miércoles, 30 de septiembre de 2020

Ferenc Weisz


Ferenc Weisz nació en Budapest, Hungría, el 2 de agosto de 1893, y murió en Auschwitz, Polonia, el 30 de Septiembre 1944. Pianista y compositor.

Estudio en el Conservatorio Nacional donde tomo clases de piano con  Istvan Tomka y composición con Karoly Agghazy. En 1914 completó sus estudios con distinción en ambas disciplinas. En 1919 obtuvo un puesto de profesor en el Conservatorio, pero debido al creciente antisemitismo y a las circunstancias políticas de la época, en 1920 se instaló en Ámsterdam.

A partir de entonces adoptó el nombre de Franz Weisz, trabajó como profesor de música y compositor, en 1925 ingresó en la Asociación de Compositores Holandeses, conocida como Geneco, donde registró obras para piano solo, piano y orquesta, una sinfonía y varias obras para violonchelo y orquesta.

Franz Weisz acompañó con frecuencia a los violinistas Alfred Indig y Alexander Moskowsky. También tuvo gran éxito junto con la pianista Olga Moskowsky en su estreno de Scaramouche, una suite para dos pianos de Darius Milhaud en 1938. Ese mismo año fue nombrado ayudante de Alexander Borovsky, el conocido pianista ruso, que al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, viajó a Sud América y posteriormente a los Estados Unidos.

Weisz permaneció en Holanda donde y siguió enseñando, tanto en el Muzieklyceum como en privado en casa. Consideraba que, como no tuvo actividad política, no tenía nada que temer. En 1942 fue bautizado en la Iglesia Reformada Holandesa.

En mayo de 1943 fue apresado por las fuerzas nazis e internado en Durchgangslager Westerbork, un campo de tránsito alemán ubicado en el noreste de Holanda, en enero de 1944 fue deportado al Campo de Concentración de Theresienstadt, donde el 27 de mayo dio un concierto con obras de Bach, Beethoven y Brahms con el violinista checo Karel Frohlich, quien sobrevivió al holocausto luego de pasar por Buchenwald y Auschwitz. 

El 28 de septiembre de 1944, Ferenc Weisz fue deportado a Auschwitz y asesinado dos días después.



martes, 29 de septiembre de 2020

Una Canción, Una Historia

 

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El Mirador Nocturno – Radio / Concierto para Piano y Orquesta Nº 1 en Re Mayor Op. 17 de Camille Saint-Saëns


Hoy les presento el 5º programa de La Música de Todos Los Tiempos, dedicado a Camille Saint-Saëns con el Concierto para Piano y Orquesta Nº 1 en Re Mayor Op. 17.

Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.



Nicola di Bari

 

Michele Scommegna, más conocido como Nicola di Bari, nació en Zapponeta, Italia, el 29 de septiembre de 1940. Cantautor.

El sitio www.ecured.cu publicó este recordatorio.

[[ Michele Scommegna : Conocido artísticamente como Nicola Di Bari (El último Romántico), nace en Zapponeta (Apulia), Italia, el 29 de septiembre]] de 1940; es un popular cantante, Italiano.

Inicios

Originario de un pequeño pueblo en los campos de la región foggiane, deja Apulia para trasladarse a Milán en busca de aceptación como cantante; en los primeros años de permanencia en la capital lombarda para mantenerse efectúa también humildes trabajos como camarero y albañil.

Después de haberlo escuchado cantar, algunos colegas lo impulsan a emprender la carrera musical, y así Michele, elegido el nombre artístico de Nicola di Bari (en honor al santo, de quien es devoto), participa en 1961 en un concurso de canciones nuevas con una pieza suya, Piano pianino, y lo gana: comienza así y a exhibirse en algunos locales de Milán, pero continuando el trabajo de día.
 
Una tarde lo escucha Walter Guertler, que decide proponerle un contrato por su casa discográfica, la Jolly, y de contratarlo como colaborador para permitirle tener más libertad por su actividad musical; el primer corte en cambio, Piano...pianino..., pasa inadvertido. Continúa teniendo noches, incluso algunas en Suiza.

Trayectoria Artística

Nicola Di Bari, comenzó su vida artística en los años setenta; pero el tono de su voz no le permitió lograr el éxito con rapidez. En 1963 aparece su primer sencillo y al siguiente año logró cierta popularidad con el tema "Amor, Regresa a Casa". En 1965 fue invitado a participar en el Festival de San Remo, logrando llegar a la ronda final..

En 1966 y 1967 se presentó en el festival, pero no logró llegar a la final. Su carrera continuó sin grandes sucesos, hasta que repentinamente en 1970, también en San Remo, logró reconocimiento al alcanzar el segundo lugar con el tema "La prima cosa bella".

La consagración definitiva le llegó en el año 1971, y en 1972 repitó su éxito. En 1974 se presentó una vez más en San Remo y llegó a finalista. En 1972 participó en el Festival de la Canción de Eurovisión.

Goza de gran popularidad en América latina ya que cantaba sus canciones también en castellano, y en los años 70 y 80 sus canciones lograron situarse en los primeros en los hit parades en esta región.

En los años setenta en Italia tuvo un declive en su carrera Sus ventas en Italia se ven reducidas (con una pequeña excepción con La más bella del mundo en 1976), y de una consiguiente disminución de la actividad en la península.

Continúa su carrera en Sudamérica, dónde continuó logrando considerable éxito aún después de 1975: todavía es posible escuchar en la radio algunas de sus más famosas canciones de los años '70.

En el Cine

En los años' 70 la actividad artística de Nicola di Bari también ha interesado al cine: ha participado en la película policíaca "Turín negra" del 1972, con la dirección de Carlo Lizzani y al lado de actores del calibre de Bud Spencer.

En precedencia recitó con otros dos cantantes, Don Backy y Caterina Caselli, en la película "La inmensidad – La muchacha del Piper" del 1967, dirigida por Oscar De Fina y en "La muchacha del cura", de 1970, dirigida por Domenico Paolella.
 
