Hola, soy Leonardo Liberman. Te invito a visitar mi Blog, en el que propongo temas de interés general. Podes mandarme tu comentario al E-mail elmiradornocturno@gmail.com Foto de portada: Magdalena Viggiani.
domingo, 31 de mayo de 2020
Marin Marais
Marin Marais nació en París, Francia, el 31 de mayo de 1656,
y murió en su ciudad, el 15 de agosto de 1728. Compositor y violista.
Fue discípulo de Jean-Baptiste Lully y de Monsieur de
Sainte-Colombe. En 1676 fue contratado como músico de la corte de Luis XIV de
Francia, se destacó en ese puesto, y entre 1679 y 1725 fue nombrado en ese
cargo. Fue un eximio intérprete de la viola de gamba y uno de los compositores
más notables para dicho instrumento. Escribió cinco libros de pièces de viole,
que contienen más de 600 obras para ese instrumento, y la mayoría son suites
con bajo continuo. Estas obras fueron populares en la corte. Su catálogo de composiciones
incluye también óperas, la más conocida es Alcyone, de 1706, por su escena de la
tempestad.
A continuación, recordamos a Marin Marais en el día de su nacimiento, con Le Labyrinthe, en la versión de Cassandra Luckhardt, y Elisabeth Reed, viola da gamba, Katherine Heather, clave.
sábado, 30 de mayo de 2020
Gustav Leonhardt
Gustav Leonhardt nació en 's-Graveland, Holanda, el 30 de
mayo de 1928, y murió en Ámsterdam, Holanda, el 16 de enero de 2012. Clavecinista,
musicólogo, profesor, director de orquesta y editor musical.
El sitio www.abc.es publicó, el 18 de enero de 2012, este recordatorio firmado por M. de la Fuente.
Muere Gustav Leonhardt
El gran renovador de la música antigua y genial clavecinista
y organista ha muerto en Amsterdam a los 82 años de edad
M. de la fuente
MADRID Actualizado:18/01/2012 11:11h
Había anunciado que esa tarde acudiría al Koorenhuis de La Haya
para participar en un homenaje a Bruce
Haynes, maestro del oboe. Pero no pudo ser. Un viejo cáncer del que ya
ni siquiera se trataba acababa este lunes con la vida de Gustav
Leonhardt, uno de los más geniales intérpretes y renovadores de la
música barroca y de los dos instrumentos que manejaba a la perfección, como un
hombre de otro tiempo, el órgano y el clave. Hace apenas un mes, Leonhardt, de
84 años, había anunciado que dejaba definitivamente los escenarios.
Desde sus comienzos como artista, Leonhardt fue
uno de los precursores de la gran revolución interpretativa que vivió la música
antigua, sobre todo al frente de un terceto
legendario, el que formaba junto con el flautista Frans Brüggen y
el violonchelista Anner Bylsma. Desde ese momento, Holanda se
convirtió en el punto de encuentro de todos aquellos que desearan sumergirse en
el inmenso océano musical barroco. Muy pronto también, en compañía del
director Nikolaus
Harnoncourt acometió uno de los proyectos discográficos y
musicales más exigentes y ambiciosos del siglo XX, la grabación la grabación de
la integral de las cantatas de Juan Sebastian Bach,
y lo hicieron siguiendo las pautas vocales e instrumentales que entonces de
pensaba que habría podido usar el gran compositor alemán en Leipzig. También
participó en la película «Crónica de Ana Magdalena
Bach». Leonhardt era Bach, naturalmente.
Peregrino de la música europea
Aunque siempre fue un extraordinario director, Leonhardt fue
ante todo un excepcional instrumentista que durante más de veinte años, de los
primerísimos sesenta hasta 1982, recorrió toda Europa pulsando la
memoria de la música europea en instrumentos antiguos. Era alguien muy
distinto, personal, siempre alejado de los oropeles y glorias mundanas que a
menudo rodean el mundo de la música clásica. No tenía inconveniente en grabar
en iglesias pequeñitas perdidas en el corazón de los Alpes, y la crítica
siempre ha visto en él también al gran clavecinista del último medio siglo.
Además, Gustav Leonhardt nunca dirigió una orquesta que
contase con instrumentos modernos, y nunca fue más allá de Mozart en
sus interpretaciones. En
youtube puede verse su última presentación pública, en el Théâtre
des Bouffes du Nord, en París. La Música llora un eterno réquiem por Gustav Leonhardt.
