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Foto de portada: Magdalena Viggiani.
En Siempre Argentina Conexión Español, realizamos un Homenaje a Pía Sebastiani. En esta oportunidad entrevistamos a Fernanda Morello, para recordar a la destacada pianista, compositora y pedagoga. Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Diego Rodríguez - Yesica Duarte
Fotos del archivo personal de Fernanda Morello y del Diario Clarín.
Franz Liszt nació en Raiding, entonces Imperio
austríaco, actual Hungría, el 22 de octubre de 1811 y murió en Bayreuth, Alemania,
el 31 de julio de 1886. Compositor, pianista y profesor. Recordamos a Franz Liszt, con Liebestraum, o Sueño de Amor, en la
versión de Seeli Toivio en violoncello y su hermano, Kalle Toivio en
piano. Presentación realizada el 6 de junio de 2007, en la Basílica
Halle, en Bélgica.
Juan de Anchieta nació
en Azpeitia, Guipúzcoa, España, en 1462 y murió en su ciudad, el 30 de
julio de 1523. Sacerdote y compositor.
Se ignora la fecha exacta de su nacimiento y se sabe muy
poco de su juventud y de dónde cursó sus estudios musicales y sacerdotales.
El 6 de febrero de 1489 fue nombrado capellán y cantor de la
capilla de la reina Isabel la Católica. En 1495, fue nombrado maestro de la
capilla musical del infante Juan de Aragón y Castilla, y en 1503, fue nombrado
rector de la iglesia parroquial de San Sebastián de Soreasu, en Azpeitia.
En 1504, pasó al servicio de Juana la Loca, lo que le obliga
a realizar numerosos viajes tanto en España como al extranjero.
A comienzos de 1509 acompañó a Juana la Loca a su retiro en
Tordesillas, y durante este periodo fue también maestro de música de los hijos
de la reina, entre ellos del futuro rey Carlos I de España. En 1512, fue
nombrado capellán y cantor de la Capilla Real de Fernando el Católico, cargo
que mantuvo hasta 1516.
En 1518 fue nombrado Abad de la Abadía de Arbas, en la
diócesis de León, y el 15 de agosto de 1519, a los 57 años, Carlos I lo separó
de la Capilla Real por considerarlo mayor, se retiró a Azpeitia, donde fue
párroco.
Como los compositores más representativos de su época,
compuso música profana con texto en castellano para los festejos y fiestas
cortesanas y música religiosa en latín destinada al culto religioso.
La música de Juan de Anchieta está influida por Francisco de
Peñalosa, y sobrevivieron 16 piezas en los manuscritos en los que figura el
nombre de Anchieta
Su obra fue re descubierta a finales del siglo XIX, cuando se
descubrió el famoso Cancionero de Palacio en el Palacio Real de Madrid. El
compositor y musicólogo Francisco Asenjo Barbieri lo transcribió y publicó en
1890 con el nombre de Cancionero musical de los siglos XV y XVI, proporcionando
en la introducción del libro algunos datos sobre algunos de los compositores
con obras en el manuscrito, entre ellos Anchieta.
A continuación, de Juan de Anchieta, Con amores, la mi madre,
del Cancionero Musical de Palacio, siglo XV y XVI, en la versión del Conjunto
de Música Antigua del Collegium Musicum de Buenos Aires, intergrado por Marta
Grajer en canto; Judith Akoschky en clave y percusión; Gustavo Samela en flauta,
y Héctor Stafforini en guitarra y percusión.
En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con Pablo Brie, integrante del grupo folklórico Curepas, que está presentando su CD De Soles y Veredas. Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Julián Carballo - Jorge Falcone
CUREPAS presenta "De soles y veredas"
El grupo folklórico Curepas presenta su disco debut “De soles y
veredas”, grabado bajo la producción conjunta de Popi Spatocco y
en el que participan artistas invitados como Liliana Herrero, Carlos
Moscardini, Hernán Ríos, Facundo Guevara y Ramiro Gallo, el viernes
14 de agosto a las 20:30 en Espacio Tucumán, Suipacha 140, CABA, y
el sábado 15 de agosto a las 20:00, en El Nido Casa de Arte, Manuel
Castro 478, Lomas de Zamora. El quinteto, integrado por Nicolás Lapine en guitarra y voz, Pablo
Brie en contrabajo y voz, Sebastián Medina en violoncello y voz,
Matías Wilson en piano y bandoneón, y Santiago Brie en percusión,
interpreta composiciones propias y del cancionero popular
tradicional. Respetando la esencia de los ritmos de nuestro país, de
sus raíces y sus valores, elaboran una sonoridad en la que convergen
el hoy y el ayer, devolviendo al público la frescura de nuestra
música con un aire familiar y nuevo a la vez. El CD contó con el
apoyo del Fondo Nacional de las Artes. El conjunto inició su actividad como dúo, integrado por Pablo
Brie y Nicolás Lapine, en 2007, y luego se incorporaron nuevos
músicos hasta llegar a la formación actual. Paralelamente, Curepas
organiza un ciclo de conciertos de nueva música argentina llamado
Ciclotímbrico, en la zona sur del conurbano. Comparten escenario con
referentes de la música argentina, como Carlos Moscardini, Hernán
Ríos, Popi Spatocco, Facundo Guevara, Ricardo Cánepa, Ruben 'Mono'
Izarrualde, Andrés Pilar, Ernesto Méndez, Ramiro Gallo, Nahuel
Pennisi, Esnesto Snajer y Mariano Cantero, entre otros.