A continuación, celebramos el cumpleaños de Nicola Di Bari, con uno de sus grandes éxitos: El Corazón es un Gitano. 


lunes, 28 de septiembre de 2020

Florent Schmitt


Florent Schmitt nació en Blamont, Francia, el 28 de septiembre de 1870, y murió en Neuilly-sur-Seine, Francia, el 17 de agosto de 1958. Compositor.

El sitio www.mcnbiografias.com publicó este recordatorio

Schmitt, Florent (1870-1958).

Compositor francés que pasó a primera línea tras conseguir el Gran Premio de Roma en 1900 con su cantata Semíramis. Antes había estudiado en los conservatorios de Nancy y París con Hesse, Sandré, Massenet, Lavignac, Gedalge y Fauré, y tras conseguir el premio viajó por toda Europa y el Cercano Oriente, realizando investigaciones que luego influirían en su obra posterior. Fue profesor de armonía en el Conservatorio de Lyon (1922-24), sucedió a Dukas en el Instituto de Francia (1936), fue presidente de la Sociedad Nacional de Música (1938) y comendador de la Legión de Honor. En 1957 recibió el Gran Premio Musical de la Ciudad de París.

Schmitt era partidario de la grandiosidad de la música y en esa línea escribió bastante para la escena (pero no ópera), para orquesta y para coros (sobre todo, su monumental Salmo XLVII de 1904), además de música para el cine. Su composición más trascedente es su Quinteto para piano (1908), acompañado de Lied y scherzo. Su obra está marcada tanto por el dominio de la técnica como por una inspiración muy personal. Schmitt parte de unas formas clásicas, aunque unidas a una vitalidad romántica, que lo hacen heredero de Chopin y Fauré. En sus obras corales, sus agregados tritonos anuncian a Stravinski, y su cromatismo es contemporáneo e incluso precursor de Schöenberg. Otras obras que sus contemporáneos recibieron con entusiasmo fueron, además del citado salmo, Légende, para viola (o saxofón) y orquesta, donde emplea orientalismos (asumidos durante su visita a Turquía) que también se encuentran a una escala mayor en otras composiciones muy admiradas, como La tragédie de Salomé. En Cippus feralis rindió tributo a Fauré, y en Stele a Dukas.

A continuación, recordamos a Florent Schmitt en el día de su nacimiento, con la Sonatina para Piano, Flauta y Clarinete Op. 85, en la versión de Chi-Hsuan Tsu en piano, York Lu en flauta, y Yunhong Chi en clarinete.


domingo, 27 de septiembre de 2020

Shalom - Aprender a perdonar

 

Cyril Scott


Cyril Meir Scott nació en Oxton, Birkenhead, Reino Unido, el 27 de septiembre de 1879, y murió en Eastbourne, Reino Unido, el 31 de diciembre de 1970. Compositor, escritor, y poeta.

Desde temprana edad mostró talento para la música. En 1892 ingresó al Conservatorio Hoch en Frankfurt, Alemania, para estudiar piano. A los 20 años estrenó su primera sinfonía. En 1902 conoció a la pianista Evelyn Suart, con quien mantuvo una larga asociación artística, estrenó muchas de sus obras, y a través de ella se interesó por la metafísica. En 1903 interpretó su Cuarteto para piano con Fritz Kreisler, Emil Kreuz y Ludwig Lebell en la sala de conciertos St. James's Hall de Londres. Como compositor dejó una producción abundante de casi 400 obras que incluyen cuatro sinfonías, tres óperas, dos conciertos para piano, cuatro oratorios, cuatro conciertos, varias oberturas, poemas sinfónicos, música de cámara, canciones y obras breves para piano. Integró la vanguardia de los compositores británicos de la primera parte del siglo XX, y Eugene Goossens lo definió como: El Padre de la música británica moderna. En 2001 Angelo Gilardino encontró en los archivos del guitarrista español Andrés Segovia, la Sonatina para guitarra, compuesta en 1927, que le fue dedicada, y que se creyó perdida durante décadas.

A continuación, recordamos a Cyril Scott en el día de su nacimiento, con  Lotus Land, en la versión de Cristina Ortiz. 


La Tarara - Ana Belén / Radio Tarifa




sábado, 26 de septiembre de 2020

Charles Munch


Charles Munch nació en Estrasburgo, Francia, el 26 de septiembre de 1891, y murió en el 6 de noviembre de 1968. Director de orquesta y violinista.