A continuación, recordamos a Gustav Leonhardt en el día de su nacimiento, con su interpretación, del Concierto para Clave en La Mayor BWV 1055, de Johann Sebastian Bach, junto a la Orquesta de Cámara de la Radio de Dinamarca, dirigida por Mogens Wöldike.
Ludwig van Beethoven. Concierto para Violín, Violonchelo y Piano en Do Mayor Op. 56.
viernes, 29 de mayo de 2020
Dick Stabile
Su padre fue director de una banda y violinista. A edad temprana aprendió piano y violín. Su padre consiguió un trabajo con el líder de la banda Vincent Lopez, luego fue contratado fue contratado por Jules Ansel en el Hotel Brunswick en Newark. En 1928 se fue de gira con el líder de la banda Ben Bernie, y participó en el programa de radio semanal de Ben Bernie como saxofonista alto y solista principal. En 1935 formó su propio conjunto la All-America "Swing" Band, que contó con Bunny Berigan, Dave Barbour, y Frank Signorelli, entre otros. Durante ese tiempo grabó para diferentes sellos discográficos con cantantes como Evelyn Oaks, Paula Kelly, y Gracie Barrie. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Guardia Costera donde lideró una banda. Durante su ausencia, su esposa Gracie Barrie dirigió la formación. En 1949 se mudó a Los Ángeles, donde empezó a colaborar con Jerry Lewis y Dean Martin al que acompañó con su orquesta en muchas grabaciones. También trabajó con Jimmy Dorsey y Vincent Lopez. En la década de 1950 trabajó en conjuntos teatrales del circuito de Broadway, y en la siguiente década lideró grupos de baile en las salas de Los Ángeles. Mediados la década de 1970 empezó a actuar en el Hotel Roosevelt de Nueva Orleans, Luisiana, hasta 1980, año en el que falleció. Como dato destacado se puede mencionar que Dik Stabile diseñó una línea de saxofones y clarinetes que llevaban su nombre.
A continuación, recordamos a Dik Stabile en el día de su nacimiento, con una selección de temas, y la voz de Gracie Barrie.
jueves, 28 de mayo de 2020
Thomas Moore
Thomas Moore nació en Dublín, Irlanda, el 28 de mayo de 1779,
y murió en Sloperton Cottage en Bromham, Wiltshire, Inglaterra, el 25 de
febrero de 1852. Poeta, escritor, actor, cantante y compositor.
Desde una edad temprana mostró interés en la música y otras artes escénicas. Estudió en el Trinity College de Dublín, y Derecho en el Middle Temple de Londres. Durante 12 años de su juventud fue monje en una congregación católica, también Licenciado en Musicología, Teología y Filosofía. Fue Profesor de Psicología. En 1803 fue nombrado registrador del Almirantazgo Británico en Bermudas. Desde allí, viajó a Canadá y los Estados Unidos. Después de este viaje publicó su libro, Epistles, Odes, and Other Poems. En 1811 regresó a Inglaterra, pero sumado a sus gustos suntuosos, las deudas y el desfalco de dinero por parte del administrador que había contratado en las Bermudas, se vio obligado a abandonar Gran Bretaña. Vivió en París hasta 1822 cuando la deuda fue cancelada. Parte de este tiempo lo pasó con Lord Byron, del cual fue albacea literario. Mas tarde fue muy criticado por destruir las memorias de Byron a petición de la familia, debido a su contenido peligrosamente poco honesto. En 1830 editó y publicó una biografía de Lord Byron titulada: Letters and Journals of Lord Byron, with Notices of his Life. Se destacó en diversas artes, y su trabajo pronto se hizo inmensamente popular. Sus colecciones de melodías irlandesas, o Melodías de Moore, se publicaron originalmente entre 1808 y 1834. Se estableció en Sloperton Cottage en Bromham, Wiltshire, Inglaterra, y se convirtió en un novelista y biógrafo así como un poeta de éxito, y recibió una pensión estatal. Siempre relacionado con la alta sociedad, visitó con frecuencia Boyle Farm en Thames Ditton, Surrey, como invitado de Lord Henry Fitzgerald y su esposa. Una ocasión destacaba le sirvió de tema para su largo poema, The Summer Fete.
