Murió a los 95 años la “novia de Belsen”, la
sobreviviente del Holocausto que cuidó de Ana Frank
Por Samantha Schmidt
11 de junio de 2018
Gena Turgel posando en Londres en una muestra sobre los campos de concentración nazis (AP/Paul Faith) |
El momento en el que las tropas británicas liberaron a
aquellos que estaban en el campo de concentración de Bergen-Belsen quedaría
grabado para siempre en la memoria de Gena Turgel.
Eran las 3:15 de la tarde del 15 de abril de 1945. La
propia Turgel, el pasado mes de abril, recordó que un anuncio retumbó por los
altavoces en varios idiomas diciendo a todos los nazis que estaban en
el campo que depusieran sus armas y se reportaran a la sede.
Después de ser forzada para ir de un campo nazi a otro,
después de llorar los asesinatos de familiares y presenciar la muerte de muchas
otras personas, ella relataba que en ese momento se "sentían libres". Tres
días más tarde, un sargento británico que ayudó en las tareas de liberación del
campamento donde estaba Turgel le pediría que se casara con él. El
oficiante de la boda, un rabino del ejército británico, calificó el matrimonio
de "símbolo de esperanza después de tanta muerte".
Años después, Turgel aprendería inglés, escribiría sus
emocionantes memorias y compartiría sus recuerdos del Holocausto en miles de
escuelas. Turgel murió la semana pasada a la edad de 95 años. El Gran
Rabino del Reino Unido, Ephraim Mirvis, escribió en Twitter que ella había sido
una persona "remarcable".
"(Mantener) su legado es nuestra responsabilidad
ahora", señaló.
A Turgel le sobreviven sus tres hijos, así como sus nietos y
bisnietos.
Ana Frank murió a causa de un tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Gena Turgel se hizo cargo de ella en los últimos meses de su vida (Archivo) |
Turgel, que sobrevivió a los campos nazis de Auschwitz,
Buchenwald y Bergen-Belsen, también se ocupó de Ana Frank cuando la
adolescente se estaba muriendo de tifus, según confesó una vez a la BBC.
"Le lavaba la cara, le daba agua para beber… aún puedo
ver su rostro, su cabello, su aspecto", comentaba ella.
Los medios británicos la apodarían como "la novia de
Belsen" por su matrimonio con el sargento inglés, Norman Turgel.
Gena Turgel, la más joven de nueve hermanos, tenía 16 años
cuando los alemanes invadieron su ciudad natal en Polonia, en septiembre de
1939. "Llegaron muy bien preparados", con listas de las familias
judías más prósperas del país. Los nazis fueron a la casa de su
familia, exigiendo que su hermano le entregara las llaves de su negocio.
En 1941, Turgel fue forzada a permanecer en un gueto de
Cracovia junto a su madre y sus cuatro hermanos. Uno de ellos fue
asesinado allí mientras que otro pudo escapar, aunque nunca más volvió a saber
de él. Una de sus hermanas fue tiroteada cuando intentaba
pasar comida de contrabando al campo de trabajo de Plaszow, según documenta el
Holocaust Educational Trust. Luego, en diciembre de 1944, Turgel y el resto de
sus familiares fueron obligados a caminar en una "marcha de la
muerte" hacia Auschwitz-Birkenau.
"La temperatura era aproximadamente de 20 grados bajo
cero", escribió Turgel. "Tenía que ir exactamente así: con
vestido, abrigo, botas, un par de calzones y unas medias delgadas.La nieve
era profunda y espesa. A veces nos obligaban a caminar de la noche a la mañana.
Nos preguntábamos: '¿Cuándo terminaría? ¿Cuánto tiempo más?'".
Al llegar a Auschwitz, después de unas tres o cuatro semanas
de viaje, Turgel y sus parientes fueron divididos en grupos y enviados
a lo que pensaban que era un cuarto de baño.
"En esa habitación debíamos ser unas cien personas,
todos amontonados entre paredes de piedra, sin ventanas y con aberturas
estrechas en el techo", escribió en sus memorias. "Estuvimos allí
una hora más o menos y no pasó nada. La espera parecía interminable. Nadie
hablaba", agregó.
Cuando salieron de esa sala, un grupo de mujeres, eufóricas,
los abrazaron. "¿No sabes dónde has estado? Has estado en una
cámara de gas", dijeron. Turgel no sabía por qué su grupo no fue
aniquilado con gas venenoso o asfixiante pero confesó que "Dios debe haber
salvado mi vida y tantas otras junto a mí".
En Bergen-Belsen, Turgel, que por aquel entonces tenía 22
años, consiguió un trabajo como enfermera en un hospital. En esas
instalaciones, se ocupaba de Ana Frank que se estaba muriendo de tifus.
Cuando las tropas británicas liberaron el campamento, un
sargento se "interesó mucho" en Turgel. La invitó a una cena
fuera del campamento, donde la jovencita pudo volver a ver mesas con adornos y
manteles blancos.
"¿Esperamos alguna visita especial?", preguntó
ella. "Tú eres la invitada especial", le respondió él. "Esta
es nuestra fiesta de compromiso", añadió. Norman Turgel ya había
interiorizado que el sargento se iba a casar con ella.
Finalmente aceptó la
propuesta y se casaron meses después. Su vestido de novia, hecho de seda de
paracaídas, se exhibe en el Museo de la Guerra Imperial de Londres.
Tras la boda, la pareja se mudó a Londres, donde Gena Turgel
se marcó tres objetivos: aprender inglés, adaptarse a la forma de vida
británica y escribir sus recuerdos para que no los olvidara.
"¿Cómo podemos olvidarnos de eso?", dijo ante la
audiencia el pasado abril.
Aquellos que conocían a Turgel escribieron mensajes de
recuerdo durante el fin de semana. El alcalde de Londres, Sadiq Khan,
tuiteó que estaba "triste por el fallecimiento de Gena Turgel".
Afirmó que estaba "profundamente conmovido por su contribución e inspirado
por su compromiso de toda la vida de educar a la gente sobre los horrores del
Holocausto".
Karen Pollock, directora ejecutiva del Holocaust Educational
Trust, tuiteó lo siguiente: "Nuestra hermosa, icónica y única Gena
Turgel, cuyo testimonio tocó tantas vidas, falleció.Celebramos su 95º
cumpleaños hace tan solo 3 meses".
"La Gena Turgel que conocíamos era la dama más bella,
elegante y serena. Su fuerza, determinación y capacidad de recuperación fueron
constantes, sus palabras poderosas y sabias fueron una inspiración",
señaló la mujer en un comunicado. "Su historia fue difícil de escuchar
y difícil de narrar, pero nadie que alguna vez la haya escuchado nunca la
olvidará", finalizó.