domingo, 19 de enero de 2014

Hans Hotter




Hans Hotter nació en Offenbach am Main, Alemania, el 19 de enero de 1909 y murió en Grünwald, Múnich, Alemania, el 6 de diciembre de 2003. Bajo-Barítono.

Hans Hotter es referencia ineludible como Wotan en El anillo del nibelungo, El holandés errante y el zapatero Hans Sachs en Los maestros cantores de Núremberg, además de Pizarro en Fidelio de Beethoven, Falstaff de Verdi, el Rey Marke en Tristan und Isolde, el Gran Inquisidor en Don Carlos, Borromeo en Palestrina, Borís Godunov, el poeta Olivier de la ópera Capricho, papel que Richard Strauss compuso para el y Gurnemanz en Parsifal.

Por su altura, medía dos metros, sus colegas vieneses lo llamaban "Dios", porque Hotter fue el dios Wotan por excelencia en El anillo del nibeluno. 

Su voz poseía extraordinaria riqueza timbrica y resonancia, inmenso volumen, fiato inmaculado, regulaciones dinámicas escalofriantes y nobleza de canto sin par. 

Hotter fue además un incomparable cantante de Lied, especialista en obras de Hugo Wolf, Loewe, Schumann, Nicolai, Reger y en especial del ciclo Winterreise de Franz Schubert del que realizó tres grabaciones y de cantatas y oratorios de Bach y Brahms.


El crítico y musicólogo argentino Jorge D'Urbano en uno de sus conciertos en Buenos Aires en 1961 escribió: Resulta difícil imaginar un artista, cuya voz y porte encuentran adecuado ambiente en el Wotan wagneriano o en el Gaspar del “Freischutz”, capaz de afrontar el refinamiento y la delicadeza expresiva de Schubert. El problema de muchos cantantes es que tienen poca voz para la parte que desempeñan. El de Hotter es que tiene demasiada voz para “El viaje de invierno”. Es materia de rendida admiración para este oyente que haya podido reducirla a los límites extremos sin perder en el intento nada de su dominio expresivo ni de su control técnico. Su enfoque de la obra no es anecdótico. Por encima de los contrastes dramáticos que ella ofrece, destacó siempre el clima espiritual y la continuidad de su particular emoción. Y habiendo renunciado a cualquier efecto expresivo que no fuese indispensable para la necesaria comprensión del asunto, la austeridad que puso en juego fue a la vez intensa y convincente. Cuando finalizó el último lied, tan cargado de presagios y pertinaz insistencia, había en la sala una tensión emocional cuya calidad sólo alcanzan los grandes artistas.... Cuando salí de la sala estaba seguro de haber escuchado una notable interpretación. Pero, a diferencia de tantas veces, la música siguió madurando dentro de mí y a medida que pasaron las horas fue creciendo mi admiración hasta el punto de comprender que había escuchado algo absolutamente memorable. No tengo reparo en confesarlo. Y sí agradecimiento por quienes consiguieron que me enriqueciera en semejante proporción.

Sus versiones de la cantata Ich habe genug de Bach, de los Cuatro cantos serios de Brahms, así como del Requiem Alemán y los Tres sonetos de Michelangelo de Wolf marcan cimas del canto lírico. 

Hans Hotter escribió: "Mi asociación con Wotan fue producto de la naturaleza y el destino, pero fue un éxito más artístico que personal; en mi corazón soy un cantante de canciones de cámara".

Con más de 100 papeles, desde todo punto de vista, fue uno de los colosos del canto del siglo XX.



Seguidamente, Hans Hotter y su interpretacion de Lieder. En primer término de Robert Schumann Die Beiden Grenadiere.




Completamos este recordatorio dedicado a Hans Hotter, con el Lied de Franz Schubert "Der Musensohn". En esta grabación contaba con 78 años.