El príncipe Constantin Jean Lars Anthony Démétrius Karadja
nació en La Haya, Países Bajos, el 24 de noviembre de 1889 y murió en Bucarest,
Rumania, el 28 de diciembre de 1950. Diplomático, político, bibliógrafo, bibliófilo
y miembro honorario de la Academia rumana.
Descendía de una familia aristocrática con raíces bizantinas
de Constantinopla y gobernantes de Valaquia en los siglos XVIII y XIX.
Ingresó al servicio diplomático en 1920. Poseía sólidos conocimientos
en economía, trabajó como consejero del Ministerio de Finanzas, y participó en
1927 como jefe de la delegación rumana a la Conferencia económica internacional
en Ginebra, y rditó además un manual diplomático y consular.
Influenciado por su educación jurídica y humanística,
Constantin Karadja siguió constantemente los principios de la justicia
internacional respecto de los derechos humanos.
No cedió a presiones políticas,
doctrinas en boga o potenciales oportunismos, sino que se comprometió con
perseverancia en la protección de los derechos de los ciudadanos rumanos en el
exterior, independientemente de su raza o religión.
Fue cónsul en Budapest entre 1921y 1922, cónsul general en
Estocolmo entre 1928 y 1930 y cónsul general rumano en Berlín entre 1931 y 1941,
y director del departamento consular del ministerio rumano de asuntos
exteriores, desde el 15 de junio de 1941 y el 17 de octubre de 1944.
En ambas funciones desarrolló una intensa actividad para
salvar a los judíos rumanos sorprendidos por la guerra y decenas de miles deben
sus vidas a su excepcional persistencia, abnegación, determinación y amplitud
que subrayaron su largo compromiso en favor de los judíos rumanos durante el
régimen nazi.
El 15 de septiembre de 2005, Constantin Karadja recibió del
instituto Yad Vashem en Jerusalén el título póstumo de Justo entre las Naciones
durante una ceremonia en la embajada de Israel en Berlín, en presencia del
embajador rumano.
Sus esfuerzos diplomáticos se han presentado en detalle
sobre la base de numerosas cartas, memorandos e informes que envió a sus
superiores.
Estos documentos se encuentran en los
archivos del ministerio rumano de relaciones exteriores y en el Museo del
Holocausto en la ciudad de Washington.
Constantin Karadja salvó a más de 51.000 personas de la deportación y el exterminio, la mayoría de ellos judíos de países de Europa invadidos por los nazis.