Thomas Moore representa todo el prestigio de la poesía
nacional de Irlanda, y está considerado como el Poeta nacional irlandés. Muchos
compositores han puesto música a sus poemas. Entre ellos: Gaspare Spontini, Robert Schumann, Héctor Berlioz, Charles
Ives, William Bolcom, Lori Laitman, Benjamin Britten y Henri Duparc.
A continuación, recordamos a Thomas Moore en el día de su
nacimiento, con 2 obras. En primer término, 3 melodías Irlandesas, en la
versión de Charles Mokotoff. En segundo lugar, la canción The Last Rose Of
Summer, en la versión de Charlotte Church, en una presentación en Jerusalén.
The Last Rose of Summer, o La Ultima Rosa de Verano
Es la última rosa del verano,
que solitaria queda floreciendo;
Todas sus adorables compañeras
Han marchitado y se han ido;
No hay flor de su linaje,
No hay capullo cercano,
Que reflejen su rubor,
O devuelvan suspiro por suspiro.
No dejaré que tú, solitaria!
Languidezcas en el tallo;
Ya que las adorables duermen,
Ve tú a dormir con ellas.
Así yo esparciré, suavemente,
Tus hojas sobre el lecho,
Donde tus compañeras de jardín,
Yacen sin perfume y muertas.
Tan pronto como pueda seguirte,
Cuando las amistades decaigan,
Y desde el círculo brillante del amor,
Las gemas caigan alejadas.
Cuando los corazones sinceros yazcan marchitos,
Y los bondadosos hayan volado,
¡Oh! ¿Quién
habitaría
Este mundo sombrío en soledad?
miércoles, 27 de mayo de 2020
Thierry Biscary
Thierry Biscary es percusionista, y cantante. En sus grabaciones, además de utilizar su voz, toca txalaparta, pandereta, y tambor, entre otros instrumentos. Formó parte de diversos grupos como el Trío Kalakan, cuyas madrinas fueron las destacadas pianistas Katia y Marielle Labèque. Con ese grupo, en 2012 formó parte de la gira mundial The MDNA Tour de Madonna. También interpretó distintos géneros musicales. Le gusta transmitir la música y el canto tradicional a los jóvenes, además de componer sus obras. Desde 2018 presenta sus propias canciones bajo nombre artístico MANEZ, y editó su primer disco: Manez eta Kobreak con un grupo de metales y cantantes.
100 ALARGUNEN DANTZA EL BAILE DE LAS 100 VIUDAS DE BERMEO El color negro de la plaza de Bermeo, El color negro de la cama vacía La gran belleza, negra ; El color negro del dolor de vivir El cielo negro, el corazón negro, el color negro del abrigo negro La negra viuda bailarina El color negro del amor negro El murmullo silencioso del océano, calma, pidiendo disculpas, La piel pálida de las bailarinas buscando manos cálidas, El marido muerto, el hijo muerto... la luna, redonda, El gruñido silencioso del baile buscando nuevos océanos La danza de las lágrimas solidarias, la danza de las nuevas estrellas, La danza de los amaneceres brillantes, la danza de las redes escarlatas, La danza de las mujeres, la danza del fuego, la danza de los que nacerán, La danza del dolor y de la alegría : la danza de la vida misma. |
LARREAN AMOROSKI AMOROSAMENTE EN LA LANDA Volando en triángulo, alineadas, las grullas vuelven en la primavera. En los terrenos de la torre de agua, en los humedales, el páramo comienza a florecer en algunos lugares. Cuando los renacuajos del comedero se conviertan en sapos, aparecerás en la plaza, chica esbelta, con un aire mandarina en el hueco del cuello, para aturdir al misterioso chico. Mano en mano, haciendo un salto enérgico sobre el fuego de San Juan, el verano ha terminado. Pronto el vuelo de las palomas dispersará el olor de los geranios Tus ojos, amorosamente, me acarician tus labios, amorosamente, me abrazan cuando tú, amorosamente, me amas... yo, me olvido de los fantasmas púrpuras de la noche |
Louis Durey
Louis Durey nació en París, Francia, el 27 de mayo de 1888,
y murió en Saint-Tropez, Francia, el 3 de julio de 1979. Músico y compositor.
El sitio www.billaudot.com publicó este recordatorio
LOUIS DUREY (1888-1979)
Louis Durey nace en París el 27 de mayo de 1888, en la plaza
de Saint Germain-des-Prés, en una familia de la burguesía industrial
especializada en la impresión.
