Muerte y crueldad en el ghetto: Bruno Schulz, artista
original y una de las grandes voces de la literatura polaca
Se cumplen 75 años del asesinato del escritor y pintor en el
ghetto en Drohobycz en 1942, víctima de una delirante rencilla entre oficiales
de las SS, dejando trunca una prometedora carrera que se manifestaba en
diversas artes
Por Germán Padinger 19
de noviembre de 2017 gpadinger@infobae.com
Autorretrato fechado entre 1920 y 1922 |
El 19 de noviembre de 1942 Bruno Schulz, una de las voces
más importantes de la literatura europea del siglo XX y un talentoso
dibujante y artista plástico, caminaba por las calles del ghetto de Drohobycz,
en el este de Polonia y actualmente en Ucrania, con un pan bajo el brazo.
Schulz había logrado sobrevivir a la violencia desencadenada
por la Alemania nazi desde la ocupación de Polonia en septiembre de 1939
gracias a un oficial de las SS que estaba fascinado con sus pinturas y
le encomendaba murales y frescos para su residencia privada. Algunos de esos
murales pudieron verse este año en Kassel, Alemania, durante la última edición
de la gran muestra Documenta, que se realiza cada cinco años y marca el rumbo
del arte contemporáneo.
Pero Felix Landau mantenía una rivalidad con un colega de
las SS que aprovechó la larga caminata de Schulz en soledad y con comida, toda
una provocación, para adelantarse:sencillamente lo asesinó de un disparo en
el medio de la calle, sin represalias.
Bruno Schulz murió a los 50 años, asesinado en medio de una delirante rivalidad entre miembros de las SS |
"He matado a tu judío", dijo el oficial Karl
Günter a Landau, dice un rumor recolectado por Yoram Bronowski, un
traductor de Schulz, según reconstruyó la revista The New Yorkeren
un artículo reciente. "Entonces mataré a tu judío", habría respondido
Landau y de alguna manera cumplió: el ghetto de Drohobycz fue
liquidado poco después y la mayoría de sus miembros enviados a Auschwitz.
“Spotkanie”, obra de 1920 |
Este domingo se cumplen 75 años del asesinato del escritor y
pintor que había nacido en 1892 en la misma ciudad en la que murió 52 años
después, y que nunca quiso abandonar.
Entre su corta obra cobraron fama su libro de
cuentos La calle de los cocodrilos, publicado en 1934,
y la novela El sanatorio de la clepsidra, de 1937. También
dejó un libro inconcluso titulado El Mesías, que se
perdió tras su muerte y muchos intentan aún hoy encontrar.
“Señorita Bartischan”, de 1935 |
Su escritura metafísica y el complejo universo creado en
unos pocos libros crearon una fuerte atracción entre los lectores polacos de
entreguerras, pero su fama creció al finalizar la Segunda Guerra Mundial, tras
lo cual se convirtió en una figura de genialidad interrumpida.
“Sklepy cynamonowe”, de 1933 |
Primero llegaron las traducciones al inglés y el francés, y
luego su rescate literario por parte de los escritores estadounidenses
Philip Roth y John Updike en la década de 1970, que lo consideraron un genio y
una influencia.
La entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, visitando una exposición de murales de Bruno Schulz en 2009 |
También sus pinturas, murales y bocetos, encuadrados
en la tradición del expresionismo, completaron la imagen de Bruno Schulz
que ha quedado hasta nuestros días.