Hola, soy Leonardo Liberman.
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Foto de portada: Magdalena Viggiani.
Janoj Zeevi es el fundador de "Maya Producciones", una productora israelí de documentales para cine y televisión.
A lo largo de su carrera abordó temas que plantean dilemas y
conflictos, entre ellos, la reconciliación y las circunstancias sociales y
políticas que definen la identidad.
Muchos de los proyectos de "Maya Producciones" se han
logrado gracias a la colaboración entre canales de televisión en Israel,
Estados Unidos y Europa.
Sus películas están destinadas a forjar caminos y construir
puentes entre los grupos y las culturas opuestas y este documental fue
estrenado en 2011.
A continuación, Nazis: Los hijos de Hitler, el documental que aborda los sentimientos
que le generaron a los descendientes, de quienes participaron activamente
en el Holocausto, y de como esa herencia transformó sus vidas.
RTVE puso en el aire este film protagonizado por hijos y nietos de oficiales del núcleo duro del III Reich.
David Fiódorovich Óistraj nació en Odesa, Rusia, el 30 de
septiembre de 1908 y murió en Ámsterdam, Holanda, el 24 de
octubre de 1974. Violinista.
Recibió sus primeras enseñanzas del pedagogo del violín
Piotr Stoliarski y tiempo después, hizo su debut como intérprete solista, durante
dos años realizó una gira en solitario por Rusia, y finalmente debutó
en Leningrado con el Concierto para violín y orquesta de
Tchaikovsky.
En 1935 Óistraj quedó en segundo lugar en el Premio Wieniawski,
y en 1937 ganó el premio más importante en el Concurso Reina Isabel
en Bruselas.
Desde ese momento la carrera de Óistraj quedó establecida, salvo
por las limitaciones impuestas por las autoridades sovieticas.
Continuó enseñando en el Conservatorio de Moscú, pero cuando
Rusia fue invadida por el ejercito nazi, actuó en el frente para
mantener alta la moral de los soldados.
Óistraj estrenó muchas obras de compositores contemporáneos, a
menudo escritas expresamente para él.
Sus grabaciones e interpretaciones de los conciertos para violín
de Shostakóvich y Prokófiev son muy conocidos, pero también
interpretaba conciertos clásicos.
Trabajó con orquestas en Rusia, y con músicos en Europa y los
Estados Unidos. Otra grabación famosa es la que hizo junto con
Sviatoslav Richter y Mstislav Rostropóvich del Triple Concierto de
Beethoven dirigidos por Herbert von Karajan.
Aram Jachaturián y Shostakóvich le dedicaron sus conciertos para
violín, además de convencer a Prokófiev para hacer un arreglo de
su sonata para flauta y convertirla en la segunda sonata para violín
y piano.
David Óistraj fue padre del violinista Ígor Óistraj y ambos
hicieron varias grabaciones juntos.
Óistraj fue un respetado pedagogo, que pasó sus mejores años en
la facultad del Conservatorio de Moscú, junto a personajes como Yuri
Yankelévich y Borís Goldstéin.
Oistrakh sufrió un ataque cardiaco en 1964 al que sobrevivió
para continuar trabajando y se convirtió en uno de los principales
embajadores de la cultura de la Unión Soviética, ofreciendo
conciertos y realizando grabaciones.
En 1974, después de concluir un ciclo de Brahms con la Orquesta
del Concertgebouw de Ámsterdam, sufrió un nuevo ataque al corazón,
causa por la que finalmente murió.
Sus restos fueron devueltos a Moscú, donde fue sepultado en el
Cementerio Novodévichi.
Seguidamente, de Johannes Brahms, el Doble Concierto para Violín y Violoncello Op. 102, en la interpretación de David Oistrakh en violin y Mstislav Rostropovich en violoncello, junto a la orquesta dirigida por Kyril Kondrashin.
En el sitio www.ushmm.org dedicado a recordar el Holocausto, en relación a Eli Wiesel dice:
Nunca olvidaré esa noche, la primera noche en el campo, la
cual convirtió mi vida en una larga noche, siete veces maldecida y siete veces
sellada. Nunca olvidaré aquel humo. Nunca olvidaré las caras pequeñas de los
niños, cuyos cuerpos vi convertirse en espiral de humo bajo un silencioso cielo
azul. Nunca olvidaré estas llamas que consumieron para siempre mi fe. Nunca
olvidaré ese silencio nocturno el cual me privó, para toda la eternidad, del
deseo de vivir. Nunca olvidaré aquellos momentos en los cuales asesinaron a mi
Dios y mi alma y convirtieron mis sueños en polvo. Nunca olvidaré estas cosas,
aunque esté condenado a vivir tanto como Dios mismo. Nunca.