No fue antes de sus veinte años, tras el descubrimiento de
“Pelléas et Mélisande”, que el gusto que manifestaba por la música le empujara
a realizar estudios de armonía, contrapunto, fuga y composición, como alumno
particular, y al margen de cualquier escuela, bajo la dirección de Léon
Saint-Réquier, que era profesor en la Schola Contorum y director de los
Cantores de Saint-Gervais.
Sus primeras composiciones datan de 1914. Muestran la
profunda afinidad que le ligaba a la música de Claude Debussy.
Ese mismo año, el azar le llevó a descubrir una melodía de
Arnold Schoenberg, extracto del “Libro de los jardines colgantes”. Ese rasgo de
luz abrió la vía a todas sus búsquedas ulteriores y fue precisamente con la
“Offrande lyrique” (Opus 4) con la que su personalidad se afirmó, abandonándose
a todos los recursos de su imaginación, siendo el primero en Francia, sin duda,
en utilizar un lenguaje musical tan claramente liberado.
En 1917, compone “Eloges” (Opus 8), sobre tres poemas de
Saint-Léger Léger, que él mismo considerará, en 1977, como una de las páginas
más representativas de su carrera musical y de su personalidad.
Todavía en 1917, funda con Erik Satie, Georges Auric y
Arthur Honegger el pequeño grupo de los “Nuevos jóvenes” que, en 1919, se
convirtió en el “Grupo de los Seis”.
Louis Durey se “separó” de sus camaradas del “Grupo de los
Seis” en 1921, sin romper por ello los lazos de franca amistad que siempre les
habían unido.
En 1920, escribe los “Tres preludios para piano” (opus 26),
dedicados a la memoria de Juliette Meerowitch, que fue su primera intérprete en
el concierto del 6 de junio de 1917, en la Sala Huyghens.
Sus mayores le animaron: Albert Roussel, Florent Schmitt,
Charles Koechlin y sobre todo Maurice Ravel, quien además apadrinó su entrada
en la SACEM.
Siguieron, en 1921, “Dos estudios para piano” (Opus 29):
“Eaux courantes”, “Eaux dormantes” (Aguas corrientes, Aguas durmientes),
inspiradas en la gran tradición pianística jalonada por Liszt, Debussy y Ravel.
En Saint-Tropez, en 1923, compone “L’occasion” (Opus 34),
comedia lírica en un acto a partir de Prosper Mérimée.
De 1943 a 1947 emprende numerosos trabajos de musicología:
reconstrucción de más de un centenar de canciones francesas de Clément
Janequin, diversas piezas de Costeley, Lassus, Marenzio, grandes motetes de
Josquin-des-Prés…
Esta actividad desarrollará en él el gusto por la escritura
coral. Realizará igualmente numerosas armonizaciones de cantos folklóricos
franceses.
Esos dos polos de atracción van a guiarle, a partir de 1944,
y determinar para él una suerte de regla de vida. Con las “Six pièces de
l’automne 53” (Opus 75), Louis Durey volverá a la música “pura”, abandonando
por un tiempo la expresión de ideas por la mediación de la voz cantada.
Acababa de llegar a los 80 años cuando compuso “Nicolios et
la flûte” (Opus 11), a partir de una novela de Nikos Kasantzaki, El Cristo
recrucificado. Encontró aquí una felicidad de expresión y un frescor
absolutamente excepcionales.
Entre 1967 y 1974, escribirá, por intervalos, los
“Autorretratos”, 16 piezas para piano (Opus 108), “Tres piezas para piano”
(Opus 109) complementando los “Autorretratos”, y el “Poema para piano”, opus
116 y último, que constituye el vigésimo y último capítulo de la serie de esos
“Autorretratos”, donde busca una expresión puramente subjetiva, un verdadero
auto análisis, como tantos de los que realizó Rembrandt de sí mismo.
La obra de Louis Durey, que totaliza 116 opus catalogados,
abraza todos los géneros con excepción del ballet. No abordará mucho la escena
o la orquesta sinfónica, pero compondrá música para varias películas
documentales. Asegurará igualmente diversas colaboraciones musicales.
No se dejó encerrar en ningún sistema, demasiado celoso por
poder expresarse con toda libertad. Buscando siempre renovarse, se definió a sí
mismo como una continuidad vestida de aspectos variados. Por encima de las
diferentes bifurcaciones estéticas, más allá de las influencias recibidas,
permanece, a través de toda su música, su gran sensibilidad, su humanismo.
