Murió un sobreviviente del horror nazi que se convirtió en símbolo
Tenía 96 años
Max Mannheimer estuvo en Auschwitz y Dachau. Perdió a casi toda su familia. Luchó contra el olvido del Holocausto. "Le debemos dar las gracias", dijo Angela Merkel.
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"No sois responsables de lo que pasó, pero sí de que no vuelva a suceder", era una de las frases que Max Mannheimer siempre repetía en los encuentros con los estudiantes en Alemania, país al que volvió luego de sufrir el horror del Holocausto. El era un judío superviviente de los campos de exterminio nazis de Auschwitz y Dachau, y una de las mayores voces contra el olvido. Ayer falleció a los 96 años en una clínica de Munich.
"Le debemos dar las gracias", manifestó la canciller alemana, Angela Merkel, en un mensaje que difundió su portavoz a través de Twitter tras conocer la noticia. Y lo definió como un "gran conciliador" y "voz contra el olvido".
Mannheimer reunió sus memorias en el libro "Tercera vida", que comenzó a escribir desde que el 30 de abril de 1945, famélico y enfermo de tifus, fue liberado por las tropas estadounidenses que llegaron a la localidad alemana de Tutzing, donde se encontraba con su hermano pequeño Edgar.
La canciller alemana, Angela Merkel con Max Mannheimer en el campo de concentración Dachau. (EFE)
Lo que él definiría como su "primera vida" fue su infancia y juventud que referencia como "feliz" en la localidad checoslovaca de Novy Jicin.El "horror" comienza en su "segunda vida" cuando llega el ejercito Alemán, en octubre de 1938. Si bien su familia abandonó enseguida el pueblo, no logró huir de la persecución nazi y en enero de 1943, tras pasar por el campo de concentración de Theresienstadt, fue deportada a Auschwitz, situado en territorio polaco.Allí fueron asesinados su mujer, sus padres y tres de sus hermanos.
Max y Edgar fueron trasladados al campo de concentración de Varsoviay en agosto de 1944 llegaron a Dachau para ser destinados a distintos campos de trabajo. Ambos pudieron sobrevivir y cuando llegaron los estadounidenses, Max pudo regresar a su ciudad natal, conoció a su segunda esposa, una alemana, y volvió con ella a Alemania en 1946.
Hasta ayer, Mannheimer dirigía la Sociedad Campo de Dachau y era vicepresidente de su Comité Internacional. En mayo, se sentó junto a la canciller Merkel en el acto organizado en el antiguo crematorio de Dachau en recuerdo del 70 aniversario de la liberación de ese campo, donde subrayó la responsabilidad de mantener viva la memoria histórica.
Murió Max Mannheimer un sobreviviente del campo de exterminio de Auschwitz y Dachau. (EFE)
Dedicó la mayor parte de su vida a dar voz a los seis millones de judíos que se estima que murieron a manos de los nazis, en charlas dirigidas a escolares o adultos en todo el país, y a combatir a la extrema derecha.
En un comunicado, la ministra de Cultura alemana, Monika Grütters, agradeció a Mannheimer haber dedicado su vida a no dejar olvidar el horror nazi y haber contribuido con su testimonio a que el país aborde uno de los capítulos más oscuros de su historia y a la reconciliación entre alemanes y judíos en el mundo.
"Alemania, aún sin uno de los grandes testigos de aquel momento como Max Mannheimer, debe seguir demostrando su valía en la superación histórica y moral de su historia reciente", declaró.