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Foto de portada: Magdalena Viggiani.
Carlos Schlieper nació en Buenos Aires, Argentina, el 23 de
septiembre de 1902, y murió en su ciudad, el 11 de abril de 1957. Guionista y
director de cine.
Carlos Schlieper (23 septiembre 1902 a 11 abril 1957 en
Buenos Aires) fue un argentino director de cine y guionista de la era clásica.
Su padre, Hermann Heinrich Schlieper Feldmann (1842-1925),
era un industrial de nacionalidad alemana y su madre, muy católica, era
española (de Andalucía). Schlieper, que tenía tres hermanos varones y tres
mujeres, recibió una educación cuidadosa que incluyó viajar al extranjero y
estudios en una escuela secundaria en Suiza.
Dirigió unas 30 películas entre 1939 y 1957, escribiendo más
de 20 de ellas. Se destacó especialmente por sus comedias románticas en los
años cuarenta y cincuenta, dirigiendo películas como La serpiente de cascabel
(1948), Arroz con leche (1950), Cuando besa mi marido (1950), Mi mujer está
loca (1952) y Mi marido. y mi novio (1955). Dirigió Alejandra en 1956 y murió
el 11 de abril de 1957.
Filmografia
Director
Cuatro corazones (1939)
Si yo fuera rica (1941)
Papá tiene novia (1941)
Bruma en el Riachuelo (1942)
Mañana me suicido (1942)
El sillón y la gran duquesa (1943)
El deseo (1944)
La casa está vacía (1945) (Chile)
La honra de los hombres (1946)
Las tres ratas (1946)
Pecadora (1947) (México)
Madame Bovary (1947)
El misterioso tío Silas (1947)
El retrato (1947)
La serpiente de cascabel (1948)
Por ellos... todo (1948)
Cita en las estrellas (1949)
Fascinación (1949)
Cuando besa mi marido (1950)
Esposa último modelo (1950)
Arroz con leche (1950)
Cosas de mujer (1951)
Los árboles mueren de pie (1951)
El honorable inquilino (1951)
Mi mujer está loca (1952)
Los ojos llenos de amor (1954)
Detective (1954)
Mi marido y mi novio (1955)
Requiebro (1955)
Alejandra (1956)
Las campanas de Teresa (1957)
Guionista:
El más infeliz del pueblo (1941)
Papá tiene
novia (1941)
Bruma en el Riachuelo (1942)
El sillón y la gran duquesa (1943)
Cuando besa mi marido (1950)
Esposa último modelo (1950)
Arroz con leche (1950)
Cosas de mujer (1951)
El honorable inquilino (1951)
Mi mujer está loca (1952)
Vuelva el primero! (1952)
Mi marido y mi novio (1955)
Alejandra
(1956)
Las
campanas de Teresa (1957)
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la película El Retrato, que se estrenó el 19 de junio de 1947,
protagonizada por Mirtha Legrand, Osvaldo Miranda y Juan Carlos Thorry, entre
otras figuras.
David Obadia, presidente de la FCJE, nos explica cuáles los
objetivos dentro de los cuales se encuentra el promover y proteger los derechos
e intereses de dichas comunidades, fomentar la vida judía y luchar contra el
antisemitismo y la discriminación.
Helmuth Emil Froschauer nació en Viena, Austria, el 22 de
septiembre de 1933, y murió en su ciudad, el 18 de agosto de 2019. Director de
coro y orquesta.
El director de coro austríaco Helmut [Helmuth] Emil
Froschauer recibió su formación musical en la Wiener Sängerknaben y estudió
piano, trompa, composición y dirección en la Wiener Musikakademie.
De 1953 a 1965 Helmut Froschauer dirigió uno de los coros de
la Wiener Sängerknaben. Como maestro de capilla dirigió este conjunto en giras
por todo el mundo. Al mismo tiempo, a principios de los años 60 fue director
musical de Walt Disney Productions en Viena, donde supervisó varias películas
musicales con la Wiener Symphoniker. De 1968 a 1991 fue, sucesivamente y
durante muchos años también simultáneamente, repetidor solista y director de
coro en la Ópera Estatal de Viena, así como director de coro de la Asociación
Sindical de Amigos de la Música de Viena, el Festival de Bregenz y el Festival
de Salzburgo en asociación personal. Como estrecho colaborador de Herbert von
Karajan, participó en la preparación de numerosos conciertos, grabaciones y
grabaciones televisivas en el Festival de Salzburgo, el Festival de Berlín y el
Festival de Viena.
Helmut Froschauer estuvo con la Westdeutscher Rundfunk desde
1992, primero como director de coro, luego de 1997 a 2003 como director
principal del WDR Rundfunkchor Köln, donde fue director honorario. Froschauer
también dirigió durante muchos años, junto con otros dos colegas, las misas
dominicales en la Hofburgkapelle de Viena, en la que también participó el coro
de niños.
El hijo de Helmut Froschauer es el violinista Daniel
Froschauer, director de la Filarmónica de Viena.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con su interpretación del lied Frühlingsgesang, o Canción de primavera, de
Franz Schubert, al frente del Coro Masculino de la Radio de Colonia.
El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta:
Tributo a Anita Lasker.
Cecilia Levit produce semanalmente este programa que se
emite por Radio Sefarad.
Anita Lasker: cuerdas del corazón
TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON
CECILIA LEVIT – Anita Lasker-Wallfisch nació en Breslau (actualmente Wrocław,
Polonia) en el seno de una familia judía alemana, en 1925. Comenzó a tocar el
violonchelo a temprana edad y tocaba música de cámara con sus dos hermanas.
Anita y su hermana Renata fueron arrestadas en una estación de tren en Francia
y llevadas al campo de concentración de Auschwitz Birkenau a finales de 1943.
Sus padres fueron deportados a Lublin y asesinados. Anita pudo sobrevivir al
campo de la muerte gracias a la música. Formó parte de la Orquesta del Campo
cuya directora fue Alma Rosé. En 1945 fue deportada al campo de Bergen Belsen y
más tarde, liberada por los británicos. Tras la guerra, Anita emigró a Bélgica
y en 1946 a Gran Bretaña. En Londres fue miembro fundador de la English Chamber
Orchestra, con la que actuó hasta el año 2000. Viajó varias veces a Alemania,
donde dio conferencias en escuelas sobre las consecuencias del antisemitismo.
Anita tiene 99 años y vive en el Reino Unido.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
Núria Feliu Mestres, más conocida como Núria Feliu, nació en
Barcelona, España, el 21 de septiembre de 1941, y murió en su ciudad, el 22 de
julio de 2022. Cantante.
La cantante catalana, Nuria Feliu, (21 de septiembre de
1941, Barcelona, España – Ibídem, 22 de julio de 2022), Nació
en el barrio de Sants de Barcelona. Debutó en 1965 y ha destacado por sus discos de canciones populares
catalanas, jazz, boleros y cuplés.
