Hoy les presento el 5º programa de La Música de Todos Los Tiempos, dedicado a Gustav Mahler, con la Sinfonía Nº 9 en Re Mayor.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
Hola, soy Leonardo Liberman. Te invito a visitar mi Blog, en el que propongo temas de interés general. Podes mandarme tu comentario al E-mail elmiradornocturno@gmail.com Foto de portada: Magdalena Viggiani.
Hoy les presento el 5º programa de La Música de Todos Los Tiempos, dedicado a Gustav Mahler, con la Sinfonía Nº 9 en Re Mayor.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
María Cervantes nació en La Habana, Cuba, el 30 de noviembre
de 1885, y murió en su ciudad, el 8 de febrero de 1981. Pianista, cantante y
compositora.
El sitio www.ecured.cu
publicó este recordatorio.
María Cervantes (La Habana, 30 de noviembre de 1885 - La
Habana, 8 de febrero de 1981) fue una pianista, compositora y cantante cubana.
Hija de Ignacio Cervantes ―considerado por muchos el músico
cubano más destacado del siglo XIX― artista cubana que supo llevar la música a
Cuba y otras partes del mundo.
Síntesis biográfica
Infancia y juventud
Comenzó los estudios de piano con su padre. Siendo ya una
reconocida pianista, cantante y compositora, confesó que ella fue siempre una
niña muy refistolera y que empezó a tocar el piano desde muy pequeña, tanto que
casi no llegaba al teclado, pero cuando escuchaba algo que le llamaba la
atención, iba tan rápido como le permitían sus piernas, y lo tocaba.
Heredó de su padre su estilo pianístico y, como pocos,
conocía la interpretación de sus danzas. Desde muy niña María se sintió
artista. El baile le entusiasmaba. Su padre empezaba con una danza, pasaba para
una mazurca, y seguía con un danzón, mientras ella marcaba el ritmo como una
verdadera profesional, y eso que para entonces apenas tenía tres años.
A la muerte de su progenitor, en 1905, ella se hunde en una
profunda tristeza que la separa de la música, más al tocar el piano el primer
día, termina una romanza sin palabras que él le había dedicado a ella, y ya
enfermo, no había podido acabar.
Después el poeta matancero Juan B. Ubago le puso el título
Fusión de almas. Con esta pieza la artista abría sus recitales.
Otra etapa de su vida
Su debut profesional se efectuó en el teatro Campoamor en
1929, año en que también graba sus primeros discos en los Estados Unidos, para
la empresa Columbia.
Actuó también en la RCH Cadena Azul, en la Cuban Telephone
Company, en Radio Salas y en el hotel Sevilla, donde se presenta junto al
pianista Felo Bergaza.
En la Mil Diez trabaja con los compositores y directores de
orquesta Adolfo Guzmán y Enrique González Mántici.
El éxito la acompaña. Viaja otra vez a Estados Unidos, donde
graba para la Columbia y actúa en el cabaret del famoso actor y cantante
argentino José Bohr.
Al regresar a La Habana su nombre aparece en las carteleras
de los más importantes escenarios, junto a figuras de la talla de Rita Montaner
y Bola de Nieve.
Por años, su simpatía personal, su auténtica cubanía y aquel
carisma tan especial para interpretar sus canciones, la hicieron ganar la
admiración y el cariño del público.
Su interpretación de A los frijoles, caballeros, es siempre
un esperado suceso.
Al fallecer su esposo, abandona la escena, pero en 1960
—persuadida por el musicólogo Odilio Urfé— reaparece en un concierto abarrotado
de público en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Desde ese día, y hasta poco antes de su muerte, mantiene una
constante presencia en nuestros escenarios, querida y respetada por su pueblo,
que reconoce su alta jerarquía artística en el dominio de la música cubana.
Hubiera querido retirarme de la radio, del teatro, y que me
recordaran como era yo, sin espejuelos, sin canas, sin vejez. Pero hubo un
segundo gran debut que no me pesa, porque si yo me hubiera retirado de verdad,
me hubiera muerto ya. La música es mi vida.
María Cervantes
Fallecimiento
Falleció a los 95 años, en La Habana, el 8 de febrero de
1981.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, en
su doble condición de autora e intérprete con Tus Besos, y a continuación con Fusión
de Almas, en la interpretación de Shaily Canovas.
El sitio www.todotango.com
publicó este recordatorio firmado por Roberto Alifano.
Gagliardi - Entrevista a Héctor Gagliardi, El Triste
Este arquetípico porteño inicia su carrera a los comienzos
de la década del cuarenta y de inmediato, gracias a la radio y a sus
presentaciones en clubes y teatros, Héctor Gagliardi comienza a forjarse lo que
con los años lo convirtió en un personaje de la mitología porteña. Lo suyo fue
describir escenas emotivas de la vida cotidiana a través de versos sencillos,
que exaltaban un sentimiento melodramático gracias al mejor e irremplazable
instrumento que poseía, su voz, sus inflexiones tan particulares, como quien
habla durante un interminable suspiro o está casi sollozando.
«Nací en la calle Lima al 900, barrio de Constitución. Mi
familia era muy pobre y papá murió cuando yo era un pibe, apenas terminé el
colegio me puse a trabajar. Cuando llegué a la juventud nos fuimos a vivir a
San Telmo y comencé a frecuentar un café en la esquina de Defensa y Chile,
cuando con los muchachos nos portábamos mal, el dueño nos suspendía o no nos
dejaba entrar o no nos servía el café. Era la época que con dos pesos en el bolsillo
uno era dueño del mundo, pero costaba conseguirlos. A los veinte años,
inspirado en ese ambiente de barrio empecé a escribir versos. El primero fue
“Media noche [b]” que luego musicalizó Troilo, pero que nunca llevó al disco,
el “Media noche” que registró es otro, el de Méndez y Tavarozzi. Luego también
con Pichuco hice “Claro de luna” que allí quedó y “Vencido”, con música de
Orestes Cúfaro, que llevó al disco D’Arienzo con Alberto Echagüe, también
“Matrimonio”, con música del cantor Roberto Carlés, grabado por los mismos
intérpretes.
