fue la excepción.

El Struma en 1890, cuando era un yate británico conocido como Xantha
El Struma en 1890, cuando era un yate británico conocido como Xantha

En 1940, el Rey Carlos II, que intentaba mantener a su país en el pantanoso terreno de la neutralidad, abdicó en Bucarest. Asumió un militar pro nazi, Ion Antonescu, que casi de un plumazo aprobó 32 leyes contra los judíos y dictó 31 decretos en el mismo sentido. Adolf Hitler decidió enviar unos 300 mil efectivos a Rumania, pero reconoció a Antonescu como el Mariscal de ese país. Era una simulación de independencia, útil a sus fines. Al año siguiente, los alemanes ya controlaban el petróleo rumano -vital para sostener el andamiaje de la Wehrmacht, la maquinaria de guerra del Ejército- y el país pasó a colaborar con el Eje conformado por Alemania, Italia y Japón.

La seguridad de los judíos ya era mala en aquel país, pero un factor extra la hizo insostenible. Existía, desde 1927, una organización fascista, clerical y antisemita llamada la Legión de San Miguel Arcángel, luego conocida como La Guardia de Hierro. También los llamaban Camisas Verdes, por el uniforme que portaban. Azuzados por los alemanes, los nazis rumanos cometieron una infinidad de masacres. De los casi 800 mil judíos que vivían en Rumania antes de la Segunda Guerra Mundial, unos 420 mil fueron asesinados en apenas tres años. A veces, la monstruosidad de los crímenes en la propia Alemania nubla la visión de los cometidos en los países que se convirtieron en satélites del Tercer Reich.

En junio de 1941, en la ciudad de Iasi, más de 13 mil judíos fueron exterminados por turbas lideradas por la Guardia de Hierro, lo que es considerado el comienzo del holocausto en Rumania. Después de esa carnicería, metieron a 5 mil judíos en un “tren de la muerte” rumbo a un campo de concentración. Al llegar, sólo quedaban mil con vida.

Médicos rumanos examinan a deportados judíos de Iasi en el "Tren de la Muerte" de 1941
Médicos rumanos examinan a deportados judíos de Iasi en el "Tren de la Muerte" de 1941

Bogdanovka -hoy parte del territorio ucraniano- era una de esas “colonias” de la dictadura rumana donde se agolpaba a los detenidos de las regiones de Besarabia y Odessa. En noviembre 1941 se calcula que allí sobrevivían unos 54 mil judíos. A finales de ese mes se detectaron unos casos de tifus. La respuesta fue de una crueldad inusitada. En cuestión de días, a principios de diciembre, 40 mil judíos fueron asesinados. A los discapacitados y ancianos que se encontraban confinados los encerraron en galpones que rociaron con kerosene y prendieron fuego. Luego, en grupos de a 500, los llevaron a un bosque para fusilarlos. Casi todos los que aún quedaban con vida murieron congelados a orillas del río Bug del Sur.

A diferencia de lo que sucedía en Alemania, donde la masacre se intentó ocultar, allí el exterminio se hizo a la vista de todos. Pero en un alarde de cinismo supremo, los nazis alemanes reprobaron lo actuado por los rumanos. No porque censuraran la brutalidad contra los judíos, que celebraban. Sino porque, a diferencia de ellos, consideraban que los rumanos ejercían una violencia desorganizada, casi animal.

El mismo diciembre, Gran Bretaña y otros países del Commonwealth le declararon la guerra a Rumania. Estados Unidos lo haría en 1942. Antonescu advirtió que la guerra podía dar un barquinazo, como lo dio. Y en lugar de enviar a los judíos a la muerte, comenzó a cobrarles suculentas sumas de dinero a cambio de deportarlos. Por supuesto, los que habían sobrevivido a las masacres hacían todo lo posible por huir, ayudados por organizaciones judías. El destino más deseado por quienes escapaban del horror era el territorio de Eretz Israel, donde se asentaban los antiguos pueblos de Judá e Israel.

