Ernest Ansermet Alexandre nació en Vevey, Suiza, el 11 de noviembre de 1883 y murió en Ginebra, Suiza, el 20 de febrero de 1969. Director de orquesta
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Ernest Ansermet (Vevey, 1883 - Ginebra,
1969) Director de orquesta suizo.
De familia aficionada a la música,
pasó por diversos instrumentos, comenzando por el violín y el
clarinete y concluyendo por interesarse por los rudimentos de todos
los instrumentos que componen una banda. Ello le encaminó a la
dirección y a la composición, a la que Ansermet se ha dedicó de
forma esporádica y poco interesada, casi siempre para formación
bandística.
Son los años de su amistad con Stravinsky, Ramuz y, sobre todo, el coreógrafo ruso Diaghilev, que lo invita a dirigir la orquesta de sus ballets rusos. El debut se producirá en 1915 y la feliz colaboración con tan prestigioso grupo lo lleva a una amplia gira por los Estados Unidos, huyendo de la Europa en guerra.
Serán los Estados Unidos y la neutral Suiza los países que cimenten la fama internacional de Ansermet como director. Estrenó La historia del soldado (1918), El Canto del ruiseñor y Pulcinella (1920), Renard (1922) y Las Bodas (1923) de su amigo Stravinsky, así como numerosas obras de otros de los grandes compositores del momento (Parade de Eric Satie, Chout de Sergei Prokofiev o El Sombrero de Tres Picos de Manuel de Falla, entre otros).
Establecido en Suiza, compagina su trabajo en el sector francés de su país con la creación y dirección de la Orquesta Nacional Argentina, que dirigirá durante diez años, pasando los inviernos en Suiza y los veranos en Argentina. Al mismo tiempo emprende una carrera como director invitado que lo lleva por todo el mundo. Fue el promotor, fundador y mantenedor de la Orquesta de la Suisse Romand, con la que colaborará en conciertos y grabaciones durante toda su vida.
En esta labor de promoción de la música en Suiza y de la música suiza, Ansermet será importante valedor de compositores de su país como Arthur Honegger o Frank Martin, de los que estrenó numerosas obras (Horacio victorioso, Rugby y El Canto de Alegría de Honegger o In Terra Pax, El Misterio de la Natividad, La Tempestad o El Señor de Porceaugnac del segundo). Su compromiso con la música contemporánea se amplió a partituras de autores como Britten, del que dirigió las primeras interpretaciones de La violación de Lucrecia y la Cantata Misericordium.