Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz, más conocida como China Zorrilla, nació en Montevideo, Uruguay, el 14 de marzo de 1922 y murió en su ciudad, el 17 de septiembre de 2014. Actriz, comediante, directora, guionista, productora, traductora y adaptadora.
Nació en el seno de una familia tradicional uruguaya, muy
vinculada a la cultura y las artes. En 1943 se inició en el grupo Ars Pulcra,
de teatro independiente, con la obra La Anunciación a María de Paul Claudel
dirigida por Román Viñoly Barreto.
En 1946 viajó a Londres becada por el British Council para
estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art donde tomó cursos con grandes
figuras. Posteriormente hizo teatro en español bajo la dirección de José
Estruch, que emigró a Londres, después de la Guerra Civil.
En 1948 regresó a Montevideo donde debutó con la obra Una
familia feliz de Antonio Larreta en la Comedia Nacional Uruguaya. Actuó en más
de 80 obras de teatro como primera actriz en el Teatro Solís de Montevideo. Margarita
Xirgú la dirigió en La celestina de Fernando de Rojas y en Bodas de sangre, de
Federico García Lorca.
En 1961 fundó el Teatro de la Ciudad de Montevideo, junto
con Antonio Larreta y Enrique Guarnero, con cuyo elenco viajó a Buenos Aires,
París y Madrid. En la capital francesa actuaron en el Teatro de las Naciones y
en la española presentaron en el Teatro Español: La zapatera prodigiosa de
Federico García Lorca, en pleno régimen de Franco, En familia y Mano santa de
Florencio Sánchez, y Porfiar hasta morir de Lope de Vega por la que ganaron el
Premio de la Crítica Española.
Produjo, tradujo, adaptó y dirigió las obras de teatro Ha
llegado un inspector y Esquina peligrosa de J. B. Priestley y con la compañía
del SODRE las óperas La Boheme de Giácomo Puccini y Un ballo in maschera de
Giuseppe Verdi. En 1975 dirigió El barbero de Sevilla de Gioacchino Rossini en
el Teatro Argentino de La Plata.
Entre otras múltiples actividades se desempeñó como
corresponsal del diario madrileño El País, cubriendo el Festival de Cannes y
otros eventos internacionales y como periodista y animadora de televisión en
Uruguay.
A mediados de la década de 1970 hizo un paréntesis en su
actividad teatral y se estableció en Nueva York, donde trabajó como profesora
de francés y secretaria de una agencia teatral.
En Broadway presentó la comedia musical Canciones para
mirar, un espectáculo para niños sobre textos de María Elena Walsh, con el que
retornó a Montevideo llevándolo en gira por Uruguay. También actuó y dirigió El
honor no es cosa de mujeres de Robert de Flers y Gastón Arman de Caillavet, y
el ciclo televisivo El teatro y el amor.
En 1971 filmó en Buenos Aires su primera película, Un guapo
del 900, dirigida por Lautaro Murúa, y luego La maffia de Leopoldo Torre
Nilsson con Alfredo Alcón. En la temporada teatral marplatense reemplazó a Ana
María Campoy en Las mariposas son libres junto a Rodolfo Bebán y Susana Giménez,
papel con el que debutó en teatro.
Su estadía en Buenos Aires coincidió con el advenimiento de
la dictadura militar uruguaya que la proscribió, lo que motivó su exilio en
Argentina, donde desplegó una intensa carrera en cine, teatro y televisión,
medio que le dio inmensa popularidad gracias a su participación en tele teatros de
Alberto Migré. Participó en recordadas producciones de televisión como el ciclo
Alta comedia y en la versión original de Esperando la carroza, obra que
posteriormente fue adaptada para cine, y en unitarios como Atreverse, Mi mamá
me ama y La salud de los enfermos dirigidos por Alejandro Doria.
Fue muy recordada es su actuación en el monólogo Emily de
William Luce, sobre la poetisa Emily Dickinson —traducido al castellano por
Silvina Ocampo— con el que recorrió el país y Latinoamérica finalizando con una
presentación en el Kennedy Center.
En 1984, una vez finalizada la dictadura, retornó a
Montevideo con Emily. Los diarios titularon “El regreso de China Zorrilla tuvo
un claro valor simbólico: al estrenar Emily tendió un puente para el
reencuentro de todos los uruguayos” y “China Zorrilla volvió junto con la
democracia: después de estar 10 años prohibida, la popular actriz subió de
nuevo a un escenario de Montevideo”. En su homenaje la sala del Teatro Alianza
fue nombrada “Sala China Zorrilla”.
Viajó con Emily y otros monólogos presentándose en Lima,
Santiago, La Paz, Quito, Caracas, en el Festival de Teatro de Bogotá, en Nueva
York, Miami, Tel Aviv, San Juan de Puerto Rico y en el Festival Grec de
Barcelona. Encarnó en televisión Las cuatro caras de Victoria y luego en teatro
a la escritora Victoria Ocampo en la pieza Eva y Victoria de Mónica Ottino.
En 1995 en el Teatro Colón de Buenos Aires, China Zorrilla
revivió el papel de recitante que Igor Stravinsky escribió para Ida Rubinstein
y que Victoria Ocampo estrenó en 1936 en el teatro dirigida por el propio
Stravinsky: la ópera-ballet Perséfone sobre textos de André Gide.
La multifacética Zorrilla además produjo y dirigió varios
espectáculos teatrales como Arlecchino, servidor de dos patrones de Carlo
Goldoni, Scapino, un musical basado en la obra de Molière, Dando Pasos, Salven
al cómico, La pulga en la oreja de Georges Feydeau, La mujer invisible, Doce
hombres en pugna y la multipremiada Perdidos en Yonkers de Neil Simon con
Soledad Silveyra y Lydia Lamaison.
China Zorrilla actuó en más de 50 películas como La Peste, Señora
de nadie, Darse cuenta, Esperando la carroza, Elsa y Fred, Tocar el cielo, Contar
hasta diez, Cuatro caras para victoria, Heroína, Pubis angelical, Pobre
mariposa, Últimos días de la víctima, Besos en la frente, El verano del potro, Conversaciones
con mamá, La nave de los locos, Los gauchos judíos, y La tregua entre muchas
otras.
A continuación, recordamos a China Zorrilla, con uno de sus monólogos.