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El "Tren de la Muerte" enviado desde Iasi por los rumanos dejó cuatro mil muertos de los cinco mil que iniciaron el viaje
El "Tren de la Muerte" enviado desde Iasi por los rumanos dejó cuatro mil muertos de los cinco mil que iniciaron el viaje

Por entonces, el estado de Israel no existía. Recién fue creado en 1948. Ese territorio era Palestina, un protectorado británico. Durante el transcurso de la guerra, la monstruosidad de los campos de exterminio nazis aún no había estallado con la fuerza de una bomba en la cara del mundo. En ese momento era menester, para los británicos, tener a los árabes y su petróleo como aliados, y así evitar que negociaran el líquido vital con el Tercer Reich. La falta de combustible fue una de las causas, no la única, de la debacle militar de Alemania. De acuerdo al Libro Blanco de 1939, una suerte de reglamento que desde Londres imponía a ese territorio, sólo 75 mil judíos podrían ser aceptados como inmigrantes en el término de cinco años, para no romper el equilibrio previsto por Gran Bretaña con la población árabe. Pero la presión de la guerra hizo que la llegada de judíos fuera masiva. Los árabes comenzaron a protestar. Y los británicos optaron por negar el ingreso de judíos a la tierra de sus ancestros por fuera del cupo previsto.

El Struma y sus 74 años de fatigas en distintas aguas eran propiedad de un armador griego llamado Jean D. Pandelis, y navegaba bajo bandera panameña. A él lo contactaron de Betar, una asociación de jóvenes judíos, para asegurar el viaje hacia la salvación. El 12 de diciembre de 1941 se embarcaron en el viejo cascajo 781 personas, entre los que se contaban un centenar de niños y bebés. Lo hicieron en el puerto de Constanza, sobre el Mar Negro. Fundada en el año 600 AC, era la quinta ciudad en importancia de Rumania y su principal puerto. Cada uno de los embarcados podía llevar 20 kilogramos de equipaje. Por supuesto, antes de subir, los oficiales rumanos se dedicaron a robarles pertenencias de valor y comida.

El mariscal rumano Ion Antonescu con Adolf Hitler (Photo by © CORBIS/Corbis via Getty Images)
El mariscal rumano Ion Antonescu con Adolf Hitler (Photo by © CORBIS/Corbis via Getty Images)

El primer tramo del viaje fue de zozobra: las aguas que rodeaban Constanza estaban minadas y fue llevado por un remolcador rumano para evitarlas. Pero apenas los diez tripulantes intentaron mover el barco por sus propios medios, sucedió lo previsible: el motor no arrancó. Debieron pasar la noche invernal a una corta distancia del puerto, durmiendo de a cuatro por cada litera.

Por la mañana, la tripulación lanzó una señal de ayuda. El buque rumano regresó, pero para hacer las reparaciones los mecánicos pidieron un pago. Los pasajeros judíos, entre el gasto del pasaje y lo que el gobierno les había expropiado, ya no tenían dinero. Costearon los arreglos con lo último que les quedaba: las alianzas matrimoniales de los casados.

El 15 de diciembre, el motor volvió a fallar. Debieron ser remolcados hasta el puerto de Estambul, en Turquía. Un viaje que debía durar unas 15 horas, demoró tres días. Y fue allí donde se abrió la puerta de la tragedia.

Judíos esperando su deportación
Judíos esperando su deportación

Los turcos eran neutrales en la contienda mundial. Sin embargo, no permitía el ingreso de judíos. Los británicos, enterados de las intenciones del Struma, le pidieron al gobierno turco del médico Refik Saydam, que impidiera el paso del barco. A rajatabla, pensaban cumplir con las decisiones escritas en el Libro Blanco de 1939. Aunque en verdad, el Struma, en las condiciones que estaba, ya no podía navegar ni un metro.

Así, la tripulación tiró el ancla. Y mientras los gobiernos negociaban, los días comenzaron a transcurrir. A bordo, la comida empezó a escasear. Todo lo que había era sopa al mediodía y a la noche, una naranja y algunos pocos maníes por persona y, para los niños unas gotas de leche antes de dormir. Ante la imposibilidad de amarrar en el puerto, la única ayuda que recibía el pasaje provenía de un bote que enviaban los judíos de Estambul, que se arriesgaban a llegar con sigilo durante la noche con escasas provisiones.

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La ejecución del dictador rumano Ion Antonescu en las afueras de Bucarest luego de la Segunda Guerra Mundial
La ejecución del dictador rumano Ion Antonescu en las afueras de Bucarest luego de la Segunda Guerra Mundial

Las tratativas entre turcos e ingleses se empantanaron. Hubo un principio de acuerdo para entregar un visado palestino a los chicos entre 11 y 16 años, pero se fue a pique porque los turcos no querían que viajaran por su tierra y los británicos no permitían que otro barco los llevara. Los primeros permitieron el desembarco de una pasajera llamada Madeea Solomonovici, que había sufrido un aborto espontáneo, para que fuera llevada a un hospital. Los últimos apenas aceptaron que unos pocos pasajeros que probaron tener visado británico pudieran descender de la embarcación.

