Nikolái Rubinstein, un amigo cercano de Tchaikovsky, le pidió que compusiera una obra para un concierto de beneficencia para los voluntarios rusos heridos en la guerra. En un arranque de patriotismo, Tchaikovsky, compuso y orquestó en sólo cinco días, la que fue presentada como la Marcha serbo-rusa, más tarde conocida como Marcha Eslava.
La composición es programática en su forma y organización, y
mantiene algunas relaciones con la Obertura 1812, con la que se vincula
frecuentemente en su diseño. Fue estrenada en Moscú, el 17 de noviembre de 1876,
con una cálida acogida del público.
A continuación, de Piotr Ilich Tchaikovski, la Marcha Eslava en
Si Bemol Menor Op. 31, en la interpretación de la Orquesta Nacional de Rusia,
dirigida por Mijail Pletnev en 2005.