Johann Sebastian Bach, nació en Eisenach, Alemania, el 31 de
marzo de 1685 y murió en Leipzig, Alemania, el 28 de julio de 1750. Compositor,
organista, clavecinista, violinista, violista, y maestro de capilla.
A continuación, recordamos a Johann Sebastian Bach, con la Suite Inglesa BWV 806 -
811, en la interpretación de András Schiff en piano.
Olimpia Ana Sebastiani, más conocida como Pía Sebastiani, nació
en Buenos Aires el 27 de febrero de 1925 y falleció en su ciudad, el
26 de julio de 2015. Pianista, pedagoga, compositora y diplomática.
Estudió piano con Alfredo Pinto, J. Fanelli y Jorge de Lalewicz;
composición con Gilardo Gilardi y Lamberto Baldi; y en el exterior
recibió clases de perfeccionamiento con los maestros Marguerite
Long, Magda Tagliaferro, Aaron Copland. Becada en 1947 pudo estudiar
en el Conservatorio Nacional de París con Darius Milhaud y Olivier
Messiaen. Recibió consejos de Adele Marcus.
Como compositora estrenó con su propio concierto para piano y
orquesta a los 18 años, y escribió
Coral, fuga y final en 1945, la Sonatina de cámara en 1946, además
de preludios y numerosas canciones de cámara para voz y piano sobre
textos de Paul Verlaine y Leopoldo Lugones. Sus obras fueron
interpretadas por directores como Erich Kleiber, Albert Wolff, Juan
José Castro, Felix Prohaska y Charles Dutoit.
Pía Sebastiani actuó en las salas más importantes del mundo,
como la Sala Pleyel de París, el Carnegie Hall de Nueva York, el
Teatro Colón de Buenos Aires, el Dullen de Rótterdam o el Wigmore
Hall de Londres. Como solista, junto a importantes orquestas de
América y Europa, con grupos de cámara como el “Cuarteto de la
Sinfónica de Chicago”, el “Fines Art Quartet”, y junto a
grandes solistas como Dimitri Sitkovesky, Carter Enyart, Paul Kling,
Alberto Lysy, Fernando Hasaj, Luís Roggiero, Rafael Gíntoli o Pablo
Saraví.
Ejerció como Agregada Cultural de las embajadas de Argentina en
Bruselas y en París entre los años 1958 y 1964.
Como pedagoga, desarrolló su labor entre otros, en el
Conservatorio Juan José Castro, la Universidad del Litoral, y entre
1968 y 1991 trabajó en la Universidad de “Ball State”, en
Indiana, Estados Unidos, centrándose después en la dirección del
“Conservatorio Beethoven” de Buenos Aires y la presidencia de la
“Fundación Beethoven”, dedicada a becar y a la enseñanza de
jóvenes músicos de gran talento.
En 1991 festejó sus bodas de oro con la Música. Fue invitada dos
veces consecutivas al Festival Ottorino Respighi, oportunidades en
que fue presentada a su Santidad el Papa Juan Pablo II. En Noviembre
del año 2000 recibió un premio por sus 25 años como miembro de la
Music Teachers National Association of USA.
En 2006 dictó clases magistrales en Managua y en la Universidad
Internacional de Florida, Miami, Estados Unidos y en Caracas.
A lo largo de su carrera, recibió en 1947 un galardón del
Conservatorio Nacional de París. Fue condecorada por la corona en
Bélgica y Francia, y declarada profesora Honoris Causa del Ministerio de
Educación de la provincia de Buenos Aires.
A continuación, recordamos a Pía Sebastiani, en tres bloques del
programa Dialogando, conducido por el Dr. Ricardo P. Dealecsandris,
en 2008.
Mario del Monaco (Florencia, 1915 - Mestre, 1982) Tenor
italiano. Destinado a convertirse en uno de los divos de la ópera del siglo XX,
comenzó su formación de una manera autodidacta, lo que no le resultó muy
difícil teniendo en cuenta que poseía una hermosa voz impostada naturalmente.
