La Sinfonía n.º 6 en la menor de Gustav Mahler, algunas veces referida como Trágica, fue compuesta entre 1903 y 1904.
A partir de la Quinta Sinfonía, Mahler tomó otra dirección en la concepción de su música, renunciando no sólo a la voz humana sino también a los programas destinados a facilitar la comprensión de sus obras.
La sexta es la única entre todas sus sinfonías que
termina de forma inequívocamente trágica.
La conclusión trágica, incluso nihilista de obra está considerada como particularmente inesperada, ya que fue compuesta en una etapa especialmente feliz de la vida de Mahler: se había casado con Alma Schindler en 1902, y durante el transcurso de la composición nació Anna, su segunda hija.
La conclusión trágica, incluso nihilista de obra está considerada como particularmente inesperada, ya que fue compuesta en una etapa especialmente feliz de la vida de Mahler: se había casado con Alma Schindler en 1902, y durante el transcurso de la composición nació Anna, su segunda hija.
Quizás debido a su complejidad o a su carácter especialmente severo, rupturista y pesimista, la sexta no figura entre las sinfonías más populares de Mahler para el público en general.
Sin embargo, es reconocida por muchos como una de sus mejores obras, y está considerada como una sinfonía que requiere un gran estudio por parte de los directores y de las orquestas.
Alban Berg y Anton Webern la elogiaron tras la primera audición, para Berg era "la única sexta, a pesar de la Pastoral", mientras que Webern se encargó de dirigirla en más de una ocasión.