Ha popularizado estandars norteamericanos, country en catalán, versiones de
jazz destacando especialmente su colaboración con el pianista Tete Montoliu,
también ha interpretado canciones de bandas sonoras del cine en catalán, siendo
pionera como intérprete en la introducción del idioma catalán en algunos de
estos estilos, uno de sus grandes letristas y adaptadores de textos fue el
poeta Josep Maria Andreu. En los últimos años de su carrera ha sido acompañada
por el pianista Lucky Guri.
En 2007, Núria Feliu reúne en un libro-disco las sardanas
catalanas más populares con motivo del centenario del estreno de La santa
espina, la emblemática obra de Àngel Guimerà con música de Enric Morera. Feliu
ha querido recuperar a Núria Feliu recita les sardanes més populars algunas de
las obras poéticas y corales que se han convertido en clásicos de la música
catalana. Este trabajo literario y discográfico ofrece una muestra ilustrativa
de la producción poética coral en selección de Lluís Subirana y Núria Feliu de
los principales poetas y compositores catalanes del género.
En 1976 fue galardonada con el Premio de Cultura Popular
concedido por el Ministerio de Cultura por su disco Cançons d’Apel·les Mestres,
en 1979 con la Medalla del Cercle català de Madrid, en 1985 con la Creu de Sant
Jordi, en 1990 con el Premio Sant Jordi de Cine concedido por RNE y el Premio
SGAE por su trayectoria. En 2008 el Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona le
concede la Medalla de Honor de Barcelona.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento,
con dos canciones de su repertorio: Ja us he reconegut, y Gotes de pluja van
caient.
Olga Ferri nació en Buenos Aires, Argentina, el 20 de
septiembre de 1928, y murió en su ciudad, el 15 de septiembre de 2012. Bailarina,
profesora, coreógrafa.
Secretaria General Gran Jurado Premios Konex 1999: Música
Clásica
Jurado Premios Konex 2009: Música Clásica
Nació el 20/09/1928. Premio Konex de Platino 1989. Jurado
Premios Konex 2009 y 1999. Estudió en París con Víctor Gsovsky, Nicolás Zvereff
y Boris Kniaseff. En el ISATC (PK) se graduó de Régisseur de Ópera. Fue Primera
Bailarina del Ballet Estable del Teatro Colón (PK) y formó parte del Duncan’s
Ballet. Estrella invitada de: Les Étoiles de Paris, Berliner Ballet y London’s
Festival Ballet. Bailó en los más importantes teatros del mundo. En 1977 se
retiró de la escena. Directora Artística y Coreográfica del Ballet Estable del
Teatro Colón (1974-77) y Maestra de Baile del Ballet Nacional de Chile.
Presidente de la Fundación Ballet Clásico Argentino. Bailarina del Año por sus
interpretaciones en Las Sílfides (1967), Romeo y Julieta (1970), Cascanueces
(1971), Giselle (1972) y El niño brujo (1973). Obtuvo numerosos premios: Gran
Premio de Honor FNA (PK) (1977), Quinquela de Oro (1989), María Ruanova (1996),
Columna de la Cultura (Fondo Cooperativa de Caseros, 1998), Senador de las
Luces (1998). Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (2008). Falleció
el 15/09/2012.
Biografía ampliada
Ha sido la más importante embajadora del arte de la danza
durante tres décadas en nuestro país. Ha
demostrado la universalidad de su arte, manteniendo las raíces en su
patria.
Inicia su carrera en el cuerpo de baile del Teatro Colón a
los dieciocho años, ingresando a la Compañía por concurso y directamente como
solista, constituyéndose como único caso que por sus condiciones ocupa el rango
de Solista sin pasar por las filas del cuerpo de baile, y habiendo cursado en
sólo seis años el curso de la Escuela de Danza (hoy Instituto Superior del Teatro
Colón), cuya duración normal era de ocho años. Su principal educadora durante
es período es Seme Bulnes.
En 1949 obtiene también por concurso el cargo de Primera
Bailarina asumiendo todo el repertorio clásico del ballet del Teatro Colón y
los siguientes estrenos: “Romeo y Julieta”, “Hamlet” y “Don Juan de Zarissa” de
Tatiana Gsovsky; “El Pillán” de Ian Cieplinsky (Estreno Mundial); “Los Pájaros”
de Margarita Wallmann; “Séptima
Sinfonía”, “Juego de niños”, “Rojo y Negro”, “Choreartium” y “Sinfonía Fantástica”
de Leonide Massine. Forma parte junto a José Neglia y Enrique Lommi de la
primera Compañía de Ballet creada y dirigida por Michel Borovsky para la
televisión argentina, el “Duncan´s Ballet”.
Creadora de distintos conjuntos de cámara para giras culturales
por el interior del país, llega a formar una compañía de veinticinco bailarines
para hacer conocer el arte de la danza en toda la Argentina. En 1954 estrena en
el Teatro Colón “La dama y el unicornio” de Heinz Rosen, sobre una idea y con
trajes y decorados de Jean Cocteau, música de Chyllí, inspirado en los célebres
tapices del Unicornio del Museo de Cluny. En 1958 es elegida por Alicia Alonso
para bailar “Giselle”, siendo la primera bailarina argentina que encarna este
rol en su versión coreográfica original.
En 1959 inicia su trayectoria internacional, con una serie
de recitales en Brasil, viajando luego a París donde se perfecciona con Victor
Gsovsky, Nicolás Zvereff y Boris Kniaseff. Actúa posteriormente en el Festival
de Enghein en París al frente del conjunto “Les etoiles de París”, junto a
Milorad Miskovitch en “Señor de Mañara” de Jack Carter; en dicha oportunidad
ilustra las conferencias de Serge Lifar en la Universidad de Sorbona. Se
traslada luego a Alemania bailando como estrella invitada en la Opera de
Munich, e iniciando una extensa gira con el “Berliner Ballet”, presentándose en
toda Alemania, Bélgica, Holanda, Francia y Checoslovaquia.
En 1960 es reclamada por el Teatro Colón con motivo de la
función de gala que conmemora el Sesquicentenario de la Revolución de Mayo,
para el estreno mundial de “Variaciones Concertantes” con música de Alberto
Ginastera y coreografía de John Taras, completándose la programación con las
presentaciones del Ballet del Marqués de Cuevas y el London´s Festival Ballet.
Esta última Compañía la invita a actuar nuevamente en Europa durante cuatro
extensas temporadas: 1960-61-63 y 66, bailando en Gran Bretaña y el Continente
Europeo. Debuta en este conjunto en “Sílfides”, “Grand Pas Clasique”, “El
Cascanueces”, “Aubade”, “Romeo y Julieta”, “El espectro de la rosa”, “Bourre
Fantasque”, “El niño brujo”, etc. Se recrea especialmente para ella “La
doncella de nieve” de Bourmeister, y es la primera bailarina argentina que
baila “Giselle” en Londres. Con esta Compañía realiza el estreno londinense de
la versión integral de “El lago de los cisnes” de Jack Carter y los estrenos
mundiales de “Peer Gynt” (Anitra) de Orlikowsky y “Grand Pas des Fiancees” de
Cartesr. El London´s Festival Ballet incluye, atento al éxito de su interpretación,
“La muerte del cisne”.