Nació en el seno de una familia de músicos. Su padre fue organista y director de coro. Estudió violín en el Conservatorio de su ciudad, donde su padre Ernst fue profesor de órgano. En 1912 estudió en Berlín con Carl Flesch, y con Lucien Capet en el Conservatorio de París. En 1920 fue profesor de violín en el Conservatorio de Estrasburgo y asistente del concertino de la Orquesta Filarmónica de Estrasburgo bajo la dirección de Joseph Guy Ropartz. Posteriormente fue concertino de la Orquesta Gürzenich en Colonia, y luego fue concertino de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler y Bruno Walter, quienes le dejaron una impronta indeleble en su visión de la interpretación musical. El 1 de noviembre de 1932 debutó como director en París con mucho éxito. Tiempo después dirigió los Conciertos Siohan, la Orquesta Lamoureux, la Orquesta Sinfónica de París, la Orquesta de Biarritz en el verano de 1933, la Sociedad Filarmónica de París entre 1935 y 1938. Entre 1937 a 1946 estuvo al frente de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio. Trabó amistad con los compositores Arthur Honegger,  Albert Roussel, y Francis Poulenc. Durante estos años estrenó obras de Arthur Honegger, de Jean Roger-Ducasse, de José Guy Ropartz, de Albert Roussel, y de Florent Schmitt. En 1938 asumió la dirección de la Société Philharmonique de Paris. En 1939 poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial dirigió como invitado en Londres a la Orquesta Sinfónica de la BBC, y en Estados Unidos a la Orquesta Sinfónica de San Luis. Entre 1937 y 1945 enseñó dirección en el Conservatorio de París. Durante la ocupación alemana permaneció en Francia dirigiendo la Orquesta del Conservatorio, creyendo que era mejor mantener la moral de los franceses. Rechazó compromisos en Alemania y también se negó a interpretar obras alemanas contemporáneas. Protegió a los miembros de su orquesta de la Gestapo y contribuyó con sus ingresos a la Resistencia francesa. En 1945 recibió la Legión de Honor con la cinta roja, y en 1952 el grado de Comandante. En 1945 dirigió la Orquesta Filarmónica Checa en Praga en el cincuentenario de su fundación. También dirigió en la nueva etapa del Festival de Salzburgo al frente de la Filarmónica de Viena. Después realizó una gira por Estados Unidos con la Orquesta Nacional de Radio Francia. Asimismo grabó para el sello DECCA con la Orquesta del Conservatorio. En 1946 dirigió como invitado a diversas orquestas norteamericanas con las que obtuvo grandes éxitos, lo que afianzó su prestigio en ese país. El 27 de diciembre de 1946 debutó al frente de la Orquesta Sinfónica de Boston, y entre 1949 y 1962 fue Director Musical. Entre 1951 y 1962 dirigió el Berkshire Music Festival y del Berkshire Music Center. Se destacó en el repertorio francés moderno, especialmente en Claude Debussy y Maurice Ravel, y fue considerado como una autoridad del repertorio de Hector Berlioz. También fue un gran intérprete de obras de compositores como Johann Sebastian Bach, Franz Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Robert Schumann, Johannes Brahms, y Richard Wagner. En 1963 regresó a Francia y se convirtió en presidente de la École Normale de Musique. También fue nombrado presidente de la Guilde Française des Artistes Solistes, y continuó su actividad como director invitado en Estados Unidos, el resto de Europa, y Japón. En 1967 a pedido de André Malraux, ministro de Cultura de Francia, fundó la Orquesta de París, con miembros de la Orquesta del Conservatorio, y dirigió su primer concierto el 14 de noviembre. A lo largo de su carrera realizó muchas grabaciones, y quedó registrada en varios sellos discográficos. En 1954 recopiló una colección de pensamientos sobre la dirección y el papel del director, que publicó bajo el título Je suis chef d'orchestre, y posteriormente fue publicado en inglés. En 2011 Kern Holoman escribió la primera biografía de Munch en inglés, titulada Charles Munch.

A continuación, recordamos a Charles Munch en el día de su nacimiento, con su interpretación de la Sinfonía Nº 3 en Mi Bemol Mayor Op. 55, de Ludwig van Beethoven, al frente de la Orquesta Sinfónica de Boston, presentación en Japón en 1960.


Antonin Dvořák, Concierto para Violonchelo y Orquesta en Si Menor Op. 104 - Pablo Ferrández


A continuación, de Antonin Dvořák, el Concierto para Violonchelo y Orquesta en Si Menor Op. 104, en la versión de Pablo Ferrández, junto a la Orquesta Filarmónica de Israel, dirigida por Vasily Petrenko.




viernes, 25 de septiembre de 2020

Jesús Guridi

 
Jesús Guridi Bidaola nació en Vitoria-Gasteiz, España, el 25 de septiembre de 1886, y murió en Madrid, España, el 7 de abril de 1961. Compositor.

El sitio www.jesusguridi.com publicó este recordatorio

BIOGRAFIA

(Fuente: Manu Sagastume Arregui para EUSKOMEDIA) http://www.euskomedia.org/aunamendi/57615)
Jesús Guridi

Vitoria-Gasteiz, 25-08-1886; Madrid, 07-04-1961.

Descendía de una familia de músicos, tanto por parte de los Guridi como por los Bidaola; destacan entre ellos, su bisabuelo el organista y compositor Nicolás Ledesma, sus abuelos los también organistas Luis Bidaola y Francisco Javier Guridi y la compositora y profesora de piano, Celestina Ledesma; su padre, Lorenzo, también tocaba el violín y su madre, Trinidad, fue igualmente profesora de piano.

Estudió en Bilbao con el músico casi vitoriano Sainz Basabe. Pronto su familia se traslada a Zaragoza y a Madrid; aquí, con once años, había compuesto varias obritas que llegaron a conocimiento del barítono García Soler, quien le animó a estudiar armonía con el guipuzcoano Valentín Arín. A través de Sainz Basabe y del violinista Lope de Alaña, se dio a conocer en el selecto grupo de filarmónicos bilbaínos denominado “El Cuartito“, donde interpretó diversas composiciones suyas que luego integraron los Quatorce morceaux, editados por Breitkopf and Hartel, de Leipzig.

En los Juegos florales que tuvieron lugar a principios de siglo en la capital vizcaína, el músico obtuvo el premio Plácido Allende, con la composición Txalupan, melodía para canto y piano. En 1904, bajo la protección del conde de Zubiria marchó a estudiar a París, en la Schola Cantorum, con Grovlez (piano), Decaux (órgano), Sérieyx (composición) y D’Indy(contrapunto y fuga). Fue compañero de Resurrección María de Azkue y José María Usandizaga, con quienes siguió manteniendo una gran amistad, además de un ideal común por un gran teatro lírico. De aquí marchó a Bélgica para estudiar con el organista Jongen y a Colonia, donde recibió enseñanzas de instrumentación de Otto Neitzel.

Su regreso a Bilbao se produjo en un ambiente de Gan prestigio personal y de una gran ebullición cultural, promovida, en gran parte, por los miembros de “El Cuartito”. Además de a la composición, se dedicó al profesorado y al órgano que ocupó primero en la iglesia de los Santos Juanes y después en la basílica del Señor Santiago, en que le habían precedido Nicolás Ledesma y Luis Bidaola. 