«Me hice gran amigo de Celedonio Flores, incluso viví en su
casa de la calle Loyola cuando estaba recién casado. Yo era cobrador de una
empresa importante y él de otra vecina a la mía. Cuando estaba ocupado en sus
cosas yo le hacía sus cobranzas y muchas veces le pasé a máquina los
manuscritos, llegué a conocer sus versos mejor que él. Era mi ídolo y como me
llevaba veinte años de edad, me trataba como un hijo, gracias a sus consejos
fui perfeccionando mi poesía. Fue mi padrino de boda y me llevaba a todos
lados. De su mano, recité por primera vez en público. Fue en un restaurante de
la cortada Carabelas, tras un imponente puchero. Había un grupo de actores
importantes, estaban Alippi, Petrone, Magaña. También, Homero Manzi que dijo lo
suyo, luego fue Celedonio, que cuando terminó anunció: «Ahora les voy a
presentar a un poeta porteño que les va a glosar sus cosas» y me subí a mi
silla. Varios me conocían pero no tenían idea de lo que hacía. Les encantó.
Entonces se acercó Tito Martínez del Box, quien por entonces era el productor
del programa de Jabón Federal. Me preguntó si era cierto que los versos eran
míos y luego cuántos tenía hechos. Le respondí que más o menos unos cuarenta. E
insistió. «¿Son cuarenta sí o no?» Me sugirió que a la mañana siguiente pasara
a verlo por la radio. «Las cosas suyas pueden andar». Lo consulté con
Celedonio. «Tenés que ir sin falta, allí puede estar tu futuro».
«A la mañana siguiente llegué a Radio Belgrano a la hora
fijada. Mientras esperaba pasaron unos señores bien trajeados que hablaban de
un poeta que era una especie de Evaristo Carriego moderno. Tito Martínez me
vino a buscar, me llevó a un estudio y allí estaban esos señores: «¡Bueno,
recíteles sus versos!» Yo no tenía experiencia. Hice “Cinco guitas”, “El
almacén”, “El sapito” y, cuando levanté la vista, vi que todos los tipos
estaban llorando, incluso Tito.
«Cuando comenzó el verano de 1941 el programa de Jabón
Federal estaba dedicado al tango y me incluyeron. Tito me pidió que le mandara
unas fotografías y como no estaba en onda envié dos de carnet, esas de 4x4, por
poco me mata, y yo no tenía plata para fotos de estudio, y en las revistas
dedicadas a la radio aparecía chiquitito junto a la inmensa de Azucena Maizani,
la estrella del programa.
«El debut fue el 5 de enero de 1941, recién había escrito
“Reyes magos” que hablaba de la guerra, de los pibes, de los juguetes. El
programa iba los domingos al mediodía, todo el mundo tenía parientes en Europa
que estaba en guerra, fue un golpe, un espaldarazo, le amargué los tallarines a
unos cuantos. A la semana Tito me llama para que retirara la correspondencia
que había llegado a la radio. Eran dos bolsas repletas de cartas. Cuando
regresé a mi casa nos abrazamos con mi esposa y nos pusimos a llorar de la
emoción, en algunos sobres había pañuelitos, medallitas, estampitas, fue por
entonces que me apodaron El Triste.
«El dueño de la radio era Yankelevich, yo le gustaba mucho y
enseguida me dio trabajo en otro programa, se llamó Mediodía Porteño, con la
orquesta de Francisco Canaro y me ofrecieron que escribiera los libretos. Fue
un éxito y seguimos hasta fin del año. También hicimos una gira a Tucumán y
Santiago del Estero con todo el elenco de la radio, se alquiló un tren especial
y allí estaban Filiberto, Lomuto, la jazz Santa Anita y tantos otros. Yo me
preguntaba si lo mío iba a interesar en las provincias. Cuando me presenté en
público y recité “Cinco guitas”, “La bolita [b]”, “La maestra”, me ovacionaron.
El programa de Federal iba en cadena a todo el país. Fui la estrella de la
embajada.
«Lo mío fue muy rápido, el mismo año del debut en radio
apareció el primer libro Puñado de emociones, que me prologó otro gran amigo,
Alberto Vacarezza. Lo sacó la editorial Julio Korn, sólo dos mil ejemplares. No
le di mayor importancia y durante quince días no aparecí por la editorial,
anduve en otra cosa, hasta que en la calle me encuentro con el gerente, me
andaban buscando, los libritos se acabaron enseguida y ya estaban imprimiendo
diez mil más. Después salió Versos de mi ciudad, Por las calles del recuerdo,
con prólogo de Homero Manzi, Esquina de barrio, prologado por Cátulo Castillo,
más adelante El sentir de Buenos Aires. En total, entre todos, un millón y
medio de ejemplares.
«Pero el éxito no me mareó, a tal punto que recién en 1944,
cuando con gran foto en la puerta comienzo a trabajar en El Tronío, el único
argentino entre tantas figuras españolas, abandoné mi trabajo de cobrador.
Entonces lo hacía para una empresa de aceite para cocina. Recuerdo que a veces
entraba a los almacenes y veía mi foto encima de la radio, me pagaban y me iba
calladito. Ni se imaginaban que yo era el de la foto. Sólo una vez, una cliente
en Chacarita me dijo que yo me parecía a El Triste. Colmado de orgullo le dije que
era el que se encontraba frente a ella. La mujer largó la carcajada y exclamó:
«¡Qué buena broma! ¿Usted El Triste?, pero por favor». La gente pensaba que los
que trabajaban en radio eran superdotados, no personas de carne y hueso. Nunca
más me identifiqué, dejé que pensaran que El Triste era un mito, un ser
inalcanzable.