Durante todos estos años alterna su actividad en el Teatro
Colón, que va unida a importantes estrenos: “Fedra”, “Pasión” y “Suite en
Blanc”, de Lifar, “Abraxas” de T. Gsovsky; “El niño brujo”, “Coppelia” y “La
Bella Durmiente del bosque” de J. Carter; “Constancia” de W. Dollar; “Orfeo” de Andrade; y los estrenos
mundiales de “Romeo y Julieta” (junto a José Neglia) y “La Cenicienta” de George Skibine, y “La Silphide” de Pierre
Lacotte.
En 1968 y tras un venturoso acontecimiento, el nacimiento de
su hijo, obtiene en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón el título de
Regisseur de Opera.
En 1971 se integra a la escena y Rudolf Nureyev la elige
para el estreno sudamericano de “El Cascanueces”, bailando junto a él en el
Teatro Colón y en el Teatro Coliseo en recitales que posteriormente serían
ofrecidos en Brasil y filmados para Eurovisión, donde interpreta “Las
Sílfides”, y “Apollon Musagete” de Ballanchine y “Las Bodas de Aurora”.
Entre los más importantes partenaires que la han acompañado
debe mencionarse junto a Nureyev, Gert
Reinholm, Vladimir Skouratoff, David Adams,
Ben Stevenson, John Gilpin, Karl Musil y George Gobiloff, entre otros.
En 1973 se presenta en el City Center de Nueva York en una
gala del National Ballet of Washington junto a Margot Fonteyn, teniendo a su
cargo el único solo de la velada: “La Muerte del Cisne”. Posteriormente es invitada por el Ballet de André Eglevsky para
bailar “Coppelia” y “El Cascanueces”. Durante 1975-1977 actúa regularmente en
los Estados Unidos presentándose con diversas Compañías en giras por la Unión,
junto a su partenaire Bill Martín –Viscount. En 1977 se retira de la escena en
una función de Gala en el Teatro Colón con el ballet “Coppelia” de Jack Carter.
Durante dos períodos Olga Ferri asumió la Dirección
Artística y Coreográfica del Ballet Estable del Teatro Colón (1974 y 1977).
Al margen de su actividad escénica debe destacarse su
intervención protagónica en el film para Eurovisión “La vida de Fanny Elssler”,
realizando por la televisión belga en coproducción con Alemania; y su incursión en el teatro de prosa en la
obra “Pas de Deux”, estrenada en el Teatro Liceo de Buenos Aires, junto al primer actor Osvaldo
Tesser.
Dedicada a la enseñanza desde 1971, promueve en 1980 la
creación de la Fundación Ballet Clásico Argentino, entidad privada con la que
presenta por primera vez en el país un ballet narrado para niños: “La niña de
los ojos de cristal”. En 1984 es contratada como Maestra de Baile del Ballet
Nacional de Chile. En 1985 participa del Certamen Latinoamericano de Ballet de
Perú, presentando a su alumna de nueve años Paloma Herrera, quien obtiene el
Primer Premio en su categoría; este misma discípula logra alcanzar también bajo
su guía el Gran Premio “Coca Cola en las Ciencias y las Artes” en el año 1986,
teniendo tan sólo diez años de edad, y compitiendo con 140 participantes
algunos de ellos profesionales.
En 1987 viaja a la Unión Soviética presentando a sus alumnas
más aventajadas en el curso de ballet de la ciudad de Minz, y su grupo es
considerado el mejor preparado de todos
los provenientes de Estados Unidos, Canadá, etc.
Ha sido considerada “Bailarina del Año” por su
interpretación en los siguientes ballets: Las Sílfides (1967), Romeo y Julieta
(1970), El Cascanueces (1971), Giselle (1972), El niño brujo (1973).
A lo largo de su carrera, ha obtenido las siguientes
distinciones: Venus Dorada del Círculo Femenino (1967); Miembro Honoris
Causa de las Universidades Populares Argentinas (1973);
Miembro de Honor del Instituto de Cultura Hispánica Manuel de Falla (1975);
Gran Premio de Honor Fondo Nacional de las Artes (1977); Premio Orden al Mérito
(en el grado de caballero) otorgado por los Caballeros de San Martín de Tours
en el Histórico Cabildo (1984); Quinquela de Oro por su trayectoria artística
(1989); Premio Konex de Platino (1989); Premio Manzana de las Luces (1991);
Premio “Promea”, otorgado por el Archivo de la Nación (1993) y el Premio María
Ruanova, a su brillante trayectoria, otorgado por el Consejo Argentino de la
Danza (1996). Recibió el nombramiento de Senador de las Luces por su
trayectoria en el mundo de la cultura de
las ciencias y de las artes otorgado por la Presidencia de la Nación (1998) y
fue distinguida con el Premio Columna de la Cultura otorgado por el Fondo
Cooperativa de Caseros (1998). La crítica internacional se ha pronunciado
unánimemente por el arte de Olga Ferri, considerándola una de las más
importantes bailarinas de Latinoamérica.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento,
con el video Homenaje a Olga Ferri. Material Archivo Gentileza Familia
Ferri-Lommi - Producción Revista Revol.
Entre 1904 y 1905 Gustav Mahler estuvo trabajando en la
composición de la Sinfonía Nº 7 en Mi Menor, también conocida como Canción de
la noche o en alemán Lied der Nacht, nombrada así por su editor.
El estreno tuvo lugar en Praga el 19 de septiembre de 1908, con
el compositor al frente de la Orquesta Filarmónica Checa, en la sala de
conciertos de la Exposición del Jubileo en Praga, y como parte de la
celebración del sexagésimo aniversario del reinado del emperador Francisco José
I.
Entre otras personalidades destacadas se encontraban
presentes sus fieles seguidores, Bruno Walter, Otto Klemperer, Alexander von
Zemlinsky, y Alban Berg, entre otros.
La primera grabación de la obra, se realizó en vivo durante
un concierto en 1950, y en estudio en 1953. En ambas oportunidades la orquesta
estuvo dirigida por Hermann Scherchen.
A continuación, de Gustav Mahler, la Sinfonía Nº 7 en Mi
Menor, en la versión de la Orquesta del Festival de Lucerna, dirigida por
Claudio Abbado.
Alberto Franchetti (18 de septiembre de 1860 – 4 de agosto
de 1942), compositor de ópera. Nació en Turín, Viareggio, Italia. Su padre el
baron Raimondo Franchetti, un judío de condición noble, que se ganó la vida por
trabajos independientes relacionados al comercio. Alberto fue enviado por orden
de su padre a Venecia para estudiar. Aquí desarrolló un gusto inexplicable por
las artes, específicamente por la ópera. Luego se trasladó a la ciudad alemana
de Dresde, en compañía de Felix Draeseke, y finalmente entró al Conservatorio
de Múnich.