En 1909 dio a conocer Así cantan los chicos, tres escenas infantiles para coro de niños y piano, que luego orquestó y que se convirtieron en una de las obras más importantes de su catálogo. El esfuerzo de “El Cuartito” significó el nacimiento de la Sociedad Filarmónica, la Academia Vizcaína de Música y el Conservatorio, y, gracias a su impulso, surgió la aventura de la ópera vasca.

La Sociedad Coral de Bilbao, dirigida por Aureliano Valle, decidió promover la creación de óperas vascas, que contaban ya entonces con algunos intentos no excesivamente afortunados. Por encargo de José Power, presidente de la Sociedad Coral, surgieron tres obras importantes, dos de las cuales supusieron la coronación de sus autores: Mendi-Mendiyan de Usandizaga y Mirentxu, de Guridi. 

El éxito y la posición social adquirida por el compositor, le hicieron personaje fundamental en la vida cultural bilbaina; así, formó parte de la comisión gestora de la recién creada Asociación de Artistas Vascos y, en 1911, fue nombrado director de la Sociedad Coral de Bilbao. Al frente de ésta, Guridi desarrolló una trascendental labor de divulgación de la música coral vasca, armonizando una gran cantidad de obras de carácter popular, entre las que destacan las tres series de Cantos populares vascos. Al mismo tiempo, siguió trabajando en la composición de otra gran ópera vasca, Amaya, que se estrenó con gran éxito en 1920. En colaboración con Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, estrenó El Caserío en 1926 y se volcó en la composición de zarzuelas como La Meiga, La cautiva, Mandolinata, La bengala o Peñamariana. 

Tampoco abandonó la composición de obras sinfónicas, y, después del poema Una aventura de Don Quijote, que había obtenido un segundo premio en el concurso organizado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1915 (el primer premio fue declarado desierto), compuso laLeyenda Vasca, En un barco fenicio, la Sinfonía pirenaica, el Homenaje a Walt Disney y la que ha llegado a ser la más conocida de sus obras orquestales, las Diez Melodías Vascas.

La música para voz está también presente en el catálogo del compositor, destacando las Seis canciones castellanas. Cultivó igualmente la música de cámara, habiendo dejado dos cuartetos para cuerda y, como organista, contribuyó al repertorio del instrumento con obras con el Tríptico del Buen Pastor, las Variaciones sobre un tema vasco y otras más, entre las que merece la pena destacar, por su marcado carácter pedagógico, la Escuela española de órgano. Son también dignas de atención sus creaciones de música incidental para cine y su obra para piano solo (Danzas viejas, Ocho apuntes, Diez melodías vascas, Lamento e imprecación de Agar, etc.).

Después de estrenar El Caserío en Madrid, Guridi se instala en la capital, obteniendo la plaza de profesor de órgano en el Real Conservatorio, del que en 1956 llegaría a ser director, siendo nombrado académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando.

A continuación, recordamos a Jesús Guridi en el día de su nacimiento, con Eusko Irudiak, Cantata para Coro y Orquesta, en la versión del Orfeón Donostiarra, y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, dirigida por Miguel Ángel Gómez Martínez.


jueves, 24 de septiembre de 2020

Hermann von Reichenau


Hermann von Reichenau nació en Saulgau, Württemberg, Alemania, el 18 de julio de 1013, y murió en Reichenau, Alemania, el 24 de septiembre de 1054. Monje y compositor.

Desde su más tierna infancia permaneció en silla de ruedas. En 1020 fue trasladado al monasterio benedictino de la isla de Reichenau, donde ejerció sus labores de enseñanza y estudio. Fue ordenado monje benedictino y muy pronto destacó entre sus compañeros como poeta y compositor. Fue muy conocido no sólo en Alemania sino que en toda la Europa Medieval. Uno de sus primeros trabajos fue una crónica desde la época de Jesús hasta la del primer kaiser de Alemania. A partir de 1080 fue continuada por su alumno Berthold von Reichenau. Fue un autor muy curioso y desarrolló  investigaciones en distintas disciplinas como astronomía, geometría, y medicina.

A continuación, recordamos a Hermann von Reichenau en el día de su fallecimiento, con Salve Regina, en la versión de la soprano Anna Sandström, y el Armónico Consort.


Escualo - Astor Piazzolla - Bruno Cavallaro en violín, Adrián Enríquez en piano


miércoles, 23 de septiembre de 2020

Irene Reid


Irene Reid nació en Savannah, Georgia, Estados Unidos, el 23 de septiembre de 1930, y murió en Nueva York, Estados Unidos, el 4 de enero de 2008. Cantante.

Cantó en la iglesia y en la escuela secundaria en Georgia. En 1947 se mudó a Nueva York, donde ganó un concurso para amateurs en el teatro Apollo en el distrito de Harlem. Entre 1948 y 1950 trabajó como cantante principal con Dick Vance en el Savoy Ballroom. En 1961 y 1962 cantó en la orquesta de Count Basie y grabó para el sello Verve Records. Más tarde trabajó en una producción en Broadway, en el musical The Wiz. Además cantó con Carmen McRae, Sarah Vaughan, Aretha Franklin y B. B. King. Durante las décadas de 1970 y 1980 trabajó menos, pero tuvo un revival. En 1991, 1994 y 1996 se presentó en el Savannah Jazz Festival, y continuó lanzando discos en el sello Savant Records hasta el 2000.

A continuación, recordamos a Irene Reid en el día de su cumpleaños, con uno de sus éxitos: Our Day Will Come. 

martes, 22 de septiembre de 2020

El Mirador Nocturno – Radio / Fragmentos de la ópera Sansón y Dalila de Camille Saint-Saëns

Hoy les presento el 4º programa de La Música de Todos Los Tiempos, dedicado a Camille Saint-Saëns con Fragmentos de la ópera Sansón y Dalila.

Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.


José Maurício Nunes Garcia


José Maurício Nunes Garcia nació en Río de Janeiro, Brasil, el 22 de septiembre de 1767, y murió en su ciudad, el 18 de abril de 1830. Sacerdote y compositor.