«Con mi labor de recitador empecé a ganar en un día lo que
como cobrador ganaba en un mes. Y fui estando en todos lados, en el Teatro
Maipo, con Adolfo Stray y Fidel Pintos, en locales nocturnos, en otros teatros,
en la radio, en la televisión, hice una gira por toda Latinoamérica y viví una
buena temporada en México. Hice varios discos de larga duración con mis versos.
«Sé que dicen que mis versos no están a la altura de los
grandes poetas, pero no me preocupa. Simplemente soy un creador sincero que le
canta a las cosas que conoce y quiere. En mis versos no hay trampas ni
mentiras, son realidades que yo conocí de una ciudad llena de encantos, que
ahora también los tiene, pero antes era más familiar, nos conocíamos más,
éramos compinches, por la calle Corrientes nos saludábamos de vereda a vereda.
A mi poesía no la sabría definir con exactitud, pero puedo asegurar que el
pueblo la entiende bien.» *
Comienza el año 1984 y tiene una propuesta para actuar en
Mar del Plata, no anda bien de salud y su médico le aconseja no trabajar, pero
desobedece. Allí le comenta a sus amigos que se siente como gastado y así era
en realidad, tenía la vida gastada por el tiempo. Alguien escribió alguna vez:
¡Crueldad del tiempo que eterniza poesías mientras destruye poetas!
Sus versos que llegaron a ser musicalizados y llevados al
disco son: “Alergia” (milonga) con Enrique Francini, “Primer beso” (vals) con
música de Carlos Dante y Pedro Noda, “Humillación [b]” con Pedro Vergez,
“Perdoname hermano”, con Edgardo y Osvaldo Donato, “Uruguay yo te saludo”, con
Donato Racciatti, “Yo te recuerdo tranvía”, con Leopoldo Federico y los ya
mencionados: “Vencido”, “Matrimonio”, “Media noche [b]” y “Claro de luna”. Existe
una toma radial de Aníbal Troilo de su tango “Media noche [b]”, cantado por
Aldo Calderón, lamentablemente, con un audio deficiente.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con El Padre.
La Red de Juderías de España recupera con "Sabores de
Sefarad" el patrimonio gastronómico judeoespañol.
Hacé click en el enlace para ver el programa.
https://www.rtve.es/play/videos/shalom/sabores-sefarad/6229372/
El sitio www.joanguinjoan.com
publicó esta biografía.
Síntesis Biográfica
Nacido el 28 de Noviembre de 1931 en Riudoms (Tarragona,
España) y fallecido en Barcelona el 1 de Enero de 2019, las distintas
contribuciones de Joan Guinjoan al mundo de la música han abarcado la
interpretación, la difusión de la música
del siglo XX y, fundamentalmente, la composición.
Concertista de piano (1955-1960):
Realiza sus estudios de piano en Reus, en el Conservatorio
Superior de Barcelona con el maestro A. Ribó y en L’École Normale de Paris
donde en 1955 debuta como pianista en la sala Cortot. En esta primera fase,
Guinjoan dedica su vida musical al piano ofreciendo recitales del gran
repertorio tradicional por España, Francia y Alemania.
Director y fundador y
del conjunto de cámara Diabolus in Musica (1965-1986):
En 1965 funda el conjunto Diabolus in Musica dedicado a la
producción y difusión de la música del siglo XX con la colaboración del
clarinetista Juli Panyella. Durante sus 20 años de existencia, el repertorio
del Diabolus in Música incluyó más de 70 estrenos de autores españoles y
extranjeros. A este respecto, cabe citar la primera versión en España de la
Segunda Sinfonía Op. 38 de Schoenberg en 1975, y los estrenos de “Improvisation
sur Mallarmé” de Pierre Boulez, la obra para percusión “Interieur 1” de Helmut
Lachenmann, así como primera versión española en disco de la Suite orquestal de
La Historia del Soldado de Stravinsky.
Divulgador y Promotor de la música contemporánea
(1965-2010):
Difunde la música contemporánea como crítico musical del
Diario de Barcelona (1967-1975). Asimismo como asesor musical del Ayuntamiento
de Barcelona (1972-1994) se dedicó a la
iniciación musical en sus 9 escuelas municipales y creó y dirigió el Centro de Difusión de la Música del siglo XX.
En esta misma época creó las Semanas
Internacionales de Música Contemporánea del Ayuntamiento de Barcelona. También
creó el Premio Internacional de Composición Musical Ciutat de Tarragona
(1993-2005), sin olvidar la dirección de las emisiones en TVE de “Recital” y
“Pentagrama Siglo XX” (1970-1975).
Compositor (1960-2018):
En 1960 decide dedicarse a la composición, actividad que ha
cristalizado en un catálogo de más de 100 partituras. Empieza sus estudios de
composición en Barcelona con el maestro Taltabull. Un año más tarde, avalado
por el maestro Frederic Mompou y esponsorizado por Francesc Casas amplía sus
estudios de composición y orquestación en la Schola Cantorum de París con el
maestro Pierre Wissmer. En 1964 obtiene el Diploma de Composición y el de
Orquestación con premio extraordinario. Su estancia de más de dos años en el
Colegio de España de la Cité Universitaire de París le permitió entrar en
contacto con la obra de Schoenberg y con los ciclos del Domaine Musical
dirigidos por Pierre Boulez en los que conoció obras de Berio, Stockhausen,
Ligeti, Boulez y Xenakis, entre otros.
Su catálogo abarca desde 1954 hasta 2018 e incluye 10 obras
para orquesta sinfónica, 7 obras para solista y orquesta sinfónica., 2 obras
para coro mixto y orquesta sinfónica, 2 obras para coro mixto, 1 ópera, 1
ballet, 18 obras para piano solo, 17 obras para otro instrumento solo, 11 obras
para dúo instrumental, 3 obras para voz y piano, 7 obras para trio, 6 obras
para cuarteto y 22 para conjunto de cámara de cinco o más instrumentos. La
mayor parte de sus obras han sido compuestas por encargo de entidades
españolas, francesas, y de otros países.