Alberto Franchetti hizo parte de la escuela verista, fue un
movimiento cultural que tuvo mayor influjo en el ámbito literario, pero de
todos modos hizo mella en la ópera. Este movimiento se desarrolló en Italia en
el último cuarto de siglo del XIX bajo la influencia de naturalistas franceses
como: Balzac, Zola, y Flaubert. El verismo musical nació en Italia cuando
Franchetti tenía unos 30 años, la primera representación que escuchó de este
movimiento fue la de Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni. A partir de esta
ópera Alberto se inspira y queda enamorado. Con el paso del tiempo, Franchetti
ha sido representante del verismo musical, al igual que, Leoncavallo, Cilea,
Giordano, y Puccini. A este grupo de compositores junto a Mascagni se les
conoció como la Giovane scuola italiana, la joven escuela italiana.
Antes de conocer el verismo musical, Alberto Franchetti
había lanzado, con el total financiamiento de su padre, un gran éxito en 1888
con su ópera Asrael. La primera presentación fue llevada a cabo en el Teatro
Municipal de Reggio Emilia el 11 de febrero del año en mención. Ahora bien,
Asrael fue una obra que representó la purga entre ángeles y demonios. Su estilo
lírico estaba inspirado en el wagnerianismo y meyerbeerismo. Cabe resaltar que
mostró mayor influencia por la segunda tendencia, representada por Giacomo
Meyerbeer, este compositor prusiano tuvo gran popularidad entre el público
parisino, su obra más popular y muy admirada por Alberto fue Los Hugonotes.
Alberto admiró la capacidad de Meyerbeer para producir Los
Hugonotes que hace parte de la Grand Opéra, un subgénero de la ópera francesa
caracterizado por sus temas históricos, orquesta inmensa, abundancia de
personajes, escenografías complejas, vestuarios suntuosos y efectos escénicos
espectaculares. Alberto fue catalogado como el «Meyerbeer de la Italia
moderna», debido a que Asrael tenía unos efectos teatrales calificados como
fantasmagóricos y novedosos, con un manejo admirable de una gran orquesta,
además de la gran habilidad de Alberto para escenificar el Cielo y el Infierno
gracias a complejas y perfectas escenografías, tomadas de la Grand Opéra de
Meyerbeer.
En el año de 1890, Verdi recomienda a Alberto para componer
una ópera con el fin de conmemorar el IV centenario del Descubrimiento de
América y la hazaña del navegante Cristóbal Colón, que se celebraría dos años
más tarde. Aceptada la sugerencia, Alberto creó el drama lirico llamado
Cristoforo Colombo, este se dividía en 4 actos y un epílogo escrito por Luigi
Illica, fue presentado por primera vez en el Teatro Carlo Felice de Génova, el
6 de octubre de 1892.
Posteriormente, presenta en el Teatro de La Scala de Milán,
Fior d’Alpe, una ópera de 3 actos con libreto de Leo de Castelnuovo, mejor
conocido como Leopoldo Pullè. Para la misma década compuso Il signor di
Pourceaugnac, esta tuvo una innovación, expresada en el uso de la comedia; esta
ópera cómica se dividió en 3 actos con libreto de Ferdinando Fontana y fue
presentada también en el Teatro de La Scala de Milán el 10 de abril de 1897.
Aunque Cristoforo Colombo fue reconocida como la mejor obra
de Alberto, su ópera más popular en todo el mundo fue Germania (1902), drama
lírico, que contiene un prólogo, 2 actos y un epílogo con libreto de Luigi
Illica. Arturo Toscanini, quien dirigió las funciones en La Scala, y Enrico
Caruso fueron los más grandes admiradores de sus óperas, especialmente de
Germania. Estas dos obras han sido grabadas y expuestas en la Opera de Berlín
entre el 2006 y 2007; ello demuestra que su obra posee una verdadera calidad,
admirada por su fina habilidad para la orquestación y el uso del coro, en
estilo sinfónico.
Otras de sus obras a lo largo de su vida, fueron: La figlia
di Iorio (1906), tragedia pastoral en 3 actos con libreto de Gabriele
D’Annunzio; Notte di leggenda (1915), tragedia lírica en un acto con libreto de
Giovacchino Forzano; Giove a Pompei (1921), comedia musical en 3 actos en
colaboración con Umberto Giordano, libreto de Luigi Illica y Ettore Romagnoli;
Glauco (1922), ópera en 3 actos con libreto de Giovacchino Forzano y por
último, Fiori del Brabante (1930). Otras de sus obras que no fueron terminadas:
Zoroastro (1890); Il finto paggio (1924), libreto de Forzano; Il gonfaloniere
(1927); y Don Napoleone (1928).
Su carrera artística se vio afectada por la promulgación de
las leyes raciales de 1938 en Italia, que no permitían la programación de las
obras de Franchetti, debido a su origen judío. Ante esto, Pietro Mascagni,
amigo y perteneciente a la ópera verista pidió a Benito Mussolini que
considerara dicha situación, pero este no lo hizo. Tiempo después, Alberto
Franchetti murió en Viareggio el 4 de agosto de 1942, a la edad de 81 años. Su
legado se mantuvo gracias a su hijo Arnold Franchetti que luego de la muerte de
Alberto, se trasladó a los Estados Unidos en 1949. Luego se trasladó a Múnich,
para estudiar composición y orquestación con Richard Strauss durante varios
años. Arnold se aseguró de multiplicar el legado musical de su padre.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Sinfonía en Mi Menor, en la versión de la Orquesta Sinfónica de
Moldavia, dirigida por Silvano Frontalini.
Frederick William Mallandaine Ashton, más conocido como
Frederick Ashton, nació en Guayaquil, Ecuador, el 17 de septiembre de 1904, y
murió en Suffolk, Reino Unido, el 18 de octubre de 1988. Bailarín y coreógrafo.
Es fácil olvidar que Frederick Ashton, genio fundador del ballet inglés, era originariamente sudamericano. Era el menor de cuatro hermanos varones y nació en Guayaquil, Ecuador, el 17 de septiembre de 1904, y se crió en Lima, Perú, donde nació su hermana. El padre de Ashton, hombre de negocios y vicecónsul, era británico, al igual que su madre, quien introdujo a su impresionable hijo en los aires y las gracias de la belle époque limeña. Las imágenes de la infancia -la lánguida sensualidad de los bailarines de tango en las danzas coloniales del té, el balanceo y ritualizado andar de las procesiones de los días festivos- se quedaron con Ashton, infiltrándose en su coreografía. Su educación católica romana también encontró expresión en sus ballets. La ceremonia y la potencia mística de la misa mayor influyeron en la cadencia de los efectos y los clímax, mientras que la indulgencia extática y barroca de la religión española se sublima oblicuamente en las Variaciones sinfónicas, su obra más grande y la que más afirma la vida. Pero lo más importante es que la experiencia epifánica que vivió en Lima fue lo que decidió el destino de Ashton, de 13 años. Se trató de una actuación de Anna Pavlova que no solo desencadenó su vocación por la danza, sino que es el palimpsesto detrás de cada uno de los papeles de bailarina que creó posteriormente.