Antes de debutar sobre los escenarios pasó un tiempo recibiendo lecciones en el
Conservatorio de Pesaro, para pasar casi de inmediato a la prestigiosa Escuela
de Ópera de Roma.
En el año 1939, cuando contaba con veinticuatro años,
comenzó su carrera operística representando el personaje de Turiddu, el
protagonista masculino de la ópera que lleva por título Cavalleria Rusticana,
del compositor Pietro Mascagni, un papel muy apropiado a sus características
vocales e interpretativas que representaría muchas más veces a lo largo de su
larga carrera como cantante, y que le proporcionaría una buena parte de su
celebridad.
Mario del Monaco fue, de hecho, el tenor italiano más
importante a lo largo de las décadas de los cuarenta, los cincuenta y una buena
parte de los sesenta, y esto no sólo sobre los escenarios operísticos
italianos, sino también sobre los de los teatros de ópera más importantes del
mundo. De hecho, a lo largo de los años cincuenta, tuvo la oportunidad de
cantar en más de un centenar de ocasiones en el Metropolitan Theatre de Nueva
York, uno de los grandes santuarios de la ópera. El cantante fue también un
visitante habitual de las temporadas de ópera celebradas en el Covent Garden
londinense o en teatro de La Scala de Milán.
El color vocal de Mario del Monaco correspondía a lo que,
dentro de la terminología italiana, se conoce como un tenor dramático. La
celebridad que llegó a alcanzar y que supo mantener a lo largo de toda su
carrera no bastó para que ciertos círculos de aficionados al canto criticaran
su estilo por no ser lo suficientemente sutil en sus interpretaciones. En
efecto, Mario del Monaco, lo mismo que muchos cantantes italianos de su época
e, incluso, de hoy en día, llevaba a cabo interpretaciones basadas en la
exhibición de una potencia vocal que, en su caso, resultaba ser realmente
extraordinaria.
En todo caso, los mismos alardes de potencia que a menudo
consiguen enfervorizar a ciertos tipos de público suelen ser considerados por
los verdaderos entendidos en el arte de la interpretación vocal como carentes
de matices. Sin embargo, Mario del Monaco consiguió hallar una especie de
término medio entre la exhibición de su voz y la correcta interpretación de los
personajes operísticos, gracias en buena parte a su temprano hallazgo de un
tipo de repertorio que convenía más que ningún otro a su tesitura vocal, a su
tipo de emisión y a su particular sensibilidad musical.
Las cualidades de la apasionada voz de Mario del Monaco
brillaban particularmente en los papeles de las óperas veristas italianas, que
requieren, generalmente, un tipo de expresión más desgarrada que otros
repertorios. Otro de los aspectos positivos del estilo de Mario del Monaco,
también muy característico de la escuela vocal italiana, era su clara
concepción del legato, de la línea que transforma lo que en principio no sería
más que una sucesión de notas en un texto poético con melodía.
Como actor, lo que menos puede decirse de él es que fuera
frío: si bien no poseyó una técnica interpretativa convencional, configurada a
la manera de la que se imparte hoy en día en los conservatorios, el mismo
estilo apasionado que se manifestaba en su voz quedaba patente en sus
interpretaciones sobre el escenario.
De hecho la intensidad con la que sintió
el hecho de encontrarse frente al público interpretando un papel queda patente
en las grabaciones de su voz realizadas sobre óperas "en vivo", que
resultan mucho más convincentes que las que tuvieron lugar en un estudio,
aunque escuchando estas últimas los amantes de la contención vocal pueden
disfrutar de la oportunidad de comprobar que, si bien la voz de Mario del
Monaco destacaba, sobre todo, por su naturalidad, el cantante procuraba, al
menos en ocasiones, hacer uso de los recursos técnicos necesarios para llevar a
cabo diminuendos o cantar notas en piano.
Además del papel de Turiddu, con el que debutó en Roma, los
papeles con los que alcanzó un éxito mayor a lo largo de su carrera fueron los
de Canio, en la ópera I Pagliacci, del compositor Ruggero Leoncavallo;
Pinkerton, el oficial estadounidense que traiciona a la protagonista japonesa
de la ópera Madame Butterfly, y Dick Johnson, de la ópera La fanciulla del
West, ambas del compositor italiano Giacomo Puccini; Maurizio, en la ópera
Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea; Pollione, en la ópera Norma de Vincenzo
Bellini, y otros personajes pertenecientes a las óperas veristas italianas.
Mario del Monaco también destacó en varios de los papeles de
las óperas de Giuseppe Verdi, entre los que pueden mencionarse Don Álvaro,
protagonista masculino de la ópera La forza del destino; Radames, de la ópera
Aida; Manrico, de la ópera Il trovatore, etc. Pero el tenor no solamente se
enfrentó con éxito al repertorio italiano, sino que también realizó incursiones
en el repertorio francés, representando papeles como el de Don José, el militar
que protagoniza la ópera Carmen, de Georges Bizet, o el de Aeneas, de la ópera
titulada Les Troyens, compuesta por Hector Berlioz.