Su música ha sido interpretada a nivel internacional por
prestigiosas orquestas, conjuntos y solistas; gran parte de estas obras han
sido grabadas y cuenta con 38 CD con otros autores, 16 CD monográficos y 2 DVD.
Fue compositor invitado en Estados Unidos, Francia,
Alemania, Austria, Polonia, Rusia, Suiza, Cuba, Colombia, Venezuela por
prestigiosas orquestas, conjuntos y solistas.
A la vez, ha sido compositor residente en la Orquesta de Cadaqués
(1998), en la Universidad de Santa Bárbara (California) (1999) y en el Palau de
la Música de Barcelona (2012-2013). Cabe
destacar que en 2012 la Orquesta y Coro Nacionales de España le dedicó una
edición de “Carta Blanca”, ciclo de conciertos semestral por el que han desfilado
autores como Henze, Dutilleux y Elliott Carter entre otros.
Guinjoan recibió numerosos premios de composición: el Premio
Ciutat de Barcelona (España), en tres ediciones (1972, 1978, 1999); Premio de
Composición Reina Sofía de la Fundación Ferrer Salat (España) (1983); Premio
Nacional del Disco(España) (1982); Premio Nacional de Música (Ministerio de
Cultura, España) (1990); Premio Nacional de Cultura (Música) de la Generalitat
de Catalunya (España) (1995); finalista del Premio Koussevitzky del IRCA de
Nueva York, y el Premio Iberoamericano
de la Música Tomás Luis de Victoria (2004).
Se le otorgaron varias distinciones a lo largo de su
carrera: la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (España) la Creu de
Sant Jordi (Cataluña, España); Doctor Honoris Causa (Universitat Rovira i
Virgili de Tarragona, España); Commandeur des Arts et des Lettres (Francia);
fue miembro y posteriormente miembro de honor de la Junta Directiva de la
Sociedad General de Autores y Editores (SGAE, España), y miembro de la Reial
Acadèmia de Bellas Arts de Sant Jordi (Cataluña, España).
Su obra ha sido objeto de análisis en 8 estudios
monográficos y una tesis doctoral.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con Trencadís, enla vesión de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña,
dirigida por Edmon Colomer.
Peter Rosenfeld Span: no corran, no hay prisa
TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON
CECILIA LEVIT – Peter Rosenfeld Span nació el 19 de mayo de 1938 en Belgrado,
Yugoslavia. Peter pasó la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial en Hungría y
luego fue deportado al gueto de Subotica y más tarde enviado a campos de
trabajo y tránsito durante la guerra, donde logró sobrevivir. Ha estado dando
conferencias a estudiantes de secundaria en México y Los Ángeles durante los
últimos nueve años.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
Fue discípulo de Johann Christian Abeille en su ciudad natal
y después de Johann Nepomuk Hummel en Weimar, y de Carl Maria von Weber en
Dresde. Gracias a su recomendación, en 1824, fue nombrado director de orquesta
del teatro de la Kärtnertor de Viena. Al año siguiente viajó a Nápoles, donde
ocupó el mismo cargo en los teatros de San Carlos y del Fondo. En esa ciudad
estrenó su primera ópera, Ernest y Giacinta. Durante varios años ofreció
conciertos de piano por diferentes ciudades de Alemania. A partir de 1835
residió con ligeras interrupciones en Londres, donde dirigió óperas italianas e
inglesas. También condujo a la Vocal Association, y en 1860 creó los conciertos
populares de los lunes. Posteriormente fue maestro de capilla del Covent Garden,
y entre 1876 y 1880 fue director de la Sociedad Filarmónica de Liverpool. Como
reconocimiento a su labor, en 1870, la reina Victoria le confirió la dignidad
de caballero. Se destacó como pianista, y como compositor dejó una importante
cantidad de obras para piano, además de cantatas, sinfonías, oberturas para
concierto, y una importante producción de óperas.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Sinfonía Nº 1 en Sol Menor para Gran Orquesta Op. 101, en la versión de
la Orquesta del Ulster, dirigida por Myer Fredman.
El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este artículo.
Betty y Ana María sobrevivieron al Holocausto y se buscaron mutuamente
durante mucho tiempo sin tener éxito. Un análisis de datos de la USC Shoah
Foundation logró reencontrarlas y ponerlas frente a frente como cuando
eran chicas
Durante 82 años, Betty Grebenschikoff creyó que su mejor amiga de Alemania estaba muerta. Pero hace solo unas semanas, allí estaba ella en persona, de pie en una habitación de hotel en St. Petersburg, Florida.
La última vez que Grebenschikoff vio a Ana María Wahrenberg fue en la primavera de 1939, cuando tenían 9 años. Compartieron un abrazo entre lágrimas en el patio de una escuela de Berlín antes de que sus familias se vieran obligadas a huir del país y de los nazis, en la cúspide de la Segunda Guerra Mundial.
Ambas pensaron que ese sería su abrazo final. Pero el 5 de noviembre, después de más de ocho décadas de diferencia, las dos mujeres, ahora de 91 años, se abrazaron una vez más. “Me sentí como volver a casa”, dijo Grebenschikoff.
“Fue muy emotivo”, se hizo eco de Wahrenberg. “Fue como si nunca nos hubiéramos separado”.
La historia de su amistad predestinada, y la serie de eventos fortuitos que recientemente las unieron, fue narrada en los medios de comunicación internacionales , incluido The Washington Post, a principios de este año.
Las supervivientes del Holocausto se habían buscado unos a otros durante años, registrando bases de datos y buscando información de cualquiera que pudiera saber algo. No tuvieron suerte, principalmente porque ambas mujeres cambiaron sus nombres más tarde en la vida.