Tomado de Elie Wiesel, Night, Nueva York: Bantam, 1982,
página 32.
Esta cita también aparece en la Exposición Permanente del Museo
Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos.
Elie Wiesel nació en Sighet, Rumania, el 30 de septiembre de
1928.
Wiesel obtuvo el Premio Nobel de la Paz y fue profesor de la
Universidad de Boston.
Trabajó gran parte de su vida adulta a favor de las
personas oprimidas.
Su experiencia personal del Holocausto le ha permitido
hacer uso de su talento como escritor, docente y narrador para defender los
derechos humanos y la paz en todo el mundo.
La tierra natal de Wiesel era Sighet, Transilvania, Rumania,
entre los años 1940 y 1945 Hungría.
Cuando él tenía 15 años, los nazis lo
deportaron a Auschwitz junto con su familia.
Allí fallecieron su madre y su
hermana menor. Sus dos hermanas mayores sobrevivieron. Wiesel y su padre fueron
más tarde trasladados a Buchenwald, donde su padre murió.
Buchenwald 1945. Elie Wiesel en un camastro.
Después de la guerra, Wiesel estudió en París y donde más
tarde fue periodista. No obstante, guardó silencio sobre lo que padeció como
prisionero en los campos.
Durante una entrevista con el escritor francés
Francois Mauriac, este convenció a Wiesel de que pusiera fin a ese silencio.
Posteriormente, Wiesel escribió La Nuit, La noche.
Desde su publicación en
1958, La Nuit se ha traducido a 30 idiomas y se han vendido millones de copias.
En La Nuit, Wiesel describe las experiencias y emociones que vivió en manos de
los nazis durante el Holocausto: el arresto de sus familiares y vecinos en la
ciudad rumana de Sighet; la deportación en un vagón de ganado al campo de
concentración de Auschwitz-Birkenau; la división de su familia para siempre
durante el proceso de selección; la angustia mental y física que él y los demás
prisioneros sufrieron cuando los despojaron de su humanidad; y la marcha de la
muerte desde Auschwitz-Birkenau hasta el campo de concentración de Buchenwald.
En 1978, el presidente estadounidense Jimmy Carter lo puso
al mando de la Comisión Presidencial sobre el Holocausto.
En 1980, fue
presidente fundador del Consejo Conmemorativo sobre el Holocausto de Estados
Unidos. Wiesel también es presidente fundador de la Academia Universal de
Culturas con sede en París.
El esfuerzo de Wiesel por defender los derechos humanos y la
paz en todo el mundo le ha hecho merecedor de la Medalla Presidencial de la
Libertad, la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos y el Premio
Medalla de la Libertad, el rango de Grand-Croix en la Legión de Honor francesa
y, en 1986, el Premio Nobel de la Paz. Ha recibido más de 100 títulos
honorarios de instituciones de educación superior.
Tres meses después de haber recibido el Premio Nobel de la
Paz, Wiesel y su esposa Marion crearon la Fundación Elie Wiesel para la
Humanidad. La misión de esta es promover la causa de los derechos humanos y la
paz en todo el mundo mediante la creación de un nuevo foro para la discusión de
asuntos éticos urgentes que la humanidad confronta.
Los más de 40 libros que Wiesel escribió han ganado
numerosos premios, entre ellos el Premio Médicis por A Beggar in Jerusalem, Un
mendigo en Jerusalén, el Prix Livre Inter por The Testament, El testamento, y
el Gran Premio de Literatura de la Ciudad de París por The Fifth Son, El quinto
hijo.
El primer volumen de las memorias de Wiesel, All Rivers Run to the Sea, Todos los ríos van al mar, se publicó en Nueva York (Knopf) en diciembre de
1995.
El segundo volumen, And the Sea is Never Full, Y el mar nunca se llena,
se publicó en Nueva York (Knopf) en noviembre de 1999.
Elie Wiesel ha sido Profesor Distinguido de Estudios
Judaicos en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, 1972-1976, y el primer
Profesor Invitado “Henry Luce” de Humanidades y Pensamiento Social en la
Universidad de Yale 1982-1983.
Desde 1976, es profesor de Humanidades de la
cátedra Andrew W. Mellon en la Universidad de Boston, donde también es profesor
universitario.