Gracias a la potencia y a la riqueza tímbrica de la voz de
Mario del Monaco, así como a su presencia escénica, el tenor obtuvo también un
cierto éxito dentro de un campo en el que son pocos los cantantes italianos que
se desenvuelven cómodamente, y menos aún en los tiempos en los que del Monaco
lo hizo: el del exigente repertorio wagneriano. Así, el tenor llevó a cabo
interpretaciones brillantes en papeles como los de Lohengrin y Siegfried. El
último de ellos lo cantó en la lengua alemana original del libreto. Hacia 1970
su salud comenzó a quebrantarse seriamente, y se retiró poco después.
A continuación, recordamos a Mario del Monaco, en el final de la ópera I Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, junto a Gabriella Tucci en No! Pagliaccio non son! Presentación realizada en Japón, el 25 de octubre de 1961.
Descubrimos cada semana los elementos esenciales que crean
la causa y base de la existencia del Pueblo de Israel y su existencia a pesar
de las circunstancias adversas. Estos elementos no dependen de la tierra, el
lenguaje, la cultura, la raza o la herencia genética. El único factor constante
que preservó al Pueblo judío de todas las vicisitudes es la tenacidad con la
cual se adhieren a su herencia espiritual. Y es esta herencia la que Shalom nos
descubre cada domingo a través del análisis sobre temas de actualidad como
ciencia, educación, festividades, cocina medicina, mística…
Una artista excepcional y gran representante de su oficio:
Anna Netrebko, la cantante de ópera más famosa del mundo. Figura en la lista de
las personalidades más destacadas de la revista Forbes y, según la crítica de
su suplemento de cultura, es una de las mejores de su arte. Anna Netrebko ha
hecho un gran aporte al mundo de la ópera. Caída en descrédito por ser
anticuada y elitista, la ópera goza hoy de un nuevo atractivo gracias a Anna
Netrebko. Pues ella, al igual que «Los tres tenores» de los años noventa, ha
contribuido a popularizar el arte operístico. Este reportaje documenta la
carrera de la artista y echa un vistazo a su vida privada.
John Field nació en Dublín, Irlanda, el 26 de julio de 1782
y murió en Moscú, Rusia, el 23 de enero de 1837. Compositor y pianista.
Inició sus estudios de piano con su abuelo, y más tarde con
Tommaso Giordani. Debutó a los 9 años, en 1793 se trasladó con su familia a
Londres, donde recibió clases del pianista, compositor y constructor de pianos
Muzio Clementi.
Atrajo favorables comentarios de Franz Joseph Haydn por sus
interpretaciones. A los 17 años presentó el primero de sus 7 conciertos para
piano.
Fue reconocido como compositor en 1801 cuando publicó su primer conjunto
de sonatas para piano, dedicadas a su maestro Clementi.
Ese año acompañó a Clementi en una gira por París y Viena,
donde recibió clases de Johann Georg Albrechtsberger. Posteriormente se
trasladó a Rusia, donde consolidó su propia carrera como concertista,
dividiendo sus actuaciones entre Moscú y San Petersburgo, pasando a residir en
dicha ciudad.
En 1831, con su salud deteriorada, viajó a Londres para
seguir el tratamiento médico, y regresó a Moscú en 1835, donde compuso sus
últimos nocturnos.
John Field fue el primer compositor que le dio el nombre de
nocturnos a esa forma musical, está considerado como el padre del nocturno
romántico, e influenció a destacados músicos como Chopin, Brahms, Schumann y
Liszt.
A continuación, recordamos a John Field, con el Nocturno Nº
10 en Mi Menor, en la versión de Eduardo Viñuela en piano.
Andrea Ignazio Corsini, más conocido como Ignacio Corsini, nació
en Troina, Catania, Sicilia, Italian, el 13 de febrero de 1891 y
murió en Buenos Aires, el 26 de julio de 1967. Cantante y
compositor.
El sitio www.todotango.com publicó este recordatorio firmado por Roberto Selles
Rememoró
alguna vez Ignacio Corsini: «Los pájaros me enseñaron la
espontaneidad de su canto, sin testigos, en el gran escenario de la
naturaleza. Aprendí a cantar como ellos, naturalmente y sin
esfuerzo.» Y precisamente, su canto tuvo esa cosa simple, de pueblo,
sin la interferencia de lo asimilado en el conservatorio.
Fue,
por lo tanto, un cantor criollo, sin alardes de virtuosismo, con su
estilo enraizado en el payador José Betinotti, pero con un claro
dejo nasal —aunque parezca una paradoja— propio del sur de
Italia.