“Ella siempre estuvo en mi mente”, dijo Grebenschikoff.
No fue hasta que un análisis de datos de la USC Shoah Foundation, una organización sin fines de lucro fundada por Steven Spielberg, que produce y conserva testimonios audiovisuales de sobrevivientes del Holocausto, notó similitudes en sus testimonios y finalmente unió a las mujeres.
Grebenschikoff, que fue una de los 20.000 judíos europeos que se asentaron en Shanghai, tuvo claridad sobre lo que le sucedió a su mejor amiga de la infancia, perdida hace mucho tiempo: en noviembre de 1939, Wahrenberg y su familia huyeron a Santiago, Chile, donde todavía vive hoy.
En una reunión facilitada por la Fundación Shoah, así como el Museo del Holocausto de Florida y el Museo Judío Interactivo de Chile, las dos mujeres y sus familias se volvieron a conectar en noviembre del años pasado en una llamada de Zoom. Hablando en su alemán nativo, prometieron conocerse en persona y, un año después, finalmente lo hicieron.
Cuando se abrazaron por primera vez en 82 años, Grebenschikoff dijo: “Simplemente teníamos este sentimiento, como si realmente estuviéramos juntas”.
El plan original era reunirse en Florida, donde vive Grebenschikoff, para Rosh Hashaná, el año nuevo judío, en septiembre, pero la pandemia pospuso su reunión en persona. Sin embargo, para noviembre, Wahrenberg se sintió más cómoda viajando y reservó el viaje con su hijo y su esposa.
Grebenschikoff fue a encontrarse con Wahrenberg en su habitación de hotel y “fue como si nos hubiéramos visto ayer”, dijo. “Fue tan cómodo”.
El sentimiento fue mutuo para Wahrenberg: “Fue muy especial que dos personas, después de 82 años, todavía se amen”.
Las mujeres, ambas viudas, pasaron cuatro días pegadas como en su niñez. Fueron de compras, compartieron comidas y, sobre todo, hablaron durante horas, recuperando el tiempo perdido.
“No somos las niñas que solíamos ser cuando teníamos 9 años, eso es seguro, pero seguimos riéndonos como si fuéramos niñas pequeñas”, dijo Grebenschikoff. “Fue una gran alegría para los dos”.
Además, agregó, “nos encargamos de algunas botellas de champán juntos”, porque, después de todo, “esto era algo para celebrar”.
También intercambiaron regalos sentimentales. Wahrenberg le llevó a Grebenschikoff una muñeca Barbie con un disfraz chileno, junto con una fotografía enmarcada de ella y algunas joyas, mientras que Grebenschikoff le dio a Wahrenberg una pequeña escultura en forma de corazón, de la que también compró una copia para ella.
“Ambas tenemos exactamente lo mismo ahora”, dijo Grebenschikoff, y agregó que mantiene la muñeca y la foto en exhibición en su dormitorio. “Es algo para que ella me recuerde y para que yo la recuerde a ella”.
Pasar tiempo juntas se sintió especialmente natural, dijeron las mujeres, porque desde noviembre pasado, han mantenido correspondencia con regularidad por mensaje de texto y por teléfono.
Todos los domingos durante el año pasado, han tenido una cita telefónica permanente, durante la cual cada una se sienta en sus respectivos patios y toma un sorbo de su café de la mañana.
Aún así, las llamadas telefónicas no se compararon con su reunión en persona, dijeron.
Solía comer en comedores de beneficencia para sobrevivir. Ahora, como voluntario, lo veo desde el otro lado.
Para Grebenschikoff, su parte favorita del tiempo juntas era simplemente “estar cerca la una de la otra y tomarse de las manos” mientras caminaban, dijo. “Se sintió bien”.
Lo más destacado para Wahrenberg fue recordar los viejos tiempos y presentarse a sus familias durante el almuerzo.
“Su hija y mi hijo ahora también son amigos”, dijo Wahrenberg. “Estoy muy feliz.”
La reunión también fue profundamente conmovedora para el personal de la Fundación Shoah, así como para las otras organizaciones que fueron fundamentales para unir a los sobrevivientes.
“La reconexión de estas dos mujeres extraordinarias después de perderse es un testimonio de esperanza”, dijo Kori Street, directora senior de programas y operaciones y directora ejecutiva adjunta de la Fundación USC Shoah.
Ver su historia desarrollarse, continuó, “ha sido un tesoro”, particularmente “en un mundo donde la esperanza es difícil de conseguir”.
Los supervivientes del Holocausto están de acuerdo. Su viaje demuestra que “pueden suceder cosas buenas a partir de una mala experiencia”, dijo Grebenschikoff, quien planea visitar Wahrenberg en Santiago en un futuro cercano. “Fue el lado positivo en todos los aspectos. Fue el cumplimiento de un sueño “.
“Estoy muy agradecida de que algo como esto pueda ser”, agregó Wahrenberg.
Las dos mujeres, que dependen de los bastones para caminar, han resistido la guerra, los conflictos y las pérdidas. En el fondo, sin embargo, siguen siendo las mismas niñas de 9 años, que se adoran de verdad.
“Así es como se suponía que debía ser”, dijo Grebenschikoff.
Tomó clases con el compositor Gabriel Yeranian.
Posteriormente se mudó a Milán, Italia, donde continuó sus estudios. Junto con
otros intelectuales armenios de la época luchó por el desarrollo de una cultura
nacional armenia, organizado sociedades musicales, teatros, escuelas,
periódicos y conciertos gratuitos para armenios. En 1868 compuso la primera
ópera armenia, Arshak II, con coros y ballets, basada en un hecho histórico
sobre el rey Arsaces II. Está considerada como una joya de la cultura musical
armenia. En 1873 fue puesta en escena parcialmente, y el estreno completo se
produjo en el Teatro de la Ópera Armenia, en Ereván, el 29 de noviembre de 1945.