Die Zauberflöte, La flauta mágica,
es un singspiel en dos actos con música de Wofgang Amadeus Mozart y
libreto en alemán de Emanuel Schikaneder.
Es la última ópera escenificada en vida del compositor y
estrenada en el Theater an der Wien de Viena, el 30 de septiembre de
1791 bajo la dirección del propio Mozart.
El singspiel es un tipo de ópera popular cantada en alemán, en
el que se intercalan partes habladas.
Además de ser gran obra
musical expresa valores a modo de crítica.
En 1791, Schikaneder, conocido actor, escritor, y
empresario teatral, le propuso a Mozart la
posibilidad de colaborar para hacer una ópera juntos.
Ambos estaban pasando por un mal momento económico, y
pensaron que con ese proyecto podrían salir adelante.
Mozart aceptó
la idea, y mientras componía la música para la ópera, empezó a trabajar en el Réquiem y en la ópera La clemencia de Tito.
El estreno de La flauta mágica,
no tuvo suficiente éxito, sin embargo en la actualidad es una de las más representadas en el mundo.
Cuando Mozart estrenó La flauta mágica tenía treinta y cinco
años y sólo le quedaban dos meses de vida.
Schikaneder interpretó a Papageno, mientras que el papel de la
Reina de la Noche fue cantado por Josepha Hofer, cuñada de
Mozart.
Otros intérpretes del estreno fueron: Benedikt Schack como Tamino, Anna Gottlieb en el rol de Pamina, Franz Xaver Gerl encarnó a Sarastro, Johann
Joseph Nouseul como Monostatos, Herr Winter en el rol del Orador y Barbara Gerl como Papagena.
Las tres damas fueron Mlle Klöpfer, Mlle
Hofmann y Mme Elisabeth Schack; los tres muchachos Anna
Schikaneder, Anselm Handelgruber y Franz Anton Maurer; los dos
sacerdotes Johann Michael Kistler y Urban Schikaneder y, finalmente,
los dos hombres armados fueron Johann Michael Kistler y Herr Moll. En cuanto a la música, La flauta mágica tiene arias magníficas para cada
personaje, y algunas de ellas son famosas por su complejidad técnica.
Con posterioridad al estreno muchos compositores tomaron temas musicales de la obra y los desarrollaron, logrando nuevas creaciones como por ejemplo Beethoven, que utilizó el aria
Ein Mädchen oder Weibchen, cantada por Papageno, para realizar sus
12 Variaciones en Fa Mayor para Violonccello y Piano
Op. 66, y con otro de sus temas, el aria Bein Männern, dúo cantado
por Papageno y Pamina, realizó las 7 Variaciones en Mi Bemol Mayor
para violonchelo y
piano WOo. 46.
Por su parte Franz Liszt compuso su Adagio Der welcher wandelt diese Strasse,
de la Flauta mágica, en 1881 y el compositor y guitarrista español Fernando Sor
escribió las Variaciones de La flauta mágica de Mozart Op. 9 para
guitarra sola.
A continuación, La flauta mágica de Wolfgang Amadeus Mozart en versión de solistas, Coro y Orquesta de la Opernhaus de Zürich, bajo la batuta de Franz Welser-Möst.
Mientras mayor es la lucha, más glorioso es el triunfo.
En la
cumbre de la Gran Depresión, un empresario de un renombrado circo lleva
su compañía por el asolado paisaje americano, elevando los ánimos de la
audiencias por el camino.
Durante sus viajes descubren a un hombre sin
brazos y piernas que está siendo explotando y exhibido en una barraca de
un parque de atracciones.
Después de un curioso encuentro con el
empresario del circo, se siente impulsado a luchar para conseguir todo
que siempre ha creído.
El Papa festejó el shabat con su amigo Abraham Skorka; planean viajar juntos a Tierra Santa el año próximo
Por Elisabetta Piqué|LA NACION Domingo 29 de septiembre de 2013- El Mundo-Vaticano|
ROMA.- Nunca antes en la historia de las relaciones judeocristianas un papa había tenido charlas, desayunos, almuerzos y cenas con un rabino, incluso en días festivos para el judaísmo como el shabat , en los que el Pontífice comparte el rito de la bendición de los alimentos y supervisa si la comida de su invitado es kosher . Ahora, todo eso ocurre con Francisco.
"Y esto hay que contarlo porque nuestra amistad es una señal de que se puede avanzar en el diálogo interreligioso", dice el rabino Abraham Skorka, amigo del ex arzobispo de Buenos Aires y protagonista en estos días de una situación sin precedente entre un papa y un rabino en el Vaticano.