El sitio www.mcnbiografias.com publicó este recordatorio firmado por Cipriano Camarero Gil.

Nunes Garcia, José Maurício (1767-1830).

Sacerdote, compositor y organista brasileño, nacido en 1767 en Río de Janeiro y fallecido en la misma ciudad en 1830, cuyo talento excepcional lo convierte en el más notable compositor brasileño de música sacra de su época.
 
Hijo de padre brasileño y de madre africana, tuvo que soportar a lo largo de su vida muchas humillaciones a causa del color de su piel. A la muerte de su padre, hubo de ayudar al sostenimiento de su familia ejercitando el don de la música cantando y tocando el violín y el piano. A los 15 años ya se presentaba en conjuntos y daba clases particulares de música. Compuso su primera pieza en 1783, Tota pulchra es Maria. Ordenado sacerdote en 1792, se dedicó a componer un gran número de obras litúrgicas. Fundó en su propia casa una escuela de música, donde enseñó a grandes maestros, como Francisco Manuel da Silva y Cândido Inácio da Silva. A él se debe la introducción en Brasil de obras de famosos músicos europeos, como el Requiem de Mozart, y La Creación de Haydn.
 
Al trasladarse en 1808 la corte portuguesa a Río de Janeiro, García fue nombrado maestro de la Capilla Real. Con la corte, se trasladaron también los músicos de la misma, lo cual supuso para Nunes Garcia un verdadero desafío, pues ningún europeo aceptaba de buen grado ser dirigido por un brasileño, y menos mulato. Para hacer frente a esta situación, el rey mandó venir de Portugal al compositor oficial de la Corte, Marcos Portugal, al cual nombró maestro de capilla, en sustitución de José Maurício. En la práctica sucedió que el portugués quedó responsable de la música profana, y el brasileño, de la música sacra. Así, al morir la madre del rey Juan VI, María I, José Mauricio fue el encargado de componer la música en su honor, su afamado Requiem.
 
En 1822, al declararse la independenica de Brasil, los músicos de la antigua Corte perdieron sus subvenciones, por lo que José Mauricio se vio reducido a la pobreza y a componer sólo por encargo de alguna iglesia. Su última (pero monumental) obra fue la Missa Festiva (1826), compuesta por encargo de la Hermandad de Santa Cecilia.
 
Aunque se cree que compuso más de 500 obras, sólo se conocen unas 250 piezas suyas. Algunas de sus obras más importantes fueron las series de Graduais (1798-1800), de los Misereres (1798) y las Matinas de Natal (1799); además de las obras Missa em Si Bemol, Missa de Defuntos, Magnificat y Missa de Réquiem. Entre sus composiciones dramáticas destacan Ulissea, drama eroico y O triunfo da América (1809). Además escribió una obra teórica, el Compêndio (1821), sobre los elementos básicos de la música.
 
En la música de Nunes Garcia se descubre la influencia de los músicos alemanes, así como la de algunos músicos mineiros (de Minas Gerais). También introdujo en sus composiciones, elementos de la música popular brasileña, como las modinhas.
 
Autor Cipriano Camarero Gil

A continuación, recordamos a José Mauricio Nunes García en el día de su nacimiento, con el Réquiem compuesto en 1816, en la versión de los solistas Carolina Faria, Mauricio Luz, Veruschka Mainhardt, Geilson Santos, junto al Coro y la Orquesta Sinfónica de Río de Janeiro, dirigida por Ernani Aguiar.


lunes, 21 de septiembre de 2020

La increíble historia del hombre que se infiltró en Auschwitz para contar el horror pero casi nadie le creyó

El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este artículo firmado por Matías Bauso

La increíble historia del hombre que se infiltró

en Auschwitz para contar el horror pero casi

nadie le creyó

Hace 80 años, el polaco Witold Pilecki se hizo detener por los nazis para entrar al campo de exterminio. Luego de 3 años logró escapar.Desde la clandestinidad fue líder en el levantamiento del gueto de Varsovia. Derrotado Hitler, se opuso a Stalin: no quería soportar un nuevo opresor. Fue ejecutado por los soviéticos como un traidor a la patria. Muchos años después se lo reconoció como héroe



Witold Pilecki nació en 1901. Su familia tenía sólida posición económica. De joven participó en la guerra polaco-soviética. A su regreso del frente, heredó largas extensiones de tierra. Se casó y tuvo dos hijos. Tenía una buena vida. Per después de la invasión nazi a su país, se dispuso a luchar (Captura video de AFP)
Witold Pilecki nació en 1901. Su familia tenía sólida posición económica. De joven participó en la guerra polaco-soviética. A su regreso del frente, heredó largas extensiones de tierra. Se casó y tuvo dos hijos. Tenía una buena vida. Per después de la invasión nazi a su país, se dispuso a luchar (Captura video de AFP)

En el momento en que su país cayó en manos de los invasores, Witold Pilecki se pasó a la resistencia. El 19 de septiembre de 1940, cuando todavía no se sabía con precisión qué era lo que estaba sucediendo se hizo detener por el enemigo, se infiltró en Auschwitz. Desde dentro descubrió el horror. Preparó pequeñas formas de resistencia. Estuvo casi tres años detenido en los que nunca dejó de buscar la oportunidad para escapar. Lo logró después de más de mil de detención. Afuera no descansó.

Desde la clandestinidad participó del Levantamiento de Varsovia. Otra vez, una estadía de varios meses en un campo de detención. La derrota nazi provocó un cambio de mando en Polonia. Pilecki creyó que durante un (breve) tiempo tendría un respiro. Pero los soviéticos impusieron otro régimen férreo en el que la libertad no tenía lugar. Pilecki siguió luchando desde la clandestinidad. En 1947 fue apresado de nuevo pero esta vez no pudo escapar. Tiempo después el régimen comunista polaco lo condenó a muerte.