Desde entonces se presentó varias veces en ese teatro. En 2001 fue puesta en
escena en la Ópera de San Francisco. En 1874, Chukjacheán compuso la primera
ópera escrita originalmente en turco, Arif'in Hilesi, o El engaño de Arif. En sus obras utilizó técnicas musicales europeas y melodías folklóricas
armenias. Compuso obras para piano, canciones y romances, obras de cámara y
sinfónicas, y óperas.
A continuación, lo
recordamos en el día de su nacimiento, con L’orientale, Danza
característica, en la versión de Şahan Arzruni.
Virgil Thomson nació en Kansas City, Misuri, Estados Unidos,
el 25 de noviembre de 1896, y murió en Nueva York, Estados Unidos, el 30 de
septiembre de 1989. Compositor y crítico.
El sitio www.virgilthomson.org
publicó esta biografía.
VIRGIL THOMSON (1896-1989)
Virgil Thomson (1896-1989) fue un compositor estadounidense
polifacético de gran originalidad y un crítico musical de singular brillantez.
Utilizando un estilo musical marcado por el ingenio agudo y la alegría abierta,
compuso en casi todos los géneros de música, produciendo un cuerpo de trabajo
muy original enraizado en los ritmos del habla estadounidense y la armonía de
los himnarios. Su música fue influenciada por los ideales de claridad,
sencillez, ironía y humor de Satie. Aunque principalmente diatónico y tonal en
sentimiento, parte de su trabajo era densamente cromático (Three Tone Poems) e
incluso en 12 tonos en organización (A Solemn Music).
Nacido en Kansas City, Missouri, el 25 de noviembre de 1896,
Thomson estaba imbuido de un fuerte sentido de lugar, de arraigo en el corazón
de Estados Unidos y sus tradiciones protestantes. Su conexión temprana con la
música vino a través de la iglesia, a través de lecciones de piano a partir de
los 5 años, y temporadas acompañando obras de teatro y películas mudas. La
música que escuchó era parte integrante del amplio mundo que lo rodeaba:
canciones de la Guerra Civil, canciones de vaqueros, blues, música de baile de
granero, himnos bautistas, canciones folclóricas, canciones populares, además
de los cánones de la música artística occidental que él estudió. Después de
asistir a la escuela secundaria y a una universidad local, se unió al ejército
y estuvo destinado en la ciudad de Nueva York. También se formó en
radiotelefonía en la Universidad de Columbia y en aviación en una escuela de
pilotos en tierra en Texas. Estaba listo para embarcar hacia Francia cuando
terminó la guerra.
En 1919, se matriculó como estudiante en Harvard. Allí
trabajó como asistente de su profesor de contrapunto, Archibald Davison, quien
también fue director del Harvard Glee Club, y estudió composición con Edward
Burlingame Hill. Ambos hombres despertaron la curiosidad de Thomson por todo lo
francés y ayudaron a Thomson a conseguir una beca para viajar a París en 1921,
donde estudió órgano y contrapunto con Nadia Boulanger, y conoció a Cocteau,
Stein, Stravinsky y Satie, entre muchos otros. Al regresar a Harvard en 1922,
se graduó en 1923.
Durante los siguientes años viajó entre Nueva York y Boston,
donde se desempeñó como organista de la Capilla del Rey, y comenzó a contribuir
con periodismo musical serio a publicaciones como American Mercury y Vanity
Fair de Mencken.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Europa
volviera a ejercer su llamado, y en 1925 regresó a París, donde vivió, además
de visitas a Estados Unidos, hasta 1940.
En 1927 viajó a España para colaborar con Gertrude Stein en
su ópera, Cuatro santos en tres actos, que completaron en 1928. La ópera
recibió su estreno en Hartford en 1934 con un reparto totalmente negro en una
extraordinaria producción visual con coreografía de Frederick Ashton. Thomson
creó partituras para The Plough That Broke the Plains y The River (películas de
Pare Lorentz) y Louisiana Story (película de Robert Flaherty) durante 1936 y
1937. Durante la década de 1930 y más allá, también produjo partituras de
ballet, música incidental para el teatro y retratos musicales, un género en el
que creó más de 140 obras. Thomson fue el primer compositor en escribir el
retrato en presencia del sujeto, como haría un pintor y, de hecho, como
Gertrude Stein había producido sus retratos literarios. Muy raras veces
revisado más tarde, un retrato era un acto espontáneo e intuitivo para Thomson.
Al regresar a Nueva York en 1940, se instaló en su último
hogar, el Chelsea Hotel, y aceptó un trabajo como crítico musical principal del
New York Herald Tribune, cargo que ocupó hasta 1951. Su segunda ópera con
Stein, The Mother of Us Todo, basado en la vida de la sufragista Susan B.
Anthony, estrenado en 1947. Mucho más tarde, el crítico Andrew Porter
escribiría en las páginas del New Yorker que consideraba La madre de todos
nosotros como una de las mayores óperas norteamericanas. En 1948, Thomson creó
la partitura de la película Louisiana Story, que ganó el premio Pulitzer de
música ese año. Tras su dimisión del Tribune se dedicó a una tercera ópera,
Lord Byronya escribir su autobiografía en 1966 y su libro American Music Since
1910 en 1971. Hasta el final de su vida, continuó componiendo, viajando mucho,
dando conferencias en universidades, publicando artículos y dirigiendo.
Además del Premio Pulitzer, sus muchos honores y premios
incluyeron un Premio Brandeis, la medalla de oro para la música de la Academia
Estadounidense de Artes y Letras, el Premio National Book Circle, el Kennedy
Center Honors y 20 doctorados honorarios.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Suite de la Banda de Sonido de la película The River, en la versión de
la Orquesta de Cámara de Los Angeles, dirigida por Neville Marriner.