Empezó tarde. Después de tres años en un internado inglés y un período trabajando como oficinista en la City, Ashton comenzó a tomar clases privadas semanales con Leonid Massine y se convirtió en alumno de Marie Rambert. Aunque carecía de fuerza y técnica, tenía una elegancia y un lirismo naturales que le permitieron debutar como bailarín noble, acompañando a la gran Tamara Karsavina en Les Sylphides. Rambert, adivinando dónde estaba el verdadero don de Ashton, le dio la oportunidad de coreografiar su primer ballet en 1926, diseñado por Sophie Fedorovich, una amiga íntima y colaboradora en su formación. A Tragedy of Fashion, aunque en su juventud estaba demasiado endeudada con el ambiente elegante de Les Biches de Bronislava Nijinska, inmediatamente mostró una notable capacidad para transponer el carácter al movimiento. En 1928, cuando Ashton se unió a la compañía de Ida Rubinstein en París, pudo perfeccionar su arte como aprendiz de Nijinska, quien le enseñó a personalizar el lenguaje del ballet clásico y hacerlo relevante para su época.
Otra influencia temprana crucial fue la bailarina bebé de Diaghilev, Alicia Markova. Sabiendo que su carrera estaba en peligro por la reciente muerte del empresario, Ashton hizo los arreglos para que Rambert la contratara como artista invitada, el comienzo de una colaboración notable. Si Ashton rescató a Markova y fue responsable de crear un repertorio personal que exhibiera su técnica virtuosa y su musicalidad sofisticada, ella, con su vínculo con las deidades del ballet desde Spessivtzeva hasta Stravinsky, le proporcionó la experiencia y la herencia de las que carecía.
Durante los años treinta, Ashton, como bailarín y coreógrafo, se repartió su tiempo entre la pequeña compañía de Rambert y la de Ninette de Valois, mientras complementaba sus magros ingresos trabajando en teatro comercial. En 1935, tras haber creado su propia compañía profesional, de Valois invitó a Ashton a unirse a ella en el Teatro Vic-Wells, donde, bajo la inspirada guía musical de Constant Lambert, empezó a desarrollarse un ballet autóctono. Lo que hemos llegado a llamar "el estilo inglés" fue encarnado por la musa de Ashton, Margot Fonteyn, cuya propia moderación, sencillez y aplomo se vieron enriquecidos por rastros de la plástica exuberante y romántica que había amado en Anna Pavlova. Después de la guerra, la compañía de de Valois -rebautizada como The Royal Ballet- se trasladó a la Royal Opera House, y en 1963, cuando ella se jubiló, Ashton asumió la dirección, permaneciendo en el puesto durante los siguientes siete años.
Con una obra de más de cien obras -al menos cuatro de las cuales, Variaciones sinfónicas, Escenas de ballet, El sueño y La Fille mal gardée, son obras maestras del siglo XX- Frederick Ashton es, sin lugar a dudas, uno de los coreógrafos más importantes de la historia del ballet. También fue una figura importante en el panorama cultural de la época: Gertrude Stein lo calificó de genio; Yeats quería que dirigiera obras en el Abbey Theatre; Matisse se inspiró en el fluir espontáneo de sus movimientos; los tres hermanos Sitwell buscaron su compañía. Se deleitó cultivando una vida deslumbrante fuera de su profesión, atraído por el grupo de jóvenes brillantes de los años veinte y lanzado a la sociedad inglesa en los años treinta, de la mano de la millonaria estadounidense Alice Astor. El éxito en este mundo fue el trabajo de campo de Ashton. Los modales y costumbres aristocráticas que observó, al igual que su capacidad para capturar la esencia misma de una persona y su entorno, impregnaron ballets como A Wedding Bouquet y Enigma Variations con su viveza de carácter y época.
El contenido de la obra de Ashton es tan personal como su estilo. Era un romántico cuya vida emocional actuó como un importante impulso creativo. El amor no correspondido por un joven hermoso es la inspiración detrás de más de un ballet, su propio sufrimiento y anhelo codificados de manera más ingeniosa en la historia de Two Pigeons, una fantasía sobre la infidelidad y la reconciliación. Enigma Variations, la representación que Ashton hace de los sentimientos de abandono profesional del compositor Edward Elgar, es también una confesión de la inseguridad que él mismo experimentaba al final de su carrera. No tenía por qué preocuparse. Recibió la Orden del Mérito -el honor más distinguido de todos- y, en sus últimos años, Sir Frederick Ashton fue un tesoro nacional. No sólo eso, fue un favorito de la corte, un miembro del círculo íntimo de la Reina Madre, aceptado y querido por su naturaleza tranquila, su ingenio brillante y sus imitaciones incomparables. Y hoy, aunque el coreógrafo siempre vivirá en sus ballets, es a él a quien echamos mucho de menos. Quienes recuerdan las despedidas de Ashton aún se lo imaginan caminando por el interior de las cortinas para despertar la expectación antes de aparecer en el escenario. Luego, el lento y majestuoso saludo que reconocía la adoración "a lo Pavlova", como solía decir: primero a los dioses, donde se sentaban los verdaderos balletómanos, luego al balcón, la tribuna principal y la platea. Bendecido con el don de la gente común, Ashton nunca perdió su grado de humildad, que era a la vez genuina y jocosa. "¿De verdad todo esto es para mí?", parecía decir, "¿el pequeño Freddie Ashton de Lima, Perú?".
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con un fragmento del ensayo para el Jubileo de Plata de la Reina Elizabeth. En
el escenario del Covent Garden, Margot Fonteyn y Rudolph Nureyev.
Sándor László Kellner, más conocido como Alexander Korda,
nació en Pusztatúrpásztó, entonces Imperio Austro Húngaro, el 16 de septiembre
de 1893, y murió en Kensington, Londres, Reino Unido, el 23 de enero de 1956. Director
de cine, productor y guionista.
(Túrkeve, 1893 - Londres, 1956) Director y productor
estadounidense de origen húngaro. Estudió periodismo en París y regresó a su
país natal para trabajar en el cine mudo, donde se inició como periodista
cinematográfico (fundó el periódico Pesti Mozi), traductor y escritor de
intertítulos en la empresa Projetograph. Ejerció otras profesiones
cinematográficas, entre ellas operador, actor y guionista, y dirigió su primer
filme en 1914, A becsapott újságiró.
Alexander Korda
Durante la Primera Guerra Mundial creó la productora Corvin
Films, así como unos estudios para el rodaje. Realizó hasta el fin de la
contienda una veintena de filmes, la mayoría sobre guiones propios. Acabada la
guerra, emigró a Viena en 1920, donde dirigió Su majestad el bandido y La
emperatriz del mar, y, tres años después, se instaló en Alemania. En este
último país rodó La tragedia de los Habsburgo, sobre el fin del imperio
austrohúngaro, y Una moderna Du Barry, en las que trabajaba la actriz Maria
Farkas, que se convertiría poco después en su esposa.
El matrimonio viajó a Hollywood en 1926 contratado por la
First National, productora que había alabado el trabajo de Korda en Una moderna
Du Barry. María Farkas, ahora conocida como María Korda, obtuvo cierto éxito
como actriz en Estados Unidos a finales de la época del cine mudo, mientras
Alexander Korda realizó, entre otros filmes, Los húsares de la reina y La vida
privada de Helena de Troya, curiosa contemporaneización de la legendaria Helena
de Troya de la Ilíada basada en la obra de teatro de Robert Sherwood y en la
novela de John Erskine.
