Emile Berliner nació en Hanover, Alemania, el 20 de mayo de
1851, y murió en Washington D. C., Estados Unidos, el 3 de agosto de 1929. Inventor.
A continuación, lo recordamos en el día en que patentó en 1887 el
gramófono en los Estados Unidos.
El sitio www.forohistorico.coit.es
publicó esta biografía.
BERLINER, Emil
Emil Berliner, [Hanover (Alemania), 1851 – Washington DC
(Estados Unidos), 1929]. Fue un inventor estadounidense de origen alemán, entre
cuyos inventos destacan el transmisor telefónico, precursor del micrófono; el
gramófono; y los discos de vinilo. Fundó la Berliner Gramophone Company, la
Gramophone Company en Londres, la Deutsche Grammophon en Hanover, y la Berliner
Gram-O-phone Company en Canadá.
Biografía
Emil BERLINER, nació como Emile Berliner, el 20 de mayo de
1851 en el seno de una familia judía en Hanover (Alemania). Fue el cuarto de
trece hermanos. Asistió a una escuela local y más tarde fue enviado a
Wolfenbuttel donde se graduó en 1865. Los problemas financieros de su familia
le obligaron a Emile a realizar todo tipo de trabajos en Hanover. Su primer
trabajo fue como pintor. A los 16 años fue contratado como oficinista en un
almacén de alimentación. Sin embargo, su gran pasión fue la invención. Estudió
los métodos de producción de la fábrica en la que trabajó. Su primer invento
sería una máquina de tejer, que aportaba mejoras a las existentes.
La guerra franco-prusiana marcó un antes y un después en su
vida, ya que las tropas prusianas tomaron Hanover y presionaron a las familias
judías. El conflicto le sacudió a punto de llegar a la edad militar, por lo que
para evitar ser reclutado emigró, con 19 años, a Estados Unidos en 1870. Se
trasladó a Washington DC, donde un amigo de su padre le dio trabajo en una
fábrica. En 1881 tomó la nacionalidad estadounidense. Sus primeros pasos en
Estados Unidos fueron difíciles dada la ola de desempleo que sufría el país
como consecuencia de la crisis de 1873. Posteriormente, se trasladó a Nueva
York, donde trabajó vendiendo pegamento, limpiando, pintando casas y dando
clases de alemán a la espera de encontrar un nuevo trabajo estable. Se mudó a
Milwaukee, pero al poco tiempo volvió a Washington. Durante esta etapa invirtió
los pocos ahorros que conseguía en asistir a clases de música, para profundizar
en sus estudios en acústica. Se matriculó en el Cooper Union Institute, donde
estudió electricidad y física en las clases nocturnas.
En 1876 asistió en Filadelfia a una exposición de inventos y
descubrimientos científicos, entre ellos el primer teléfono de Graham Bell, que
le motivó para conocer la nueva tecnología de audio. Comenzó entonces a
investigar cómo mejorarlo en su vivienda de Washington, hasta que logró crear
un transmisor telefónico mejorado que puede considerarse como un prototipo del
micrófono. Berliner había solucionado el principal problema de los micrófonos
del momento, la atenuación de la señal a distancias largas. En septiembre de
1877 la empresa Bell Telephone de Boston pagó a Berliner 50 000.-$ por su
invento y lo contrató para trabajar en sus laboratorios hasta 1884, en que se
independizó para realizar experimentos en el campo de la acústica en su propio
laboratorio.
Viajó a Alemania y junto a su hermano, Joseph, fundó la
Telephon-Fabrik Berliner con filiales en Viena, Berlín, Budapest, Londres y
París.