A continuación, recordamos a Louis Durey en el día de su nacimiento, con la Sonatina para Flauta y Piano Op.25, en la versión de Daniela Dottori en flauta y Luca Moscardi en piano.
martes, 26 de mayo de 2020
José Muñoz Molleda
José Muñoz Molleda nació en La Línea de la Concepción, Cádiz, España, el 16 de febrero de 1905 y murió en Madrid, España, el 26 de mayo de 1988. Compositor.
Obras de ~: Postales madrileñas, 1931; De la tierra alta, 1932; La resurrección de Lázaro, 1936-1937; La niña de plata y oro, 1937, Baile del Albaicín, 1942; Fantasía romántica, 1943; La rosa viva, 1957; Sinfonía en La menor, 1959.
lunes, 25 de mayo de 2020
Henry Calvin
Wimberly Calvin Goodman, más conocido como Henry Calvin,
nació en Dallas, Texas, Estados Unidos, el 25 de mayo de 1918, y murió en su
ciudad, el 6 de octubre de 1975. Actor, cantante, y comediante.
Estudió en las escuelas públicas de Dallas y en la
universidad Southern Methodist. Comenzó su carrera de cantante cuando era un
niño, primero en el coro de la Iglesia bautista que su familia visitaba y más
tarde como el solista.
A los 25 años fue reclutado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando regresó, se instaló en Nueva York. Después de completar sus estudios, empezó su carrera como actor en teatro, cine y televisión. En esa época adoptó el nombre artístico de Henry Calvin. En 1950 organizó un programa de radio en la cadena NBC. Su resonante voz de barítono le abrió las puertas de Broadway. Actuó en diferentes obras de teatro y musicales. En 1952, interpretó el rol de Big Ben en la serie infantil de televisión Howdy Doody.
En 1953
integró el elenco de la comedia musical Kismet. Allí interpretó el papel del Visir
de la Policía. Gracias al éxito que alcanzó la obra, obtuvo, en 1954, el Premio
Tony al mejor musical. En 1956 debutó en cine con la película Crime Against Joe
como Red Waller. También en ese año filmó The Broken Star, y más adelante actuó en The
Yeoman of the Guard.
Posteriormente apareció en varias películas, en la década de 1960 fue invitado estrella en muchos programas y series de TV, como El Show de Dick Van Dyke, Mannix, y El Agente de Cipol. También grabó canciones infantiles para los Estudios Disney, pero mantuvo contacto con el elenco de la serie que lo hizo conocido mundialmente. En 1973 viajó a la Argentina, donde fue invitado en programas de TV y presentaciones especiales. Estuvo entre el 14 y el 20 de julio acompañado por Guy Williams, el actor que protagonizaba El Zorro.
En el Aeropuerto Internacional de Ezeiza los esperaron unas 3.000 personas, entre niños y adultos, que se amontonaron en la pista de aterrizaje del aeropuerto al grito de ¡Zorro, Zorro!, esperando la llegada del vuelo 201 de Pan Am. Primero bajaron Williams y su esposa Janice. De pronto se oyó un atronador rugido de la multitud: En la portezuela del avión se asomó Henry Calvin, quien fue reconocido a pesar de su apariencia un tanto demacrada. Cuando le preguntaron cómo había adelgazado tanto, dijo que se había propuesto bajar 80 kilos, y que lo había logrado. Un año después se le diagnosticó un cáncer en la garganta y murió en su casa de Dallas el 6 de octubre de 1975, a los 57 años.
A continuación, recordamos a Henry Calvin en el día de su nacimiento, con dos momentos de su carrera. En primer término con la canción And This Is My Beloved, de la comedia musical Kismet, junto a Doretta Morrow, Alfred Drake, y Richard Kiley, y después con el fragmento del capítulo donde canta en la serie El Zorro.
