Sergiu Celibidache nació en Roman, Rumanía, el 28 de junio
de 1912, y murió en París, Francia, el 14 de agosto de 1996. Director de
orquesta.
Sergiu Celibidache (Roman, 1912 - París, 1996) Director de orquesta y
musicólogo rumano nacionalizado alemán.
Uno de los grandes de la batuta del
siglo XX, si no el mayor, este director rumano fue el único que apenas pisó un
estudio de grabación. Su posición en esta cuestión, como en muchas otras, era
tajante: la música es algo que hay que escuchar en vivo y cualquier registro de
ella es siempre una falsificación.
Su mal carácter era mítico, así como su
exigencia de múltiples ensayos, lo que provocó que pocas orquestas estuvieran
dispuestas a concederle su titularidad, si bien desde 1979 hasta su muerte
estuvo relacionado con la Filarmónica de Munich. Aunque su repertorio era muy
extenso, su famosa lentitud de tempo y su innato mantenimiento de la tensión
sonora hacían que obtuviera sus mejores resultados en compositores como
Bruckner.
Creció en la ciudad moldava de Iassy y recibió sus primeras
clases de piano a edad temprana. Fue en este tiempo cuando empezó a interesarse
por la composición musical. Tras estudiar matemáticas y filosofía en Iassy,
Bucarest y París, en 1936 viajó a Alemania para tomar clases de composición en
la Academia de la Música de Berlín bajo la supervisión de Heinz Thiessen.
Al tiempo que proseguía su formación musical, centró sus
investigaciones en la mecánica de las ondas sonoras. En la Universidad se
interesó por los problemas concernientes a la musicología (bajo el tutelaje de
Arnold Schering y Georg Schunemann), así como por los principios filosóficos
(sus tutores fueron Nicolai Hartmann y Eduard Spranger). Fue en ese período
cuando se sintió atraído por el budismo zen. En Berlín consiguió doctorarse con
una tesis sobre Josquin des Prés.
A partir de 1939 y hasta 1945 estudió en el Colegio de
Música de Berlín con profesores de la talla de Fritz Stein, Kurt Thomas y
Walter Gmeindl. Tras completar sus estudios, colaboró con la Orquesta
Filarmónica de Berlín; el director anterior, Wilhem Furtwangler, fue suspendido
por colaboracionismo y no recibió permiso para llevar a cabo funciones
públicas. Durante tres años dirigió la mayoría de los conciertos de la famosa
orquesta y probó su excepcional personalidad.
Tras el retorno de Furtwangler como director principal,
Celibidache trabajó principalmente, por un largo período de tiempo, como
director invitado, sin pertenecer a ninguna orquesta en particular, ya que sus
demandas eran muy difíciles de satisfacer; no era partidario de hacer
concesiones a los músicos o la audiencia. Continuó trabajando principalmente
con las orquestas berlinesas (la Filarmónica y la RIAS Berlín Radio Orquesta).
Tras el nombramiento de Von Karajan como director principal
de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1954, Celibidache, por discrepancias
por la elección, se negó a dirigirla, decisión que mantuvo a lo largo de
treinta y siete años. A partir de ese momento estuvo dirigiendo a diferentes
orquestas italianas (Orquesta y Coros de la RAI y la Orquesta de la Scala de
Milán). En 1952 dirigió la primera audición de la Orquesta Nacional de España.
En 1959, su labor continuó con regulares colaboraciones con
la Radio Orquesta de Stuttgart. También desarrolló una importante labor lectiva
y así, entre 1960 y 1962, impartió cursos magistrales en la Accademia Musicale
Chigiana de Siena.
A finales de ese mismo año estaba previsto que se
convirtiera en director de la Orquesta Sinfónica de Radio Estocolmo, en la cual
iba a llevar a cabo una labor de remodelación que no finalizó hasta 1971. De
1973 a 1975 fue el principal director invitado de la Orquesta Nacional
Francesa.
Su vuelta a tierras alemanas se produjo en 1979, cuando fue
elegido para el puesto de director artístico de la Orquesta Filarmónica de
Múnich, que convirtió en una de las mejores del mundo. Al mismo tiempo se le
otorgó el puesto de director general musical de la ciudad. Desde ese momento no
volvió a trabajar con otras orquestas, salvo en ocasiones excepcionales, como
dos conciertos de caridad con la Orquesta Filarmónica de Berlín en marzo de
1992. A pesar de estar gravemente enfermo, no paró de dirigir hasta el mismo
momento de su muerte.
Celibidache también compuso diversas obras, pero rehusó
interpretar sus composiciones. Contrario a los discos de vinilo, puesto que
sentía que ofrecían una versión de menor calidad, en los últimos años de su
vida grabó algunos vídeos y CDs: la Sexta, Séptima y Octava sinfonías de Anton
Bruckner, además de la Sinfonía Clásica de Sergei Prokofiev, y dos conciertos
de piano de Johannes Brahms con el piano solista de Daniel Barenboim.
Su nombramiento como Profesor Honorario de la Capital
Federal de Berlín y la concesión de la Orden del Mérito Bávaro están entre los
muchos premios y menciones recibidas. Igualmente se le hizo "Hijo
predilecto" de su ciudad natal (Iassy), así como el doctor honoris causa
de la Academia del Arte de Iassy. En su 80 cumpleaños se le otorgó la Gran Cruz
de Distinción de la Orden de Méritos de la República Federal Alemana y se le
hizo ciudadano predilecto de la ciudad de Múnich.
A continuación, Sergiu Celibidache, al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín, y su interpretación de la Obertura Egmont de Ludwig van Beethoven, en las ruinas de la antigua Philarmonie, en 1950.