El año 1929 supuso una ruptura en la carrera del director,
pues a la crisis de la aparición del sonoro se sumó la Gran Depresión
estadounidense. Ello le hizo trasladarse a Francia, donde trabajó en los
estudios que la Paramount había construido en Joinville, en las proximidades de
París, como director de versiones en alemán de filmes franceses. La Paramount
lo nombró su representante en el Reino Unido y Korda marchó a Londres en 1932.
Poco después su carrera tomó un nuevo rumbo al
independizarse de la Paramount y fundar, junto con sus hermanos (el director
Zoltan y el decorador Vincent) y el guionista Lajos Biró, la productora London
Films, que le permitiría dirigir sus filmes más conocidos durante la década de
1930: entre ellos, La vida privada de Enrique VIII, La aventura de don Juan y
Rembrandt, filmes de época en los que el director, como ya había ocurrido con
La vida privada de Helena de Troya, humanizaba a los personajes célebres y
rehuía las falsas interpretaciones históricas de cartón-piedra.
La vida privada de Enrique VIII (1933)
Estos filmes compartían una misma delicadeza y perfección
estética, a la que contribuyeron el operador Georges Périnal y el director
artístico Vincent Korda. Los principales papeles recaían en actores de
reconocido talento, arropados por un grupo estable y experimentado de actores
secundarios. Korda perseguía realizar producciones cinematográficas de
prestigio internacional que pudieran rivalizar con la industria estadounidense.
Con La vida privada de Enrique VIII, Korda alcanzó su primer
gran éxito como productor, recaudando diez veces más de lo que le había costado
su producción. Una clave importante de este éxito fue la inspiradísima
interpretación del monarca inglés Enrique VIII por parte de Charles Laughton.
Con este actor repitió en Rembrandt, biografía del pintor holandés Rembrandt
van Rijn, donde nuevamente Laughton volvía a dar una magistral lección
interpretativa encarnando al artista en sus últimos años de esplendor
artístico, ruina económica y declive social. En La aventura de don Juan, el
director ofreció su propia versión del mito de don Juan Tenorio.
Tampoco es desdeñable, durante esa misma década de 1930, su
labor como productor de filmes como Catalina de Rusia, de Paul Czinner, sobre
la emperatriz rusa Catalina la Grande; La Pimpinela Escarlata, de Harold Young,
con Merle Oberon y Leslie Howard, ambientada en la revolución francesa; El
fantasma va al Oeste, de René Clair, historia de un millonario estadounidense
que compra un castillo escocés, con fantasma incluido, y lo traslada piedra a
piedra a su país; y Las cuatro plumas, un clásico del cine de aventuras situado
en la guerra de Sudán de fines del XIX, de su hermano Zoltan Korda.
Durante la Segunda Guerra Mundial volvió a los Estados
Unidos, donde rodó Lady Hamilton, historia basada en la relación amorosa entre
el almirante Horacio Nelson y lady Hamilton, con el trasfondo del
enfrentamiento bélico franco-británico de principios del XIX, que en una
segunda lectura servía como propaganda británica en pleno conflicto bélico con
la Alemania nazi. También produjo dos filmes de aventuras que tendrían
posteriormente infinitas versiones: El ladrón de Bagdad y El libro de la selva,
ambas interpretadas por el entonces popularísimo Sabú.
Lady Hamilton (1941)
Al finalizar la guerra regresó al Reino Unido y dirigió sus
dos últimos filmes, la comedia Separación peligrosa, con Robert Donat y Deborah
Kerr, sobre un matrimonio al que separa la guerra y al cabo de los años vuelve
a reencontrarse, y Un marido ideal, sobre una obra de Oscar Wilde que
protagonizó Paulette Godard. A partir de entonces intensificó su carrera como
productor, apoyado en la London Films, y abandonó sus tareas como realizador.
En 1942 fue nombrado Sir por el monarca inglés Jorge VI,
nombramiento con el que se convirtió en el primer hombre de cine en recibir tal
distinción nobiliaria. Entre 1947 y 1956 llegó a producir más de cuarenta
filmes de los más diversos directores y géneros cinematográficos, entre los que
sobresalen El tercer hombre (1949), de Carol Reed, basado en la novela de
Graham Greene y con un magistral Orson Welles en el reparto; Los cuentos de
Hoffman (1951), de Michael Powell y Emeric Pressburger; y Ricardo III (1955),
de Laurence Olivier, traslación a la gran pantalla del Ricardo III de
Shakespeare.
Aunque había dejado de dirigir, el mayor mérito de Korda en
sus últimos años fue su insistencia en dotar de solidez a la industria
cinematográfica británica y su interés por apoyar a nuevos realizadores.
Algunos de ellos se convertirían años después en figuras fundamentales del cine
inglés posterior a la Segunda Guerra Mundial, como los ya mencionados Powell,
Pressburger y Olivier, pero también Carol Reed, David Lean o Anthony Asquith.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con un fragmento de la película That Hamilton Woman, de 1941.
La Asociación Yad Vashem España hoy nos presenta una
experiencia educativa coordinada por Cecilia Levit y basada en exposiciones
itinerantes sobre el Holocausto
Hugo Adolf Höllenreiner nació en Múnich, Alemania, el 15 de
septiembre de 1933, y murió en Ingolstadt, Alemania, el 10 de junio de 2015.
Sobreviviente del nazismo.
Hugo Höllenreiner (extremo derecho) con su madre Sophie y sus hermanos, foto de 1941 | Propiedad privada
Hugo Höllenreiner vivía con sus padres y cinco hermanos en
la calle Deisenhofener Straße, en el distrito Giesing de Múnich. Su padre
dirigió un negocio de camiones durante mucho tiempo. Desde temprana edad,
Höllenreiner y sus hermanos se enfrentaron a prejuicios generalizados contra
los sinti y los romaníes. Se les consideraba "asociales" y criminales
como todos los "gitanos" y eran constantemente excluidos de la
"comunidad nacional" nacionalsocialista mediante nuevas regulaciones
y leyes. El 8 de marzo de 1943, Höllenreiner y su familia fueron arrestados por
agentes de la Oficina para Asuntos Gitanos de Múnich y encarcelados en la
jefatura de policía. El 13 de marzo de 1943 fue deportado al 'campo gitano' de Auschwitz -Birkenau. Él,
sus padres y hermanos sobrevivieron al campo, pero 36 de sus familiares que
también fueron deportados fueron asesinados o murieron debido a las
catastróficas condiciones del campo de concentración. A partir de entonces,
Höllenreiner sufrió las consecuencias de los crueles experimentos médicos
llevados a cabo por el médico de las SS Josef Mengele, de cuya víctima se había
convertido cuando era pequeño. El odio y los prejuicios contra los Sintizze y
los Romanja, a quienes la policía ahora llamaba "viajeros del campo",
continuaron sin disminuir después de 1945, incluso en la escuela, de la que
Hugo fue excluido por el maestro a la edad de 14 años. Más tarde, Höllenreiner
se mudó a Waldtrudering y luego a Ingolstadt. Durante mucho tiempo luchó en
vano por una compensación adecuada por la injusticia que había sufrido. No pudo
hablar de sus experiencias en el campo durante 50 años. Sin embargo, desde la
década de 1990 ha participado activamente como testigo contemporáneo en público
y en las escuelas para recordar el genocidio nacionalsocialista contra los
sintizze y romanja.
