De familia de organistas, estudió con Friedrich Lindner y
Leonard Lechner. En 1584 viajó a Venecia para profundizar sus conocimientos con
Andrea Gabrieli. A fines de 1585, se dirigió a Augsburgo, donde ocupó el cargo
de organista de cámara de Octavian II Fugger. Esos años fueron muy prolíficos,
y su reputación como organista y compositor creció notablemente. En 1600 fue
nombrado Kappelmeister, pero su influencia fue limitada por ser él protestante
y la ciudad mayoritariamente católica. Gracias a sus conocimientos y habilidad,
se relacionó con muchos organeros, que lo llamaban para probar nuevos
instrumentos. Era conocida su pericia como diseñador de órganos, y diseñó un
órgano automático. A partir de enero de 1602, estaba en contacto con el
emperador Rodolfo II al que, en varias ocasiones, solicitó privilegios para los
órganos automáticos que había inventado, y éste lo nombró como Sirviente
imperial de primera clase. Entre 1604 y 1608 residió en Ulm. Posteriormente fue
organista de cámara del príncipe elector Christian II de Sajonia en Dresde. Desde
el punto de vista de la composición fue partidario de la asimilación del arte
italiano a la moda, al que le unía menos la expresividad del madrigal, que la
dulzura de la canzonetta y del ballet con canto. El estilo de sus lieder es sencillo
y lírico. En el campo de la música religiosa compuso varias obras como los Cánticos
espirituales, escritos al estilo de una fuga, los Salmos y canto cristiano,
compuesto a 4 voces, los Cantos de iglesia, salmos y canciones sagradas, a 4
voces, el responso de Navidad a 6 voces, Verbum caro factum est, entre muchas
otras.
A continuación, recordamos a Hans Leo Hassler en el día de
su fallecimiento, con Verbum Caro Factum Est, en la versión del Heritage HS
Concert Choir.