Los totalitarismos atravesaron su vida. Los nazis lo encarcelaron, lo torturaron, lo combatieron. El comunismo soviético después de propinarle el mismo trato, lo fusiló.

Witold Pilecki nació en 1901. Su familia tenía sólida posición económica. De joven participó en la guerra polaco-soviética. A su regreso del frente, heredó largas extensiones de tierra y las trabajó. Se casó y tuvo dos hijos. Tenía una buena vida. Pero era un hombre de acción, reactivo a las injusticias. Después de la invasión nazi a su país, se dispuso a luchar. Fue convocado de nuevo a filas. Pero la lucha duró menos de un mes. Él no se iba a rendir tan fácilmente como tantos otros. Y se pasó a la resistencia.

“Los nazis dedicaron todos sus esfuerzos a atomizar y romper la sociedad polaca. Pilecki no cedió a hacer diferencias por la raza de cada uno o por su clase social. De hecho, pese a ser católico, hizo lo opuesto: procuró que eso no sucediera y protegió a muchos judíos”, escribió Jack Fairweather, su biógrafo

En la resistencia asumió una gran misión, un reto de una ambición desmesurada. Se ofreció como voluntario para dejarse atrapar por los nazis y ser enviado a Auschwitz. Allí debía actuar como agente de inteligencia. Averiguar cómo funcionaba ese campo del que hasta ese entonces no se sabía demasiado. Pero su labor no era sólo la de informante. Tenía que formar células para ejecutar pequeñas acciones de boicot dentro del campo, misiones de resistencia, y hasta organizar un levantamiento, si eso fuera posible.

El 19 de septiembre de 1940 fue ingresado al campo de concentración. Utilizó un nombre falso, Thomas Serafinski (Captura video de AFP)
El 19 de septiembre de 1940 fue ingresado al campo de concentración. Utilizó un nombre falso, Thomas Serafinski (Captura video de AFP)

El 19 de septiembre de 1940 fue ingresado al campo de concentración. Utilizó un nombre falso, Thomas Serafinski. Pero no importó demasiado. En ese lugar el nombre no tenía mayor utilidad.

4859. Ese era su número de identificación, el que le tatuaron en uno de sus antebrazos. Apenas arribar se dio cuenta de que la situación era mucho peor de lo que habían calculado. Varios de los que habían viajado con él fueron asesinados apenas bajaron del tren; los judíos fueron separados.

Todos fueron golpeados y despojados de los escasos bienes que traían. Según sus cálculos y los de un médico que conocía de antes, Wadislaw Dering, con los pobres valores nutricionales de la escasa comida y sometidos al trabajo extremo, la gente aguantaba con vida poco más de dos meses.

Pilecki creó, de a poco y con cautela, una red clandestina de asistencia a los prisioneros y de resistencia a los nazis. En esos primeros meses de Auschwitz, algunos todavía tenían alguna vía de escape a través del pago de importantes sobornos. Pilecki por medio de uno de estos millonarios judíos que logró salir del lager mandó un mensaje a las fuerzas aliadas: “Bombardeen Auschwitz. Destruyan Auschwitz”.

No le importaba morir bajo las bombas. La máquina de muerte tenía que ser destruía. En Londres, se sabe, se discutió sobre este mensaje. Pero en ese momento, Estados Unidos todavía no estaba en guerra e Inglaterra tenía una flota de aviones escasa. Avanzado el tiempo y la guerra, los Aliados fijaron otras prioridades. Los mensajes de Pilecki salían cada vez más espaciados y desesperados pero no eran oídos. Llegó a pedir que al menos fueran destruidas las vías férreas que permitían que los embarques de detenidos hacinados llegaran a Auschwitz.

Su red clandestina llegó a tener alrededor de mil miembros. Robaban medicinas, panes, zapatos para repartirlos entre quienes más lo necesitaban; organizaban actos de sabotajes; envían mensajes al exterior.

Cuando escapó del campo casi no descansó y se reintegró a la lucha contra los invasores nazis. Pilecki no sólo presentaba secuelas físicas de su larga estancia en Auschwitz. Se había vuelto un ermitaño, un personaje inescrutable que sólo podía pensar y actuar en pos de vencer al nazismo(Wikipedia)
Cuando escapó del campo casi no descansó y se reintegró a la lucha contra los invasores nazis. Pilecki no sólo presentaba secuelas físicas de su larga estancia en Auschwitz. Se había vuelto un ermitaño, un personaje inescrutable que sólo podía pensar y actuar en pos de vencer al nazismo(Wikipedia)

En abril de 1943, cuando las esperanzas se agotaban, Pilecki luego de conseguir un turno nocturno en la panadería, logró escapar del campo de concentración junto a otros tres compañeros. Apenas se puso en contacto con la resistencia polaca fue llevado a visitar a su esposa e hijos. Allí escribió febrilmente durante días. Un informe de lo atroz. Una detallada descripción de lo que pasaba en Auschwitz. Se conoció como el Informe Pilecki. Pero Londres no aceptó ningunos de los planes polacos de ataque a Auschwitz. Sostenían que era una operación muy riesgosa y de alto costo. Pero a eso se le sumaba un dato no menor. Casi nadie creía en la exactitud de esas más de 100 páginas escritas por Pilecki. Estaban convencidos que se trataban de exageraciones que estaban destinadas a poner en movimiento tropas y aviones hacia Polonia. Les parecía imposible que esos números contenidos en el informe pudieran ser reales. ¿Millones de personas asesinadas? De ninguna manera eso podía estar sucediendo.

Casi no descansó y se reintegró a la lucha contra los invasores nazis. Pilecki no sólo presentaba secuelas físicas de su larga estancia en Auschwitz. Se había vuelto un ermitaño, un personaje inescrutable que sólo podía pensar y actuar en pos de vencer al nazismo. A pesar de eso, él militaba en la sección anticomunista: no quería que su país quedara en manos de Stalin.

