Paul Hindemith nació en Hanau, Alemania, el 16 de noviembre de 1895 y murió en Fráncfort del Meno, Alemania, el 28 de diciembre de 1963. Compositor, violinista, violista y musicólogo.
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Paul Hindemith (Hanau, 1895 - Francfort, 1963) Compositor
alemán.
Fue una de las figuras más importantes dentro del panorama
musical alemán de la primera mitad del siglo XX. Su relevancia radica en que
fue uno de los más fervientes experimentadores de la música clásica del siglo,
puesto que trató de renovar la tonalidad que imperaba en el sistema musical
desde hacía más de trescientos años. Además, fue uno de los pioneros en la
creación de la llamada "música utilitaria" (Gebrauchsmusik), música
para poder ser escuchada a cualquier hora del día y en cualquier situación.
Hindemith tenía la creencia de que el compositor debía actuar como un artesano,
al tiempo que debía mostrar en su música las necesidades sociales. Como
profesor de música, su influencia en las generaciones posteriores de
compositores alemanes e internacionales fue muy destacada.
El interés por el arte musical apareció en Paul Hindemith
desde que era apenas un niño. Comenzó a tocar el violín a muy temprana edad, e
incluso realizó actuaciones en cafés y en teatros con bandas de baile. Para él
no había trabajo musical que se debiera desdeñar, ya que afirmaba que el
conocimiento de todo el espectro musical le favorecería en sus futuras
composiciones. Inició sus estudios de violín y composición a los catorce años
en la ciudad de Frankfurt, en el Conservatorio Honch (entre 1908 y 1917), donde
recibió las enseñanzas de maestros tan destacados como Arnold Mendelsson y
Bernard Sekles.
Desde muy pronto se labró una merecida reputación, en
especial por su música de cámara y sus óperas expresionistas. Muestra clara de
la precocidad de su arte fue que, a partir de 1915 y hasta 1923, desempeñó la
labor de dirección de la Orquesta de la Ópera de Frankfurt, con un breve
intervalo para realizar el servicio militar (1917-1918).
Las primeras composiciones de Hindemith se enmarcaron en una
época posromántica, una etapa convulsa en todos los aspectos de la vida europea
tras la Primera Guerra Mundial. Quizá esta desorientación general puede
explicar el continuo cambio de trabajo en Hindemith, quien en este periodo creó
tanto composiciones para bandas de música de baile, impregnadas de todo el
ambiente jazzístico de la época, como una Suite para piano (1922) o diferentes
obras expresionistas (Der Dämon, 1922; Nusch-Nuschi, 1921). Una gran parte de
estas primeras composiciones fue interpretada, con éxito, en los festivales de
Donaueschingen, Salzburgo y Venecia entre 1921 y 1925.
Posteriormente, su visión creadora cambió radicalmente,
dando paso a una etapa neoclásica en sus composiciones. En este sentido, trató
de distanciarse lo más posible de Stravinsky y lo logró, ya que mientras éste
trabajaba con variaciones sobre la música de Mozart, Hindemith estaba más
interesado en las composiciones de Bach. Buena muestra de ello fue su música de
cámara, que inició con Kammermusik no.1, el primero de una serie de siete
trabajos escritos entre 1917 y 1924, en los que Hindemith trataba de imitar los
conciertos barrocos, aunque usando una armonía tonal mucho más amplia y añadiendo
unos elementos jazzísticos muy acordes con la moda de la época. Muchas de estas
obras eran claros homenajes a los Conciertos de Brandeburgo de Bach.
La idea de experimentación de Hindemith le condujo a
utilizar diferentes orquestas de cámara mezcladas, con las que intentaba llevar
a sus extremos la música de contrapunto. La mayor parte de esta música de
cámara era compuesta para el conocido como Amar-Hindemith Quartet (1921-1929),
en el que el propio Hindemith tocaba la viola. A pesar de estar volcado en la
música de cámara, Himdemith no desdeñaba otros trabajos, como la organización
administrativa del Donaueschingen Festival (1923-30).
En esta década de los veinte realizó diferentes trabajos
encaminados a unir el espíritu de los poetas de lengua alemana con el arte de
la música. Así fue como escribió un ciclo de canciones conocido como Die junge
Magd (1922), basado en poemas del escritor austríaco George Trakl. Dos años más
tarde compuso Das Marienleben ('La vida de María') inspirada en poemas de Rainer
Maria Rilke. También trató de componer para orquesta sinfónica y, así, en 1926
escribió la ópera Cadillac, inspirada en el poema de E.T.A. Hoffmann Das
Fräulein von Scuderi ('La chica de Scuderi'), un melodrama fantástico de estilo
neoclásico. Al mismo tiempo, no dejó de lado su conocida "música
utilitaria", puesto que compuso obras para juegos de niños, llevó a cabo
sesiones musicales con grupos jóvenes y bandas de metal, y realizó numerosas
actuaciones para la radio.
Toda esta productividad artística influyó decisivamente en
el ámbito musical de la República de Weimar, que se extendió en el tránsito
entre los dos conflictos mundiales. Una de las obras más celebradas de dicha
etapa fue su colaboración con Kurt Weill en la composición de una cantata conocida
como Der Lindberghflug ('La fuga Lindbergh', 1928), dedicada a Bertolt Brecht,
para una emisora de radio. Al año siguiente, Hindemith dirigió la ejecución,
por primera vez en la historia, del Concierto de Viola de Walton. Ya al final
de esta década, cuando ocupaba el puesto de director principal de la Orquesta
de Frankfurt, era reconocido como el compositor más importante de su
generación. La aclamación internacional que recibió del mundo musical le valió
para que, en 1927, se le nombrase profesor de composición de la Academia de la
Música de Berlín.