Cientos de miles de chicos argentinos esperaban los mediodías
frente a la pantalla del televisor el capítulo de la serie. Entre ellos, yo.
domingo, 24 de mayo de 2020
Una maestra rural, un cheque millonario y el empresario anónimo que lo envió: un secreto que tardó 43 años en develarse
Una maestra rural, un cheque millonario y el
empresario anónimo que lo envió: un secreto
que tardó 43 años en develarse
En 1977, el autor de esta nota recibió un cheque por diez millones de pesos (una fortuna entonces) para entregárseloa una docente de un paraje remoto en Tucumán. ¿La condición? Que no revelara la identidad del benefactor. El hombre, otrora poderoso, murió en 1988. Tiempo suficiente para contar quien tuvo aquel gesto generoso, y quévio en esa maestra que lo conmovióElla tardaba casi diez horas en llegar a su escuelita, montada en un burro. Se desbarrancó y quedó moribunda. Poco después, el autor de esta crónica estuvo con ella.
Todo empezó una tarde de marzo de 1977, cuando yo hacía “El programa es usted” en Radio Belgrano.
Ese día comenté una noticia que venía de Tucumán: en Tafí del Valle había aparecido una mujer joven tirada en el fondo de un profundo barranco.
Estaba viva, pero en muy malas condiciones. Si hubiesen pasado un par de horas más, habría muerto. Pero gracias a que unos lugareños encontraron su mula, que deambulaba sin cabalgadura, pudieron rescatarla.
Como en esa época no había internet ni teléfono celular ni WhatsApp, puse en el aire dos canciones seguidas y pegué una tanda, para tener tiempo de llamar a mis colegas de LV 12, que me dieron más detalles:
-La chica es maestra, Julio… Trabaja en Mala Mala, en la escuelita de allá arriba, en el cerro… Estaba yendo a trabajar y se ve que la mula se desbarrancó...Ella quedó inconsciente un día y una noche allí tirada…
A medida que transcurría el programa se fueron agregando más datos. Pude saber que la maestra se llamaba Aída Miriam Gómez, que tenía 25 años, que efectivamente trabajaba en Tucumán, pero en realidad era jujeña.
Y que para recuperarse de las magulladuras y del susto, cuando saliese del hospital, iba a ir a la casa de su familia.
Fue entonces que mi operador, el legendario Frank Boga, me dijo por el talkback:
-Tenés una llamada en el pasillo…
Salí del estudio, levanté el auricular y una voz masculina me dijo:
-Buenas tardes, escuché lo que contó de esta maestra… Me gustaría hablar con usted hoy mismo… ¿Podrá venir a mi oficina?
Me dio su nombre y su dirección. Y quedamos en que luego del programa iría a verlo.
A las seis de la tarde entregué la transmisión.
Y un rato después empecé a vivir una aventura inolvidable.
El tipo era grandote, alto, semicalvo. Le calculé más de 60 años. Tenía voz grave, con cierto aire provinciano. Y se notaba que estaba acostumbrado a mandar:
-Yo lo escucho siempre a usted… Y hoy me interesó mucho la noticia de la maestra. Por eso le voy a encomendar una misión. Pero eso sí, debe ser absolutamente secreta. No es para que lo comente por la radio, nadie se tiene que enterar. ¿Está de acuerdo?
Nunca me hubiera imaginado lo que vino después:
-Le voy a dar a usted un cheque para esa chica y su escuela, para que vaya a verla y se lo entregue personalmente… Lo que ella hace es patriotismo puro y merece apoyo… Pero le repito, esto es confidencial… Ella no tiene que saber quién se lo envía. Si usted está de acuerdo, ya mismo hago que le consigan los pasajes y se va para allá.
Ir “para allá” significaba alterar mi ritmo familiar, de joven papá, entonces de 32 años, con varios hijos. Y además salir del aire durante todo el tiempo que durase el viaje, dejando un programa de cuatro horas diarias en una de las radios más escuchadas del país.
La lógica era que le contestara que no, que muchas gracias por el ofrecimiento, pero que no era posible por razones personales y profesionales.
Eso era lo que debía responderle.
Pero por supuesto le dije que sí, que aceptaba.
Rápidamente, le ordenó a su secretaria que me tramitara los pasajes. La ida, para la mañana siguiente. Y el regreso abierto.
Y entonces me hizo el cheque.
En nuestro querido país hay pocas cosas más difíciles que comparar magnitudes económicas de diferentes épocas. Ni siquiera la conversión a dólares es confiable, porque un dólar de 1977 no es lo mismo que uno de 2020. Ni en Argentina ni en Estados Unidos. Además, a lo largo de los años hemos tenido Peso Argentino, Peso Ley 18.188, Patacones, Austral y convertibilidad, de modo que tan sólo puedo evocar la cifra: el cheque era de 10 millones de pesos.