El 23 de febrero, oficiales turcos quisieron abordar el navío, pero fueron rechazados. Regresaron con botes y rodearon el Struma. El pasaje, en su desesperación, desplegó banderas pidiendo auxilio en hebreo e inglés. Esta vez subieron a cubierta y obligaron a la tripulación a levar el ancla. Un remolcador llevó el barco fuera del estrecho del Bósforo, de regreso al Mar Negro. Los intentos por hacer funcionar el motor fueron inútiles, y el Struma quedó a la deriva, a unos dieciséis kilómetros de la costa. La helada noche cayó sobre las 779 almas que estaban a bordo. A los costados del barco flotaban trozos de hielo, pequeños témpanos que delataban el crudo invierno.

Los carteles que indicaban el riesgo que corrían los deportados en el barco fueron desoídos
Los carteles que indicaban el riesgo que corrían los deportados en el barco fueron desoídos

Por la madrugada, la tragedia se pudo observar desde la costa. Una tremenda explosión sacudió al viejo barco, que voló por el aire y se fue a pique. Los que estaban en las bodegas murieron ahogados casi de inmediato. Aquellos que naufragaron aferrados a un pedazo de madera murieron más lentamente, por hipotermia. Por increíble que parezca sólo hubo un sobreviviente: David Stoliar, que tenía 19 años. Estuvo durante horas flotando sobre una puerta en compañía de un miembro de la tripulación, el primer oficial Lázaro Dikov, que murió congelado durante la madrugada del día siguiente. Luego, ya en la mañana del 25, pobladores turcos que vivían en la costa lo rescataron.

Stoliar había nacido en Chisinau, hoy la capital de Moldavia. De pequeño, junto a sus padres, se mudó a Francia, donde vivía uno de sus tíos. Regresaron a Rumania y Jacobo, su papá, puso en marcha una fábrica textil. Con sus padres separados y su madre con una nueva familia en Francia, David repartió su tiempo entre ambos países. La guerra lo sorprendió mientras estudiaba en el Liceo de Bucarest, de donde fue expulsado por su condición de judío. En 1940 fue enviado a un campo de concentración cerca de la capital, de donde lo rescató su padre sobornando a unos guardias. Jacobo también le consiguió el ticket en el Struma. David embarcó junto a su novia, Ilse Lothringer y los padres de ella. Los tres murieron en la explosión.

David Stoliar, el único sobreviviente de la tragedia. Murieron su novia y sus suegros
David Stoliar, el único sobreviviente de la tragedia. Murieron su novia y sus suegros

Luego de su rescate, fue detenido durante meses por las autoridades turcas. Hizo una huelga de hambre y lo entregaron a Simon Brod, un representante de la comunidad judía que enviaba refugiados a Palestina, vía Siria, por tren. Desde Londres, ahora sí, le entregaron la documentación requerida. Tiempo después se unió al ejército británico y combatió en el norte de África. Cuando terminó la guerra se reunió con su padre, Jacob. Allí se enteró de que su madre y su medio hermano habían sido enviados por los nazis a Auschwitz, donde fueron asesinados. Fue parte del ejército de Israel. Siempre quiso olvidar lo que sucedió en el Struma. Su primera esposa, con quien se casó en 1945 en El Cairo, jamás conoció esa parte de su historia. A la segunda, se lo confesó luego de dos años de matrimonio. En sus últimos años vivió en los Estados Unidos, donde murió a los 91 años en 2014.

Al principio, los motivos de la explosión del Struma quedaron envueltos en el misterio. Se manejaron diferentes hipótesis, como la detonación de una mina, pero recién en 1964 un historiador alemán, Jürgen Rohwer, dio a conocer la brutal verdad. Lo torpedeó un submarino soviético tipo X, el Shch-213. Esto fue confirmado, años después, por Moscú. En los archivos militares se lee una insólita felicitación por haber hundido al indefenso barco: “El submarino Shch-213 se encontró en la mañana del 24 de febrero de 1942 con un barco enemigo desprotegido Struma. El barco fue torpedeado con éxito desde una distancia de 1.118 metros y hundido. Comandante de unidad, suboficiales y el marinero de la Flota Roja que disparó el torpedo, han mostrado coraje”.

El submarino soviético Shch-213 que torpedeó al Struma
El submarino soviético Shch-213 que torpedeó al Struma

El trasfondo del ataque era una orden del dictador de la Unión Soviética Josef Stalin para que la armada de su país hundiera cualquier barco neutral en el Mar Negro. Buscaba evitar el transporte de un mineral clave para la industria militar de Hitler: el cromo. Y Turquía era el principal proveedor. Era un método habitual que el Tercer Reich aplicaba con las naciones neutrales para obtener materias primas: chantajearlas con su poderío militar o pagarles con migajas. Así hicieron con el hierro sueco o el wolframio portugués. El Shch-213 se fue a pique poco después, luego de colisionar con una mina y estallar.

