Asperger, el pediatra nazi que diagnosticó y mandó a la muerte a niños
autistas
Hans
Asperger Fuente: Archivo
25 de septiembre de 2019 •
15:43
Desde los años 80, la psiquiatría mundial le ha
rendido homenaje al pediatra y psiquiatra Hans
Asperger al ponerle su nombre a una de las condiciones
más conocidas del espectro autista. Sin embargo, el pasado oscuro de este médico ha eclipsado su legado.
Asperger, nacido en Viena en 1906, fue un entusiasta nazi que colaboró con
el Tercer Reich e
incluso diagnosticó a decenas de niños que murieron en un hospital austríaco en
nombre de la "pureza de la raza aria".
En base a las investigaciones del médico austríaco, las personas con el
síndrome de Asperger son identificadas por poseer una gran inteligencia y
dominio sobre un tema concreto, a la vez de tener escasa capacidad para formar
amistades y relaciones personales, falta de empatía y alguna torpeza en sus
movimientos.
Estas características fueron estudiadas por
Asperger mientras trabajaba en el Hospital Infantil
Universitario de Viena cuando analizaba el caso de
cuatro niños para su tesis doctoral. Él lo llamó "psicopatía autista"
y calificó a los menores de "pequeños profesores" gracias a su
capacidad intelectual.
Fue en 1981, un año después de la muerte del
médico, cuando la psiquiatra inglesa Lorna Wing retomó sus investigaciones y utilizó por primera vez el término
" síndrome de Asperger" para referirse a esta variante del autismo.
Mancha oscura
Recientes investigaciones le han dado otro tamiz a lo hecho por Asperger
con los niños autistas. El año pasado, la revista "Molecular Autism"
publicó un estudio de Herwig Czech, historiador de medicina en la Universidad
Médica de Viena, quien analizó las publicaciones de la época nazi de Asperger
junto con documentos que no se habían explorado en los archivos austríacos, y
los registros de casos de sus pacientes infantiles.
"Estos hallazgos sobre Asperger son el resultado de muchos años de
investigación cuidadosa en los archivos. Lo que emerge es que Asperger intentó
acomodarse al régimen nazi y fue recompensado con oportunidades
laborales", señala Czech.
Según los documentos analizados, Asperger envió a decenas de niños -unos
35- a la clínica Am Spiegelgrund de Viena, para que sean sometidos al programa
de eutanasia infantil, bajo el cual se realizaron experimentos que incluían el
uso abusivo de barbitúricos para sedar a niños, que eran puestos en jaulas y
atados con camisas de fuerza. Sus muertes luego eran registradas como
"ocasionadas por neumonía".
Los nazis asesinaron a unos 800 niños en esta clínica entre 1940 y 1945
por considerarlos una "amenaza a la pureza de la raza aria" debido a
sus alteraciones mentales, cuyas vidas "eran indignas de ser
vividas".
"Creemos que merece ser publicado para exponer la verdad sobre cómo
un médico que, durante mucho tiempo, fue visto como único habiendo hecho
valiosas contribuciones al campo de la pediatría y la psiquiatría infantil, fue
culpable de ayudar activamente a los nazis en sus aborrecibles políticas de
eugenesia y eutanasia", señaló uno de los editores en jefe de la revista,
Simon Baron-Cohen.
Durante la posguerra, el propio Asperger afirmaba
que él había resistido al nazismo y que había rescatado a muchos niños del programa de eutanasia
infantil.
"Sádicos y maliciosos"
Pero el estudio de la revista "Molecular Autism" no ha sido el
único. El año pasado también se publicó el libro "Los niños de Asperger.
Los orígenes del autismo en la Viena nazi" de la historiadora
estadounidense Edith Sheffer, quien señala que el médico austríaco legitimó
públicamente las políticas de higiene racial, incluyendo las esterilizaciones
forzadas y que su cooperación con la eutanasia infantil fue activa y
consciente.
Según ambos estudios, Asperger justificaba "la necesidad de medidas
restrictivas para los pacientes incurables o que sufren patologías
hereditarias". Asimismo, señalaba que las personas con autismo podían ser
"excelentes soldados y trabajadores fiables".
Por Gisella López Lenci GDA - El
Comercio
Por: El Comercio (Perú)