Ni por asomo yo ganaba esa plata por mes.
Y el hombre, que me veía por primera vez en su vida, me extendió ese papelito para que yo se lo llevara a una maestra rural que no conocíamos.
Pero había asumido el compromiso, por varias razones. Primero, porque el tipo me parecía sincero. Luego, porque ese dinero iba a ser providencial para esa escuelita perdida en los cerros tucumanos.
Y además, porque siempre tuve facilidad para meterme en situaciones complicadas.
Un rato antes yo estaba en el estudio de la radio, haciendo mi programa. Y ahora un señor desconocido me daba un cheque por una cifra descomunal y un par de pasajes para volar inmediatamente.
Atiné solamente a decirle:
-Vea, me está dando un montón de plata… Hagamos un recibo, para que usted tenga un comprobante…
Jamás olvidé su respuesta:
-Vea m´hijo… Si usted hace una macana, si se queda con la plata… el problema va a ser para usted con su conciencia… No para mí… Vaya, vaya tranquilo.
Al día siguiente, tempranito, fui al Aeroparque. En el mostrador de Austral ya estaban los pasajes a mi nombre.
Y volé a Jujuy, porque la información era que Aída Miriam Gómez había ido allí, a la casa de su familia.
Pero las cosas nunca son tan fáciles. Cuando llegué a su domicilio, me dijeron que la maestra no estaba en Jujuy:
-No, no vino aquí… Se fue a Salta, a la casa de unos tíos…
43 años después, frente al teclado de la Mac, la frase apenas tiene un cierto rigor anecdótico. Pero en aquel momento, con la presión de la tarea encomendada y el cheque de diez millones en el bolsillo de la campera, la situación fue catastrófica. ¿Y ahora? En fin, no había muchas alternativas. Así que con la misma ropa puesta, me tomé un micro y viajé a Salta.
Y por fin estuve ante la protagonista de esta historia.
Sonrisa fácil, en los labios y en la mirada. Carita redonda, morocha, de pelo revuelto. Muy conversadora:
-¡No me diga que vino de Buenos Aires especialmente para verme! Por favor, esto le pudo pasar a cualquiera que tenga ganas de trabajar… Lo importante de esto es que se conozca el trabajo de los maestros rurales, de los maestros del interior… Es bastante feo, a veces es difícil, una tiene que luchar porque a veces los chicos tienen un bajo nivel mental, pero no porque sean tontos de nacimiento, sino porque esos chicos están abandonados, porque nadie les da una mano…
Dos cosas me sorprendieron en cuanto me puse a hablar con ella. Primero, su arrolladora humildad. Y luego su inocultable formación, que le permitía analizar su trabajo con llamativa madurez:
-Toda la zona de Mala Mala es muy quebrada, muy abrupta… Difícilmente encuentre allí llanuras o mesetas… Es muy monótono, bastante feíto y pedregoso, ¿no?…
La cadencia tenía acento tucumano, más que jujeño, seguramente producto del contacto lugareño:
-Ese lugar hacia el año 1870 fue comprado a la familia Colombres, que era muy arraigada en Tucumán, por un señor Cruz y un señor Romano… Ellos fueron los primeros que habitaron esa zona y ahora en Mala Mala hay más de una docena de familias Romano, descendientes de la primera… Se casan entre primos, incluso se han dado casos de incesto que yo los he comprobado… Pero lo hacen porque no tienen conocimiento…
Algún gesto revela que aún perduran los dolores. Sin embargo, la caída y los golpes pasan a segundo plano:
-Cuando la mula me tiró recé… recé hasta quedar inconsciente… me acordé de todos los recitos que me enseñaron cuando hice la comunión… Yo que estaba medio a las patadas con Dios… y me ayudó tanto…
Cuando le pregunté cuánto tardaba en llegar a su escuelita, me dijo con toda naturalidad:
-De siete a nueve horas, según cómo esté el tiempo… Eso si hace un sol espléndido y los ríos no están crecidos… Pero de lo contrario se echan de doce a veinte horas… Y a veces se echan dos días…
El “se echan” bien norteño adorna un lenguaje pulido, con el que me describió su escuelita:
-La escuela es demasiado pobrecita, como toda escuela del cerro… Son dos ambientes, que los llamamos pomposamente aulas…. No tienen revoque no tienen piso, el techo es de cinc, tiene un espacio de diez o doce centímetros entre la pared y el techo, falta que se complete eso… Hay un aula que tiene dos agujeros, uno que sirve de ventana y otro que sirve de puerta. El agujero de la ventana no se tapa, no hay con qué… En lo que sería la puerta se pone una chapa de cinc, con el peligro para las criaturas porque cuando corre viento hay que arrimarle un banco…
-¿Y por qué se llama Mala Mala?
