José Ignacio Miguel Julián Bernal Jiménez, más conocido como Miguel Bernal Jiménez, nació en Morelia, Michoacán, México, el 16 de febrero de 1910, y murió en León, Guanajuato, el 26 de julio de 1956. Compositor, organista, pedagogo y musicólogo.
El sitio www.sacm.org.mx
publicó este recordatorio.
Miguel Bernal Jiménez
José Ignacio Miguel Julián Bernal Jiménez nació el 16 de
febrero de 1910 en Morelia, Michoacán. A los siete años de edad comienza su
formación musical en el coro del Orfeón Pío X, siendo estudiante del Colegio de
Infantes de la Catedral de su ciudad natal.
Su talento fue descubierto por sus maestros Felipe Aguilera
Ruiz e Ignacio Mier y Arriaga, quienes en 1928 lo recomiendan con el canónigo
José María Villaseñor para que fuera admitido en el Instituto Pontificio de
Música Sacra de Roma, Italia, en donde estudia órgano, contrapunto, fuga,
musicología paleográfica, composición, instrumentación, armonía y canto
gregoriano, teniendo como maestros a César Dobici, Rafael Manari, Rafael
Casimiri, Paolo M. Ferretti y Licinio Refice.
Obtiene los títulos de Doctor en Canto Gregoriano, Maestro
en Composición y Concertista de Órgano. En 1933 regresa a México y se convierte
en director de la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia, puesto que
ocupa durante 20 años. Asimismo, emprende una labor incansable en pro de la
creación de escuelas en el estado, realiza conciertos, cursos y congresos de
música, y publica una gran cantidad de libros, partituras y revistas
especializadas, poniendo énfasis en el género sacro.
En 1938 funda la Sociedad Amigos de la Música y un año
después hace lo propio con la revista Schola Cantorum, primera en su tipo y uno
de los medios más importantes de difusión musical de la época con la que
también, regularmente, se publicaba material musical, musicológico y
pedagógico. En 1944 organiza y dirige al Coro de los Niños Cantores de Morelia
y, en 1945, se convierte en director del Conservatorio de las Rosas, época
también (1945-1946) en que ofrece conciertos de órgano en Estados Unidos y
Canadá. Fue decano del Colegio de Música de la Universidad Loyola Nueva
Orleans, posición que mantuvo hasta el día de su muerte.
El catálogo del maestro Bernal Jiménez comprende más de 250
creaciones de música sacra y profana, dramas sinfónicos, obra teatral, sonatas,
sinfonías, misas, motetes, himnos y villancicos. Algunos de sus trabajos más
destacados son Ave gratia plena (1924); Cuarteto virreinal, para cuarteto de
cuerdas (1937); Suite sinfónica Michoacán (1940); Por el valle de las rosas
(1941); Misa aeternae trinitatis (1941); La virgen que forjó una patria (1942);
Angelus (1943); Misa guadalupana Juandieguito (1945); Tres cartas de México
(1949); Carteles (1952); Sinfonía Hidalgo (1953); Antífonas para México (1954);
El himno de los bosques (1956); las composiciones para órgano Sonata de iglesia
(1942), Sonata de Navidad (1942) y Preludio y fuga (1946), y los ballets
Tingambato y Los tres galanes de Juana (obra sobre Juana Inés de la Cruz),
estrenados en la Ciudad de México en agosto de 1943 y septiembre de 1952,
respectivamente.
Otra de sus obras importantes es el drama sinfónico en cinco
escenas, con libreto de Manuel Muñoz: Tata Vasco, estrenada en febrero de 1941
en Pátzcuaro y compuesta en conmemoración por el 400 aniversario de la llegada
de Vasco de Quiroga a Michoacán; combina melodías indígenas y románticas con
cantos gregorianos que relatan las vivencias del misionero —primer obispo de
Valladolid, actualmente Morelia— durante la evangelización.
Miguel Bernal Jiménez era constantemente requerido para
realizar obra por encargo, tales fueron los casos del poema sinfónico Noche en
Morelia (1941), encomienda de la Cruz Roja estrenada por la Orquesta Sinfónica
Nacional, bajo la dirección de su fundador y entonces titular, el maestro
Carlos Chávez, y Sinfonía-poema México, una de sus composiciones nacionalistas
más representativas que le valió el reconocimiento de su homólogo español
Joaquín Turina.
Por otra parte, Retablo medieval: Concertino para órgano y
orquesta (1949) pone de manifiesto su admiración por los grandes compositores
del Barroco y el Clasicismo europeos, mientras que El chueco (1951) es
considerada una de las obras de ballet mexicano más representativas del siglo
XX, estrenada en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México por la
Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el mismo Bernal Jiménez, agrupación y
director quienes también interpretaron por primera ocasión, en el Teatro Ocampo
de Morelia, su Sinfonía Hidalgo, encargo de la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo.
La obra de Miguel Bernal Jiménez es definida como
nacionalista, ideología que conjugada con su educación religiosa y catolicismo
lo llevan a encabezar el movimiento conocido como nacionalismo sacro. Su estilo
musical es considerado ecléctico; su música sintetiza lo mexicano y expone
elementos de su realidad.
Su trabajo es reconocido a nivel internacional gracias a que
diversas obras de su autoría fueron estrenadas en España. Entabló amistad con
destacados músicos contemporáneos entre los que se encontraban Silvestre
Revueltas y Manuel M. Ponce, coincidiendo con este último, así como con otros
compositores nacionalistas, en elementos comunes como las tradiciones
populares, los cantos de trabajo, los lemas religiosos y las melodías de trama
política.
El maestro Bernal Jiménez falleció, a causa de un ataque al
corazón, el 26 de julio de 1956 legando un importante acervo musical.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con Retablo Medieval, Concertino para Órgano y Orquesta, en la versión de Víctor
Manuel Morales, junto a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata,
dirigida por Iván López Reynoso.