Era de allí, más exactamente, de Troina, en la
provincia de Catania (Sicilia), aunque su apellido proviniera del
norte y de ese origen le quedaran el cabello rubio y los ojos
celestes, como los de la famosa pulpera a la que cantó.
Nació
el 13 de febrero de 1891, con el nombre de Andrés Ignacio, hijo de
Socorro Salomone y de un Corsini del que no quedó nombre ni recuerdo
y al que no llegó a conocer. Con su madre arribó a Buenos Aires en
1896. Ambos se radicaron en Almagro (barrio de Buenos Aires) y,
cuando el pequeño Ignacio tenía siete años, se trasladaron a la
ciudad bonaerense de Carlos Tejedor. Allí se desempeñó como boyero
y resero, y fue allí donde los pajaritos gauchos le enseñaron los
secretos del canto.
Diez años más tarde estaba de regreso en
Almagro, que era también el barrio de Betinotti, domiciliado en la
calle Artes y Oficios —que luego se llamaría Quintino Bocayuva—,
número 567.
Y ocurrió lo inevitable el modelo y el admirador
se conocieron. Pero Corsini no se conformó con ser un imitador, sino
que fue avanzando hasta encontrar su propio e inconfundible
estilo.
Poco después, en 1907, se relacionó con el artista
circense José Pacheco, que lo introdujo en el teatro y se podría
decir que también en el matrimonio, ya que Corsini se casó con su
hija, Victoria Pacheco, en 1911. «En ella tuve la gran compañera de
toda mi vida, la que me alentó en mis horas inciertas y a la que
debo gran parte de mis triunfos», reconocería en su autobiografía
inédita, escrita en 1950, dos años después del fallecimiento de su
esposa.
En 1912, ya había adquirido cierto prestigio como
cantor-actor —en las compañías de José Podestá y José
Arraigada o los circos de Colombo, Cassell, Casano, etc.— y fue por
ello que el sello Victor le hizo grabar sus primeros discos. Cabe
aclarar que ése es el año correcto, ya que entonces estuvo en
Buenos Aires el equipo de grabación de esa empresa, y no en el 13,
14 o 15, como alguna vez se ha expresado.
Corsini era, por
aquellos días, un intérprete del repertorio campesino y registró
en el surco valses, canciones criollas, estilos y habaneras; el tango
aún no había pasado por su garganta, tal como ocurrió con Carlos
Gardel.
Cuando aún estaba limitado a la línea campera, fue
requerido por la cinematografía para filmar Santos Vega (1916) y
¡Federación o Muerte! (1917); más tarde, intervendría en
Milonguita (1922), Mosaico Criollo (cortos, c. 1930), Rapsodia Gaucha
(1932), Ídolos de la Radio (1934) y Fortín Alto (1941, en la que
aparece junto a Agustín Irusta y un joven y desconocido Edmundo
Rivero).
El disco lo convocaría en forma definitiva en 1920,
pero aún no se le atrevía al tango; sólo después de haber
registrado diez canciones, decidió incluir uno “Un lamento” (de
Graciano De Leone y Pedro Numa Córdoba). De allí en más, se
convertiría en una de las más reconocidas voces del género
porteño, sin abandonar por ello sus páginas campesinas.
En
realidad, su éxito como cantor de tangos se inició a partir del 12
de mayo de 1922, cuando, en el sainete El Bailarín del Cabaret,
estrenó “Patotero sentimental” (de Manuel Jovés y Manuel
Romero), que significó, asimismo, su consagración entre el
público.
Otra de las interpretaciones con las cuales se lo
identifica es “Caminito” (de Juan de Dios Filiberto y Gabino
Coria Peñaloza), uno de los tangos más conocidos mundialmente, que
él popularizó a partir del 5 de mayo de 1927 desde el escenario del
Teatro Cómico.
Pero El Caballero Cantor —como se lo
conoció— fue también compositor y letrista de algunas obras, como
los tangos “Flor marchita” (letra de Francisco Bohigas), “Fin
de fiesta” (música de Carlos Vicente Geroni Flores) y entre otros,
“Aquel cantor de mi pueblo” (música de Enrique Maciel) que le
llevó al disco Edmundo Rivero.
También incursionó en otros
géneros, siendo un vals su página propia más conocida, “Tristeza
criolla”, sobre un poema de Julián de Charras. Pero fue el estilo
el género en el que mayor cantidad de títulos produjo “Tradición
gaucha” (Enrique Maroni), “Juan de los Santos Arena” (Julián
de Charras), “A mi palomita” (José María Aguilar), etc.
