Madama Butterfly es una ópera en tres actos con música de
Giacomo Puccini y libreto en italiano de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica,
basada en parte en el cuento Madame Butterfly de John Luther Long, y en la
novela Madame Chrysanthème de Pierre Loti.
El estreno se produjo el 17 de febrero de 1904, en el Teatro
Alla Scala de Milán, con una muy mala recepción del público y la crítica. Esto
se debió en gran medida a que se acabó tardíamente y al tiempo de ensayo
inadecuado. Puccini retiró la ópera y la reescribió notablemente, dividiendo el
segundo acto en dos y haciendo otros cambios.
La segunda versión revisada, se estrenó en Brescia el 28 de
mayo de 1904 y conquistó a la audiencia. En la Argentina se estrenó el 2 de
julio de 1904 en el Teatro de la Ópera, y en 1908 se presentó en el recientemente
inaugurado Teatro Colón, a lo largo de 29 temporadas.
A continuación, la ópera Madama Butterfly de Giacomo
Puccini, en la versión de Yasuko Hayashi como Madama Butterfly, Hak-Nam Kim en
el rol de Suzuki, Peter Dvorsky en el papel de Pinkerton y Giorgio Zancanaro
como Sharpless, junto al Coro y la Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán,
bajo la conducción de Lorin Maazel.
La acción se desarrolla en Nagasaki a finales del siglo XIX.
Acto 1
En 1904, B. F. Pinkerton, un oficial de la Armada
estadounidense a bordo del USS Abraham Lincoln, toma una casa sobre una colina
en Nagasaki, Japón, para sí y su prometida, la quinceañera Cio-Cio-San, apodada
Butterfly. Por intermedio del casamentero Goro, el marino ha arreglado su
matrimonio con la muchacha. Ella ve ese vínculo como un compromiso de por vida,
pero para Pinkerton sólo se trata de una aventura fuera de su país. Como las
leyes de divorcio japonesas son muy laxas, su secreta intención es divorciarse
de la joven nipona una vez que encuentre la esposa estadounidense adecuada. La
boda tendrá lugar en la casa, y Butterfly está tan animada por casarse con un
estadounidense que antes se convierte secretamente del budismo al cristianismo.
Su tío Bonzo, un monje budista, descubre la conversión, va a la casa, maldice a
la joven y ordena a todos los invitados que se vayan, lo que hacen todos al
tiempo que reniegan de ella. Butterfly y Pinkerton se casan de todas formas, y
tienen su apasionada primera noche de amor (dúo Vogliatemi bene).
Acto 2
Tres años después, Butterfly está a la espera del regreso de
Pinkerton, quien partió a Estados Unidos poco después de la boda. Su criada
Suzuki intenta convencerla de que él no volverá, pero ella no la escucha. En un
apasionado intento por convencerla de lo contrario, Butterfly canta su gran
aria (Un bel dí vedremo). Goro (el casamentero que arregló el matrimonio) sigue
intentando casarla de nuevo, pero ella no lo escucha tampoco, pese a la pobreza
extrema que atraviesa. Sharpless, el cónsul norteamericano, llega a la casa con
una carta que le ha enviado Pinkerton, en la que le pide que le explique a
Butterfly que él volverá a Japón, pero no con la intención de estar con ella.
Él comienza a leer la carta pero no puede decidirse a acabarla pues Butterfly
se altera demasiado al oír que Pinkerton regresa. Con el fin de prepararla para
la verdad, Sharpless le pregunta qué haría con su vida si Pinkerton decidiese
no volver jamás. Con seriedad impetuosa, Butterfly responde que sólo podría
volver a divertir a la gente con sus canciones, o bien, morir.
Cuando Sharpless trata de convencerla de que se case con el
rico Yamadori, un príncipe que la pretende, Butterfly le revela que tuvo un
hijo de Pinkerton, producto de su noche de bodas, y argumenta que el marino
podrá olvidarla a ella pero no a su hijo. Dado que Pinkerton ignora por
completo los hechos, el alarmado cónsul promete informar a Pinkerton del asunto
y a la vez trata de persuadir a la joven a casarse con Yamadori. Ella le ordena
retirarse, pero el diplomático permanece en la casa y ve cómo Butterfly,
desolada, toma al niño en sus brazos y canta su dolorosa aria "Che tua
madre dovrá", en la que explica que sin dinero y sin un marido que la
proteja ella tendrá que pedir dinero en las calles o cantar; que hará todo
menos "ese oficio deshonrado" (que puede interpretarse como prostitución).
En su delirio y desesperación la joven dice preferir acabar con su vida.
Conmovido, Sharpples pregunta con dulzura al niño su nombre; Butterfly responde
por él: "su nombre es Dolor". Sharpples se retira y la joven corre a
observar con un catalejo por la ventana hacía el océano. Al divisar la bandera
de la nave estadounidense "Abraham Lincoln" (el barco que dirige
Pinkerton), siente triunfar su amor por verlo volver y le pide a Suzuki que
llenen el espacio con flores de todo tipo, para que la llegada de Pinkerton sea
en primavera como él había prometido. Aquí comienzan los pasajes más tristes de
la ópera. Expectantes, Suzuki, Dolore y Butterfly esperan toda la
noche la llegada del barco. Al amanecer, Butterfly cae rendida y duerme.
Acto 3
Suzuki se despierta por la mañana; Butterfly duerme. Llegan Sharpless y Pinkerton, junto con Kate, la nueva esposa estadounidense del marino. Han venido porque, al enterarse de la existencia del hijo deciden recogerlo para criarlo en los Estados Unidos. Cuando Pinkerton ve cómo Butterfly ha decorado la casa para su regreso, se da cuenta de que él ha cometido un gran error. Admite que es un cobarde y no puede enfrentarse a ella, de manera que Suzuki, Sharpless y Kate le dan la noticia a ella. Ella se muestra conforme con entregar al niño si Pinkerton viene él mismo a verla. Mientras tanto, ella pide perdón ante una estatua de Buda, se despide de su hijo y le tapa los ojos (Tu tu piccolo iddio). Luego se retira a sus habitaciones y se clava el cuchillo de su padre. Tambaleante, besa a su hijo y muere. Pinkerton se apresura a entrar, pero es demasiado tarde.