Alberto Franchetti nació en Turín, Italia, el 18 de septiembre de 1860, y murió en Viareggio, Italia, el 4 de agosto de 1942. Compositor.
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Biografía de Alberto Franchetti
Alberto Franchetti (18 de septiembre de 1860 – 4 de agosto
de 1942), compositor de ópera. Nació en Turín, Viareggio, Italia. Su padre el
baron Raimondo Franchetti, un judío de condición noble, que se ganó la vida por
trabajos independientes relacionados al comercio. Alberto fue enviado por orden
de su padre a Venecia para estudiar. Aquí desarrolló un gusto inexplicable por
las artes, específicamente por la ópera. Luego se trasladó a la ciudad alemana
de Dresde, en compañía de Felix Draeseke, y finalmente entró al Conservatorio
de Múnich.
Alberto Franchetti hizo parte de la escuela verista, fue un
movimiento cultural que tuvo mayor influjo en el ámbito literario, pero de
todos modos hizo mella en la ópera. Este movimiento se desarrolló en Italia en
el último cuarto de siglo del XIX bajo la influencia de naturalistas franceses
como: Balzac, Zola, y Flaubert. El verismo musical nació en Italia cuando
Franchetti tenía unos 30 años, la primera representación que escuchó de este
movimiento fue la de Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni. A partir de esta
ópera Alberto se inspira y queda enamorado. Con el paso del tiempo, Franchetti
ha sido representante del verismo musical, al igual que, Leoncavallo, Cilea,
Giordano, y Puccini. A este grupo de compositores junto a Mascagni se les
conoció como la Giovane scuola italiana, la joven escuela italiana.
Antes de conocer el verismo musical, Alberto Franchetti
había lanzado, con el total financiamiento de su padre, un gran éxito en 1888
con su ópera Asrael. La primera presentación fue llevada a cabo en el Teatro
Municipal de Reggio Emilia el 11 de febrero del año en mención. Ahora bien,
Asrael fue una obra que representó la purga entre ángeles y demonios. Su estilo
lírico estaba inspirado en el wagnerianismo y meyerbeerismo. Cabe resaltar que
mostró mayor influencia por la segunda tendencia, representada por Giacomo
Meyerbeer, este compositor prusiano tuvo gran popularidad entre el público
parisino, su obra más popular y muy admirada por Alberto fue Los Hugonotes.
Alberto admiró la capacidad de Meyerbeer para producir Los
Hugonotes que hace parte de la Grand Opéra, un subgénero de la ópera francesa
caracterizado por sus temas históricos, orquesta inmensa, abundancia de
personajes, escenografías complejas, vestuarios suntuosos y efectos escénicos
espectaculares. Alberto fue catalogado como el «Meyerbeer de la Italia
moderna», debido a que Asrael tenía unos efectos teatrales calificados como
fantasmagóricos y novedosos, con un manejo admirable de una gran orquesta,
además de la gran habilidad de Alberto para escenificar el Cielo y el Infierno
gracias a complejas y perfectas escenografías, tomadas de la Grand Opéra de
Meyerbeer.
En el año de 1890, Verdi recomienda a Alberto para componer
una ópera con el fin de conmemorar el IV centenario del Descubrimiento de
América y la hazaña del navegante Cristóbal Colón, que se celebraría dos años
más tarde. Aceptada la sugerencia, Alberto creó el drama lirico llamado
Cristoforo Colombo, este se dividía en 4 actos y un epílogo escrito por Luigi
Illica, fue presentado por primera vez en el Teatro Carlo Felice de Génova, el
6 de octubre de 1892.
Posteriormente, presenta en el Teatro de La Scala de Milán,
Fior d’Alpe, una ópera de 3 actos con libreto de Leo de Castelnuovo, mejor
conocido como Leopoldo Pullè. Para la misma década compuso Il signor di
Pourceaugnac, esta tuvo una innovación, expresada en el uso de la comedia; esta
ópera cómica se dividió en 3 actos con libreto de Ferdinando Fontana y fue
presentada también en el Teatro de La Scala de Milán el 10 de abril de 1897.
Aunque Cristoforo Colombo fue reconocida como la mejor obra
de Alberto, su ópera más popular en todo el mundo fue Germania (1902), drama
lírico, que contiene un prólogo, 2 actos y un epílogo con libreto de Luigi
Illica. Arturo Toscanini, quien dirigió las funciones en La Scala, y Enrico
Caruso fueron los más grandes admiradores de sus óperas, especialmente de
Germania. Estas dos obras han sido grabadas y expuestas en la Opera de Berlín
entre el 2006 y 2007; ello demuestra que su obra posee una verdadera calidad,
admirada por su fina habilidad para la orquestación y el uso del coro, en
estilo sinfónico.
Otras de sus obras a lo largo de su vida, fueron: La figlia
di Iorio (1906), tragedia pastoral en 3 actos con libreto de Gabriele
D’Annunzio; Notte di leggenda (1915), tragedia lírica en un acto con libreto de
Giovacchino Forzano; Giove a Pompei (1921), comedia musical en 3 actos en
colaboración con Umberto Giordano, libreto de Luigi Illica y Ettore Romagnoli;
Glauco (1922), ópera en 3 actos con libreto de Giovacchino Forzano y por
último, Fiori del Brabante (1930). Otras de sus obras que no fueron terminadas:
Zoroastro (1890); Il finto paggio (1924), libreto de Forzano; Il gonfaloniere
(1927); y Don Napoleone (1928).
Su carrera artística se vio afectada por la promulgación de
las leyes raciales de 1938 en Italia, que no permitían la programación de las
obras de Franchetti, debido a su origen judío. Ante esto, Pietro Mascagni,
amigo y perteneciente a la ópera verista pidió a Benito Mussolini que
considerara dicha situación, pero este no lo hizo. Tiempo después, Alberto
Franchetti murió en Viareggio el 4 de agosto de 1942, a la edad de 81 años. Su
legado se mantuvo gracias a su hijo Arnold Franchetti que luego de la muerte de
Alberto, se trasladó a los Estados Unidos en 1949. Luego se trasladó a Múnich,
para estudiar composición y orquestación con Richard Strauss durante varios
años. Arnold se aseguró de multiplicar el legado musical de su padre.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Sinfonía en Mi Menor, en la versión de la Orquesta Sinfónica de
Moldavia, dirigida por Silvano Frontalini.