No
obtuvieron mayor resonancia las páginas debidas a la inspiración
del cantor, salvo “Tristeza criolla”, que en los '40 fue remozado
por Ángel Vargas.
Sin embargo, serían otros dos autores
quienes le proporcionarían los grandes impactos que lo iban a
identificar como el intérprete del cancionero de temática rosista,
el poeta Héctor Pedro Blomberg y su guitarrista Enrique Maciel. La
sola mención de los títulos del binomio hace surgir,
inmediatamente, el nombre de Ignacio Corsini: “La pulpera de Santa
Lucía”, “La canción de Amalia”, “La mazorquera de
Montserrat”, “China de la Mazorca”, “La guitarrera de San
Nicolás”, “Los jazmines de San Ignacio” y varios más. A ellos
habría que sumar, en diferente temática, “La que murió en
París”, “Barrio viejo del ochenta”, “El adiós de Gabino
Ezeiza” o “La viajera perdida”.
Después de las dulzuras
del éxito, Corsini sintió el amargor de sus últimos años, tras la
pérdida de su esposa, circunstancia que lo llevó a cantar por
última vez el 28 de mayo de 1949, en la audición Argentinidad, de
Radio Belgrano.
En 1961, reapareció públicamente, ante las
cámaras de Canal 7, en el programa Volver a vivir. Y el 26 de julio
de 1967, cerraba sus ojos para siempre.
Con él se iba una voz
particularísima; seguramente, la más atípica con que contó el
tango.
Originalmente publicado en el fascículo 14 de la
colección Tango Nuestro, editada por Diario Popular.
A continuación, recordamos a Ignacio Corsini, con el tango Alma en pena.
Roberto Emilio Gofredo Arlt, más
conocido como Roberto Arlt, nació en Buenos Aires, el 26 de abril de
1900 y murió en su ciudad, el 26 de julio de 1942. Novelista,
cuentista, dramaturgo, periodista e inventor.
A
continuación, recordamos a Roberto Arlt, con un documental del Canal
Encuentro.
Robert Schumann compuso el
Carnaval Op. 9, entre 1834 y 1835, y lleva como subtítulo: Pequeñas
Escenas en Cuatro Notas.
La obra está integrada por 21 piezas cortas que
representan a los enmascarados en el carnaval, e incluye a su persona,
sus amigos y colegas, y a los personajes de la commedia del arte.
A continuación, de Robert
Schumann, Carnaval Op. 9, en la versión de Émile Naoumoff, en
piano.
Alfredo Casella (Turín, 1883 - Roma, 1947) Pianista y compositor
italiano.
En casa de su padre, distinguido violoncelista, se
familiarizó tempranamente con los clásicos de la música de cámara;
desde la edad de cinco años había iniciado el estudio del piano
bajo la dirección de su madre, y el 15 de abril de 1894 se
presentaba en un concierto público en el Círculo de Artistas.
Después de un segundo concierto en el teatro Carignano (19 de
abril de 1896), y habiendo quedado huérfano de padre, su madre le
llevó a París durante el otoño y le matriculó en el Conservatorio
para que continuara los estudios musicales.
Termina brillantemente
los cursos de piano con Louis Diémer y, después de haber estudiado
armonía y contrapunto con Xavier Leroux, siguió la composición con
Gabriel Fauré.
Inicia luego una intensa actividad de pianista solista, como
acompañante y director de orquesta, que no le impide lograr el
recogimiento necesario para la composición: ésta permaneció
siempre para él estrechamente ligada a su profesión musical y
alimentada de continuo por su activa participación en este arte y
cuanto a él se refería.
Todos los anhelos de Casella apuntaron al
único fin de inculcar en Italia un gusto musical moderno nacional y
a la vez europeo, pasando a través de las más dispares experiencias
técnicas y artísticas internacionales, para volver de nuevo con
admiración a la gran tradición musical italiana de los siglos XVII
y XVIII.
De regreso en Italia en 1916, desempeñó hasta 1926 una cátedra
de piano en el Conservatorio de Santa Cecilia de Roma y en 1932 le
fue confiada la cátedra de perfeccionamiento pianístico.
Como
compositor, libró duras batallas contra la incomprensión del
público y también contra parte de los ambientes musicales. En 1924
fundó, con Malipiero y D'Annunzio, la Corporazione delle Nuove
Musiche, que desarrolló una campaña de saneamiento del gusto.
Como
director de la Academia Musicale Chigiana en Siena y organizador de
las primeras Semanas Musicales Sienesas, su nombre está vinculado al
renacimiento de Vivaldi, cuya obra difundió con extraordinario
impulso.