Cuando estalló la segunda guerra mundial, los nazis desataron, por toda Europa, una cacería de todos aquellos a los que consideraban “indeseables”: judíos, homosexuales, personas con capacidades diferentes, gitanos, y más. Fueron muy pocos los que levantaron la voz contara el horror. Italia también fue foco de estas persecuciones. Roma fue uno de los centros de ellas, como Milán, Florencia y otras. Pero Roma tenía un problema anexo para los nazis, dentro de ella hay otro país: el Vaticano, y quien reinaba en este estado era el Papa Pio XII, es decir Eugenio Pacelli.
La purga no tardó en llegar a la Ciudad Eterna. Pero un hombre de la iglesia católica luchó como pocos contra esa barbarie: Monseñor Hugh O´Flaherty.
Iglesia o golf
Nació el 28 de febrero de 1898 en la ciudad de Lisrobin, Kiskeam, condado de Cork, Irlanda. Sus padres fueron James O´Flaherty y Margaret. Lo bautizaron Hugh. Luego del nacimiento, se mudaron a Killarney. La familia vivía en el campo de golf, donde Janes trabajabaí como encargado. Al final de su adolescencia, el joven O’Flaherty tenía un aceptable hándicap y logró una beca para una escuela de formación de profesores. Sin embargo, no se dedicó al golf ni a los deportes. En 1918 se matriculó en el Mungret College, colegio jesuita del condado de Limerick, dedicado a preparar a jóvenes para el sacerdocio misionero. Luego de su ordenación, ocurrida el 20 de diciembre de 1925, fue enviado a Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Allí fue llamado desde Roma y en 1934, lo nombraron chambelán papal con el título de monseñor. Originalmente fue adscrito a la Sagrada Congregación De Propaganda Fide. En este cargo conoció a innumerables personas que le servirían más adelante en su misión. En 1939 fue designado como miembro en la actual congregación para la doctrina de la fe (el antiguo santo oficio) y vivió en el edificio del colegio Teutónico (es decir: Colegio Alemán) en el Vaticano.
O'Flaherty junto al político irlandés Eamon de Valera
Cuando Italia entró en la Segunda Guerra Mundial en 1941, O’Flaherty acompañó al nuncio papal en Italia para visitar los campos de prisioneros de guerra en el norte de la península, donde se encontraban confinados miles de prisioneros aliados. Al ver la actitud relajada y poco comprometida del Nuncio Papal, su sangre irlandesa comenzó a fluir y comenzó a involucrarse cada vez más en el tema de la guerra y de la misión que la Iglesia debería tener en estos oscuros momentos de la historia. Lo primero que hizo al regresar a Roma fue que la lista de los nombres de los prisioneros que se encontraban en el norte de Italia, fueran trasmitidos en un programa especial en Ingles de Radio Vaticana para tranquilizar a sus seres queridos en casa. Poco a poco comenzó a crear una cadena de resistencia, con amigos suyos: sacerdotes, religiosas, monjas y laicos.
Con el tiempo Mons. O’Flaherty se transformó en un problema para los alemanes que habían invadido la península. No respetaba las trabas burocráticas y no se granjeó el apoyo de las autoridades militares italianas. Fue responsable de la destitución de dos comandantes en Piacenza y Módena por su mal trato a los prisioneros. Al final, se presentaron quejas al Vaticano sobre este sacerdote entrometido y O’Flaherty tuvo que reducir su accionar y volver a su trabajo de oficina en el Santo Oficio. La invasión aliada del norte de África en 1942 provocó que esta vez había prisioneros de guerra italianos a los que había que localizar y ayudar, y sus familias buscaron ayuda en el Vaticano.
Esta valiosa experiencia en la ayuda a los prisioneros de guerra del norte de África le resultó muy útil a O’Flaherty. En julio de 1943, los aliados desembarcaron en Italia y la guerra empezó a acercarse a Roma. Los fascistas intensificaron sus búsquedas en la capital de judíos destacados y antifascistas conocidos entre la aristocracia. Cuando alguno de ellos necesitaba esconderse, concurrían a ver a Monseñor O’Flaherty y él los dirigía a amigos de confianza o a conventos y monasterios en toda Roma y en los pueblos cercanos. Es muy recordada la ayuda prestada por la Orden Maronita Marianita, en su convento de Santa Liberata del pueblo de Ciciliano, localidad está situada entre el Guadagnolo y el Serrone de Saracinesco, en la región Lacio. Allí, los refugiados estaban disfrazados de miembros de la orden.
Convento de Santa Liberata del pueblo de Ciciliano, uno de los lugares donde los perseguidos eran protegidos por monseñor O'Flaherty
El monseñor irlandés se las arregló para utilizar su propia residencia en el Collegium Teutonicum (Colegio Alemán), que gozaba de inmunidad vaticana. Una de sus primeros huéspedes fue la princesa Niní Pallavicini, cuyo palacio fue asaltado cuando los fascistas localizaron una radio ilegal que poseía. O’Flaherty encontró alojamiento en las dependencias de las monjas del Collegium Teutonicum, donde, con habito monacal y mezclándose entre las religiosas, la princesa resultó ser una ayuda inestimable debido a su habilidad para falsificar documentos de identidad de primera clase.
En julio de 1943 había 74.000 prisioneros de guerra británicos en Italia. Los fugitivos tendían a dirigirse a Roma y, tras la rendición italiana el 8 de septiembre, el goteo se convirtió en una inundación. Había que encontrar dinero, comida y locales urgentemente y la situación se volvió mucho más peligrosa tras la ocupación alemana de Roma el 11 de septiembre. O’Flaherty señaló la gravedad de la situación a Sir D’Arcy Osborne, representante británico ante la Santa Sede, residente dentro de los Muros del Vaticano en la antigua Casa Santa Marta, (donde ahora vive el Papa Francisco). Inicialmente evasivo, Osborne respondió que no podía comprometer su propia posición ni la neutralidad del Vaticano.
Las Fosas Ardeatinas
Al mismo tiempo que O´Flaherty junto con sus curas y monjas amigos socorrían a prisioneras y a perseguidos, un capitán muy conocido en la ciudad de Bariloche, donde encontró refugio luego de la guerra, llamado Erich Priebke, cumplía las órdenes del coronel Herbert Kappler quien era el jefe de la Gestapo en Roma, de cobrar venganza por un atentado partisano ocurrido en Vía Rasella en la cual murieron 28 alemanes y el 24 de marzo de 1944 asesinó a 335 civiles en lo que se conoce como “la masacre de las fosas Ardeatinas”. Entre los asesinados había cinco ayudantes de O’Flaherty y un sacerdote, Don Pietro Pappagallo.
