Pío Estanislao Federico Chueca y Robres, más conocido como Federico Chueca, nació en Madrid, España, el 5 de mayo de 1846 y murió en su ciudad, el 20 de junio de 1908. Compositor.
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Chueca, Federico (1846-1908) Compositor español nacido en
Madrid el 5 de mayo de 1846 y fallecido en la misma ciudad el 20 de junio de
1908. Es uno de los más destacados compositores de zarzuelas del siglo XIX.
Estudió en el Conservatorio de su ciudad natal, pero por
presión familiar tuvo que abandonar durante un tiempo la música para estudiar
medicina, carrera que comenzó en 1862.
Durante su encarcelamiento tras los
sucesos estudiantiles de 1865 (la famosa “Noche de San Daniel”) contra Ramón
Narváez, escribió una serie de valses titulados Lamentos de un preso, que
fueron orquestados e interpretados por Francisco Asenjo Barbieri.
En 1867
volvió al conservatorio para proseguir estudios con los maestros Miró y Aguado.
Posteriormente fue pianista en el madrileño Café de Zaragoza y director del
Teatro Variedades de Madrid a partir de 1874. En 1885 pasó a dirigir el Teatro
Apolo.
Si bien su formación musical era incompleta en algunos
aspectos, Chueca poseía un gran talento para la melodía. Debido a estas
carencias, tuvo que colaborar con otros compositores como Tomás Bretón y
Joaquín Valverde. Este último se encargó de orquestar varias de sus zarzuelas,
entre las que se cuentan El sobrino del difunto (1875), La canción de la Lola
(1880) y Fiesta Nacional (1882).
En 1880 triunfó con la zarzuela La Canción de
la Lola y destacó especialmente con el sainete y el género chico, representando
lo más logrado del casticismo musical.
Grandes éxitos fueron La Gran Vía
(1886), que estuvo durante cuatro años seguidos en el Teatro Apolo; Cádiz
(1886), obra que se convirtió en el himno nacional durante la guerra
hispano-norteamericana; Agua, azucarillos y aguardiente (1887) y La alegría de
la huerta (1900).
Otros títulos también importantes de su producción fueron El
chaleco blanco, El Bateo, El mantón de Manila y De Madrid a París.
A continuación, de Federico Chueca,y Joaquín Valverde, con libreto de Felipe Pérez y González,
la zarzuela La Gran Vía,
en la producción del Teatro Calderón de Madrid, en la temporada lírica de 1995.
Acto único, con 5 cuadros
Cuadro primero
La acción comienza en la alcoba de Doña Municipalidad, en la
cual se congregan todas las calles y plazas de Madrid para ver el nacimiento de
la denominada Gran Vía y, de paso, poder quejarse de como las trata Doña
Municipalidad. Junto a ellas viene el Paseante en Cortes el cual se dedica a
contemplar cómo va todo. Aparece en escena el Caballero de Gracia, que aspira a
unirse a esa nueva calle levantando un gran revuelo. Más todo termina, puesto
que el Comadrón anuncia que el parto tiene para rato, por lo que el Paseante
propone al Caballero dar un pequeño paseo por Madrid para contemplar todos los
cambios.
Cuadro segundo
En las afueras de Madrid, el Caballero y el Paseante
comentan el estado de la política, cuando aparece la Menegilda que trata de
seducirlos con su picardía pero es contestada por Doña Virtudes, su ama,
entablándose una pequeña riña donde la última sale mal parada. Todo esto
termina al aparecer el novio de la muchacha, un militar con mal genio. Entra el
barrio de la Prosperidad pidiendo limosna, luego el barrio del Pacífico
buscando pelea y por último el barrio de las Injurias blasfemando. Al poco
aparecen los Ratas que se enorgullecen de su oficio, llegando a escapar de las
trampas de la autoridad.
Cuadro tercero
En la Puerta del Sol, se encuentran con Doña Sinceridad,
cargada de yernos que van al Congreso de los Diputados, y contemplan el paso
por la escena a unas personas que van comentando donde irán de veraneo y con un
guardia que se queja. Al poco tiempo oyen unos ayes lastimeros y descubren que
es la fuente de allí, la cual se queja de que con las nuevas reformas la
quitarán para dar paso a un tranvía. Un Paleto aparece y conversa con ellos,
aprovechando para robar al Caballero, mientras van a buscar a los guardias,
aparecen los marineritos que hacen evoluciones y cantan con alegría su gusto
por la mar.
Cuadro cuarto
En la Travesía, se encuentran en el Elíseo madrileño, un
distinguido salón de baile popular. A las afueras de dicho baile, discuten el
Tío Jindama y la Lidia, dos populares revistas taurinas, sobre los toreros, a
la vez que entran la Gomosa y el Sietemesino, alabando las virtudes del
patinaje y los cuales vuelven al final escarmentados. El Caballero y el
Paseante deciden detenerse en el baile en su camino hacia el teatro, y
contemplan al Elíseo personificado, la cual les muestra las virtudes del baile.
Tras terminar entra corriendo el Comadrón, anunciando el inminente nacimiento
de la Gran Vía.
Cuadro quinto
Todos celebran el nacimiento de la Gran Vía, cantando y
bailando, mientras se ofrece una visión futurista de ésta.