Había
dotado ya a la música italiana de un vasto repertorio instrumental y
sinfónico, donde se expresa una renovación de fondo y forma, y
realizado una feliz incursión en el teatro con el "ballet"
La Giara en 1924, inspirada en la comedia de Pirandello del
mismo título, La tinaja, cuando se acercó, después de larga
vacilación, al auténtico teatro musical con la ópera La donna
serpente (1932), sacada de la fábula de Carlo Gozzi y basada
musicalmente en una continuación de la tradición que inició el
Falstaff de Verdi y que completa con experiencias modernas.
Del mismo año data la Favola d'Orfeo, con texto de Poliziano.
Infatigable polemista, reúne sus propios escritos en el volumen
21 + 26 (1931), al que siguen en 1942 sus memorias artísticas,
I secreti della Giara. En Il pianoforte (1939), como en
algunas admirables revisiones de clásicos musicales, consigna los
secretos más preciados de su experiencia pianística.
A partir del
verano de 1943 soportó con estoica firmeza el terrible mal que había
de acabar con su existencia. Da fin, entre atroces sufrimientos, a la
grandiosa Messa per la pace (1945); su última aparición fue
como concertista en una "tournée" con Edwin Fischer y
otros pianista en la interpretación de los conciertos de Bach para
dos, tres y cuatro pianos.
A
continuación, de Alfredo Casella, el Concierto para Violoncello y
Orquesta, en la versión de Enrico Dindo, junto a la Orquesta
Sinfónica de la Radio de Dinamarca, conducida por Rafael Payare.
En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con Lorena Burec, sobre su libro Estilos guitarrísticos del tango en el Río de La Plata. Un siglo de historia.
Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Jorge Falcone
Yves Duteil nació en París, Francia, el 24 de julio de 1949.
Cantautor.
Comenzó su educación musical estudiando piano y en la
adolescencia descubrió la guitarra. Es un artista comprometido en la defensa del francés y de los
derechos de los niños.
Recibió varios premios y reconocimientos, como el Premio del
Público y Mejor Canción, en el Festival Internacional de la
Chanson Françoise en Bélgica, en 1974; En 1983, recibió la
insignia de Caballero de las Artes y las Letras; en 1985 la medalla
de plata de la Academia Francesa y el trofeo para la mejor canción
francesa otorgado por la SACEM.
En 1990, fue nombrado Caballero de la
Orden Nacional del Mérito y en 1996, Caballero de la Orden de la
Legión de Honor. Yves Duteil colabora y patrocina diversas organizaciones de
bien público y se dedicó a la política.
A continuación, celebramos el cumpleaños de Yves Duteil, con uno
de sus más grandes éxitos: Prendre un enfant.
Renato Borghetti nació en Porto Alegre, Brasil, el 23 de julio de
1963. Acordeonista y folclorista.
A los 10 años comenzó su formación musical cuando su padre le
regaló un acordeón diatónico, o gaita-ponto, en portugués. A los
16 años debutó como músico profesional, en un centro de
tradiciones gaúchas, y comenzó a participar de festivales de música
folclórica por todo Brasil, donde llamó la atención por su música
y por su presentación en escena: cabellos largos, sombrero sobre los
ojos, bombacha de campo y alpargatas.
En 1984 alquiló un estudio para grabar su primer disco de forma
independiente. Antes del lanzamiento, el productor Ayrton dos Anjos
presentó la grabación al sello RBS Discos, y lanzó el disco.
En
tres semanas se vendieron sesenta mil copias, récord de ventas en
Río Grande del Sur, y poco después alcanzó los cien mil, por lo
que obtuvo un disco de oro, el primero para un disco instrumental y
para la música nativista gaúcha en Brasil, y finalmente llegó a
las 250.000 copias en CD, por las que obtuvo el disco de platino.
Al año siguiente el sello Som Livre editó su segundo disco,
titulado Renato Borghetti. En 1987 RCA Victor presentó el tercero,
con el mismo nombre.
Renato Borghetti se presentó en Alemania en 1987 y en 1988, en el
Free Jazz Festival de São Paulo y en el Proyecto “Pixinguinha”
en Río de Janeiro. Además de la música folclórica gaúcha, incursionó en otros
géneros como el jazz y la música clásica.
En 1990 se presentó en
el “Sounds of Brazil de Nueva York” junto con la orquesta de
cámara del Teatro São Pedro, y realizó presentaciones con la
Orquesta Sinfónica de Porto Alegre, la orquesta Unisinos y las
orquestas de cámara de Blumenau y de Curitiba. En 1991 la Asociación Paulista de Críticos de Arte le entregó
el premio al mejor disco de música regional del año y grabó el
disco Borghetti, que incluía los temas São Jorge, de Hermeto
Pascoal, y Fantasia para gaita de ponto e orquestra de câmara, con
la dirección de Fred Guerling.
A partir de ese año integró el
Proyecto Asa Branca, que organizó espectáculos en todo Brasil con
la presencia de artistas como Sivuca, Dominguinhos, Elba Ramalho, y
Alceu Valença, entre muchos otros.