El desastre del Struma no pasó desapercibido. Las autoridades británicas de Palestina fueron apuntadas por su inhumanidad. Y hubo consecuencias. El ministro para Medio Oriente Walter E. Guinness (Lord Moyne), fue asesinado en El Cairo; y el gobernador del territorio palestino Harold Mac Michael sobrevivió a varios atentados. Quizás, la inmolación de los 781 pasajeros judíos del Struma sirvió para que la comunidad internacional despertara y diera un paso más hacia la creación del Estado de Israel.


Aniversario del estreno de la ópera Rinaldo, de Georg Friedrich Händel


Rinaldo es una ópera en tres actos con música de Georg Friedrich Händel, y libreto en italiano de Giacomo Rossi, basada en el poema épico Gerusalemme liberata de Torquato Tasso. Fue estrenada el 24 de febrero de 1711, en el Teatro de la Reina de Haymarket, en Londres.

Esta ópera fue la primera que compuso para la escena londinense, en la que narra el amor entre el guerrero cristiano Rinaldo y Almirena. La hechicera Armida mantiene a Rinaldo en su poder, pasa de odiar a los cruzados a amar a uno de ellos.

Contiene algunas de las más célebres arias del compositor, como Lascia ch'io pianga, Or la tromba in suon festante, Cor ingrato, furie terribili, cara sposa, venti turbini, combatti da forte, Ah! crudel, scherzano sul tuo volto o fermati entre otras.

En el primer acto, la escena se sitúa en un campamento cristiano frente a las murallas de Jerusalén, durante la Primera Cruzada. El jefe de la expedición, Godofredo de Bouillón, a fin de obtener la ayuda de Rinaldo, le promete la mano de su hija Almirena cuando la ciudad sea conquistada. Armida llega en un veloz carro y les cuenta que solamente serán capaces de conquistar la ciudad si Rinaldo es expulsado del ejército cristiano. En una cueva cercana, Almirena y Rinaldo confirman su mutuo amor. Armida se lleva a Almirena y cuando Rinaldo trata de impedirlo, su amada es raptada por una nube negra. Godofredo y Eustazio entran y acuerdan consultar a un ermitaño sobre cómo derrotar a Armida. Rinaldo pide a los vientos que le ayuden.

El segundo acto comienza en la orilla del mar, rodeados de sirenas, Rinaldo y Godofredo discuten sobre cuánto tendrán que viajar hasta encontrar al ermitaño. Eustazio les comenta que están cerca de su destino. Rinaldo es atraído hacia un barco por un espíritu en forma de mujer que le cuenta que Almirena la ha enviado. Sus compañeros son incapaces de avisarle de que es una trampa. En los jardines del palacio encantado de Armida, Argante le confiesa a Almirena su amor por ella, diciéndole como prueba de ello que es capaz de liberarla del embrujo de Armida. Almirena ruega que le deje tranquila. Mientras tanto, Armida recibe con alegría la noticia de que Rinaldo ha sido capturado y una vez llega ante él, le ofrece su amor. Cuando él la rechaza, Armida cambia su apariencia haciéndose pasar por Almirena. Rinaldo la vuelve a rechazar al reconocer el ardid, pero cuando llega Argante, este le confiesa lo que siente por Almirena. Armida clama venganza.

El tercer acto se inicia en la cueva del ermitaño, que se encuentra en la parte baja de una montaña con un palacio en su cima. El ermitaño le cuenta a Godofredo y Eustazio que Rinaldo y Almirena son prisioneros en el palacio. El primer intento de los cristianos por alcanzar el palacio es repelido por espíritus. Llegan a las puertas del palacio y la montaña desaparece, dejando a Godofredo y Eustazio aferrados a una enorme roca en el medio del mar. Armida trata de apuñalar a Almirena, Rinaldo desenfunda su espada pero es contenido por espíritus. Llegan sus compañeros y agitando sus varitas mágicas transforman el jardín del palacio en un lugar cercano a las puertas de Jerusalén. Se reúnen con Rinaldo. Armida trata de apuñalar a Almirena una vez más, pero es atacada por Rinaldo y desaparece. Argante y Armida se reconcilian. Los ejércitos se preparan para luchar. Ganan los cristianos gracias a Rinaldo. Argante y Armida son capturados y abrazan la fe cristiana. Almirena y Rinaldo se unen.