Regresó a Washington y en 1886 comenzó a experimentar con
los distintos métodos de grabación del sonido, decantándose por un nuevo
aparato reproductor que no estaba basado en el cilindro de Edison, sino en una
superficie redonda plana, que conoció por Gardiner Greene Hubbard, suegro de
Graham Bell. A través del mecanismo el estilete se mueve de forma horizontal,
en lugar de vertical, eliminando las distorsiones generadas por la gravedad
sobre la aguja de grabación. Apostó por el disco de registro, ya que resultaba
más fácil de imprimir y con mejor precisión de corte que los cilindros
habituales. Buscó materiales de mayor duración y ligeros. El invento supuso que
la reproducción del sonido fuera potencialmente comercial. En 1887 Berliner
patentó en Estados Unidos y en Alemania lo que él denominó gramófono, para
diferenciarlo del fonógrafo de Edison, patentado diez años antes.
El Instituto Franklin de Filadelfia le otorgó la Medalla de
Scott, por su contribución al desarrollo de la acústica y la reproducción del
sonido en 1888.
El gramófono comenzó a ser comercializado en 1893 por la
compañía fundada por Berliner. Hacia 1899 el invento de Berliner estaba en
manos de tres compañías: The Berliner Gramophone Company de Filadelfia, que
fabricaba los gramófonos y los discos, The Seaman National Gramophone de Nueva
York, que llevaba a cabo la comercialización, y The United States Gramophone
Company en Washington.
A principios del mismo año, la segunda de las compañías
mencionadas negoció un acuerdo con la American Gramophone and Columbia
Phonograph para fabricar el 'zonófono', un aparato similar. Berliner lo
consideró una traición al acuerdo de exclusividad que tenía, lo que se agravó
cuando, mediante un juicio comercial, la Seaman National Gramophone logró que
se prohibiera a la compañía de Berliner vender su invento en Estados Unidos.
Consecuentemente, el 2 de enero de 1900 Berliner trasladó su empresa a
Montreal, la cual pasó a llamarse Berliner Gram-O-phone Company, dotada
sucursales en Europa como la Deutsche Grammophon y la Britain's Gramophone Co.
Comienzan a fabricar los discos de siete pulgadas de una sola cara o singles.
El 16 de julio de 1900 Berliner registró el logotipo de su
compañía: un perro escuchando un gramófono (His master's voice). En 1924 la
compañía fue comprada por Victor Talking Machine Company, pasando a llamarse en
1929 RCA Victor, tras ser adquirida a su vez por la RCA (Radio Corporation of
America).
En 1913 concedieron a Berliner la Medalla Elliot Cresson en
reconocimiento sus contribuciones científicas relativas a la telefonía y la
acústica.
Berliner también trabajó en el ámbito de la aeronáutica. Se
le considera el primero en utilizar un motor ligero de combustión interna, que
años más tarde se emplearía en la construcción de los aeroplanos. Junto a su
hijo, Henry Berliner, creó un helicóptero que logró volar a principios de 1919.
Sin embargo, nunca abandonó su interés por resolver los problemas de la
reproducción del sonido. En 1925 diseñó unas baldosas acústicas para su
instalación en auditorios y salas de conciertos.
Berliner, como amante de la música, también se dedicó a la
composición. Fue él quien compuso The Columbian Anthem ('El himno de
Columbia'), estrenado el día del cumpleaños de George Washington en 1897.
En 1899 Berliner escribió un libro sobre religión expresando
sus ideas agnósticas.
En 1909 Berliner financió la construcción del edificio para
enfermos de tuberculosis en Washington Grove, Maryland, en memoria de su padre.
Y en 1920 dotó de fondos a la Tuberculosis Association para la concesión anual
de un trofeo de plata a la escuela infantil más comprometida en la erradicación
de la enfermedad.
Poco después de recibir la Franklin Medal, Emil Berliner
falleció el 3 de agosto de 1929, a los 78 años, tras sufrir un ataque al
corazón. Fue enterrado en el cementerio de Rock Creek en Washington DC, junto a
su esposa y un hijo.
En 2011 Google le dedicó un doodle en conmemoración del
aniversario de su nacimiento.