En la década de los treinta comenzó una nueva etapa en el
trabajo de composición, que se iniciaría con la obra maestra Concierto para
Música de Cuerda y Violín (1930). En estos años creó la que se ha calificado
como su obra más importante, la ópera sobre el pintor Mathias Grünewald
(Mathias der Maler). Al mismo tiempo escribió Sinfonía Mathias der Maler
(1934), que compartía temas con la anterior. En la citada ópera dramatizaba el
dilema que sufrían los artistas en la sociedad, subrayando el compromiso
brechtiano que insistía en la absoluta responsabilidad del arte y de los
artistas.
Como muchos de sus contemporáneos, Hindemith sufrió la
herida que produjo a la cultura alemana, y a la sociedad en general, el ascenso
al poder del nazismo. La ópera fue puesta en escena en el año 1934 por la
Orquesta Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler y
causó, por su temática social, gran impacto en las autoridades
nacionalsocialistas, que decidieron prohibirla terminantemente. El director de
la orquesta fue expulsado por su osadía y Hindemith fue denunciado por el
mismísimo Goebbels, que lo calificó de bolchevique cultural y de ser un
espíritu no ario.
Como era de esperar, ante el acoso nazi, Paul Hindemith tuvo
que huir precipitadamente de Alemania para refugiarse en Turquía. En este país
trabajó denodadamente para crear un sistema de educación musical al estilo
occidental, mientras impartía clases de composición en el Conservatorio de
Ankara (1935-1937). Su siguiente país de destino fue Estados Unidos, en el que
residió durante más de una década y donde logró una cátedra en la Universidad
de Yale (1940-1951). En el año 1950 se le otorgó el Premio Bach de Hamburgo y
en 1951 regresó a Europa para seguir con su labor docente en la Universidad de
Zürich, donde permaneció hasta 1958. En esta etapa de exilio desarrolló una
ingente labor creadora, hasta el punto de que suele considerársela como la
culminación de su carrera artística.
Por las muchas obras compuestas se labró una enorme
reputación entre la crítica internacional. Tras Mathias der Maler, el
contrapunto lineal de sus composiciones se hizo menos áspero, y la tonalidad
apareció con más claridad, lo que implicó una mayor belleza en sus piezas,
frente a la austeridad característica de sus años anteriores. De esta manera
aparecieron obras maestras como Plöner Musiktag; Trauermusik (1936), escrita en
menos de veinticuatro horas; la coral Serie de canciones para los franceses,
compuesta sobre poemas de Rilke (1939); el ballet Nobilissima Visione (1938),
basado en la vida de San Francisco; Sinfonía en Mi desafinado (1940); Sonata para
dos pianos (1942); La Metamorfosis sinfónica de los temas de Carl Maria von
Weber (1943); La Sinfonía Serena (1945); Los Cuatro Temperamentos (1940); Ludus
Tonalis (1942); la Sonata para Arpa en Homenaje a Bach (1949); Sinfonía en Re
para banda; o Doce Madrigales.
Asimismo, compuso una impresionante serie de conciertos para
diferentes instrumentos, entre los que destacan Violín Concerto (1939) y Cello
Concerto (1940), aunque también los hubo dedicados al clarinete, a la trompa y
al piano. Entre sus obras más personales se encuentra también When Lilacs Last
in the Dooryard Blooms (1946), composición escrita tras la muerte del
presidente de Estados Unidos Roosevelt y que completaba un poema de Walt
Whitman. Además de las obras expuestas destacaron dos magníficas óperas, Gran
cena de Navidad y su última composición, Die Harmonie der Welt ('La armonía del
mundo', 1957).
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la influencia que
Hindemith ejercía en el mundo musical empezó a ser suplantada por Arnold
Schoenberg y Anton Webern. La causa principal fue la oposición frontal de
Hindemith hacia la dodecafonía que se imponía en las composiciones musicales,
lo que incluso le llevó a calificarse a sí mismo como un anti-Schoenberg. Esto
hizo que compusiese numerosas piezas satíricas en las que utilizaba once o
trece notas seguidas, con las que intentó, sin resultado, cambiar el
pensamiento musical de la época. Su trabajo teórico para sustituir la
dodecafonía lo resumió en la publicación Unterweisung im Tonsatz ('El arte de
la composición musical', 1937-1939). No obstante, su producción musical no
decayó en los últimos años de su vida; en estas composiciones tardías se puede
encontrar una angustia antes no reflejada. Incluso en su última obra, Die
Harmonie del Welt, quizá cansado de lo infructuoso de su empeño, se permitió
coincidir en el sonido con las últimas composiciones de Schoenberg.
Paul Hindemith fue uno de los principales innovadores en el
modernismo musical de la primera mitad del siglo XX. De los cuatro fundadores
del modernismo (Arnold Schoenberg, Igor Stravinsky, Bela Bartók y él), sin
lugar a dudas, Hindemith fue, con diferencia, el que desempeñó una labor
educativa más importante y un compromiso intelectual más activo. De un interés
teórico exacerbado, estudió de manera profunda la filosofía medieval y los
escritos de la iglesia primitiva, así como los tópicos musicales a lo largo de
la historia. Era capaz de tocar todos los instrumentos y fue considerado un
virtuoso con la viola y la viola d’amore. Algunos de sus discípulos fueron
Lukas Foss, Arnold Cooke, Franz Reizenstein y Norman Dello Joio. A su muerte,
dejó tras de sí una enorme influencia en la música europea y estadounidense.
A continuación, de Paul Hindemith, la Sinfonía Matías el pintor, en la versión de la Orquesta de la Suiza Italiana, conducida por Serge Baudo. Producción 1997.