Hoy celebramos el Día de la Radiodifusión y desde este Blog, quiero homenajear al Dr. Enrique Telémaco Susini y a Los Locos de la Azotea, por haber impulsado la radio en nuestro país.
Mi recuerdo a los pioneros y a mis maestros en la profesión.
Leonardo Liberman
Locutor Nacional
Enrique Telémaco Susini nació en Gualeguay, Provincia de Entre Ríos, el 31 de enero de 1891 y murió en Buenos Aires, el 4 de julio de 1972. Médico, artista pleno y pionero de la radiodifusión mundial.
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Enrique Telémaco Susini |
En 1906, su padre asumió la posición de cónsul argentino en
Viena, capital del Imperio austrohúngaro y esto permitió al joven Susini, asistir
al conservatorio de Viena, donde recibió formación profesional en canto y
violín.
Luego de estudiar brevemente física y química en Berlín y París,
retornó a Buenos Aires en 1909 para iniciar sus estudios de medicina.
En 1913, a la edad de 22 años, recibió su diploma de doctor
en medicina, luego de escribir una galardonada tesis.
Luego de su graduación, trabajó brevemente como periodista,
ayudando a fundar la Asociación de la Crítica en 1915 y un año más tarde, lo
contrató la Armada Argentina, donde realizó investigaciones.
En 1910, Guglielmo Marconi, ganador del Premio Nobel de
Física de 1909, viajó a la Argentina para participar de los eventos por el
Centenario de la Revolución de Mayo.
La publicidad generada por la visita de Marconi, ayudó a la
creación de un grupo de jóvenes entusiastas de la radio, entre ellos Susini y
sus amigos de la escuela de medicina.
En 1915, la comunidad de la radio se había convertido en un
grupo lo bastante grande y notorio como para figurar en la nota de un diario
mencionando que los aficionados "forman una especie de fraternidad,
intercambiando noticias, hablando unos con otros a través de grandes distancias
e incluso transmitiendo pequeños conciertos de piano y violín a través de sus
conexiones."
Susini, junto con su sobrino Miguel Mugica y sus amigos
César Guerrico y Luis Romero Carranza formaban parte de esta comunidad y pronto
adquirieron el apodo de Locos de la Azotea debido a que su hobby involucraba
maniobras casi acrobáticas para poder colocar las antenas de hilo largo que se
utilizaban por aquellos días en las terrazas de altos edificios.
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Los Locos de la Azotea |
Durante este tiempo, el grupo jugaba con la idea de utilizar
la radio como medio de difusión cultural, algo a lo que Susini luego definiría
como su pasión, compartida con el teatro y la música.
Al estallar la Primera Guerra Mundial en Europa, las
comunicaciones por radio se convirtieron en una tecnología de gran importancia
militar, y su desarrollo se aceleró considerablemente en los años siguientes,
si bien la mayoría de estos desarrollos se mantuvieron en secreto y el flujo de
información escrita y materiales desde Europa y Estados Unidos hacia Argentina,
rápidamente cesó.
En esta situación, a Susini se le presentó una gran
oportunidad como resultado de su experiencia militar: luego del final de la
guerra hacia finales de 1918, fue enviado a Francia a estudiar los efectos de
la guerra química en el sistema respiratorio y mientras realizaba sus
investigaciones, pudo adquirir equipos de radio militares excedentes de la
guerra, que luego llevó a Argentina.
Luego de volver a Argentina en 1919, Susini comenzó a
trabajar en la conversión de un viejo lugar de espectáculos circenses al Teatro
Coliseo.
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Teatro Coliseo |
Junto con sus amigos, comenzó a planear la realización de
una transmisión de difusión general desde allí, algo que fue incentivado por
los dos dueños italianos del teatro Faustino da Rossa y Walter Mocchi.
En 1920, Susini guio el proyecto que llevó a la primera
transmisión de radiodifusión en la Argentina y en el mundo con formato
artístico, realizada el 27 de agosto de ese año.
De esta forma Radio Argentina se convirtió en la primera
estación de radiodifusión con programación regular en el mundo.
El 27 de agosto, finalmente estaban listos para la transmisión y el teatro programó la ópera Parsifal de Richard Wagner.
Susini y sus colaboradores
habían instalado un transmisor de 5 W en el techo, con una antena conectada a
la cúpula de un edificio cercano.
Para tomar el sonido del teatro colocaron un
micrófono diseñado originalmente para equipos de ayuda a hipoacúsicos.
Aproximadamente a las 20.30, el mismo Susini tomó el
micrófono e inauguró la radiodifusión argentina con las palabras:



