Preludio de la Segunda Guerra Mundial
Austria recuerda la anexión por la Alemania nazi, 80 años
después
El 12 de marzo de 1938, al amanecer, Adolf Hitler ordenaba
invadir su país natal con 200.000 soldados.
Austríacos miran "Zeituhr 1938", una proyección en la fachada de la Cancillería austriaca que muestra los oscuros momentos que condujeron a toma nazi. / AFP |
Austria conmemoró
este lunes el 80º aniversario de la anexión del país por parte de
la Alemania nazi el 12 de marzo de 1938, una ocasión que el
jefe del Estado, Alexander Van der Bellen, aprovechó para defender una
"convivencia pacífica" y el respeto a las minorías.
El 12 de marzo de 1938, al amanecer, Adolf Hitler ordenaba
invadir Austria, su país natal, con 200.000 soldados, SS y policías,
proclamando después la anexión (Anschluss) del territorio al III Reich.
El presidente de Austria Alexander van der Bellen./ AFP |
Van der Bellen, que debía presidir estos actos, instó a las "jóvenes generaciones" a "no dejarse llevar" por las ideas extremistas.
"No hay que dar por sentado una convivencia pacífica y
relaciones políticas relajadas (...) Esas cosas pueden cambiar", declaró
el domingo al diario Kurier.
"Hay que prestar especial atención a cómo se trata a
las minorías", advirtió el ecologista liberal, elegido a finales de 2016
tras un duelo contra a un candidato del partido de ultraderecha FPÖ.
El canciller austríaco Sebastián Kurz habla durante la conmemoración de la anexión a la Alemania nazi./ 1938 |
El presidente ha lanzado varios llamados a la vigilancia y a
la tolerancia desde que en diciembre se pusiera en marcha un gobierno
de coalición formado por los conservadores del canciller Sebastian
Kurz y el FPÖ del vicecanciller Heinz-Christian Strache.
El FPÖ, que cuenta con ex nazis entre sus fundadores, es una
de las formaciones de derecha nacionalista y antiinmigración más veteranas de
la Unión Europea.
Los dirigentes de ese partido han proclamado en varias
ocasiones su rechazo al nazismo, el racismo y el antisemitismo, y la formación
también expresó su adhesión a "la República de Austria, la democracia, el
parlamentarismo y el Estado de derecho".
La posición del FPÖ respecto al estatus del Estado austriaco
fue ambigua durante mucho tiempo, impregnada de una corriente pangermanista
partidaria del culto a una gran Alemania.
El domingo, el gobierno anunció su intención de erigir en
Viena un monumento con los nombres de las 66.000 víctimas austriacas del
Holocausto.
Imagen que muestra la salida de Adolf Hitler del museo regional del Linz (Austria), tomada el 3 de abril de 1938./ EFE |
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En este sentido, Strache subrayó que la memoria del
genocidio judío es "un deber constante".
Desde su llegada al poder, el partido se ha visto salpicado
por varias polémicas incómodas sobre su relación con la historia del país, como
cuando un responsable regional tuvo que dimitir en enero después de que
descubrieran un cancionero pronazi en una corporación pangermanista de la que
él era dirigente.
Y, aunque Strache se haya esforzado en suavizar la imagen de
su partido, numerosos incidentes han empañado la historia reciente del FPÖ,
como las declaraciones por televisión de un responsable -actualmente diputado-
en 2006 en las que aseguraba que "el nacionalsocialismo tuvo también su
lado bueno".
Se han convocado numerosas manifestaciones a raíz de los 80
años del "Anschluss", con la participación de testigos de la época y
debates sobre la responsabilidad de Austria y de los austriacos en la asunción
del poder de Hitler. Unas reflexiones ocultadas durante mucho tiempo, hasta
finales de los años 1980, después de que los aliados reconocieran a Austria
como una víctima de los nazis. Esta negación retrasó en Austria el doloroso
trabajo de introspección que sí que llevó a cabo Alemania.
A partir de 1933, los conservadores austriacos abrieron la
vía al nazismo. Tras haber puesto fin a la democracia parlamentaria, aplastaron
violentamente el levantamiento de los socialdemócratas en 1934 e instauraron un
régimen de partido único. En un país sumido en una crisis identitaria tras el
hundimiento, en 1918, del imperio austrohúngaro, y en pleno marasmo económico,
el antisemitismo prosperó desde la década de los 1920.
"Todo estaba listo desde hacía tiempo cuando los nazis
llegaron", contó, en un coloquio, Kitty Suschny, que tenía 13 años en
1938. Suschny recuerda que, de un día para otro, el jardín del palacio imperial
de Schönbrunn "fue vetado 'a perros y a judíos'".
El 15 de marzo de 1938, una multitud eufórica recibía a
Hitler en Viena. Este lunes se inaugurará una instalación artística en el lugar
en el que el dictador pronunció su primer discurso tras la anexión del país.
Fuente: AFP