Marcos Redondo Valencia, más conocido como Marcos Redondo, nació
en Pozoblanco, Córdoba, España, el 24 de noviembre de 1893 y murió en Barcelona,
España, el 17 de julio de 1976. Barítono.
El sitio www.cordobapedia.wikanda.es
publicó este recordatorio firmado por Manuel Muñoz Moya.
Marcos Redondo Valencia.
Cantante nacido en Pozoblanco el 24 de noviembre de 1893.
Como características de su voz, se señalan la extensión, el
brillo, la potencia y especialmente la belleza tímbrica, que unidas a sus dotes
y cualidades teatrales, hacían que representase voces barítonas de forma
admirable. Otra de sus características será la gran holgura en su registro,
circunstancia que hace que a veces haya actuado como tenor en algunas de las
obras representadas.
Datos biográficos
De familia muy pobre, se traslada muy niño, con su abuelo
materno a Ciudad Real y allí, como "seise" de la Catedral, se abre al
mundo de la música. Aprende solfeo con el maestro de capilla don Nicolás
Fernández Arias y, muy joven, obtiene su primer triunfo en el Teatro Circo de
Ciudad Real con unas romanzas y arias para barítono. Marcha a Madrid con una
carta de presentación para el maestro Bretón, director por entonces del
Conservatorio-y afamado autor de zarzuelas-, en el que, con una pensión de mil
pesetas al año y ayudándose como cantor de iglesia, cursa sus estudios con
tanto provecho que de una sola vez aprueba tres cursos de solfeo y cuatro de
canto.
Se presenta como profesional el 17 de junio de 1919, en el
Gran Teatro de Madrid y lo hace con la parte de "Germont" de La
Traviata . Este éxito obtenido a los veintiséis años, le anima a viajar a
Milán, donde estudia repertorio con los maestros Betinelli y Franceschi,
presentándose en Monza, con notable éxito, con La forza del destino, lo que le
vale un contrato para Cuba y México, en cuyos teatros Payret, Esperanza Iris y
Arbeu canta La Traviata, La Favorita, Madame Butterfly y La Boheme, entre
otras. En 1923 debuta en el Liceu de Barcelona con Manon Lescaut, tras haber
realizado una gran temporada por los teatros italianos.
En 1924, y animado por el empresario José Gisbert, pasa a la
zarzuela y es con este género, a partir de su debut con El Dictador de Milán en
el Novedades de Barcelona, con el que alcanza sus mayores triunfos y gloria.
Impresionó numerosos discos y su repertorio llegó a estar constituido por casi
cuarenta zarzuelas, de las que estrenó, entre otras, La parranda, Katiuska, La
tabernera del puerto, La pícara molinera, y El cantar del arriero.
Sus últimas actuaciones tienen lugar en 1957, el 31 de enero
en Madrid con La parranda y el 6 de octubre en Barcelona con La dogaresa,
aunque su última aparición en público como cantante tuvo lugar el 13 de febrero
de 1970 en Santa Cruz de Tenerife. Desde aquellas fechas, y hasta su muerte en
Barcelona el 17 de julio de 1976, se dedicó por entero a su familia y a su
apasionada afición filatélica, en el retiro de su "torre" de
Viladrau.
En su memoria, lleva su nombre una calle de Córdoba, en el
Polígono de la Fuensanta.
Fuente: Manuel Muñoz Moya.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con la Canción del Sembrador, de la Zarzuela La rosa del azafrán.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
El sitio www.mcnbiografias.com
publicó este recordarorio.
Santoro, Claudio (1919-1989).
Compositor, director y violinista brasileño nacido en Manaus
(Brasil) el 23 de noviembre de 1919 y fallecido en Brasilia el 27 de marzo de
1989. Es uno de los principales compositores brasileños del siglo XX, junto a
Villalobos y Guarnieri.
Estudió violín y teoría musical en el Conservatorio de
Música de Río de Janeiro. Posteriormente tomó clases de Koellreutter, quien le
introdujo en las técnicas del dodecafonismo. En 1941 cofundó la Orquesta
Sinfónica del Brasil, en la que permaneció como violinista hasta 1947. Ese
mismo año recibió una ayuda del gobierno francés que le posibilitó trasladarse
a París para estudiar composición con Nadia Boulanger y dirección con Bigot.
En 1951, y tras su regreso a Brasil, trabajó como director
musical de Radio Club do Brasil en Río de Janeiro durante dos años. Asimismo,
fue profesor de la Escuela de Música de Santos (Brasil) entre 1953 y 1954,
director de la Orquesta Sinfónica del Brasil y director artístico de la Radio
del Ministerio de Educación y Cultura de su país (1956). Fue profesor de
composición en diversos seminarios que tuvieron lugar en Río y Teresópolis. En
1962 obtuvo el puesto de profesor y coordinador de música en la Universidad de
Brasilia, y se convirtió también en director de la sección musical de la
Fundación Cultural Federal.
En 1966, y dada la crítica situación política de su país,
Santoro se trasladó a Berlín gracias a una beca del gobierno alemán. En 1968
volvió a su país para dirigir durante un año el Teatro Novo de Río de Janeiro y
algo más tarde regresó a Alemania para dar clases de composición en Heidelberg
entre 1970 y 1978. Ese mismo año regresó a Brasilia, donde continuó con sus
cursos en la Universidad, además de dirigir la Orquesta Sinfónica del Teatro
Nacional.
Obra
Sus primeras composiciones, escritas al principio de la
década de los años cuarenta, mostraban cierto interés hacia la atonalidad, para
más tarde evolucionar hacia el serialismo (véase Música posterior a 1950).
Ya en 1945 se podía apreciar una segunda fase en su obra, de
tendencia más lírica y nacionalista. Algunas obras de este periodo son su
Sonata para Trompeta o su Sinfonía nº 2. A partir de la década de los años
cincuenta, Santoro comenzó a estudiar en profundidad el folclore de su país
para evolucionar a un estilo claramente nacionalista que duraría hasta 1960.