Logró escapar del campo de concentración junto a otros tres compañeros. Apenas se puso en contacto con la resistencia polaca fue llevado a visitar a su esposa e hijos. Allí escribió febrilmente durante días. Un informe de lo atroz. Una detallada descripción de lo que pasaba en Auschwitz (Northcliffe Collection/ANL/Shutterstock)
Logró escapar del campo de concentración junto a otros tres compañeros. Apenas se puso en contacto con la resistencia polaca fue llevado a visitar a su esposa e hijos. Allí escribió febrilmente durante días. Un informe de lo atroz. Una detallada descripción de lo que pasaba en Auschwitz (Northcliffe Collection/ANL/Shutterstock)

La Resistencia Polaca fue de las más importantes en Europa a pesar de que no se hable tanto de ella. La mayoría de las informaciones que llegaron a los Aliados sobre el sistema concentracionario y sobre los movimientos alemanes en el Este fueron producidas por el servicio de inteligencia de los resistentes polacos. Además produjeron la mayor revuelta urbana contra el régimen nazi, el Levantamiento de Varsovia.

Durante el Levantamiento de Varsovia, Pilecki comandó una de las unidades que más tiempo logró mantenerse activa. Finalmente fueron derrotados y Pilecki enviado a un campo de prisioneros de guerra. Ahí permaneció otros ocho meses detenido hasta que, a fines de abril de 1945, el campo de Murnau fue liberado por las tropas norteamericanas.

Mientras muchos de sus compatriotas festejaron alborozados el avance del Ejército Rojo, Pilecki y varios de sus compañeros se percataron de las intenciones de Stalin. No había vocación libertadora sino conquistadora en las tropas soviéticas.

La guerra para Pilecki y los suyos no terminó en mayo de 1945. Su lucha no había tenido como fin cambiar un opresor por otro. Una vez más los polacos intentaron buscar ayuda en Inglaterra y Estados Unidos (el gobierno en el exilio tenía sede en Londres) pero no la recibieron. Europa estaba divida y todo lo que ocurría detrás de la Cortina de Hierro era incumbencia de Stalin.

Su nueva misión era recolectar datos sobre el tratamiento que soviéticos le daban a los disidentes. Las torturas, los juicios relámpagos y arbitrarios, la persecución y las detenciones. En 1947, finalmente, fue descubierto y detenido. Lo golpearon y lo torturaron en busca de datos de su red y de sus compañeros. Él no cedió (Wikipedia)
Su nueva misión era recolectar datos sobre el tratamiento que soviéticos le daban a los disidentes. Las torturas, los juicios relámpagos y arbitrarios, la persecución y las detenciones. En 1947, finalmente, fue descubierto y detenido. Lo golpearon y lo torturaron en busca de datos de su red y de sus compañeros. Él no cedió (Wikipedia)

El gobierno polaco en el exilio lo envió como agente de inteligencia a recabar información. El montó una nueva red clandestina. Pero el orden mundial había cambiado. Estados Unidos e Inglaterra dejaron de reconocer a los gobernantes exiliados y los desalojaron de las embajadas. Se cumplía con los pactos de finales de la Segunda Guerra y el Este quedaba para los soviéticos. El gobierno en el exilio dictaminó que no estaban dadas las condiciones para luchar y vencer a los soviéticos. Le pidió a sus hombres que dejaran la clandestinidad y que retomaran su vida civil en Polonia. Pilecki no acató y continuó escondido y operando en las sombras.

Su nueva misión era recolectar datos sobre el tratamiento que los nuevos invasores daban a los disidentes. Las torturas, los juicios relámpagos y arbitrarios, la persecución permanente y las detenciones en campos soviéticos. En 1947, finalmente, fue descubierto y detenido. Lo golpearon y lo torturaron en busca de datos de su red y de sus compañeros. Él no cedió. El trato recibido lo puso al borde de la muerte.

Pilecki tenía en su antebrazo el tatuaje hecho por los nazis y también la foto de frente y perfil con el número de prontuario debajo sacada por las fuerzas comunistas. Casi un año después fue llevado a juicio. Era importante para las nuevas autoridades que el ejemplo se esparciera y hacer públicas las represalias. Las acusaciones que pesaban sobre él eran gravísimas: espionaje, intento de asesinato, traición a la patria.

El proceso fue una farsa (el juez fue juzgado por ello a principios del nuevo milenio). El principal impulsor de la acusación fue Josef Cyrankiewicz, sobreviviente de Auschwitz y luego presidente y jefe de estado polaco entre 1947 y 1972. La condena a muerte estaba firmada desde antes de la primera audiencia.

El proceso fue una farsa (el juez fue juzgado por ello a principios del nuevo milenio). El principal impulsor de la acusación fue Josef Cyrankiewicz, sobreviviente de Auschwitz y luego presidente y jefe de estado polaco entre 1947 y 1972. La condena a muerte estaba firmada desde antes de la primera audiencia (Wikipedia)
El proceso fue una farsa (el juez fue juzgado por ello a principios del nuevo milenio). El principal impulsor de la acusación fue Josef Cyrankiewicz, sobreviviente de Auschwitz y luego presidente y jefe de estado polaco entre 1947 y 1972. La condena a muerte estaba firmada desde antes de la primera audiencia (Wikipedia)

Luego de la sentencia, Pilecki fue llevado a la cárcel de Mokotow. El 25 de mayo de 1948, junto a otros tres detenidos, fue ejecutado. Un tiro desde muy cerca en el medio de la nuca acabó con su vida. Antes del disparo llegó a decir sus últimas palabras: “Siempre intenté vivir mi vida. Por lo tanto a la hora de mi muerte siento satisfacción y no miedo”.

El cuerpo de Pilecki nunca fue encontrado. Se supone que las autoridades comunistas lo tiraron en un basural cercano. Sobre él y su historia no se habló por varias décadas.

