martes, 29 de julio de 2014

Peter Schreier


Peter Schreier nació en Gauernitz, Alemania, el 29 de julio de 1935. Tenor y director de orquesta. 

Schreier pasó sus primeros años en el pequeño pueblo de Gauernitz, cerca de Meissen, donde su padre era profesor, cantor y organista. En junio de 1945, unos meses después de la destrucción de Dresde, ingresó en el Coro de la Kreuzkirche. El coro se acababa de restablecer, y el joven Peter, junto a otros miembros y maestros vivían en una bodega en los alrededores de Dresde.

Rudolf Mauersberger, el director del Kreuzchor, reconoció el gran talento del jóven, le permitió cantar como solista e incluso creó composiciones especialmente adaptadas a la voz infantil de Peter. Se pueden encontrar grabaciones de esta época en disco compacto.

A los 16 años le cambió la voz, se convirtió en tenor, y decidió encarar una carrera profesional. Estudió de forma privada y después en la Academia de Música de Dresde, y también lecciones de canto coral y dirección de orquesta.


Peter Schreier debutó profesionalmente en agosto de 1959, en el papel de Primer Prisionero en la ópera Fidelio de Beethoven, y posteriormente triunfó como Belmonte en El rapto en el Serrallo y como Tamino en La flauta mágica, ambas óperas de Wolfgang Amadeus Mozart.

En 1963 fue contratado por la Ópera Estatal de Berlín en Unter den Linden, y desde 1966 fue durante muchos años invitado anual de la Ópera Estatal de Viena. Ese mismo año debutó en el Festival de Bayreuth en Tristán e Isolda con la batuta de Karl Böhm, y durante veinticinco años, intervino en la programación del Festival de Salzburgo.

También cantó el personaje de Loge en El oro del Rin, el rol de David en Los maestros cantores de Núremberg, de Wagner, y el papel titular de Palestrina, la opera compuesta por Hans Pfitzner, no sólo en Múnich sino también en Berlín Este, un tema que suscitó controversia en aquella época en Alemania Oriental. Su interpretación en la ópera de Pfitzner está entre sus más impresionantes aciertos en la escena operística.


Con Theo Adam, frecuente compañero en escena y en el estudio de grabación, Peter Schreier fue el cantante de música clásica más célebre de la República Democrática Alemana, y tuvo el privilegio de viajar a Occidente en todo momento. 

Peter Schreier cantó en el Metropolitan Opera House de New York, donde debutó como Tamino, en La Scala de Milán, el Covent Garden, en el Teatro Colón de Buenos Aires, y en importantes ciudades como Viena, Salzburgo, Bayreuth o Berlín Occidental.

En junio de 2000, Schreier se despidió de los escenarios. Su último papel fue el de Tamino en La flauta mágica; declaró que ya no podía actuar más como si fuera aún un joven príncipe. Puso punto final a su carrera como cantante en diciembre de 2005, en su doble condición, como lo había hecho en muchas oportunidades, de solista, en el papel de Evangelista y como director de orquesta, en una interpretación del Oratorio de Navidad de Johann Sebastian Bach en Praga.



A continuación, Peter Schreier, junto a Sviatoslav Richter en piano, interpretan el ciclo de Lieder Winterreise Op. 89 de Franz Schubert, en el Museo Pushkin de Moscú.

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