Sus ideas políticas de tendencia socialista influyeron en el desarrollo de su
obra de este periodo, cuya afinidad con la música de Prokofiev era notoria. Un
ejemplo de ello se aprecia en su Canto de amor e paz para orquesta de cuerda
(1950), que recibió el Premio Internacional de la Paz en Viena dos años más
tarde.
En sus últimas obras, Santoro utilizó instrumentos de
percusión brasileños. Sus últimas sinfonías, que datan de finales de la década
de los cincuenta, desarrollaron un nacionalismo de tintes más subjetivos. En la
siguiente década su música se inscribió dentro del serialismo musical, y tomó
ciertos elementos de la música aleatoria. Su Octava Sinfonía (1963) es una
prueba de la libertad compositiva alcanzada en esta última etapa. Su obra
Interaçoes assintoticas muestra un alejamiento del lenguaje orquestal al uso y
su Cantata elegiaca, escrita por encargo de la Fundación Gulbenkian, contiene
partes improvisadas. En los años setenta, Santoro se interesó por la música
electroacústica, dentro de cuyo marco escribió el ballet Strukturen (1976).
Santoro fue miembro de la Academia Brasileira de Música y a
lo largo de su trayectoria creativa recibió numerosos premios.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con Brasiliana, en la versión de la Orquestra Sinfónica Nacional de Brasil,
dirigida por Ligia Amadio.
Luego del accidentado ensayo en la Sociedad de Amigos de la
Música, y debido a las constantes quejas de los músicos por la dificultad y lo
extenso de la partitura, se la llevó a su casa, y no pudo estrenarla. Recordemos
que Schubert falleció en Viena, el 19 de noviembre de 1828.
Diez años después, Robert Schumann visitó su tumba, y posteriormente fue a la casa de Ferdinand Schubert, su
hermano, donde descubrió la obra en medio de una inmensa pila de manuscritos y
papeles desordenados.
Gracias a su iniciativa, Felix Mendelssohn la estrenó, el 21 de marzo de ese año, al frente de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, representación que fue elogiada por el Neue Zeitschrift, “reconociéndose merecidamente su verdadero valor”.
Tiempo después la sinfonía pasó a integrar el
repertorio de las grandes orquestas de todo el mundo.
Seguidamente, de Franz Schubert, la Sinfonía en Do Mayor Nº 9 D. 944, en la versión de la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por Wolfgang Sawallisch.
El sitio www.ecured.cu
publicó este recordatorio.
Jacob Obrecht
Jacob Obrecht. Compositor neerlandés que alcanzó su fama en
el período renacentista y fue considerado el más famoso creador de misas
europeas a fines del siglo XV.
Síntesis biográfica
Nació en Gante el 22 de noviembre de 1457, fue el único hijo
de del trompetista Willem Obrecht y de Lijsbette Gheeraerts. Aprendió de su
padre a tocar la trompeta y el arte del contrapunto así como la improvisación
sobre un canto firme. Sus primeras composiciones muestran un gran paralelismo
con el compositor Antoine Busnois.
Obrecht tuvo una sucesión de cortos empleos que terminaron
en circunstancias poco favorables llevándolo a tener problemas financieros que
lo hicieron donar alguna de sus composiciones a su empleador para salvar su
quiebra. En 1484 fue nombrado maestro de capilla de la Catedral de Cambrai,
donde tras un año de servicio fue censurado y pasó a ser maestro de capilla y
sucesor de San Donato en Brujas (1487-1492).
Entre 1492 y 1496, años en los que fue maestro de canto de
Nuestra Señora de Amberes, compuso sus principales obras: las misas Maria zart,
Sub tuum praesidium y el motete Salve Regina III. A partir de entonces se
sucedieron sus desplazamientos: en 1948 volvió a su puesto de Brujas, en 1500
presentó la dimisión por razones de salud y regresó a Amberes. La música de
Obrecht fue muy difundida en Italia en 1484 y era muy apreciada por sobre la
música de otros compositores de la época.El Duque Ercole I de Este de Ferrara
al escucharla quedó fascinado con ella. Lo que le valió dos invitaciones a
Italia, el primer viaje en 1487 por seis meses y el segundo en 1505.
Durante el segundo viaje, el Duque muere, con lo que Obrecht
queda sin su patrocinador y admirador y muere a finales de julio de 1505 a
causa de la peste que azotó la ciudad.
Obra
La obra de Obrecht presenta afinidades con la de Ockenghem y
la del último Dufay. Con poca influencia de la música italiana, utilizó rasgos
de la canción popular flamenca y alemana, lo que le ancla en la tradición
holandesa. Centrándose en la música sacra: misas y motetes.
Como ejemplo maestro de la técnica del canto firme,
solamente debe escucharse su "Missa sub praesidium tuum", que
incorpora seis cantos marianos:
Sub praesidium tuum (Antífona, soprano, todos los
movimientos)
Ave plecara maris stella (Secuencia verso 7, soprano II,
Credo)
Aurea virga prime matrix Eve (Secuencia verso 9b, Soprano II
y Tenor II, Santo)
Aurea virga prime matrix Eve (Secuencia verso 3b, Soprano II
y Tenor I, Cordero de Dios, I y II)
Regina Caeli (Antífona, Soprano II y Tenor I, Cordero de
Dios III)
Verbum bonum et suave (Secuencia verso 3b, Alto I, Cordero
de Dios)
Además, el número de partes vocales se incrementa de tres en
el Kyrie, a cuatro en el Gloria, y así sucesivamente, hasta que aparecen siete
voces en el Agnus Dei. El canto del título se escucha claramente en la primera
voz a través de toda la obra.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con Tandernaken, en la versión de Saskia Coolen, Andrew Levy, y Hanneke van
Proosdij, con flautas dulces renacentistas.