Sala de los Nombres en museo Yad Vashem, donde se retrata a judíos que murieron en el Holocausto. (Reuters) |
El diplomático José María Barreto se ha convertido hoy en el primer peruano en recibir, a título póstumo, el reconocimiento de ‘Justo de las Naciones’ por contribuir a salvar a judíos en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial.
Así lo ha informado hoy el Museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén, que honrará a Barreto en una fecha todavía por determinar.
Dicha institución recuerda la memoria de los seis millones de judíos que murieron a causa de las políticas del Tercer Reich, así como a toda persona que haya contribuido a salvar las vidas de judíos.
Hasta principios de año la condecoración la habían recibido más de 25,000 personas de cincuenta nacionalidades.
De acuerdo a un comunicado del Yad Vashem, Barreto sirvió como diplomático en Suiza y usó su posición para salvar a judíos durante el Holocausto entregándoles pasaportes peruanos para que pudieran escapar del dominio nazi.
Todo ello, después de que en 1938 el Gobierno de Lima diera instrucciones expresas a todos sus consulados en Europa de que no emitieran visados a inmigrantes extranjeros, con especial énfasis en los de origen judío.
Abraham Silberschein, representante de una organización de asistencia judía en Suiza fundada por el Congreso Judío Mundial, acudió a Barreto, cónsul general de Perú en Ginebra, para pedirle que emitiera pasaportes peruanos para judíos bajo ocupación alemana.
En el verano de 1943 la Policía suiza pidió explicaciones a la Embajada Peruanasobre la entrega de un pasaporte peruano a un judío alemán de nombre Gunther Frank.
Barreto respondió en una carta remitida al Embajador peruano que había emitido 27 pasaportes para 58 judíos (incluidos 14 menores) a solicitud del Comité para la Protección Intelectual del Refugiado a fin de salvar las vidas de personas en campos de concentración alemanes cuyo destino era la muerte.
Después de que el incidente fuera puesto en conocimiento del canciller peruano, el Ministerio de Exteriores de nuestro país ordenó la anulación de los pasaportes y el cierre del consulado en Ginebra.
Además, Barreto fue suspendido de su posición y expulsado de la Cancillería peruana.
En una misiva con fecha del 27 de agosto de 1943, Silberschein describe los esfuerzos ejercidos por Barreto.
“Barreto, profundamente conmovido por el sufrimiento de millones de seres humanos en los países ocupados, quiso participar en ayudar a aliviar la situación de estas personas inocentes, y decidió acceder y proveernos de un número determinado de pasaportes para que pudiéramos enviarlos a diferentes personas en países bajo control alemán”, afirma
El dirigente judío subraya en la carta, además, que “Barreto estaba convencido de que por medio de esta acción decididamente humana salvaría a un número de personas”.
La mayor parte de los ‘Justos de las Naciones’ son polacos, más de 6,000, aunque también hay varios de países latinoamericanos, como El Salvador, Brasil, Ecuador o Cuba, que cuentan con una o España, con siete.
La más reciente distinción a un español se otorgó este mes a Sebastián de Romero Radigales, cónsul general de España en Atenas durante la Segunda Guerra Mundial, que ayudó a salvar a unos 600 sefardíes.