martes, 13 de septiembre de 2011

Hasta cuando ?


Han pasado más de 200 años y todavía no nos hemos puesto de acuerdo para avanzar.

Tenemos todo para ser un país pujante, fuerte, poderoso y lo único que tenemos es una sociedad dividida, fragmentada, sin sentido de pertenencia y sin mística.

Los países vecinos nos dan ejemplo de progreso cuando nosotros, hasta hace unos 50 años, éramos “El Faro” de Latinoamérica.

¿Que nos pasó? ¿Que hicimos mal para encontrarnos en este estado?
Muchos dirigentes nos hablan de estadísticas, números y curvas de crecimiento y bienestar, pero lo que se ve es un panorama de abandono y pobreza.

Los números del crecimiento no se ven reflejados en resultados positivos.
Dentro de los centros urbanos crecen de manera imparable villas de emergencia y hay dirigentes que lo usan como referencia.

Pasan los años y lo que crece rápidamente es la desigualdad, ampliando la brecha entre los ricos y pobres.

El último censo revelo que más de la mitad de la población no tiene agua corriente ni cloacas. Hay que buscar mucho para encontrar países con ese registro.

Si eso no es pobreza, como se llama?

Lógicamente que no es culpa solamente de este gobierno, a este resultado se llegó por pésimas gestiones sostenidas en el tiempo.

Es curioso, siempre estamos comenzando nuevas etapas que nos hunden más y la razón es que no creemos en planes que superen un periodo de gobierno. 

Todos buscan la reelección pensando que en el segundo periodo van a concretar los planes. El anterior fue el ensayo general. 

Después llega otro, cambia de dirección y así nos va.

Los padres fundadores pensaron otra cosa y lo demostraron con sus acciones y sus obras.

Las acciones hablan más alto que las palabras.

Los legisladores que redactaron nuestra constitución, pensaron en un gran país. Lo somos?

Un sector enfrentado con otro, mirándonos con desconfianza y pensando en salvarnos solos.

Nos vivimos quejando de los males que nos golpean y lo primero que hacemos es señalar a los demás sin hacernos cargo de nuestro propio comportamiento.

De una vez por todas tenemos que asumir que si los políticos son corruptos es porque somos cómplices silenciosos de ese proceder y no nos hacemos cargo de lo que nos toca.

Es cierto que quien tiene la responsabilidad de conducir tiene mayor responsabilidad, pero de nosotros depende elevar la voz cuando vemos que las cosas no están bien.

La democracia termina siendo una cascara vacía si para lo único que está es para votar cada cuatro años. Las instituciones tienen que funcionar adecuadamente como lo marca la Constitución.

Se habla mucho de la calidad institucional y lo que realmente se hace es atentar contra el sistema.

No nos quejemos demasiado si estamos rodeados de corruptos, acaso no lo somos en parte, por la forma en que nos desempeñamos a lo largo de nuestra vida? 

Festejamos y aceptamos alegremente la viveza criolla y las pioladas o avivadas y no nos damos cuenta que con nuestra actitud fomentamos ese comportamiento.

Si continuamos así los resultados van a ser los mismos. Renunciemos a ser truchos.

Tenemos el mercado informal más grande de Sudamérica, que tiene página de internet y vienen con tours de compras y por otro lado, una enorme cantidad de talleres que esclavizan extranjeros para proveer a ese mercado.

Un puesto en ese lugar cuesta cientos de miles de pesos y el Estado no recauda nada en impuestos y hace la vista gorda porque algún funcionario está arreglado.

Podría seguir escribiendo páginas y páginas. Alguna vez nos vamos a despertar?

Leonardo Liberman