-Ah… por esta zona antes se hacía el camino del Inca… los reseros llevaban la hacienda al norte, a Salta, a Bolivia, más arriba… Y era una zona muy fea, poblada de leones, tigres, víboras… Y cuatreros, gente de mal vivir, asesinos. Y si alguien se quería echar a dormir por ahí, bajo un árbol, o lo devoraban los leones o lo mataban los cuatreros… La fama tremenda del lugar, de esa tierra “mala”, le dio el nombre de Mala Mala…
Resultaba raro que una chica joven eligiese semejante lugar para vivir y trabajar:
-Tengo ganas de volver a la escuelita de Mala Mala… Esa gente necesita que alguien los ayude… Mi madre suele reprocharme porque ella me ha dado varios estudios, soy maestra y bachiller, y además llegué a cuarto año de medicina… Y ella me dice que voy a perder mi juventud en esos lugares… pero yo no voy a perder, yo voy a ganar… Esa gente me ha enseñado mucho, así como yo les pude haber enseñado… Me gusta esa gente porque es de un estado de pureza de alma tremenda, que yo no lo he logrado ver ni vivir en ninguna otra parte…
Aquella conversación con Aída Miriam Gómez la registré en mi pequeño grabador portátil. Los oyentes pudieron escuchar las palabras de esa joven mujer, que con toda naturalidad hablaba de su trabajo:
-Cada cual cumple con su responsabilidad en el lugar en el que esté… Si el río estaba crecido, yo me iba igual a la escuela… Son ríos de montaña, muy bravos… Y si estaba muy crecido, daba la vuelta, cruzaba otro cerro y llegaba lo mismo. Faltar por faltar no me gusta. No pienso en mí, sino en los chicos, que son los que se atrasan… Por desgracia para ellos, si son faltones es porque los padres los hacen faltar… Los padres los usan a los chicos, los chicos tienen que ayudarlos a sembrar, a cosechar, a regar, a desgranar el maíz, a moler, ayudarlos en un montón de cosas… hasta en la esquila de las ovejas… ¿Y por qué razón yo maestra voy a seguir aumentando las faltas para que este chico no aprenda? No puede ser, yo voy igual…
Todo esto salió al aire a los pocos días, por Radio Belgrano.
Y Marcos Cytrynblum, por entonces secretario general de redacción de Clarín, me invitó a escribir una crónica para su diario.
Pero en ninguno de esos testimonios periodísticos se reveló lo del cheque. Eso quedó como un secreto, de acuerdo a lo convenido.
Y a la propia Aída, al entregárselo, le oculté el nombre de la persona que se lo enviaba. Ella no lo podía creer:
-¿Todo este dinero me manda?… ¡Va a ser para la escuelita!… ¡Lo bien que nos viene!… Que Dios lo bendiga…
Como les dije, esto sucedió en marzo de 1977. Hace 43 años.
Creo que el tiempo transcurrido me absuelve del compromiso contraído. Y por eso puedo revelar el nombre de quien se conmovió ante la odisea de una joven maestra y además confió en alguien que era para él sólo una voz de la radio.
Aquel empresario se llamaba César Cao Saravia y era el dueño de una empresa metalúrgica.
Cuando volví de Salta lo fui a ver a su oficina del barrio de Once y le conté todo esto.
Me abrazó y nos despedimos.
Después me enteré que con frecuencia hacía cosas parecidas. Por ejemplo, regalarle en secreto autos 0 km. a varios taxistas de Buenos Aires.
De la escuela de Mala Mala he visto algunas fotos hace poco. Se la nota muy distinta, ampliada, con nuevas construcciones. Hasta con paneles solares.
¿Y Aída? ¿Cómo habrá seguido su vida?
Querría reencontrarla, saber qué fue de ella.
Quizás haya otro capítulo de esta historia de radio, que unió a una maestra rural y a un bienhechor anónimo.