Étienne Nicolas Méhul nació en Givet, Francia, el 22 de junio de
1763, y murió en París, Francia, el 18 de octubre de 1817. Compositor.
Recibió sus primeras lecciones de música de un organista de su ciudad, como tenía aptitudes innatas, fue enviado a estudiar con Wilhelm Hanser en el monasterio de Lavaldieu. Más adelante se trasladó a París y comenzó a estudiar con Jean-Frédéric Edelmann. Étienne Nicolas Méhul profesaba admiración por Christoph Willibald von Gluck, amigo de su maestro. En 1783 se publicó su primera composición, un libro de piezas para piano. También arregló arias de óperas populares y a finales de la década de 1780, comenzó a pensar en su futuro como compositor de óperas. En 1787 el escritor Valadier le ofreció uno de sus libretos, Cora. La Académie royale de musique cambió el título por Alonzo et Cora, y los ensayos comenzaron en junio de 1789, pero fueron postergados por dificultades financieras. La ópera finalmente se estrenó en 1791. Durante ese tiempo encontró un colaborador ideal en el libretista François-Benoît Hoffman, quien le proporcionó el libreto de Euphrosine, que se estrenó en 1790 con gran éxito, y marcó al compositor como un nuevo talento. También fue el comienzo de su larga relación con el teatro Comédie Italienne, que poco después cambio su denominación, y pasó a llamarse Opéra-Comique. A pesar del fracaso de Cora en 1791, y la prohibición de su tercera ópera Adrien por razones políticas al año siguiente, consolidó su reputación con obras como Stratonice y Mélidore et Phrosine. Durante la Revolución Francesa, compuso muchas canciones patrióticas y piezas de propaganda, la más famosa es Chant du départ. En 1795 fue nombrado como primer compositor del recién fundado Institut de France. También ocupó un puesto como uno de los cinco inspectores del Conservatorio de París. Mantuvo en términos amistosos su relación con Napoleón y se convirtió en uno de los primeros franceses en recibir la Legión de Honor. A pesar de esa relación, su posición pública sobrevivió intacta en la transición a la Restauración Borbónica. En 1807 presentó Joseph en Égypte, una ópera bíblica que fue muy famosa en el extranjero, particularmente en Alemania. El fracaso de su ópera Les amazones en 1811 fue un duro golpe y virtualmente terminó su carrera como compositor para el teatro. Su contribución más importante a la música fueron sus óperas. Dirigió la generación de compositores que surgió en Francia en la década de 1790, que incluía a Luigi Cherubini, y Jean-François Le Sueur. Cambió el rumbo de la música hacia un enfoque que anunciaba el romanticismo, mostrando un mayor uso de la disonancia y un interés en los estados psicológicos como la ira y los celos, anticipándose a los compositores románticos posteriores como Carl María von Weber y Hector Berlioz. De hecho fue el primer compositor en ser llamado romántico. También introdujo el concepto del motivo de reminiscencia, que es un tema musical asociado con un personaje o idea particular en la ópera, adelantándose a los leitmotifs en los dramas musicales de Richard Wagner. Además de óperas compuso una serie de canciones para los festivales de la República, cantatas, y 4 sinfonías que fueron escritas siguiendo el modelo alemán y austríaco.