Porteño de 63 años, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano y autor junto con el ex cardenal primado de Buenos Aires de Sobre el cielo y la tierra , Skorka viajó a Roma invitado por la Comunidad de San Egidio para participar de un encuentro internacional por la paz.
Pero se hospeda en la residencia de Santa Marta, el nuevo hogar de su amigo, el Papa, junto a quien quiere seguir avanzando en el camino, dando un ejemplo.
"Amén de la amistad, ahora tenemos un desafío espiritual: en qué medida podemos dar un mensaje de paz, en qué medida lo nuestro puede hacer esa marca en la historia que queremos hacer", dice Skorka a LA NACION en un salón de la planta baja de la residencia de Santa Marta.
En concreto, el Papa y su amigo rabino planean ir juntos a Tierra Santa el año próximo. Francisco fue invitado a esa zona caliente del mundo tanto por Israel como por la Autoridad Nacional Palestina. Además, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, líder de la Iglesia ortodoxa, quiere conmemorar los 50 años del encuentro entre Atenágoras y Pablo VI en Jerusalén.
"Estamos soñando con el Papa ir juntos a Israel pronto, se está trabajando en el tema y yo lo acompañaría también a Belén, en los territorios palestinos. Su presencia ayudaría mucho, ya que en este momento se están retomando las conversaciones de paz", revela el rabino argentino.
"Sueño con un abrazo con él delante del kotel, el Muro de los Lamentos, y con ir juntos a Belén, donde nació Jesús. Yo no dejo de ser judío por ello y él va a seguir manteniendo su fe. Las dos espiritualidades tienen que tener un punto de encuentro. ¡No podemos vivir en un mundo donde uno aborrezca el otro, hay que tender puentes!"
Aunque pueda parecer una utopía pensar en un escenario de paz en el conflicto palestino-israelí, Skorka destaca que Francisco se transformó en un referente espiritual no sólo para su propia iglesia, sino para el mundo. Su llamado a la paz en Siria, su convocatoria a una jornada de ayuno y oración para detener una ofensiva militar estadounidense sobre ese país fueron hechos de gran impacto. "Los actos calan más hondo que los juegos políticos y militares", precisa el rabino.
"Tenemos tradiciones distintas, pero estamos creando un diálogo que no existió por siglos entre católicos y judíos. Los dos creemos que Dios de alguna forma tiene que ver con nuestra amistad y con lo que hacemos. Hay demasiadas coincidencias para creer que todo fue casual", reflexiona Skorka.
"Nosotros no estamos para la foto, sino que lo nuestro tiene que ser un disparador para repensar las cosas. Hay que avanzar para construir puentes de diálogo, pero un diálogo viviente, no de palabras, sino un diálogo de actos, que refleje nuestro compromiso", insiste.
Skorka sabe que no es una misión fácil. De hecho, destaca: "En Europa muchos cristianos y muchos judíos no pueden entender nuestra amistad, es un shock". Pero está convencido de que "la historia, más que por planteos políticos, se hace a través de los actos".
Aunque ya había estado con Francisco en junio pasado, Skorka no oculta su asombro al ver que su amigo no cambió. "Pese a que él es el Papa y alcanzó el mayor nivel, su relación conmigo es la misma y más profunda. Mi conclusión es que su humildad creció más aún", dice.
Lo que más lo conmueve es cómo lo cuida, cómo lo respeta. "Para mí son días festivos, tengo que hacer ciertas bendiciones a la hora de las comidas y él me acompaña. Además, me supervisa la comida, controlando que sea kosher ", cuenta.
-¿Cómo lo vio a Francisco?
-Es el mismo, pero a la vez es otro. Parece más joven, con más ímpetu. Él era una persona de sonrisa difícil y comprendió que tenía que ser una persona de sonrisa amplia. Pero en el plan de trabajo no hay cambios. Lo veo con mucha energía y si en junio estaba en la "fase de luna de miel", ahora lo veo concentrado, en la fase del trabajo y el trabajo es arduo.
CONTRA LOS CHIMENTOS
En el Vaticano, "el diablo busca crear la guerra interna, una suerte de guerra civil y espiritual. Es una guerra que no se hace con las armas, que nosotros conocemos: se hace con la lengua". El Papa volvió ayer a condenar los chimentos, la cizaña y las habladurías internas del Vaticano, en una homilía que pronunció en una misa para el Cuerpo de la Gendarmería Pontificia..