En Siempre Argentina Conexión Español, conversamos con el pianista y director de orquesta Charles Ketcham, en su primera visita a nuestro país.
Conducción. Leonardo Liberman / Puesta en el aire. Celso Miño - Jorge Falcone
Charles Ketcham
realizará dos presentaciones en nuestro país. En Buenos Aires, el
jueves 20 de noviembre, a las 20.30 en el Templo de la
Comunidad Amijai, Arribeños 2355 y el 28 de
noviembre, en el Aula Magna de la Facultad
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en
la Ciudad de Córdoba.
Charles Ketcham
estudió piano, viola y dirección en The Eastman School of Music,
con Eric Leinsdorf en el Instituto Tanglewood. En 1969,
una beca Fullbright permitió estudiar en Viena con Wolfgang
Sawallisch y en la Academia de Siena con el legendario Franco
Ferrara. Ha dirigido numerosas orquestas en
Estados Unidos y Europa, entre ellas la Sinfónica de Pittsburgh, la
Sinfónica de Dallas, la Sinfónica de San Luis, La Sinfónica de
Denver, la Sinfónica de Munich y la orquesta Nacional Rusa.
Charles Ketcham está
considerado como uno de los principales intérpretes de la obra de
Gurdjieff y De Hartmann. Este trabajo realizado a lo largo de treinta
años, implicó un conjunto de conocimientos, que van desde el
análisis musicólogo de cada una de las obras, hasta un cuidadoso
trabajo de interpretación en el piano del repertorio completo acorde
a la tradición musical de la enseñanza de Gurdjieff. Esto le
permite hacer una ejecución de gran profundidad, y muy cercana a la
intención de los compositores.
La música que trae
el pianista y director Charles Ketcham a la Argentina ha sido
presentada en las ciudades de Santa Fé, Albuquerque, San Francisco,
Rochester, Little Rock, Salt Lake City en Estados Unidos, en
las ciudades de Vancouver, Montreal y Toronto en Canadá, y en varios
países de Europa. En América del Sur, Ketcham se ha presentado en
Colombia: en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y
Bucaramanga, en Ecuador: en la ciudad de Quito y en Cuenca, en
Venezuela: en su capital, Caracas y en la ciudad de Valencia. En
Chile en las ciudades de Santiago de Chile y en Valparaíso.
En la década de
1920, Gurdjieff compuso, en colaboración con Thomas de Hartmann, más
de trescientas piezas de carácter único y
gran riqueza. Esta obra refleja las
influencias que recibió en su infancia y juventud, y en sus
numerosos viajes al Lejano Oriente, Asia Central, India y el Tíbet,
en su anhelo de un conocimiento primordial que pudiera conducir al
despertar del ser. Estas composiciones evocan
cantos y danzas rituales de antiguas disciplinas espirituales, que
impregnaron su alma al escucharlas en los templos y monasterios que
visitó. Desprovista de convencionalismos e
incluso, a veces, de carácter pianístico, reducida a lo esencial,
la fuerza de la música de Gurdjieff sugiere el misterio de la vida
misma y hace vibrar en quien la escucha su fibra más interior.