En sus discos, además de los temas propios, y en coautoría,
realizó versiones de temas de Lupicínio Rodrigues, Hermeto Pascoal,
Sivuca, Glorinha Gadelha, Sadi Cardoso, Barbosa Lessa, Kleiton y
Kledir.
En 1994, Prestige Records lanzó en Inglaterra el disco
Accordionist, que incluyó una versión de las Bachianas brasileiras
Nº 5, de Heitor Villa-Lobos.
En 1995 apareció Instrumental no CCBB,
grabado en el Centro Cultural Banco do Brasil de Río de Janeiro junto a Hermeto Pascoal y en
1996 Gaúcho, que incluye temas en colaboración con Paulo Silveira y
Hilton Vaccari. Entre 1995 y 1996, como representante del sur de Brasil, recorrió
el país con el proyecto Brasil Musical, junto a Paulo Moura, Hermeto
Pascoal, Wagner Tiso, Egberto Gismonti, entre otros.
Participó en
trabajos conjuntos con artistas argentinos, uruguayos y europeos,
realizó giras por Europa y volvió a presentarse en el Free Jazz
Festival de São Paulo en 1997.
En 1998, interpretó varios clásicos
gaúchos en un disco dedicado a Barbosa Lessa: Gauderiando. Entre
ellos Prenda minha, con la participación de Milton Nascimento, y el
Himno Riograndense con la orquesta sinfónica de Porto Alegre. Participó en 2001 del primer Festival de Acordeón de Maranhão,
junto a Dominguinhos, Sivuca, Waldonys, el argentino Antonio Tarragó
Ros y los estadounidenses Geno Delafose y Mingo Saldivar.
También
participó en el Encuentro de generaciones y raíces del Proyecto Río
Sesc Instrumental, realizado en el Sesc Copacabana de Río de
Janeiro. Lanzó tres álbumes en 2002: Renato Borghetti, ao vivo em Viena,
Umberto Petrin e Renato Borghetti - Reunião (junto al pianista
italiano Umberto Petrin) y A música brasileira deste século por
seus autores e intérpretes.
En 2007 lanzó Fandango, su primer DVD
que luego se presentó como CD. En 2010 realizó una gira por Europa
que incluyó Austria, Bélgica, Finlandia, Hungría, Inglaterra,
Italia y Portugal. Dos de sus discos fueron nominados a los premios Grammy Latinos en
la categoría "Mejor álbum de música tradicional regional o de
raíces brasileñas". En 2005 por Gaitapontocom y en 2008 por
Fandango!.
A continuación, Renato Borghetti en el Programa Instrumental Sesc
Brasil.
Felicia Albanese, más conocida como Licia Albanese, nació en
Bari, Italia, el 22 de julio de 1913 y murió en Manhattan, Nueva York, Estados
Unidos, el 15 de agosto de 2014. Soprano.
Debutó en Milán en 1934, como Madama Butterfly, opera con la
que se la asocia y de la que a través de cuatro décadas canto 300
representaciones. En el año de su debut, también cantó en Parma, Bari y en toda
Europa.
En 1940 debutó en el Metropolitan Opera House de New York, y
permaneció a lo largo de 26 temporadas, con un total de 427 funciones, y 17
personajes.
Entre 1941 y 1961 cantó en la Ópera de San Francisco, y otros
teatros americanos y europeos, y fue convocada en innumerables presentaciones
de la Orquesta Sinfónica de la NBC, conducida por el Maestro Arturo Toscanini.
En 1974 fundó y presidió la Licia Albanese Puccini Foundation, para
la asistencia y desarrollo de jóvenes cantantes, y entre los premios y
distinciones que recibió, en 1995 fue investida por el Presidente Bill Clinton
con la Medalla Nacional de las Artes.
A continuación, recordamos a Licia Albanese, junto a Beniamino
Gigli en el final del 1º acto de la ópera La Boheme de Giacomo Puccini, en un
registro logrado en Milán, Italia, con la orquesta dirigida por Umberto
Berrettoni, en 1938.
Henryk Goldszmit, más conocido como Janusz Korczak, nació en
Varsovia, Polonia, el 22 de julio de 1878 y murió en Treblinka,
Polonia, el 6 de agosto de 1942. Médico, pedagogo, escritor,
publicista, activista social y oficial del Ejército Polaco.
A continuación, recordamos a Janusz Korczak, con el documental realizado sobre la base del libro "Janusz Korczak, maestro de
la humanidad" escrito por Rubén Naranjo.
En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con Francisco Torija Zane, conductor del programa La Radioteca de los Sueños. Conducción: Leonardo Liberman / Puesta en el aire: Diego Rodríguez - Jorge Falcone