Erich Priebke: en su uniforme nazi y cuando fue descubierto en la Argentina
A pesar del horror que este evento causó en todos, O´Flaherty volvió a insistir al ministro británico argumentando que la gente enfermaría y moriría en las montañas. Osborne cedió, prometiendo ayuda de sus propios fondos personales, y sugirió que O’Flaherty hablara con su mayordomo John May. Añadió que no quería saber ningún detalle para no comprometer las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. May reclutó al conde Sarsfield Salazar de la legación suiza para establecer el Consejo de los Tres, que más tarde se convirtió en el Consejo de los Cuatro cuando el mayor británico Sam Derry escapó a Roma. May insistió en que el equipo que ayudaba a los fugitivos necesitaba una organización permanente, que la operación era demasiado grande para un solo hombre. Fue así como nació la “Línea di fuga di Roma”.
O’Flaherty encontró casas, conventos e iglesias por toda Roma. Una de sus ayudantes más generosas fue Henriette Chevalier, una viuda maltesa de 42 años con ocho hijos que vivía en un pequeño apartamento en Via dell’Impero (hoy Vía dei Fori Imperiali). Ella alquiló un departamento en Vía Firenze, junto a un hotel que la Gestapo había requisado y que utilizaba como cuartel general en Roma. Muchos pensarían que era el lugar más peligroso para esconder fugitivos, pero el monseñor, les respondió: “Creo, particularmente, que nunca pensarían buscar fugitivos debajo de sus narices”. Este fue uno de los lugares donde más judíos fueron escondidos.
Otra cómplice valiosa fue Delia Murphy, esposa de un diplomático irlandés en el Vaticano. A menudo utilizaba el coche diplomático de la legación para transportar a los prisioneros que escapaban a través de los puestos de control enemigos, consciente de las consecuencias para la neutralidad irlandesa si la detenían. Su hija charlaba con funcionarios alemanes en las recepciones de la embajada y a menudo obtenía información útil para transmitirla a O’Flaherty.
Foto de Herbert Kappler al ser detenido. El cazador nazi nunca cumplió su objetivo de neutralizar a O'Flaherty y fue condenado a cadena perpetua (The Grosby Group)
A medida que se desarrollaba la red de fugas, las actividades de O’Flaherty llamaron la atención de las autoridades alemanas de ocupación. Herbert Kappler comenzó a perseguir específicamente al monseñor, pero nunca podría dar con él con las “in fraganti” para poder encarcelarlo. Kappler, sí se encontraba con Monseñor cara a cara en las reuniones de las embajadas, o en la ópera y hablaban con naturalidad, aunque cada uno sabía muy bien lo que el otro hacía. Pero el irlandés siempre se fugaba cuando Kappler deseaba dar con él para apresarlo. Y lo hacía con mil artilugios: disfrazado de monja, de cartero, de barrendero o de verdulero. Uno de los escapes más dramáticos ocurrió cuando monseñor estaba visitando al príncipe Doria Pamphilj en su palacio de la Vía del Corso. El príncipe, un decidido antifascista, estaba casado con una escocesa y ambos pertenecían a la red de escape y el palacio, en pleno centro de Roma, también sirvió de refugio. Asimismo, el príncipe contribuía económicamente a financiar sus actividades del sacerdote irlandés. Cuando los alemanes descubrieron el paradero de O’Flaherty, rodearon el palacio. Todo estaba perdido o eso parecía. Mientras los guardias alemanes destruían los protones de acceso al palacio, el principie, por medio de un pasadizo secreto hizo bajar al monseñor al sótano y, por pura casualidad, el suministro de carbón del invierno estaba siendo entregado a través de un conducto al sótano. Se quitó la túnica clerical y se cubrió de hollín, O’Flaherty le susurró a uno de los carboneros su situación. Unos minutos después, salió caminando junto a las tropas de las SS, cubierto de carbón y hollín, mientras los soldados se abrían paso para no ser ensuciados por estos obreros totalmente llenos de carbón y tizne. Encarbonado y sucio. O’Flaherty se dirigió a la iglesia de santa María in vía Lata, la cual está al lado del palacio. Era tan convincente que a las monjas les costó reconocerlo. Kappler realizó varios intentos infructuosos de capturar a O’Flaherty fuera del territorio del Vaticano, pero fue imposible.
Henriette Chevalier, una de las colaboradoras de monseñor O'Flaherty
La ayuda ofrecida no era al azar. La “línea di fuga di Roma”, poseía una organización clara y precisa. Las listas de los nombres y lugares de escondites están muy bien clasificadas y todas las noches estos registros eran puestos dentro de cofres de latón y depositados en un hueco en la gruta de la Virgen de Lourdes en los jardines vaticanos.
O´Flaherty tenía un don para esconder a judíos o perseguidos y los escondía en los lugares más insólitos e impensados. Ya comentamos que uno de los lugares fue al lado del cuartel de la Gestapo de Roma. Otro fueron las dos iglesias más importantes que se encuentran dentro del antiguo Gueto de la ciudad eterna: Santa María in Pórtico in Campitelli y Sant’Angelo in Pescheria.
El memorial de monseñor O'Flaherty en Killarney
Después de la guerra
Alemania firmó en Reims, el 7 de mayo de 1945, la rendición incondicional en el cuartel general del general estadounidense Dwight D. Eisenhower, comandante de las fuerzas aliadas en el noroeste de Europa. La rendición entra en vigor el 8 de mayo a las 11:01 p.m. Naturalmente que el Papa Pio XII, sabía de las acciones del sacerdote irlandés y el día 10 de mayo es convocado por el Papa para agradecer al noble sacerdotes sus hechos heroicos, lo felicitó y le comentó su admiración por lo realizado, tanto él como toda la red de laicos, sacerdotes y monjas.
El coronel Kappler fue condenado a cadena perpetua por crímenes de guerra, en particular por su papel principal en la masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma. El único visitante de Kappler durante sus años de cautiverio en la prisión militar de Gaeta al sur de Roma fue su antiguo enemigo número uno: monseñor Hugh O’Flaherty, que acabó recibiéndolo en la Iglesia católica y bautizándolo en 1959.
Según los registros de la “Línea di fuga di Roma” fueron ayudados 3925 fugitivos. Pero se presupone que colateralmente se salvaron alrededor de 6000 personas.
La tumba de monseñor O'Flaherty en el cementerio“Daniel O’Connell Memorial Church” en Cahersiveen
Mons. Hugh O’Flaherty murió el 20 de octubre de 1963, a los 65 años y fue sepultado en el cementerio “Daniel O’Connell Memorial Church” en Cahersiveen, en donde también hay una escultura que le recuerda al ingreso del cementerio.
El heroísmo de Monseñor O’Flaherty fue retratado en la película “Escarlata y negro” de 1983, protagonizada por Gregory Peck como Monseñor O’Flaherty, con Christopher Plummer como el coronel Kappler y Sir John Gielgud como el Papa Pío XII.
El 8 de mayo de 2016 se inauguró en el Colegio Alemán del Vaticano una placa en honor al sacerdote irlandés por su labor de rescate de soldados aliados y judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras ser bendecida por el rector del colegio, se colocaron dos coronas de laurel al pie de la placa en nombre de las embajadas irlandesa y británica ante la Santa Sede.