miércoles, 3 de junio de 2020

José Inzenga


José Ynzenga y Castellanos, nació en Madrid, España, el 3 de junio de 1828, y murió en su ciudad, el 28 de junio de 1891. Compositor.

El sitio www.dbe.rah.es publicó este recordatorio firmado por Manuel Román Fernández

Inzenga Castellanos, José. Madrid, 3.VI.1828 – 29.VI.1891. Pianista y compositor.

Su madre era cantante aficionada. De ella y de su padre recibió sus primeras lecciones musicales. Cursó sus estudios en el Conservatorio de Madrid. También, alternativamente, estudió latín, filosofía, francés e italiano.

Fue protegido del duque de Osuna, brindándole su ayuda para entrar en el Conservatorio de París, hasta donde viajó para ampliar su formación. Tenía entonces sólo catorce años.

Bien recomendado, asimismo, por el embajador español en Francia, el conde de Toreno, y por Martínez de la Rosa, compuso en sus primeros meses parisinos algunas piezas musicales y actuó como pianista en varias salas de conciertos, entre ellas la Pleyel. Tuvo el apoyo de Auber, que dirigía el Conservatorio de la capital francesa, dándole clases de piano y ofreciéndole su ayuda. Sin duda, gracias a él fue designado director auxiliar del grupo de coros de la Ópera Cómica. En 1848, a causa de la Revolución Francesa, se vio obligado a retornar a España.

En 1851 creó su primera composición importante, en colaboración con Hernando y Olona, El campamento.

Por esa época fue nombrado archivero de la Sociedad del teatro Lírico Español.

Fue autor de zarzuelas y composiciones teatrales, entre las que sobresalen El confitero de Madrid (1851), El castillo encantado, La flor del Zurguén y Los disfraces (1852), El amor por los balcones y El alma de Cecilia (1853), La roca negra (1857), Una guerra de familia (1859) y Galán de noche.

Otras obras suyas, no fechadas, son Batalla de amor, Oro, astucia y amor, Cubiertos a cuatro reales, Conde y condenado, A casarse tocan, Por seguir a una mujer, El secreto de una reina, y, en colaboración con Gaztambide y Hernando, Don Simplicio Bobadilla, Un día de reinado, etc.

Mantenía con varios colegas una sociedad que regentaba el teatro del Circo, en Madrid. Pero en vista de que sus obras, junto a las de Oudrid y Hernando, tenían menos éxito que las que representaban los también autores Gaztambide y Barbieri, se vio obligado a dejar a sus socios. Consideraron en conciliábulo que no era justo que unos socios estrenaran obras taquilleras y estuvieran obligados a compartir sus ganancias con otros que sólo registraban pérdidas.

Fue también maestro de coros del teatro del Circo, en 1854, año en el que, tras fracasar con su zarzuela El alma de Cecilia, se retiró unas temporadas, dejando de componer, tras admitir que no acertaba con su limitada inspiración.

Luego volvió a estrenar, en 1862, una zarzuela, basada en La vida es sueño, de Calderón de la Barca, ¡Si yo fuera rey!, con libreto de Pina y Pastorfido, la más popular y aclamada de su producción.

En lo sucesivo, apartado de sus labores de compositor de música escénica, se dedicó a su tarea docente como profesor en la Escuela Nacional de Música.

Obras de ~: El campamento; con Hernando y Olona, El confitero de Madrid, 1851; El castillo encantado; La flor de Zurguén; Los disfraces, 1852; El amor por los balcones; El alma de Cecilia, 1853; La roca negra, 1857; Una guerra de familia, 1859; con Pina y Pastorfido: ¡Si yo fuera rey! Escritos: Ecos de España, Barcelona, Andrés Vidal y Roger, 1874; Impresiones de un artista en Italia, Madrid, Imprenta a cargo de Víctor Saiz, 1876; El arte de acompañar al piano, Madrid, Viuda de Hernando y Cía., 1890.

Bibl.: VV. AA., Gran Enciclopedia de Madrid, Castilla-La Mancha, Madrid, Unali, 1982, pág. 1567; M. Gómez García, Diccionario del Teatro, Madrid, Ediciones Akal, 1997, pág. 426; E. Casares Rodicio, Diccionario de zarzuela, t. II, Madrid, ICCM, 2002, págs. 41-44.

A continuación, recordamos a José Inzenga en el día de su cumpleaños, con la canción madrileña La moza del temple, en la versión de Cecilia Lavilla Berganza, soprano, y Aurelio Viribay en piano.