Sus dos hijos vivieron más de cuarenta años sin saber, como el resto de los polacos, que su padre había sido un hombre valiente, alguien con tintes heroicos. Trataban de no hablar demasiado de él en público. Había muerto en la ignominia. Declarado enemigo de su país fue ejecutado por traidor a la patria.

El 25 de mayo de 1948, junto a otros tres detenidos, fue ejecutado. Un tiro desde muy cerca en el medio de la nuca acabó con su vida (Captura video de AFP)
El 25 de mayo de 1948, junto a otros tres detenidos, fue ejecutado. Un tiro desde muy cerca en el medio de la nuca acabó con su vida (Captura video de AFP)

Una vez caído el Muro de Berlín todo fue distinto. Empezaron a desenterrarse historias. Una de ellas fue la de Witold Pilecki. Así su derrotero fue difundido y su vida comenzó a conocerse. Los merecidos homenajes se sucedieron.

Witold Pilecki fue, durante medio siglo, el héroe ignorado. Desde hace unos años se conoce su historia extraordinaria. Se sabe que fue un hombre íntegro dispuesto a arriesgarlo todo por la libertad propia y de los suyos, que luchó contra los autoritarismos y la opresión sin importar cuál fuera el signo político del que la ejerciera.


Gustav Holst

 

Gustavus Theodore von Holst, más conocido como Gustav Holst, nació en Cheltenham, Gloucestershire, Reino Unido, el 21 de septiembre de 1874, y murió en Londres, Reino Unido, el 25 de mayo de 1934.​ Compositor.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio.

Gustav Holst

(Gustave Theodore von Holst; Cheltenham, 1874 - Londres, 1934) Compositor inglés de origen sueco. Discípulo de Charles Villiers Stanford en el Colegio Real de Música londinense, llegó a ser, como su maestro, un apasionado folklorista. Luego de haber sido músico de orquesta durante algún tiempo, a partir de 1903 se dedicó a la enseñanza, actividad que ejerció primero en Dulwich, más tarde en el Morley College, y, finalmente, como maestro de composición, en el Colegio Real de Música.
 
Es el autor de una de las páginas más interpretadas y grabadas del repertorio: Los planetas, que en cierto sentido ha oscurecido, si no eclipsado totalmente, el resto de su producción. Mostró durante toda su vida un creciente interés por la filosofía y la cultura hindúes, que inspiraron algunas de sus composiciones más importantes, como la ópera de cámara Savitri, que llegaría a ejercer una profunda influencia en los compositores más jóvenes, con Benjamin Britten a la cabeza. Su hija Imogen Holst (Richmond, 1907-Aldeburgh, 1984) fue una conocida musicóloga.
 
Gustav Holst

Los planetas, pieza que ha inmortalizado el nombre de Gustav Holst, se abre con los violentos y apocalípticos acordes de Marte, el portador de la guerra, movimiento en forma de marcha que, en el momento del estreno (1918), fue considerado una alusión a la Primera Guerra Mundial. Otros seis más, dedicados a otros tantos planetas (Venus, Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) completan esta suite en la que su autor expresó su pasión astrológica. Compuesta entre 1914 y 1918, Los planetas es una obra desarrollada en forma de poema sinfónico, con precisas referencias literarias: se interpreta el significado esotérico ritual de cada planeta, a menudo diverso de la imagen mitológica. Marte aparece como portador de la guerra y Mercurio como mensajero alado; pero Venus es portadora de la paz, y sobre todo Júpiter es portador de alegría, en un sentido casi dionisíaco; Neptuno es el místico que acompaña a Saturno, portador de la vejez, y a Urano el mago.
 
Se ha querido reconocer en Los Planetas el período oriental de la copiosa producción de Gustav Holst, interesado en el ocultismo místico del pensamiento filosófico indio. Se trata en cualquier caso de un período central, singularmente aislado entre el juvenil, vuelto hacia los descubrimientos del folklore inglés, y el ecléctico de la plena madurez, que desembocará más tarde en la devoción a Bach, de acuerdo con la afirmación de un gusto neoclásico.
 
La obra es, en el fondo, un producto del último romanticismo alemán; la naturaleza "inspirada" del músico, elocuente, en muchos puntos straussiana, y su gusto por el timbre como inmediato término expresivo de evidencia visual, una y otro estimulados por un tema rico en situaciones, son las características de esta partitura. Es una música descriptiva, o sea de aquella que "mira" a través de sonidos. De un logrado conjunto de imágenes brota y se afirma el gusto de Holst, en un encuentro continuo de motivos comunes, efectista y musicalmente centrado.
 
Fruto de la fascinación que ejerció el Oriente en Holst durante este mismo período de su producción es también la ópera de cámara en un acto Savitri, compuesta en 1908 y estrenada en 1916 en el Covent Garden de Londres. La protagonista, Savitri, es la joven hija de un rey que escoge por esposo a un príncipe al cual han asignado los dioses sólo un año de vida. La muchacha lo sabe y se propone acompañarlo en la muerte, de la cual, sin embargo, consigue rescatarlo en virtud de la oración.
 
Holst redujo la copiosa materia de una antigua leyenda hindú al núcleo temático del amor que vence a la muerte, subrayando el carácter místico-emotivo de la leyenda, y aplicó su criterio de simplificación a toda la redacción de la partitura: desde las proporciones del "conjunto instrumental" de la orquesta (la obra es, en efecto, presentada como "poema para tres voces y coro invisible con acompañamiento de un doble cuarteto de cuerda, siete flautas y corno inglés") hasta la sencillez de la interpretación musical, que dio a la obra una real eficacia poética. Además del color opalino del sonido minuciosamente modulado, es de observar la llamada de la muerte que recorre toda la obra en un ritmo angustioso de tres notas repetidas, y el etéreo coro invisible, de marco espectral, en algunos cuadros.

A continuación, recordamos a Gustav Holst en el día de su nacimiento, con la Suite para gran orquesta Los Planetas Op. 32, en la versión de la Orquesta Nacional Juvenil del Reino Unido, dirigida por Edward Gardner.