A continuación, la ópera Rinaldo, de Georg Friedrich Händel, en la versión de Stanislava Jirku como Goffredo, Katerina Knezikova interpreta a Almirena), Mariana Rewerski es Rinaldo, Marketa Cukrova en el papel de Eustazio, Adam Plachetka como Argante, Marie Fajtova es Armida, Jan Martinik es Mago, Araldo, con la participación de los bailarines Andrea Miltnerova, Romana Konradova, Viktor Badinka, Jan Brezina, Germans Filipovs, Petr Kriz, junto al Collegium 1704, dirigido por Václav Luks.

jueves, 23 de febrero de 2023

La Bella Dorita


María Yáñez García, más conocida como La Bella Dorita, nació en Cuevas de Almanzora, Almería, España, el 23 de febrero de 1901, y murió en Barcelona, España, el 27 de junio de 2001. Cantante y bailarina.

El sitio www.mujeresvalientes.es publicó este recordatorio.

La Bella Dorita… La reina de El Paralelo barcelonés

MUJERES EN LA HISTORIA by Mamen Gil

La Bella Dorita... La reina de El Paralelo barcelonés. Mujeres Valientes

A la pequeña María nunca se le había pasado por la cabeza ser artista, pero el destino le tenía preparado un lugar privilegiado en el mundo del espectáculo. María Yáñez García nació 1901 en la localidad almeriense de Cuevas del Almanzora, donde vivió hasta los 12 años, cuando cierra la mina en la que trabajaba su padre y toda la familia emigra a Barcelona.

La Bella Dorita, a los tres años de llegar a la ciudad condal se escapa con el que sería el primero de sus tres maridos

El joven matrimonio necesitaba dinero y ella comienza a trabajar en una fábrica de juguetes, primero, y en un taller de bordados, después. Es en ese taller donde entabla amistad con una amiga que la introduce en el mundo del alterne, hasta que un día decide presentarse a un concurso de belleza en el Royal Cabaret.

Es entonces cuando el gerente del local le dice que no se conforme con ser tanguista o chica de alterne, que con su cuerpo y su espontaneidad podría ganarse la vida como artista y es ahí cuando María decidió tomar clases de canto y baile, actuando en varias salas y teatros.

Aconsejada por su entorno adopta el nombre artístico de Dorita…

La Bella Dorita

El éxito definitivo le llegó con su pase a la sala de variedades “El Molino”, convirtiéndose en la estrella indiscutible durante los años 40 y 50. Los críticos decían de ella que era la “Reina del Cabaret” y la “Vedette del siglo”, y se hizo famosa con cuplés como Fumando espero, La Pulga o La Vaselina, todos cuplés de doble intención.

Dominaba el arte de la insinuación y a ello contribuyó la caída accidental de su bata durante una de sus actuaciones. Aunque viajó por España y actuó en París, siempre volvía al Paralelo.

Levantaba pasiones entre los hombres acomodados. Entre los admiradores que se acercaban a su camerino había nombres tan famosos como el general Sanjurjo, Lluís Companys o el futbolista Ricardo Zarra. Los hombres caían rendidos a sus pies, pero ella los rechazaba. Había quienes no se lo tomaban muy bien y dicen que dos de sus admiradores se suicidaron al no ver correspondido su amor.

En una ocasión la artista se negó a salir a los escenarios durante una actuación y la indignación y el alboroto que se lio ente el público fue tal, que pasó dos días en prisión por escándalo público.

La Bella Dorita decidió retirarse de los escenarios a finales de los años 60, pero no abandonó el mundo del espectáculo y siguió ligada a él como empresaria, pues compró  regentó su propio local, la célebre Sala Bagda.

Los últimos años de su vida los pasó en un geriátrico y en el año 2001 recibió un gran homenaje con motivo de sus 100 años de vida. Al acto asistieron numerosos artistas y a pesar de haberse casado en tres ocasiones, durante ese homenaje reconoció que nunca se había enamorado y que eso a lo que la gente llamaba enamoramiento solo le duraba a ella ocho días.

María Yáñez o La Bella Dorita, como ha pasado a la posteridad, murió cuatro meses después de haber cumplido el siglo de vida y seis años más tarde de su muerte se rotuló con el nombre, La Bella Dorita la plaza situada frente al Teatro El Molino.

Barcelona fue la ciudad que vio nacer el mito de La Bella Dorito. Una mujer que rompió moldes, una avanzada a su época y una artista que supo inventar una nueva manera de cantar y de moverse ante un público que se entregó a una auténtica Mujer Valiente que vivió como quiso y sin dar explicaciones a nadie.

A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con uno de sus éxitos: La Vaselina.