"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." AYN RAND (1950)
Uno de los graves problemas que enfrentamos es el paulatino y constante deterioro de la clase media y el crecimiento desmedido de la pobreza.
Por los distintos golpes de timón que ha sufrido nuestra economía, dio como resultado una profundización de la pobreza y la condena a amplios sectores a no poder progresar.
Frente a la crisis el Estado debe dar una respuesta de ayuda concreta y al mismo tiempo facilitar las condiciones para que en cada provincia se desarrollen polos industriales y la infraestructura necesaria para arraigar a los pobladores y facilitar el regreso de quienes viven en condiciones deplorables en las afueras de las grandes ciudades.
El asistencialismo sostenido en el tiempo y el aumento desmedido de beneficiarios de estos planes, favorece el clientelismo.
Los únicos beneficiados son quienes buscan perpetuarse en el poder.
Brasil en estos últimos años ha sacado de la pobreza al equivalente de la población total de la Argentina.
Muchos dirigentes con altas responsabilidades, sostienen en público y en privado sentir cierta envidia por los logros de nuestro socio en el Mercosur.
La pregunta es: ¿Cuándo nuestra dirigencia se va a poner los pantalones largos, deje de envidiar el éxito de nuestro vecino y se ponga en el camino de lograrlo?
Leonardo Liberman
