Erna Berger nació en Dresden, Alemania, el 19 de octubre de 1900 y murió en Essen, Alemania, el 14 de junio de 1990. Soprano de coloratura.
Luego de finalizada la Primera Guerra Mundial su familia emigró a Uruguay. En Montevideo, trabajó como gobernanta tomando clases de piano y canto.
En 1923 regresó a Dresden para continuar sus estudios, debutó en 1924, entre 1929 y 1934 cantó en el Festival de Bayreuth donde trabajó con Arturo Toscanini.
Fue una de las favoritas de los directores Wilhelm Furtwängler y Fritz Reiner, y máxima estrella de la Opera de Berlín donde debutó en 1934, y poco después se presentó en Londres, Viena, Múnich, Roma, Oslo, Amsterdam, París, Japón, Australia, y entre 1949 y 1951 actuó en el Metropolitan Opera House de New York.
En 1952 creó el rol de Anne Trulove en el estreno vienes de La carrera del libertino de Igor Stravinsky, y filmó varias películas, en una de ellas haciendo dúo con Beniamino Gigli en el largometraje Ave María, de 1936.
En 1955 se retiró de los escenarios y ofreció recitales hasta 1968, luego dicto clases en Hamburgo y Essen y entre sus discípulas se contó a la soprano Rita Streich.
En 1989 publicó sus memorias: Auf Flügeln des Gesanges, En alas del canto, y en su honor una calle de su ciudad natal lleva su nombre como así también en Berlín, a una de las calles que rodean Leipzigerplatz.
A continuación, recordamos a Erna Berger, con el aria O zitt`re nicht mein lieber Sohn! del singspiel La flauta mágica de Wolfgang Amadeus Mozart, junto a la Orquesta Filarmónica de Berlín, dirigida por Sir Thomas Beecham, en un registro de 1937.